Dios mismo, el único VII

Parte 2

Dios es la fuente de vida para todas las cosas (I)

Hoy comunicaremos acerca de un nuevo tema con vosotros. ¿Cuál será este tema? El título del mismo será “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”. ¿No es un tema bastante amplio para exponer? ¿Parece algo que podría estar un poco fuera de nuestro alcance? El que Dios sea la fuente de vida para todas las cosas podría parecer un tema del que las personas se sientan desligadas, pero todos los que siguen a Dios deben entenderlo. Esto se debe a que este asunto está inextricablemente vinculado con que cada persona conozca a Dios, sea capaz de satisfacerlo, y de venerarlo. Así pues, este tema debe comunicarse. Algunas personas pueden tener un entendimiento básico de este tema, o quizás algunos sean conscientes del mismo: pueden tener un conocimiento simplista de este en sus corazones, sólo un entendimiento superficial. Otros pueden tener alguna experiencia especial de ello; debido a sus experiencias únicas, en sus corazones tienen un entendimiento profundo de esto. Pero sea profundo o superficial el conocimiento de esto, para vosotros es unilateral y no suficientemente específico. Por tanto, este tema debe comunicarse, el propósito del cual es daros un entendimiento más específico y profundo; esto es muy necesario. Usaré un método especial para comunicar con vosotros sobre este tema, un método que no he usado antes y que podríais encontrar poco habitual, o algo incómodo. Sin embargo, después de que lo oigáis lo sabréis, sea cual sea el método. ¿Os gusta escuchar historias? (Nos gusta). Parece que tuve razón al elegir el método de contar una historia. A todos os gusta oír historias. Muy bien entonces, ¡comencemos! No necesitáis escribir esto en vuestras notas. Pido que estéis tranquilos, y no inquietos. Puedes cerrar tus ojos si sientes que tenerlos abiertos puede provocar que estés distraído por lo que te rodea o las personas a tu alrededor. Tengo una pequeña historia maravillosa para contaros. Es una historia sobre una semilla, la tierra, el árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre. No os durmáis. ¿Me oís? ¿Qué personajes principales tiene la historia que voy a contar? (Una semilla, la tierra, un árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre). ¿Estará Dios en ella? (No). No la habéis oído, ¿verdad? Pero estoy seguro de que después de contada la misma os sentiréis relajados y contentos. Muy bien entonces, podéis escuchar tranquilamente.

Historia 1. Una semilla, la tierra, un árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre

Una pequeña semilla cayó en la tierra. Después de que cayese mucha lluvia, de ella creció un tierno brote y sus raíces ahondaron en el suelo. El brote se hizo grande con el tiempo, enfrentándose a crueles vientos e intensas lluvias, viendo el cambio de las estaciones conforme la luna aparecía y desaparecía. En verano, la tierra entregó regalos de agua para que el brote pudiera soportar el calor abrasador. Y gracias a la tierra, este no sintió el calor del verano y sobrevivió al mismo. Cuando cayó el invierno, la tierra envolvió el brote en su cálido abrazo y se asieron el uno al otro con fuerza. Y gracias a la calidez de la tierra, el brote sobrevivió al duro frío, pasando ileso por las tormentas invernales y las nevadas de la estación. Protegido por la tierra, el brote creció en valentía y estaba feliz. Creció en altura y orgullo a partir de la alimentación abnegada provista por la tierra. Creció feliz. Cantaba cuando la lluvia caía y danzaba y se balanceaba cuando el viento soplaba. Así pues, el brote y la tierra dependen el uno del otro…

Los años pasaron, y el brote era ahora un árbol imponente. Le habían crecido robustas ramas cargadas de innumerables hojas y se mantenía fuerte sobre la tierra. Sus raíces ahondaron en la tierra como habían hecho antes, pero ahora se sumergían a mucha profundidad en el suelo. Lo que una vez protegió al brote era ahora el fundamento para el poderoso árbol.

Un rayo de sol alumbró el árbol y el tronco se sacudió. El árbol tendió sus ramas y captó intensamente esa luz. La tierra debajo respiraba al mismo ritmo que aquel, y se sintió renovada, y sólo entonces, una brisa fresca sopló entre las ramas, y el árbol tembló de deleite, brotando con energía. Así pues, el árbol y la luz del sol dependen el uno del otro…

Las personas se sentaban en la fresca sombra del árbol y disfrutaban en el aire fresco y fragante. Este purificaba sus corazones y pulmones, y la sangre en su interior. Las personas ya no se sentían cansadas ni agobiadas. Así pues, las personas y el árbol dependen los unos de los otros…

Un grupo de pájaros cantores piaba mientras se posaba sobre las ramas del árbol. Quizás estaban huyendo de algún enemigo, o alimentando y criando a sus polluelos, o quizás sólo estaban tomándose un pequeño descanso. Así pues, los pájaros y el árbol dependen los unos de los otros…

Las raíces del árbol, retorcidas y enredadas, ahondaron profundamente en la tierra. Su tronco resguardaba la tierra del viento y la lluvia, y extendía sus grandes ramas y protegía la tierra debajo de él, y el árbol lo hacía porque la tierra es su madre. Viven juntos, el uno depende de la otra, y nunca morarán aparte…

Así, la historia llega a su fin. Podéis abrir vuestros ojos ahora. Conté una historia sobre una semilla, la tierra, el árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre. La misma sólo consta de unas pocas partes. ¿Qué sentimientos os produjeron? Habiéndola contado de esta forma, ¿la entendéis? (La entendemos). Podéis hablar acerca de vuestros sentimientos. Así pues, ¿qué sentís después de oír esta historia? Primero os diré que todas las cosas que mencioné podéis verlas con vuestros propios ojos y tocarlas con vuestras propias manos; son cosas reales, no metáforas. Quiero que sigáis adelante y penséis en lo que expuse. Nada de lo que cubrí era profundo, y unas pocas frases forman la idea principal de la historia. (La historia que oímos pinta un hermoso cuadro: la semilla nace y conforme crece experimenta las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño, e invierno. La tierra es como una madre en la forma en que nutre. Da calor en invierno de forma que el brote pueda sobrevivir al frío. Después de que el brote se ha convertido en un árbol, un rayo de luz del sol toca sus ramas, trayéndole mucho gozo. Vemos que, entre todas las cosas de la creación de Dios, la tierra está viva y depende del árbol. También vemos que la luz del sol aporta mucha calidez al árbol, y aunque los pájaros son cosas que se ven comúnmente, observamos que estos, el árbol y las personas se unen en armonía. Cuando oigo esta historia este es el sentimiento que tengo en mi corazón, que realmente todas las cosas de la creación de Dios están vivas). ¡Bien dicho! ¿Tiene alguien más algo más que añadir? (En la historia, cuando la semilla germina y crece hasta ser un árbol muy alto, vemos las cosas maravillosas que Dios ha hecho. Él hizo que todas las cosas vivieran y dependieran las unas de las otras y todas están conectadas entre sí. Vemos la sabiduría de Dios, Sus maravillas, que todas las cosas que Él ha creado se sirven entre sí y que Él es la fuente de vida para todas las cosas).

Todas las cosas de las que acabo de hablar son cosas que habéis visto antes, como las semillas. Sabéis de esto, ¿verdad? Una semilla que crece hasta llegar a ser un árbol puede no ser un proceso que veas con detalle, pero sabes que es una realidad, ¿verdad? (Sí). Sabes de la tierra y la luz del sol, ¿verdad? La imagen de los pájaros cantores posados es algo que todas las personas han visto, ¿verdad? (Sí). Y todos habéis visto personas refrescándose a la sombra de un árbol, ¿verdad? (Lo hemos visto). ¿Que sentimiento tenéis cuando veis todos estos ejemplos en una imagen? (Armonía). ¿Vienen de Dios todos los ejemplos que existen en esta imagen? (Sí). Como vienen de Él, Él conoce el valor y el significado de estos diversos ejemplos que existen juntos sobre la tierra. Cuando Dios creó todas las cosas, tenía un plan para cada elemento, y cada cosa que creó muestra Sus propósitos y Él le infunde vida. Él creó el entorno vital para la humanidad, que se expone en la historia que acabamos de oír. Esta expuso la interdependencia entre la semilla y la tierra; esta nutre a aquella, y aquella está atada a esta. Dios predeterminó la relación entre ambas desde el principio, ¿verdad? (Sí). El árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre en esta imagen, ¿son un ejemplo del entorno vital que Dios creó para la humanidad? (Sí). Primero, ¿puede el árbol abandonar la tierra? (No). ¿Puede el árbol estar sin la luz del sol? (No). ¿Cuál fue entonces el propósito de Dios al crear el árbol? ¿Podemos decir que fue sólo para la tierra? ¿Podemos decir que fue sólo para los pájaros cantores? ¿Podemos decir que fue sólo para las personas? (No). ¿Cuál es la relación entre ellos? La relación entre ellos es una de interdependencia en la cual no pueden separarse. La tierra, el árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y las personas, se apoyan los unos en los otros para existir y se nutren entre sí. El árbol protege la tierra mientras esta nutre al árbol; la luz del sol provee para el árbol, mientras este crea aire fresco a partir de ella y ayuda a aliviar a la tierra de su calor. ¿Quién se beneficia de esto al final? La humanidad se beneficia de esto, ¿verdad? (Sí). Y este es uno de los principios detrás de por qué Dios hizo el entorno para la humanidad y uno de los propósitos principales del mismo. Aunque esto sea un simple cuadro, podemos ver la sabiduría de Dios y Sus intenciones. El hombre no puede vivir sin la tierra, o sin los árboles, o sin los pájaros cantores y la luz del sol, ¿verdad? Aunque era una historia, es un microcosmo de la creación del universo por parte de Dios y Su concesión al hombre del entorno vital.

Dios creó los cielos, la tierra y todas las cosas para la humanidad y creó también el entorno vital. Primero, el punto principal que expusimos en la historia es las relaciones interconectadas y la interdependencia de todas las cosas. Bajo este principio, el entorno vital de la humanidad está protegido, sobrevive y continúa; debido a la existencia de este entorno vital, la humanidad puede desarrollarse y reproducirse. Vimos el árbol, la tierra, la luz del sol, los pájaros cantores, y las personas en la escena. ¿Estaba Dios allí también? Puede que las personas no lo vean, ¿verdad? Superficialmente puede parecer que Dios no estaba allí, pero las personas pueden ver las normas de las relaciones interconectadas entre las cosas en la escena; es por medio de estas normas que las personas pueden ver que Dios existe y que Él es el Gobernador. ¿Verdad? Dios usa estos principios y normas para preservar la vida y la existencia de todas las cosas. Es de esta forma que Él provee para todas las cosas y para la humanidad. ¿Tiene esta historia alguna relación con el tema que acabamos de exponer? (Sí). Superficialmente parece que no la hay, pero en realidad las normas que Dios ha hecho como el Creador y Su dominio sobre todas las cosas está muy relacionado con que Él sea la fuente de vida para todas las cosas y están inextricablemente vinculados. ¿Verdad? (Sí). Habéis aprendido algo, ¿verdad?

Dios es el Señor de las normas que controlan el universo, Él controla las normas que gobiernan la supervivencia de todas las cosas, y también controla el universo y todas las cosas de forma que puedan vivir juntos; lo hace de forma que no se extingan ni desaparezcan para que la humanidad pueda continuar existiendo, y el hombre pueda vivir en ese entorno a través del liderazgo de Dios. Estas normas que gobiernan todas las cosas están bajo el dominio de Dios. Sin embargo, la humanidad no puede intervenir y no puede cambiarlas; sólo Dios mismo las conoce y sólo Él las gestiona. Cuándo germinarán los árboles, cuándo lloverá, cuánta agua y cuántos nutrientes dará la tierra a las plantas, en qué estación caerán las hojas, en qué estación darán fruto los árboles, cuánta energía dará la luz del sol a los árboles, qué exhalarán estos de la energía que toman de la luz del sol, todas estas son cosas que Dios ya había dispuesto cuando creó el universo y son leyes que el hombre no puede quebrantar. Las cosas creadas por Dios —sean vivientes o parezcan no serlo a las personas— están todas en Sus manos y bajo Su dominio. Ningún hombre puede cambiar o romper esa norma. Es decir, cuando Dios creó todas las cosas formuló cómo deberían ser. El árbol no podría echar raíces, germinar, y crecer sin la tierra. ¿Cómo sería la tierra si no tuviera árboles? Se secaría. ¿No es esto correcto? (Sí). Asimismo, el árbol es el hogar de los pájaros cantores, es un lugar en el que se refugian del viento. ¿Sería correcto que el árbol existiese sin la luz del sol? (No lo sería). Si el árbol sólo tuviera la tierra eso no funcionaría. Todo esto es para la humanidad y para su supervivencia. El hombre recibe aire fresco del árbol, y vive sobre la tierra protegida por este. El hombre no puede vivir sin la luz del sol, sin todos los diversos seres vivos. Aunque las relaciones entre estas cosas son complejas, las personas deben entender claramente que Dios creó las reglas que gobiernan todas las cosas de forma que puedan existir de una forma interconectada e interdependiente; cada cosa creada tiene valor y significado. Si Dios creó algo sin significado, lo dejaría desaparecer. ¿Entendéis? (Sí). Este es uno de los métodos que usó en la provisión de todas las cosas. ¿A qué se refiere “proveer para” en esta historia? ¿Sale Dios a regar el árbol cada día? ¿Necesita el árbol la ayuda de Dios para respirar? (No). “Proveer para” se refiere en este ejemplo a la gestión de Dios de todas las cosas después de la creación; todo lo que necesitaba eran reglas para mantener las cosas funcionando sin problemas. El árbol creció por sí mismo al ser plantado en la tierra. Dios creó todas las condiciones para que creciera. Él hizo la luz del sol, el agua, el suelo, el aire, y el entorno alrededor, el viento, la escarcha, la nieve, y la lluvia, y las cuatro estaciones; estas son las condiciones que el árbol necesita para crecer, son cosas que Dios preparó. Por tanto, ¿es Él la fuente de este entorno viviente? (Sí). ¿Tiene Dios que salir cada día y contar cada hoja en los árboles? No hay necesidad, ¿verdad? Dios tampoco tiene que ayudar al árbol a respirar. Tampoco tiene que despertar a la luz del sol cada día diciendo: “Es hora de brillar sobre los árboles ahora”. No tiene que hacer eso. La luz del sol brilla por sí misma tal como lo prescriben las reglas, brilla sobre el árbol y este se empapa de ella. Así es como viven las cosas dentro de las reglas. Quizás sea un fenómeno que no podéis explicar claramente, pero es una realidad que todo el mundo ha visto y aceptado. Todo lo que debes hacer es reconocer que las reglas para la existencia de todas las cosas vienen de Dios y saber que su crecimiento y supervivencia están bajo el dominio de Dios. Esto comprueba que Él es la fuente de toda vida.

¿Se usa una metáfora en esta historia, tal como el hombre lo llamaría? (No). ¿Es antropomórfica? (No). Lo que he hablado es la verdad. Todo lo que está vivo, todo lo que existe se encuentra bajo el dominio de Dios. Todo recibió vida después de que Él lo creara; es vida dada por Dios y sigue las leyes y la senda que Él creó para ello. Esta realidad no debe alterarse por el hombre, ni necesita su ayuda; esta es la razón por la que Dios provee para todas las cosas. Entendéis, ¿verdad? ¿Pensáis que es necesario que las personas reconozcan esto? (Sí). Así pues, ¿tiene algo que ver esta historia con la biología? ¿Tiene alguna relación con cualquier campo del conocimiento o la ciencia? (No). No estamos exponiendo biología aquí y sin duda no estamos llevando a cabo investigación biológica alguna. ¿Cuál es la idea principal sobre la que estamos hablando aquí? (Que Dios es la fuente de toda vida). ¿Qué veis entre todas las cosas de la creación? ¿Habéis visto árboles? ¿Habéis visto la tierra? (Sí). Habéis visto la luz del sol, ¿verdad? ¿Habéis visto los pájaros descansando en los árboles? (Los hemos visto). ¿Está la humanidad feliz de vivir en ese entorno? (Está feliz). Dios usa todas las cosas —las cosas que creó para mantener al hogar de la humanidad para la supervivencia y protegerlo—, y así es como Él provee para el hombre y para todas las cosas.

¿Cómo os sentís en relación a Mi exposición de las cosas de esta manera y Mi comunicación de esta forma? ¿Es buena? (Está bien. Es realista). ¿Qué hay de bueno en ella? (Es fácil de entender y existen ejemplos prácticos de ella). Esta es una forma real de exponer las cosas, ¿verdad? ¿Es necesaria esta historia para ayudar a las personas a reconocer que Dios es la fuente de vida para todas las cosas? (Sí). Si es necesario, continuaremos con la siguiente historia. El contenido de la siguiente historia es un poco diferente y la idea principal también lo es; las cosas en la historia son lo que las personas pueden ver en medio de la creación de Dios. Usaré de nuevo el método de contaros una historia, que todos podéis escuchar en silencio, y pensar sobre lo que estoy hablando. Después de terminar la historia, os haré algunas preguntas para ver cuánto habéis aprendido. Los personajes principales en la misma son una gran montaña, un pequeño arroyo, un viento violento, y una ola gigante.

Historia 2. Una gran montaña, un pequeño arroyo, un viento violento, y una ola gigante

Había un pequeño arroyo que serpenteaba de un lado a otro, llegando finalmente al pie de una gran montaña. Esta estaba bloqueando el camino de la quebrada, por lo que esta le pidió con su voz pequeña y débil: “Por favor, déjame pasar, estás en mi camino y bloqueando mi recorrido”. La montaña preguntó entonces: “¿Adónde vas?”. A lo que el pequeño arroyo respondió: “Estoy buscando mi hogar”. La montaña dijo: “¡Vale, sigue adelante y fluye por encima de mí!”. Pero como la pequeña corriente era demasiado débil y joven, no había para ella camino para fluir sobre tan grande montaña, de forma que no tuvo otra elección sino seguir fluyendo hasta el pie de la montaña…

Sopló un viento violento, trayendo con él arena y polvo hasta donde estaba la montaña. El viento gritó a esta: “¡Déjame pasar!”. La montaña preguntó: “¿A dónde vas?”. El viento gritó de nuevo: “Quiero ir a ese lado de la montaña”. Esta dijo: “Vale, si puedes atravesar por en medio de mí, ¡entonces puedes ir!”. El viento violento sopló de una forma y de otra, pero por muy furiosamente que lo hiciera, no pudo atravesar por en medio de la montaña. El viento se cansó, y se detuvo a descansar. Por tanto, en ese lado de la montaña sólo un viento débil sopló de manera irregular, algo que agradaba a las personas allí. Esa era la bienvenida que la montaña daba a las personas…

En la costa, la espuma del océano golpeaba suavemente contra el arrecife. De repente, una ola gigante se levantó y rugió en su camino hacia la montaña. “¡Hazte a un lado!”, gritó la ola gigante. La montaña preguntó: “¿A dónde vas?”. La gran ola no se detuvo, y continuó levantándose respondiendo: “Estoy expandiendo mi territorio y quiero extender un poco mis brazos”. La montaña dijo: “Vale, si puedes pasar por encima de mi cima, te cederé el paso”. La gran ola reculó un poco, y después embistió otra vez contra la montaña. Pero por mucho que lo intentara, no pudo sobrepasar la montaña. No tuvo otra opción que retroceder lentamente por donde vino…

A lo largo de los siglos, el pequeño arroyo fluía suavemente alrededor del pie de la montaña. Siguiendo el curso que esta había hecho, el pequeño arroyo volvió a su hogar; se unió al río, y fluyó hasta el mar. Bajo el cuidado de la montaña, el pequeño arroyo nunca se perdió. Ambas se apoyaban entre sí, se contenían entre sí, y dependían la una de la otra.

A lo largo de los siglos, el viento violento no cambió sus hábitos de gritar a la montaña. Traía grandes remolinos de arena cuando la “visitaba” tal como había hecho antes. La amenazaba, pero nunca la atravesó. El viento violento y la gran montaña se apoyaban entre sí, se contenían entre sí, y dependían el uno del otro.

A lo largo de los siglos, la ola gigante tampoco descansó, y nunca dejó de expandirse. Rugía y embestía a la montaña una y otra vez, pero esta nunca se movió una pulgada. La montaña vigilaba al mar, y de esta forma, las criaturas en el mar se multiplicaban y desarrollaban. La ola gigante y la gran montaña se apoyaban entre sí, se contenían entre sí, y dependían la una de la otra.

Mi historia ha terminado. En primer lugar, ¿qué podéis decirme sobre la misma? ¿Cuál era el contenido principal? Primero había una montaña, ¿después qué? (Un pequeño arroyo, un viento violento, y una ola gigante). ¿Qué pasó en la primera parte con el pequeño arroyo y la gran montaña? ¿Por qué hablaríamos sobre la gran montaña y el pequeño arroyo? (Como la montaña protegió al arroyo, este nunca se perdió. Se apoyaban entre sí). ¿Diríais que la montaña protegía u obstruía al pequeño arroyo? (Lo protegía). ¿Podría ser que lo obstruyera? La montaña y el pequeño arroyo estaban juntos; el primero protegía al segundo, y también era una obstrucción. La montaña protegía al arroyo para que pudiera fluir hasta el río, pero también evitaba que fluyera por el lugar en el que podía desbordarse y ser desastroso para las personas. ¿Es esta la idea principal de esta sección? (Sí). La protección del arroyo por parte de la montaña y la actuación de esta como barrera salvaguardaba los hogares de las personas. Después tienes al pequeño arroyo uniéndose al río al pie de la montaña y más tarde fluyendo hasta el mar; ¿no es ese su imperativo? (Sí). Cuando el arroyo fluyó hasta el río y después hasta el mar, ¿en qué se estaba apoyando? ¿No se estaba apoyando en la montaña? Estaba confiando en la protección de esta y en su actuación como barrera; ¿es esta la idea principal? (Sí). ¿Veis la importancia de las montañas para el agua en este ejemplo? (Sí, la vemos). ¿Es importante? (Sí). ¿Tiene Dios Su propósito al hacer a las montañas tanto altas como bajas? (Lo tiene). Tiene una finalidad, ¿verdad? Esta es una pequeña parte de la historia, y a partir de sólo un pequeño arroyo y una gran montaña podemos ver el valor y el significado de estas dos cosas en Su creación por parte de Dios. También podemos ver Su sabiduría y propósito en cómo gobierna estas dos cosas. ¿No es eso correcto?

¿De qué se ocupa la segunda parte de la historia? (Un viento violento y la gran montaña). ¿Es el viento una cosa buena? (Sí). No necesariamente, ya que en ocasiones si el viento es demasiado fuerte puede ser desastroso. ¿Cómo te sentirías si tuvieras que estar fuera en el viento violento? Depende de lo fuerte que fuera, ¿verdad? Si fuera una ligera brisa, o un viento de un nivel 2-3, o 3-4, aún sería tolerable, como máximo una persona tendría problemas para mantener sus ojos abiertos. Pero, ¿podrías soportarlo si fuera tan fuerte como para convertirse en un tornado? No serías capaz de hacerlo. Así pues, es incorrecto que las personas digan que el viento siempre es bueno, o que siempre es malo porque depende de cuán fuerte sea el viento. ¿Qué uso tiene entonces aquí la montaña? ¿Es algo así como un filtro para el viento? (Sí). ¿La montaña toma el viento violento y lo reduce a qué? (A una ligera brisa). A una ligera brisa. La mayoría de las personas podía tocarlo y sentirlo en el entorno en que vivían, pero, ¿era un viento violento o una ligera brisa lo que sentían? (Una ligera brisa). ¿No es este uno de los propósitos detrás de la creación de las montañas por parte de Dios? ¿No es este Su propósito? ¿Cómo sería para las personas vivir en un entorno en donde el viento violento llevase arena sin nada que lo bloqueara o filtrara? ¿Podría ser que con arena y piedras volando alrededor, las personas no pudieran vivir sobre la tierra? Las piedras podrían golpear a algunas personas en la cabeza, la arena podría entrar en sus ojos y no podrían ver. Las personas podrían ser aspiradas por el aire o el viento podría soplar tan fuerte que no podrían mantenerse en pie. Las casas serían destruidas y tendrían lugar toda clase de desastres. ¿Tiene valor el viento violento? (Sí). ¿Cuál es este? Cuando dije que era malo, las personas podrían sentir que no tiene valor, pero ¿es eso correcto? ¿No tiene valor convertirlo en una brisa? ¿Qué es lo que más necesitan las personas cuando hay humedad o bochorno? Necesitan una ligera brisa que sople suavemente sobre ellas, para refrescar y aclarar sus mentes, para calmar su humor y mejorar su estado mental. Por ejemplo, estáis todos sentados en una estancia con muchas personas y el aire está cargado, ¿qué es lo que más necesitáis? (Una ligera brisa). En lugares en los que el aire es turbio y está lleno de suciedad, el pensamiento de una persona se puede ralentizar, su flujo sanguíneo se puede reducir, y puede tener menos claridad mental. Sin embargo, el aire se volverá fresco si tiene una oportunidad de moverse y circular, y las personas se sentirán mucho mejor. Aunque el pequeño arroyo y el viento violento pudieran convertirse en un desastre, mientras la montaña esté ahí esta hará de ellos cosas que realmente beneficien a las personas; ¿no es correcto?

¿De qué habla la tercera parte de la historia? (La gran montaña y la ola inmensa). La gran montaña y la ola inmensa. La escena aquí es una montaña al lado del mar donde podemos ver la montaña, la espuma del océano, y también, una ola inmensa. ¿Qué es la montaña para la ola en este ejemplo? (Un protector y una barrera). Es tanto un protector como una barrera. ¿Verdad? El objetivo de protegerla es evitar que esta parte del océano desaparezca de forma que las criaturas que viven en él puedan desarrollarse. Como barrera, la montaña evita que el agua del mar —esta masa de agua— se desborde y provoque un desastre, que podría dañar y destruir los hogares de las personas. ¿Verdad? Así pues, podemos decir que la montaña es tanto una barrera como un protector.

Esto muestra el significado de la dependencia mutua entre la montaña y el arroyo, la montaña y el viento violento y la montaña y la ola inmensa, y cómo se contienen los unos a los otros y dependen los unos de los otros, de lo cual he hablado. Existe una regla y una ley que gobiernan la supervivencia de estas cosas que Dios creó. ¿Podéis ver lo que Dios hizo a partir de lo acontecido en la historia? ¿Creó Dios el universo e ignoró lo que ocurrió después? ¿Les dio normas y diseñó las maneras en que funcionarían para ignorarlas después? ¿Es eso lo que ocurrió? (No). ¿Qué es eso entonces? (Dios está en control). Dios sigue controlando el agua, el viento, y las olas. No deja que corran desbocados ni que dañen o destruyan los hogares de las personas, y gracias a ello las personas pueden seguir viviendo y desarrollándose en este trozo de tierra. Lo que significa que Dios ya había planificado las reglas para la existencia cuando hizo el universo. Cuando Dios hizo estas cosas, se aseguró de que beneficiarían a la humanidad, y también las controló de forma que no fueran problemáticas o desastrosas para la humanidad. Si Dios no las gestionara, ¿no fluirían las aguas por todas partes? ¿No soplaría el viento por todo el lugar? Si Dios no los gestionara no estarían gobernados por ninguna regla, y el viento aullaría y las aguas se levantarían y fluirían por todas partes. Si la ola inmensa hubiera sido más alta que la montaña, ¿podría existir aún esa área del mar? El mar no podría existir. Si la montaña no fuera tan alta como la ola, esa área del mar no existiría y la montaña perdería su valor y su significado.

¿Veis la sabiduría de Dios en estas dos historias? (Sí). Dios creó el universo y es su Señor; está a cargo del mismo y provee para él mientras vigila cada palabra y acción. También supervisa cada rincón de la vida humana. Por tanto, Dios creó el universo y Él conoce claramente como la palma de Su mano el significado y el valor de cada cosa, así como su función, su naturaleza, y sus reglas para la supervivencia. Dios creó el universo; ¿pensáis que Él tiene que investigar estas reglas que gobiernan el universo? (No). ¿Necesita Dios leer acerca del conocimiento humano o la ciencia para investigarlo y entenderlo? ¿Hay alguien en la humanidad que tenga la gran erudición y la enorme sabiduría para entender todas las cosas como lo hace Dios? No lo hay, ¿verdad? ¿Hay algún astrónomo o biólogo que entienda realmente cómo viven y crecen todas las cosas? (No). ¿Pueden entender realmente el valor de la existencia de cada cosa? (No pueden). ¿Por qué es eso? Dios creó todas las cosas, y por mucho y muy profundamente que la humanidad estudie este conocimiento, o por mucho tiempo que dediquen a aprenderlo, nunca serán capaces de explicar el misterio y el propósito de la creación de todas las cosas por parte de Dios, ¿no es eso correcto? (Sí).

El fin de todas las cosas se está acercando, ¿quieres saber cómo el Señor recompensará el bien, castigará el mal y determinará el fin de cada uno? Bienvenido a contactarnos para descubrir la respuesta.

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