Palabras sobre el conocimiento de la obra y el carácter de Dios (Fragmento 23)

Dime, ¿es la verdad que Dios ama al hombre y tiene compasión de él? (Es la verdad). Entonces, ¿es la verdad que Dios no ama al hombre y que incluso lo maldice y lo condena? (También eso es la verdad). De hecho, ambas afirmaciones son la verdad y son enteramente correctas. Sin embargo, no es sencillo decir: “También es la verdad que Dios no ama al hombre”, y a la gente le cuesta pronunciar tales palabras; solo pueden expresarse cuando uno conoce el carácter de Dios. Cuando ves un acto de amor de Dios, dices: “Dios ama al hombre verdaderamente. Esa es la verdad; eso es obra de Dios”, pero cuando ves que Dios ha hecho algo que no se ajusta a las nociones humanas —como airarse con los fariseos hipócritas o los anticristos y maldecirlos—, piensas: “Dios no ama al hombre; lo aborrece”. Entonces, tienes nociones de Dios y lo niegas. Así que, ¿cuál de esos dos supuestos es la verdad? Hay quienes son incapaces de explicarlo claramente. ¿Cuál es el sentir de las personas? ¿Es mejor que Dios ame al hombre o que no lo ame? Indudablemente, a todas las personas les gusta que Dios ame al hombre, de modo que afirman que el amor de Dios al hombre es la verdad. Sin embargo, no les gusta que Dios no ame al hombre, por eso dicen que no es verdad que Él no lo ame y se niegan a aceptar que “También es la verdad que Dios no ama al hombre”. ¿Cuál es, por tanto, el fundamento que utiliza el hombre para determinar si lo que Dios hace es la verdad o no lo es? Se basa por entero en las nociones y figuraciones humanas. Dios debe obrar de la manera que al hombre le gustaría que obre y si esta no se ajusta a las nociones y figuraciones del hombre, no es la verdad. Si al hombre no le gusta lo que Dios hace, entonces lo que Él hace no es la verdad. ¿Acaso quienes determinan la verdad de tal forma tienen conocimiento de ella? (No lo tienen). ¿Cuáles son las consecuencias de definir a Dios siempre en términos de las nociones humanas? ¿Llevará a obedecer a Dios o a resistirlo? Ciertamente, no será a la obediencia a Dios, sino tan solo a la resistencia a Él. ¿Son aquellos que siempre tratan a Dios en función de sus nociones y figuraciones, personas que obedecen a Dios? ¿O son personas que se resisten a Él? (Son personas que se resisten a Dios). Es posible comprobar este punto y es apropiado discernirlo de esta manera. Las personas piensan que el amor de Dios por el hombre debe asemejarse a un pastor que acaricia a un cordero, brindándoles calor y placer, y que debe satisfacer sus necesidades físicas y emocionales para que las personas sientan que este es el amor de Dios, ¿no es verdad? (Así lo creen, pero en realidad el juicio, el castigo de Dios y Su poda son más beneficiosos para la vida de las personas). ¡Incluso eso es amor de Dios por el hombre! Después de todo este discurso, seguís creyendo que la verdad es el amor de Dios por el hombre, y que Su falta de amor hacia él no es la verdad, ¿no es cierto? (También es la verdad que Dios no ama al hombre). ¿Cómo es que Dios no ama al hombre entonces? ¿Qué sucede con esa falta de amor? Todos sabemos que Dios ama al hombre: Su carácter justo, Su juicio y Su castigo, Su castigo y Su disciplina: todo ello tiene cabida en el amor. De modo que, si Dios no ama al hombre, ¿cuál puede ser el motivo? (Debido a Su carácter justo). ¿Responden el juicio y el castigo a ese carácter justo? (Sí). Si el juicio y el castigo responden a ese carácter justo, ¿es el carácter justo de Dios para con el hombre una manifestación de amor o de falta de él? (Es una manifestación de amor). Habéis comprendido que el amor de Dios por el hombre es Su carácter justo, ¿pero acaso la falta de amor por el hombre no corresponde a ese carácter? (Sí, corresponde). ¿Cómo puede Dios tener un carácter justo y, a la vez, no amar al hombre? Permitidme que os haga otra pregunta: ¿os parece concebible que Dios no ame al hombre? ¿Puede darse semejante circunstancia? (Cuando el hombre comete toda clase de actos malignos y hiere el corazón de Dios, Dios no lo ama). Estás hablando de algo condicional, basado en unos requisitos previos, pero lo que Yo pregunto es ajeno a cualquier presuposición. El amor de Dios por el hombre debe ser, sin duda, la verdad y todo el mundo así lo entiende. Sin embargo, lo que suscita dudas en las personas es que la falta de amor de Dios por el hombre pueda ser la verdad. Si consigues aceptar este punto, podrás aceptar la mayoría de los actos de Dios y evitarás formarte nociones. En lo que a Dios respecta, ¿cuáles son algunas de las manifestaciones de Su falta de amor por el hombre? (Aún no somos conscientes de esto). No lo habéis sentido ni experimentado. ¿Qué palabras conocemos hasta ahora que puedan explicar la falta de amor de Dios por el hombre? Aborrecimiento, aversión, repugnancia y desagrado; así como abandono, detestación y rechazo. Esas son, fundamentalmente, las palabras. Todo el mundo entiende esas palabras, ¿pueden equipararse, pues, a la falta de amor? (Sí). Van implícitas en la manifestación de la falta de amor de Dios por el hombre. ¿Pensáis, por tanto, que son la verdad? (Sí, son la verdad). En vuestra opinión, que Dios no ame al hombre requiere una premisa: Dios lleva a cabo actos que carecen de amor por el hombre en el contexto de amar al hombre; esa es la verdad. Supongamos que tal premisa carezca tanto de un elemento de amor como de una base para él, y que entonces Dios haga cosas que carezcan de amor por el hombre, y que se manifiesten en la falta de amor por él. No podréis determinar si la falta de amor de Dios por el hombre es la verdad, ni podréis entender esas cosas plenamente. Es aquí donde reside el quid de la cuestión y, al ser esto así, debemos hablar sobre ello.

¿Pensáis que Dios, en calidad de Señor de todas las cosas creadas, creó al ser humano y, al haberlo hecho, debe ocuparse de las personas, disponiendo lo que deben comer y beber, y gobernando todas sus vidas y sus destinos? (No es así). Es decir, ¿tiene Dios la potestad de ocuparse de ti si así lo desea, y de arrojarte a la muchedumbre o a ciertos entornos si no desea ocuparse de ti, abandonándote a tu suerte? (Sí, la tiene). Dado que forma parte de la potestad de Dios, ¿no es verdad que Dios no se preocupa por el hombre? (Sí, es verdad). Eso se ajusta a la verdad. ¿Cómo cabe decir que esto es la verdad? (Dios es el Señor de toda la creación). En términos de la identidad y el estatus de Dios, y en términos de la diferencia entre Dios y el ser humano, Dios se ocupará de ti si así lo desea y, si no lo desea, no lo hará. Es decir, es apropiado que Dios se ocupe de ti si lo desea, y es razonable que no lo haga. ¿De qué depende tal cosa? Depende de si Dios lo desea o no, y esa es la verdad. Hay quienes dicen: “No, dado que Tú me creaste, debes preocuparte por lo que como y bebo; debes ocuparte de mí durante el resto de mi vida”. ¿Se ajusta eso a la verdad? Eso es irracional y está en desacuerdo con la verdad. Si Dios dijera: “Tras haberte creado, te aparto y ya no me ocuparé de ti”, sería potestad del Creador. Debido a que Dios pudo crearte, tiene la potestad de apartarte, ya sea a un lugar bueno o malo. Eso es potestad de Dios. ¿En qué se basa el poder de Dios? En la identidad y el estatus de Dios, de modo que puede ocuparse de ti o no hacerlo, y en ambos casos será la verdad. ¿Por qué digo que es la verdad? Esto es lo que deben entender las personas. Una vez que lo hayas entendido, sabrás quién eres, quién es el Dios en el que crees, y cuál es la diferencia entre tú y Dios. Volvamos a la cuestión de la falta de amor de Dios por el hombre. ¿Debe amar Dios al hombre? (No es así). Dado que no tiene por qué hacerlo, ¿es la verdad que Dios no ama al hombre? (Es la verdad). ¿No aclara eso las cosas? Hablemos ahora de esto: debido a que Satanás corrompió al ser humano y, por tanto, este tiene un carácter satánico y corrupto, si Dios no salva al ser humano y lo lleva a Él, ¿qué clase de relación existe entre el hombre y Dios? (No hay relación alguna). Eso no es cierto; sí que existe una relación. ¿De qué relación se trata entonces? Es una relación hostil. Eres hostil a Dios y la esencia naturaleza es hostil a la esencia de la Suya. ¿Es razonable, pues, que Dios no te ame? ¿Es razonable que Dios te aborrezca, que le repugnes y le desagrades? (Sí, es razonable). ¿Por qué es razonable? (Porque no hay nada en nosotros digno del amor de Dios y nuestras actitudes están demasiado corrompidas). Dios es el Señor de toda la creación, y tú eres un ser creado pero, como ser creado, no has seguido a Dios ni has escuchado Sus palabras. En lugar de eso, has seguido a Satanás y te has convertido en el adversario y el enemigo de Dios. Él te ama porque tiene la esencia de la compasión: se compadece de ti y te salva. Dios tiene esa esencia. Dios tiene compasión del ser humano y se preocupa por él. El amor que siente por ti es una efusión de Su esencia, que es una parte de la verdad. Por otro lado, el ser humano no es digno del amor de Dios. Es arrogante, aborrece las cosas positivas, es malo, despiadado, odia a Dios y se resiste a Él. De modo que, si tenemos en cuenta la esencia de Dios —Su santidad, Su justicia, Su fidelidad y, además, Su autoridad—, ¿cómo puede amar a semejante ser humano? ¿Puede Dios ser compatible con semejante ser humano? ¿Puede amarlo? (No puede). Dado que no puede hacerlo, cuando Dios entra en contacto con las personas y desea salvarlas, ¿de qué forma reacciona? Tan pronto como Dios entra en contacto con las personas, reacciona con desagrado, aborrecimiento y repugnancia, y detesta y rechaza a todo aquel que practica el mal gravemente; eso no es amar. ¿Es la verdad, entonces, que Dios no ama al hombre? (Sí, es la verdad). Que Dios no ama al hombre es la verdad. ¿Es cierto que Dios no ama a quienes se resisten a Él? (Sí, es cierto). Esto es justo y razonable, y está determinado por el carácter justo de Dios, de modo que también aquí es la verdad que Dios no ama al hombre. ¿Qué es lo que determina que esto sea la verdad? Lo determina la esencia de Dios.

Dicho todo esto, ¿ama Dios al hombre? (Sí, así es). De hecho, si tomamos en consideración la esencia y la conducta del hombre, este no es digno del amor de Dios, aunque Dios puede amarlo mucho a pesar de eso. ¿Es Dios, en vuestra opinión, la verdad? ¿Es Su esencia santa? (Sí, lo es). Por otro lado, dado que el ser humano es tan abominable y su corrupción es tan profunda, ¿puede Dios amarlo sin cierto aborrecimiento? Si no existe un cierto grado de aborrecimiento, una mínima aversión o desagrado, la esencia de Dios queda en entredicho. Dios detesta a este ser humano, lo aborrece, le repugna y está harto de él, pero aun así puede salvar a las personas, y ese es el genuino amor de Dios, ¡Su esencia misma! El hecho de que Dios no ame al hombre responde a Su esencia, mientras que el hecho de que pueda amarlo también se debe a ella. Ahora que hemos aclarado eso, ¿cuál es la verdad? ¿Que Dios ama al hombre o bien que no lo ama? (Ambas cosas son la verdad). Ya lo hemos zanjado. ¿Puede hacerlo el hombre entonces? Nadie puede hacer tal cosa; nadie es capaz de eso, ni siquiera con respecto a sus propios hijos. Si tu hijo te enfada y apena constantemente, al principio te enfadarás, pero con el paso del tiempo sentirás rechazo; si te causa rechazo durante mucho tiempo, te darás por vencido por completo y, al final, cortarás cualquier lazo con él. ¿Qué es el amor humano? Es algo derivado de los afectos y el parentesco carnal, por lo que es ajeno a la verdad; es el amor que brota de las necesidades carnales y afectivas del hombre. ¿En qué se basa ese amor? Se basa en los afectos, los lazos de sangre y los intereses, y carece del menor asomo de la verdad. ¿A qué se debe entonces la falta de amor en el hombre? Cuando siente aborrecimiento, repugnancia y desagrado ante quien lo ha apenado, ya pierde el amor; es incapaz de seguir amando. ¿Hasta qué punto pensáis que este ser humano ha apenado a Dios? (Se trata de algo indescriptible). Sí, es del todo indescriptible. ¿Ama Dios entonces al hombre a pesar de eso? Desconoces si Dios ama al hombre, pero Dios te está salvando incluso ahora mismo, siempre obrando y hablando para guiarte y proveerte. No te dará por perdido hasta el último momento, cuando la obra se haya completado. ¿Acaso no es esto amor? (Sí que lo es). ¿Existe un amor parecido dentro del género humano? (No, no lo hay). Cuando las necesidades emocionales de las personas desaparecen, cuando sus lazos carnales quedan cercenados, y cuando ya no existe interés alguno que los vincule, dejan de amar, su amor desaparece y optan por darse por vencidos; por dejar de “invertir”. Se han dado completamente por vencidos. ¿Cómo se expresa el amor esencialmente? Lo hace por medio de cosas prácticas y con el fin de alcanzar resultados. Si estas expresiones de amor no se llevan a cabo, el amor como tal no existirá. Hay quienes afirman que Dios aborrece al hombre, pero eso no es del todo cierto. Dios te aborrece, ¿pero le ha llevado eso a hablarte menos? ¿Ha menoscabado eso la verdad que te ofrece? ¿Ha obrado menos por ti? (No, no lo ha hecho). Al afirmar, pues, que Dios te aborrece, demuestras una falta de conciencia; tus palabras son irrazonables. No es falso que Dios te aborrezca, pero a la vez te ama y ha obrado en ti grandemente. Es un hecho que Dios te aborrece, ¿pero cuál es el motivo? Si obedecieses a Dios en todo y te volvieses como Job, ¿te aborrecería Dios a pesar de todo? Ya no te aborrecería; solo sentiría amor por ti. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios? No se asemeja al amor del hombre, que es como tener a alguien entre algodones. Dios no ama a las personas de esa forma: te permite vivir la vida normal de los seres humanos creados; te deja tener conciencia de cómo vivir, de cómo sobrevivir y de cómo adorarlo; cómo ser dueño de todas las cosas y vivir una vida con sentido; y no hacer cosas inútiles ni seguir a Satanás. ¿Acaso el significado del amor de Dios no es algo duradero y de largo alcance? Es de muy largo alcance, y las consecuencias de que Dios haga estas cosas son de una importancia mayúscula y de la mayor trascendencia para todos los seres humanos. Esto es algo que ningún ser humano puede hacer; es algo de un valor inestimable que el hombre no puede obtener a cambio de dinero o alguna cosa material. Verás, hoy día las personas entienden algunas verdades y saben cómo adorar a Dios, ¿pero acaso sabían algo de esto hace veinte o treinta años? (No, lo desconocían). No sabían cuál era el origen de la Biblia; no sabían cuál era el plan de gestión de Dios; no sabían cómo adorar a Dios y vivir de forma válida en calidad de ser creado; no sabían nada de eso. De modo que, si nos proyectamos dentro de veinte años, ¿no será el género humano mucho mejor que vosotros ahora mismo? (Sí, lo será). ¿Cómo se producirá eso? Será por causa de la salvación de Dios y Su amor infinito al hombre. El hombre ha conseguido muchas cosas debido a la paciencia, la tolerancia y la compasión que Dios demuestra hacia él. De no ser por el gran amor de Dios, el hombre no obtendría nada.

¿Pensáis que Dios ama al hombre? (Sí, lo hace). ¿Y acaso también lo aborrece? (Sí, así es). ¿De qué manera? En Su corazón, Dios siente desagrado hacia el hombre y repugnancia ante su esencia naturaleza. Toda persona le desagrada, ¿cómo es posible, pues, que obre en el hombre a pesar de eso? Porque siente amor y quiere salvar a estas personas. ¿Acaso no aborrece a las personas cuando las salva? Sí, lo hace; el aborrecimiento y el amor conviven de forma simultánea. Aborrece, repudia y siente desagrado; sin embargo, al mismo tiempo obra para lograr la salvación del hombre. ¿Quién pensáis que puede hacer algo semejante? Nadie puede hacer algo parecido. Cuando alguien ve a una persona que le produce desagrado y rechazo, desea perderlo de vista y ya no tiene nada más que decirle. Tal como dicen los incrédulos: “Cuando no hay nada en común, todo lo que se diga es una pérdida de tiempo”. ¿Cuántas palabras ha dirigido Dios al hombre? Demasiadas. ¿Dirías que Dios no ama al hombre? ¿O que no aborrece al hombre? (No podemos afirmar tal cosa). El aborrecimiento es un hecho, tal como lo es el amor. Supongamos que dices: “Dios nos aborrece; no nos acerquemos a Él. No permitamos que Dios nos salve, así evitaremos ser un estorbo constante para Él”. ¿Tiene sentido eso? (No, carece de él). No tienes en cuenta el corazón de Dios, como tampoco entiendes ni conoces a Dios. En lugar de eso, al afirmar tal cosa, te estás rebelando contra Dios y apenándolo. Tienes que entender la razón por la que Dios aborrece al hombre y cómo lo ama. Hay motivos para el amor y el aborrecimiento de Dios; cada una de esas cosas tiene un trasfondo y unos principios propios. Si dices: “Dado que Dios me salva, deberá amarme; es imposible que me aborrezca”, ¿será eso una exigencia inaceptable? (Sí, lo será). Aun cuando Dios te aborrece, no aplaza tu salvación y te ofrece la oportunidad de arrepentirte a pesar de todo. No influye en que sigas comiendo y bebiendo las palabras de Dios o en que lleves a cabo tu deber y sigues disfrutando de Su gracia. ¿Por qué sigues cuestionándolo entonces? Que Dios te aborrezca es de esperar; viene determinado por la esencia de Dios y Él no ha aplazado tu salvación. ¿No deberían las personas saber algo acerca de esta cuestión? (Sí que deberían). ¿Qué deberían saber? Deben conocer el carácter justo de Dios y Su santidad. ¿Cómo podemos conocerlos? ¿Cómo cabe describir que Dios aborrezca tanto a esta humanidad y, sin embargo, pueda salvarla? Como misericordia abundante. Eso es lo que comprende el carácter justo de Dios. Solo Dios puede hacerlo; Satanás es incapaz de ello. Si bien no te aborrece, te pisotea. Si te odiase, te atormentaría a todas horas, y hasta te privaría permanentemente de la reencarnación y te dejaría hundirte en el decimoctavo círculo del infierno. ¿No es eso lo que hace Satanás? (Sí que lo es). Sin embargo, ¿trata Dios a las personas de esta forma? En modo alguno. Dios ofrece abundantes oportunidades a las personas para que se arrepientan. No temas, pues, que Dios te aborrezca; el aborrecimiento que te demuestra viene determinado por Su esencia. No te alejes de Dios por el hecho de que te aborrezca y pienses: “No soy digno de la salvación de Dios, así que Él no tiene por qué salvarme; le evitaré cualquier molestia”, y luego te apartes de Él. Esto llevará a Dios a aborrecerte más si cabe, puesto que lo has traicionado y humillado, y has permitido que Satanás se ría de ti. ¿Pensáis que las cosas son así? (En ocasiones, cuando me siento rechazado o bien sufro algunos reveses y fracasos, siento que he apenado a Dios, y que Él ya no me salvará; mi corazón rehúye a Dios). El hecho de que apenes a Dios no es algo temporal; ya apenaste a Dios hace largo tiempo, ¡y más de una vez! Sin embargo, si te das a ti mismo por perdido equivaldrá a dejar que Dios te dé completamente por perdido y ya no te salve, y será entonces cuando lo apenes de verdad. Dios no sentencia a muerte a las personas ni saca conclusiones acerca de ellas por causa de su conducta, ya sea momentánea o durante un cierto periodo; Él no hace nada semejante. ¿Cómo habrás de conocer, por tanto, el carácter de Dios? ¿Cómo pueden arreglarse las nociones e ideas equivocadas del hombre? Desconoces lo que Dios piensa acerca de muchas cosas o cómo hacerlas coincidir con Su carácter justo y Su esencia santa. No lo entiendes, pero solo hay una cosa que debes recordar: con independencia de lo que Dios haga, el hombre está obligado a obedecer; el hombre es un ser creado, hecho de barro, y debe obedecer a Dios. Ese es el deber, la obligación y la responsabilidad del hombre. Esta es la actitud que deben tener las personas. Una vez que la demuestran, ¿cómo deben tratar a Dios y las cosas que Él hace? Jamás condenes, no sea que agravies el carácter de Dios. Si tienes alguna noción, enmiéndala, pero no condenes a Dios ni las cosas que hace. Si los condenas, estarás acabado: es el equivalente a colocarte en la posición contraria a Dios, sin posibilidad alguna de recibir la salvación. Quizá digas: “No estoy en la posición contraria a Dios, pero sí que le estoy malentendiendo”, o: “Mi corazón alberga pequeñas dudas acerca de Dios; tengo poca fe y demuestro debilidades y sentimientos negativos”. Todas esas cosas son asumibles; se pueden arreglar buscando la verdad; pero no condenes a Dios. Si dices: “Lo que Dios ha hecho no está bien. No se corresponde con la verdad, por lo que tengo motivos para dudar, cuestionar y acusar. Me encargaré de difundir eso por todas partes y llevar a los demás a cuestionarle también”, eso causará problemas. La actitud de Dios hacia ti cambiará y, si lo condenas, estarás completamente acabado; hay demasiadas formas en las que Dios puede represaliarte. Las personas, por tanto, no deben oponerse a Dios de forma deliberada. No será demasiado grave que, de forma involuntaria, hagas algo que se resista a Él, puesto que no lo hiciste de forma deliberada ni a propósito, y Dios te ofrece la oportunidad de arrepentirte. Si lo condenas intencionadamente, aun cuando sepas que algo es obra de Dios, e incitas a todo el mundo a rebelarse al unísono, esto también causará problemas. ¿Y cuál será el resultado? Acabarás como los doscientos cincuenta dirigentes que se opusieron a Moisés. Aun sabiendo que se trata de Dios, te atreves a clamar contra Él. Dios no debate contigo: Él es la autoridad; Él abre la tierra para que te trague, y eso es todo. Jamás te verá ni escuchará tus razonamientos. Tal es el carácter de Dios. ¿Qué está manifestando el carácter de Dios en este momento? ¡Manifiesta ira! Las personas no deben clamar, pues, contra Dios ni desatar Su ira bajo ningún concepto; todo el que agravie a Dios se ganará la perdición.

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