Cómo perseguir la verdad (5) Parte 1
Durante este tiempo hemos hablado sobre el primer aspecto de cómo perseguir la verdad, que trata sobre desprenderse. Hemos hablado principalmente de la primera parte de este tema, de desprenderse de diversas emociones negativas. ¿Cuántas veces hemos discutido el tema de desprenderse de diversas emociones negativas? (Cuatro veces). ¿Contáis con alguna senda para desprenderos de las emociones negativas? Las diversas emociones negativas sobre las que hemos hablado y que hemos analizado de manera superficial parecen ser tipos de emociones o pensamientos, pero en realidad, en su raíz, provienen de las perspectivas sobre la vida y los sistemas de valores equivocados que tiene la gente, además de sus pensamientos y puntos de vista erróneos. Por supuesto, las diversas actitudes corruptas de las personas llevan al surgimiento de diferentes pensamientos y puntos de vista falaces, que a su vez dan lugar a diversas emociones negativas. Por tanto, el surgimiento de diversas emociones negativas tiene su origen y sus causas. Las emociones negativas que hemos discutido no son pensamientos momentáneos o impulsivos, no son pensamientos y puntos de vista en el sentido simple de estas palabras ni tampoco estados de ánimo fugaces. Estas emociones tienen la capacidad de influenciar el modo de vida de las personas, lo que practican y sus pensamientos y puntos de vista, además de las perspectivas y actitudes con las que ven a la gente y las cosas. Estas emociones negativas están escondidas en el interior de los corazones de las personas y en sus mentes, las acompañan constantemente en sus vidas cotidianas e impactan las perspectivas y posiciones que adoptan al observar a diversas personas, acontecimientos y cosas. Estas emociones negativas tienen un destacable efecto negativo en las vidas cotidianas de las personas, en su comportamiento y en las sendas que eligen en la vida. De forma invisible, dan lugar a diversas consecuencias adversas para ellas. Por tanto, deben entender y resolver lentamente estas emociones negativas mediante la búsqueda de la verdad, y poco a poco desprenderse de ellas. Desprenderse de estas emociones negativas no es igual que descartar un objeto físico en el que ya no piensas y que después ya deja de dominarte; no es cuestión de tomar algo y desprenderse de ello en el sentido simple de esta palabra. Por tanto, ¿qué significa “desprenderse” en este contexto? Significa, principalmente, que debéis exponer y analizar vuestros pensamientos y puntos de vista incorrectos y las perspectivas y actitudes incorrectas según las que veis a las personas y las cosas, hasta que entendáis la verdad. Entonces seréis capaces de abandonar realmente vuestras emociones negativas. Con independencia de qué emociones negativas surjan en vosotros, debéis resolverlas buscando las verdades relevantes, hasta que poseáis los principios y las sendas para practicar la verdad. Solo entonces podéis liberaros por completo del tormento, las ataduras y la influencia de las emociones negativas, y lograr en última instancia la capacidad de someteros a la verdad y a los ambientes que Dios ha dispuesto, manteniéndoos así firmes en vuestro testimonio. Debéis observar a las personas y las cosas, comportaros y actuar según las palabras de Dios, con la verdad por criterio. Solo obrando así podéis desprenderos completamente de vuestras emociones negativas y de vuestros pensamientos y puntos de vista incorrectos. ¿Por qué hace falta un proceso tan complejo para desprenderse de ellos por completo? El motivo es que estas emociones negativas no son cosas tangibles. No son emociones que posean o aflijan temporalmente la mente de uno. Son pensamientos y puntos de vista establecidos preexistentes o incluso hondamente arraigados que se forman en las personas, y cuya influencia en la gente es especialmente grave. Por tanto, son necesarios varios métodos y pasos para desprenderse de estas emociones negativas. Este proceso de desprenderse es también el proceso de perseguir la verdad, ¿no es cierto? (Sí). El proceso de desprenderse de estas emociones negativas es sin duda el de perseguir la verdad. Así pues, la única manera de afrontar las emociones negativas es buscando la verdad y resolviéndolas con base en las palabras de Dios. ¿Comprendéis el significado de esta afirmación? (Sí).
Cuando empezamos a hablar por primera vez sobre las emociones negativas, las diversas verdades que habíamos compartido antes no solían tocar este asunto, por lo que os resultaba un tema muy poco familiar. Las personas piensan que es normal tener emociones negativas, y las consideran como algo aparte de sus actitudes corruptas; creen que las emociones negativas no son actitudes corruptas, y que no tienen nada que ver las unas con las otras. Esto no es correcto. Algunas personas creen que las emociones negativas son meros pensamientos o ideas temporales que no tienen impacto en la gente, y por tanto, creen que carece de importancia si se desprenden o no de ellas. Ahora, a través de múltiples sesiones de charlas y análisis, se ha probado que las emociones negativas sí tienen un verdadero impacto en las personas. Antes siempre hablábamos sobre comprender y analizar las actitudes corruptas, y solo tratábamos un poco las emociones negativas al exponer las actitudes corruptas, pero no hablamos sobre ellas con mucho detalle. Ahora, tras varias discusiones concretas, espero que podáis enfocaros en este asunto y empezar a aprender a analizar y entender estas emociones negativas en vuestra vida cotidiana. Cuando comprendéis su esencia, podéis rechazarlas y rebelaros contra ellas, y poco a poco desprenderos de ellas. Solo tras desprenderos de estas emociones negativas podéis tomar el camino correcto de la búsqueda de la verdad y embarcaros en esa senda. Estos son los pasos que debéis dar, ¿queda claro? (Sí). Aunque las emociones negativas no posean ni controlen a las personas en la misma medida que las actitudes corruptas en cuanto a sus vidas, su existencia y las sendas que toman, estas emociones negativas son también inevitables. En ciertas situaciones y hasta cierto punto, los efectos negativos que tienen en lo que respecta a vincular los pensamientos de las personas y a influenciar su aceptación de la verdad, y a si caminan o no por la senda correcta, no son menos significativos que los de sus actitudes corruptas. Poco a poco empezaréis a apreciar esto en vuestras búsquedas, experiencia y praxis futuras. Ahora que acabáis de encontraros con este tema, algunos no tendréis conciencia ni conocimiento sobre él, y ni mucho menos lo apreciaréis. Cuando experimentes este tema en el futuro, te darás cuenta de que las emociones negativas no son tan simples como parecen. Ocupan un lugar y un espacio significativos en los pensamientos de las personas, en lo más profundo de sus corazones e incluso en sus subconscientes. Se puede decir que estas emociones negativas alimentan e impulsan a los individuos a actuar en gran medida según sus actitudes corruptas, y que alimentan e impulsan el control y las ataduras que las actitudes corruptas ejercen sobre las personas. Provocan que estas vivan obstinadas en sus actitudes corruptas en lo que se refiere a cómo ven a las personas y las cosas, y a cómo se comportan y actúan, así que no deberías subestimar estas emociones negativas. De hecho, por un lado, hay muchos pensamientos y puntos de vista negativos ocultos dentro de las emociones negativas, y en otro aspecto, diferentes emociones negativas están escondidas dentro de las actitudes corruptas de la gente, en distintos grados. En resumen, estas emociones negativas ocupan los corazones de las personas, y tienen la misma esencia que sus actitudes corruptas. Ambas son facetas de la negatividad y son cosas negativas. ¿Qué significa aquí “cosas negativas”? ¿A qué se refiere? Un aspecto es que estas emociones negativas no desempeñan un papel positivo en la entrada en la vida de las personas. No pueden guiarte ni ayudarte a presentarte ante Dios, a buscar activamente Sus intenciones y a luego alcanzar la sumisión hacia Él. Cuando estas emociones negativas se ocultan en el interior de las personas, sus corazones se alejan de Dios, se protegen de Él y lo evitan, e incluso pueden albergar sospechas sobre Dios, negarle y juzgarle en secreto, de forma sutil e involuntaria. Desde esta perspectiva, ¿son positivas estas emociones negativas? (No, no lo son). Ese es un aspecto. Otro es que estas emociones negativas no guían a las personas ante Dios para que se sometan a la verdad. Las conducen por sendas y hacia metas y en direcciones que contradicen la verdad y se oponen a ella. De esto no cabe duda. La función que desempeñan estas emociones negativas es hacer que tales personas se protejan a sí mismas, salvaguarden los intereses de su carne y mantengan su vanidad, orgullo y estatus. Te controlan y te atan constantemente, impidiéndote que escuches las palabras de Dios, seas una persona honesta y practiques la verdad. Te hacen creer que saldrás perdiendo si practicas la verdad, que perderás imagen y estatus, que los demás te ridiculizarán y que tu verdadero yo quedará expuesto al mundo. Estas emociones negativas controlan a la gente, dominan sus pensamientos y solo le hace pensar en estas cosas negativas. Ahora bien, ¿es la esencia de estas cosas negativas contraria a la verdad? (Sí). Entonces, mientras las emociones negativas te recuerdan sin cesar estas cosas, al mismo tiempo también te impiden constantemente practicar y perseguir la verdad. Actúan como muros en tu búsqueda de la verdad y como obstáculos en tu senda para entrar en la realidad-verdad. Siempre que desees practicar la verdad, hablar con sinceridad, someterte a la soberanía y los arreglos de Dios, actuar de acuerdo con los principios o gastarte con sinceridad por Dios, pagar un precio y manifestarle tu lealtad, estas emociones negativas estallan de inmediato e impiden que practiques la verdad. Surgen sin cesar en tus pensamientos y centellean en tu mente, señalándote lo que perderás si actúas de ese modo, cuál será tu desenlace, cuáles serán las consecuencias y qué podrás ganar. Te recuerdan y te advierten una y otra vez, impiden que aceptes y practiques la verdad, y que te sometas a Dios. Por el contrario, te hacen pensar en ti mismo, considerar tus propios intereses y, por consiguiente, eres incapaz de practicar la verdad o simplemente de someterte a Dios. En un instante, tus pensamientos quedan atados y controlados por estas emociones negativas. Aunque al principio quieras practicar la verdad, estés dispuesto a someterte a Dios y quieras satisfacerle, cuando las emociones negativas surgen dentro de ti, las sigues de forma involuntaria y te dejas controlar por ellas. Te sellan los labios, te atan de pies y manos, y te impiden hacer lo que debes hacer y pronunciar las palabras que debes pronunciar. En cambio, terminas pronunciando palabras falsas, engañosas y críticas, y participando en acciones que contradicen la verdad. Tu corazón se oscurece de inmediato y queda atrapado en el tormento. Tus ideas y planes originales son buenos: quieres practicar la verdad y brindar tu lealtad para cumplir bien con tu deber, y tienes el impulso, el deseo y la voluntad de practicar la verdad. Pero en los momentos críticos, estas emociones negativas se apoderan de ti. No tienes la capacidad de rebelarte contra ellas o de rechazarlas, y al final, solo puedes rendirte a estas emociones negativas. Cuando las emociones negativas atormentan y perturban a las personas, cuando controlan sus pensamientos y les impiden practicar la verdad, estas se muestran impotentes, indefensas y miserables. Cuando no suceden problemas importantes y no hay principios implicados, piensan que poseen una fuerza ilimitada, que son fuertes en la determinación y la fe, y se sienten llenas de motivación. Creen que ya no pueden amar a Dios lo suficiente, que tienen un corazón temeroso de Dios y que no pueden hacer nada malo, que son incapaces de crear trastornos o perturbaciones y que, sin duda, son incapaces de hacer el mal de manera intencionada. Sin embargo, cuando algo ocurre, ¿por qué son incapaces de evitar su modo de reaccionar a ello? Estas acciones involuntarias suyas no son planeadas ni deseadas, pero aun así suceden y se convierten en realidad, y están muy alejadas de cómo deseaban actuar las personas. Es preciso señalar que el hecho de que ocurran estas cosas y la repetida aparición de estos fenómenos es a causa de las emociones negativas. Resulta evidente que el impacto de las emociones negativas en las personas y su control sobre ellas no es tan simple como la gente imagina ni se resuelve tan fácilmente, y desde luego no es tan fácil desprenderse de ellas ni rebelarse contra ellas. Por muy alto que la gente grite sus consignas, por muy firme que sea su determinación, por muy altas que sean sus aspiraciones o por muy grande que sea su corazón amante de Dios y su fe en Él, cuando se enfrentan a la realidad, ¿por qué no surten efecto esa determinación y esa fe, esas aspiraciones y esos ideales? ¿Cómo se ven influidos y sofocados por emociones negativas pasajeras? Está claro que las emociones negativas han arraigado en la vida de las personas; coexisten con sus actitudes corruptas y tienen la capacidad de influir y controlar sus pensamientos y puntos de vista, al igual que lo hacen las actitudes corruptas. Al mismo tiempo, y lo que es más grave, controlan sus palabras y sus acciones, y más aún, controlan cada uno de sus pensamientos e ideas, y cada una de sus acciones y comportamientos ante todo tipo de situaciones. Entonces, ¿acaso no es muy importante resolver estas emociones negativas? (Sí). Las emociones negativas no son cosas positivas, algo que se puede ilustrar de dos maneras: en primer lugar, las emociones negativas no pueden llevar a una persona a presentarse activamente ante Dios; en segundo lugar, no permiten a una persona practicar con acierto la verdad ante la realidad, ni entrar en la verdad como le gustaría. Son obstáculos en la búsqueda de la verdad, impiden que la gente la busque y la practique. Por tanto, hay que resolver las emociones negativas. Al observar el efecto y la esencia de las emociones negativas, uno puede observar que no son cosas positivas. Es más, se puede decir que en su esencia tienen una mayor capacidad para constreñir y controlar a las personas, hasta cierto punto, que las actitudes corruptas. Entonces, ¿diríais que la existencia de estas emociones negativas es un problema grave? (Sí). Si no se resuelven estas emociones negativas, ¿qué consecuencias cabe esperar? Con total seguridad estas emociones harán que una persona viva en la negatividad durante mucho tiempo, y su capacidad para constreñirla y limitarla es aún mayor, le impiden perseguir la verdad. ¿Se debería resolver un problema tan grave? Se debería resolver. Al mismo tiempo que abordan sus actitudes corruptas, las personas también deberían resolver sus emociones negativas. Si resuelven sus emociones negativas y sus actitudes corruptas, su búsqueda de la verdad será mucho más sencilla y no aparecerá ningún obstáculo significativo.
Las actitudes corruptas están ocultas en algunas de las efusiones y métodos superficiales de las personas, además de en ciertos estados; entonces, ¿cómo discernís las emociones negativas? ¿Cómo diferenciáis las emociones negativas de las actitudes corruptas? ¿Habéis meditado antes sobre ello? (No). Las actitudes y las emociones son dos cosas diferentes. Si solo hablamos de actitudes y emociones, ¿resulta fácil distinguir entre sus significados literales? Las actitudes se refieren a las cosas que brotan de la esencia-naturaleza de una persona, mientras que las emociones son básicamente una especie de estado psicológico que la gente tiene al hacer algo. Con independencia de cómo interpretemos literalmente estos términos, en cualquier caso, las emociones de las personas, sobre todo las negativas, contienen muchos pensamientos negativos. Cuando una persona alberga estas emociones negativas, esto puede llevar a que viva en un estado negativo y bajo el dominio de diversos pensamientos y puntos de vista incorrectos, ¿verdad? (Verdad). Estas emociones negativas pueden permanecer ocultas en los corazones de la gente durante mucho tiempo, y si las personas no entienden la verdad, nunca serán conscientes de tales emociones ni sentirán su presencia; estas emociones acompañan a las personas en todo momento, al igual que sus actitudes corruptas. Muchas veces, estas emociones negativas están ocultas en el interior de los diversos pensamientos y puntos de vista incorrectos, que hacen que las personas duden de Dios, que pierdan su auténtica fe e incluso le hagan toda clase de exigencias irrazonables a Dios y pierdan su razón normal. Bajo el envoltorio de razones, pensamientos y puntos de vista diferentes, estas emociones negativas se ocultan en las actitudes corruptas de las personas y en sus diversos pensamientos y puntos de vista incorrectos, representando por completo la esencia-naturaleza de estas personas. Las actitudes corruptas se manifiestan en los diversos estados que se revelan mediante el comportamiento y las acciones de las personas; estos diferentes estados acarrean en ellos las actitudes corruptas de las personas. Aunque las emociones negativas y las actitudes corruptas son diferentes unas de otras, existe un enlace necesario entre ellas en algunos aspectos, y pueden incluso llegar a entrelazarse y ser inseparables entre sí. En ciertos aspectos, pueden apoyarse las unas en las otras, alimentarse mutuamente, pueden depender las unas de las otras y coexistir. Por ejemplo, la angustia, la preocupación y la ansiedad de las que hablamos la última vez son un tipo de emoción negativa. Este tipo de emoción negativa hace a las personas vivir con angustia, preocupación y ansiedad. Cuando las personas se encuentran atrapadas en estas emociones, en ellas se generarán de manera natural ciertos pensamientos y puntos de vista que las conducen a dudar, especular, protegerse de Dios, malinterpretarle, e incluso juzgar y atacar a Dios, además pueden llegar a hacerle demandas irrazonables y transaccionales a Dios. Alcanzado este punto, estas emociones negativas ya se han transformado en un carácter corrupto. Entonces, ¿qué habéis entendido de este ejemplo? ¿Podéis distinguir entre las emociones negativas y las actitudes corruptas? Decidme. (Las emociones negativas dan lugar a ciertos pensamientos y puntos de vista incorrectos, mientras que las actitudes corruptas están más arraigadas y hacen que las personas malinterpreten a Dios y se guarden de Él). Os pondré un ejemplo. Vamos a centrarnos en las emociones negativas de angustia, preocupación y ansiedad. Digamos que una persona cae enferma, y al pensar en su dolencia experimenta angustia, preocupación y ansiedad. Estas cosas controlan su corazón, le causan miedo de que su enfermedad se agrave y de las diversas consecuencias que conlleva la muerte. Entonces empieza a temer a la muerte, a rechazarla y a desear escapar de ella. Esta serie de pensamientos e ideas surge debido a su dolencia. En el contexto de esta enfermedad, esta persona genera muchos pensamientos activos. La fuente de estos pensamientos activos está basada en los intereses de su carne y está claro que no se basa en el hecho de que Dios gobierna todas las cosas ni en la verdad. Por eso las categorizamos como emociones negativas. Esa persona se siente mal a causa de su enfermedad, pero ya la está padeciendo y tiene que enfrentarla; no puede escapar de ella, así que piensa: “Oh, no, ¿cómo debo enfrentarme a esta enfermedad? ¿Debo someterme a tratamiento o no? ¿Qué pasará si no lo hago? ¿Qué pasará si lo hago?”. Como no para de pensar, se angustia. Los diversos pensamientos y puntos de vista que tiene sobre su dolencia le atrapan en la angustia, la preocupación y la ansiedad. ¿Acaso esta emoción negativa no ha empezado ya a provocar un efecto? (Sí). Cuando empieza a experimentar su dolencia, tiene la intención de tratarla, pero luego considera que no es apropiado y, en su lugar, planea vivir según su fe, cumpliendo con su deber con normalidad, sin dejar de preocuparse de que la dolencia se agrave. ¿Cuál es la manera adecuada de gestionar esto? Le falta una senda. Bajo el dominio de sus emociones negativas, esa persona se siente siempre angustiada, preocupada y ansiosa respecto a este asunto, y una vez que la angustia, la preocupación y la ansiedad surgen en su interior, no puede desprenderse de ellas. Su dolencia le tiene atormentada, ¿qué debe hacer al respecto? Empieza a pensar: “Está bien, creo en Dios. Dios me curará. Tengo fe”. Sin embargo, al cabo de un tiempo, la dolencia no mejora y Dios no le cura. Esa persona sigue angustiada, preocupada y ansiosa por el asunto, diciendo: “¿Me va a curar Dios o no? Solo me queda esperar, Dios me va a curar. Tengo fe”. Dice que tiene fe, pero en el fondo, en realidad vive envuelto en sus emociones negativas, pensando: “¿Y si Dios no me cura, y caigo gravemente enfermo y muero? ¿Habré cumplido con mi deber en vano? ¿No podré recibir ninguna bendición? Debería pedirle a Dios que me cure”. Así que le ora a Dios, diciendo: “Dios, con base en los muchos años en los que he llevado a cabo mi deber, ¿puedes quitarme la enfermedad?”. Reflexionando un poco más, se da cuenta de que: “No está bien que le pida eso a Dios. No debería plantear a Dios exigencias tan desmesuradas. Debería tener fe”. Cuando tiene fe, siente que su dolencia ha mejorado un poco, pero al cabo de un tiempo, piensa: “No me parece que mi enfermedad haya mejorado realmente. De hecho, parece que ha empeorado. ¿Qué debo hacer? Me esforzaré y me esmeraré más en mi deber, soportaré más sufrimiento, pagaré un precio mayor y me empeñaré en hacer que Dios me cure. Mostraré a Dios mi lealtad y mi fe, y le demostraré que puedo aceptar esta prueba”. Al cabo de algún tiempo, su enfermedad no solo no mejora, sino que se agudiza, y la persona se siente cada vez más triste y piensa: “Dios no me ha curado. ¿Qué debo hacer? ¿Me va a curar Dios o no?”. Su angustia, preocupación y ansiedad se intensifican. En este contexto, vive continuamente envuelto en emociones negativas como la angustia, la preocupación y la ansiedad a causa de su dolencia. De vez en cuando, desarrolla cierta “fe” en Dios y, en alguna ocasión, ofrece un poco de su lealtad y determinación. Con independencia de lo que haga o del enfoque que adopte, en cualquier caso está constantemente atrapada en emociones de angustia, preocupación y ansiedad. Su dolencia le limita profundamente, y todo lo que hace tiene como fin mejorar y curar su enfermedad, encontrar el modo de librarse de ella. Cuando una persona vive sumida en esas emociones negativas, no se limita a pensar brevemente en su enfermedad, sino que, bajo el dominio de esas emociones negativas, su mente suele estar muy activa. Cuando estos pensamientos activos no pueden concretarse o cuando la realidad no se ajusta a lo que desea, de vez en cuando surgen en su mente numerosas ideas o incluso métodos en contra de su voluntad. Dice: “Si Dios no me cura, seguiré cumpliendo con mi deber, pero si Dios de verdad no me va a curar, entonces mi fe en Él es inútil y tendré que tratar la enfermedad yo mismo”. Como ves, piensa para sus adentros: “Si Dios no me cura, seguiré cumpliendo bien con mi deber, esto es que Dios me está poniendo a prueba”. Pero al mismo tiempo también está pensando: “Si Dios de verdad no me va a curar, entonces, tendré que tratar yo mismo la enfermedad. Si tengo que tratarme yo mismo, entonces, no cumpliré con mi deber. Si mi fe en Dios no puede siquiera curarme la enfermedad, ¿por qué debería creer en Dios? ¿Por qué Dios cura a otros pero a mí no?”. Está continuamente enmarañada en sus emociones negativas, y no solo es incapaz de revertir o transformar sus pensamientos y puntos de vista incorrectos, sino que estas emociones negativas le llevan a malinterpretar paulatinamente a Dios, a quejarse y a dudar de Él durante el proceso de experimentación de su dolencia. Este proceso es el de la transformación gradual de sus emociones negativas, y en el que comienza a actuar movido por su carácter corrupto. Una vez que un carácter corrupto controla las acciones de una persona, esta ya no solo poseerá emociones negativas, también surgirán dentro de ella pensamientos, puntos de vista, juicios y determinaciones que darán lugar a ciertas acciones. Cuando un tipo de emoción se transforma en un tipo de estado, ya no se trata simplemente de emociones negativas, de pensar en algo o de vivir en una determinada condición, se trata de que esta condición produce pensamientos, puntos de vista y determinaciones, que a su vez producen movimiento y acciones. Entonces, ¿qué domina estos pensamientos, puntos de vista, movimientos y acciones? Lo que los domina es un carácter corrupto. ¿No se ha allanado ya todo este proceso de transformación? (Sí). Al principio, las personas producen emociones negativas dentro de cierto contexto, y estas emociones negativas son solo simples pensamientos, puntos de vista e ideas, pero tales ideas son todas negativas. Estas ideas negativas se estancan dentro de las emociones de las personas y las llevan a producir diversos estados incorrectos. Cuando las personas viven en estados incorrectos, al decidir qué hacer, cómo hacerlo y qué enfoques adoptar, se forman en su interior puntos de vista y teorías erróneos, y eso, entonces, está relacionado con su carácter corrupto. Así de simple. ¿Queda ahora claro? (Sí, está claro). Entonces, habladme de ello. (En ciertos contextos, la gente produce algunas emociones negativas. Al principio, estas emociones negativas no van más allá de unas pocas ideas negativas. Cuando estas pasan a dar lugar a diversos estados incorrectos y la gente empieza a decidir qué hacer y a adoptar ciertos métodos, acaban dominados por ciertos pensamientos y teorías. Esto, entonces, tiene que ver con su carácter corrupto). Reflexionad sobre esto y fijaos si lo entendéis. ¿Acaso no es sencillo? (Sí). Parece sencillo, pero ¿podéis distinguir entre emociones negativas y actitudes corruptas? Con independencia de si en teoría son fáciles de distinguir o no, en cualquier caso, ¿habéis comprendido la distinción entre las emociones negativas y las actitudes corruptas? (Sí).
Si las diversas emociones negativas sobre las que hemos hablado existen en vuestros propios corazones, ¿podéis discernirlas y analizarlas? (Podemos discernirlas un poco). Si las poseéis, debéis ser capaces de discernirlas. El propósito de discernir las emociones negativas no es tener un entendimiento teórico general sobre ellas o captar su significado, y nada más. Es liberarse del tormento de las emociones negativas tras obtener un discernimiento práctico de ellas, y desprenderse de estas diversas emociones negativas que no deberían existir en el interior de las personas, como aquellas de las que hablamos con anterioridad. Ahora, según la distinción entre emociones negativas y actitudes corruptas que acabamos de compartir, ¿podemos decir que las emociones negativas son una causa raíz o un contexto que lleva a las personas a revelar sus actitudes corruptas? Por ejemplo, en caso de enfermedad, si a causa de ella no desarrollas emociones negativas como angustia, preocupación y ansiedad, eso demuestra que tienes conocimiento y experiencia sobre el asunto, que posees pensamientos y puntos de vista correctos, y una sumisión auténtica. Por consiguiente, tus pensamientos y acciones respecto a esto se deben ajustar a la verdad. En cambio, si experimentas sin cesar emociones negativas sobre cierto asunto, y permaneces atrapado de un modo constante en emociones negativas debido a ello, es natural que sigan surgiendo diversos estados negativos en ti debido a estas emociones negativas. Estos estados negativos provocarán que se revele de manera natural tu carácter corrupto mientras te encuentres en esos estados incorrectos. Entonces, actuarás en base a filosofías satánicas, vulnerarás la verdad en todos los aspectos y vivirás según tu carácter corrupto. Por tanto, con independencia de cómo diferenciemos entre las emociones negativas y las actitudes corruptas, en resumen, ambas cosas están conectadas y son inseparables. En particular, comparten una esencia común en el sentido de que ambas, las emociones negativas y las actitudes corruptas, son cosas negativas; comparten la misma esencia y los mismos pensamientos y puntos de vista subyacentes. Dichos pensamientos y puntos de vista que llevan al surgimiento de emociones negativas son todos negativos, son filosofías satánicas, y tales cosas negativas llevan a la gente a revelar sus actitudes corruptas y a comportarse y actuar con base en ellas. ¿Acaso no es así? (Sí, es así).
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