Palabras sobre el conocimiento de la obra y el carácter de Dios (Fragmento 26)
Hay distintos tipos de personas y se diferencian por la clase de espíritu que tienen. Algunas tienen un espíritu humano y son aquellas a las que Dios ha predestinado y elegido. Otras no tienen un espíritu humano; son demonios que se han colado con engaños. Aquellas a quienes Dios no predestinó ni eligió no se pueden salvar aunque se las hayan arreglado para colarse en la casa de Dios y, a la larga, se las revelará y descartará. El que las personas sean capaces de aceptar la obra de Dios, y tras aceptarla, qué clase de senda tomen y que puedan o no transformarse depende de su espíritu y naturaleza interiores. Algunas personas no pueden evitar descarriarse; su espíritu determina que sean así y no puedan transformarse. En algunas, el Espíritu Santo no obra porque no van por la senda correcta; sin embargo, si pudieran cambiar, el Espíritu Santo todavía podría obrar. Si no lo hacen, todo habrá terminado para ellas. Se dan todo tipo de situaciones, pero Dios es justo al tratar a cada persona. ¿Cómo conocen y captan las personas el carácter justo de Dios? Los justos reciben Sus bendiciones y los malvados Su maldición. Esta es la justicia de Dios. Dios premia el bien y castiga el mal y recompensa a cada hombre según sus actos. Esto es correcto, pero en este momento hay algunos sucesos que no concuerdan con las nociones humanas, en concreto que existen aquellos que creen en Dios y lo adoran, pero mueren o reciben Sus maldiciones, u otros a los que Dios nunca ha bendecido o prestado atención; por más que lo adoran, Él los ignora. Hay muchas personas malvadas a quienes Dios no bendice ni castiga, pero son ricas, tienen mucha descendencia y todo les va bien; tienen éxito en todo. ¿Esta es la justicia de Dios? Alguna gente dice: “Adoramos a Dios, y sin embargo no contamos con Sus bendiciones, mientras que las personas malvadas que no lo adoran e incluso se resisten a Él viven mejor y con mayor prosperidad que nosotros. ¡Dios no es justo!”. ¿Qué os demuestra esto? Os acabo de dar dos ejemplos. ¿Cuál de ellos apela a la justicia de Dios? Algunos dicen: “¡Ambos son manifestaciones de la justicia de Dios!”. ¿Por qué afirman esto? Existen principios en las acciones de Dios, solo que la gente no puede verlos claramente, y al no poder hacerlo, no pueden decir que Dios no es justo. El hombre solo puede ver lo que está en la superficie; no puede percibir las cosas tal y como son. Por lo tanto, lo que Dios hace es justo, aunque no coincida con las nociones e imaginaciones del hombre. Hay muchas personas que se quejan constantemente de que Dios no es justo. Esto se debe a que no entienden la situación tal y como es. Es fácil que se equivoquen si siempre mira las cosas a la luz de sus nociones e imaginaciones. El conocimiento de las personas existe entre sus propios pensamientos y puntos de vista, en sus ideas de transacciones o dentro de sus perspectivas sobre el bien y el mal, sobre lo correcto y lo incorrecto, o sobre la lógica. Cuando alguien ve las cosas desde tales perspectivas, resulta fácil que malinterprete a Dios y dé lugar a nociones, y esa persona se resistirá y se quejará de Él. Hubo una vez un pobre que solo sabía adorar a Dios, pero Él lo ignoraba y no le daba Su bendición. Tal vez estéis pensando: “Aunque Dios no lo bendijera en esta vida, sin duda lo bendecirá en la eternidad y se lo recompensará diez mil veces. ¿No haría eso a Dios justo? Un hombre rico disfruta de bendiciones multiplicadas por cien en esta vida, y en la eternidad se topa con la destrucción. ¿Acaso no es esa también la justicia de Dios?”. ¿Cómo se debe entender la justicia de Dios? Tomemos como ejemplo la comprensión de Su obra. Si Dios la hubiera concluido tras completarla en la Era de la Gracia y no hubiera realizado la obra de juicio en los últimos días, ni tampoco hubiera salvado a conciencia a la humanidad, lo que la habría conducido a su total exterminio, ¿se podría considerar que Dios posee amor y justicia? Si aquellos que lo adoran fueran arrojados al lago de fuego y azufre, mientras que a los que no adoran a Dios y ni siquiera saben que existe se les permitiera sobrevivir, ¿qué se debería pensar respecto a eso? Cuando hablamos en el contexto de la doctrina, la gente suele decir que Dios es justo, pero si alguien se enfrenta a este tipo de situación, puede que sea incapaz de tener un discernimiento adecuado e incluso se queje de Dios y juzgue que es injusto.
La justicia y el amor de Dios se deben entender en profundidad y se han de explicar y captar a partir de las palabras de Dios y la verdad. Para conocer realmente el amor y la justicia de Dios, uno debe además vivir una experiencia real y alcanzar el esclarecimiento de Dios. La valoración de Su amor y Su justicia no debe basarse en las propias nociones e imaginaciones. Según las nociones humanas, se recompensa el bien y se castiga el mal, se recompensa a los buenos con el bien y a los malvados con el mal, y aquellos que no hacen el mal deberían ser recompensados con el bien y recibir bendiciones. Se diría que en todos los casos en que las personas no hacen el mal, deberían ser recompensadas con el bien; solo eso es la justicia de Dios. ¿Acaso no es esta la noción que tienen? Pero ¿y si no consiguen que se le recompense con el bien? ¿Dirías entonces que Dios no es justo? Por ejemplo, en los tiempos de Noé, Dios le dijo: “He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; y he aquí, voy a destruirlos juntamente con la tierra” (Génesis 6:13). Entonces le ordenó a Noé que construyera el arca. Después de que Noé aceptara la comisión de Dios y construyera el arca, una enorme tromba de agua cayó sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, el mundo entero quedó sumergido bajo las inundaciones y, con la excepción de Noé y los siete miembros de su familia, Dios destruyó a todos los humanos de su era. ¿Qué opinas de esto? ¿Dirías que Dios no es amoroso? Para el hombre, por muy corrupta que sea la humanidad, si Dios la destruye, eso significa que Él no es amoroso; ¿tiene razón al tener esta creencia? ¿Acaso no es absurda? Dios no amaba a aquellos a los que destruyó, pero ¿puedes decir con honestidad que no amaba a aquellos que sobrevivieron y lograron Su salvación? Pedro amaba a Dios hasta lo más profundo y Dios amaba a Pedro, ¿de verdad puedes decir que Dios no es amoroso? Dios ama a los que de veras lo aman, y odia y maldice a los que se oponen a Él y se niegan a arrepentirse. Dios posee tanto amor como odio, esa es la verdad. No se debe encasillar o juzgar a Dios según las nociones e imaginaciones de la humanidad, porque estas son sus formas de contemplar las cosas y en absoluto poseen ninguna verdad. A Dios hay que conocerlo por Su postura ante el hombre, por Su carácter y esencia. En absoluto se debe tratar de definir qué esencia tiene Dios a partir del aspecto externo de las cosas que Él hace y aborda. La humanidad está profundamente corrompida por Satanás; no conoce la esencia naturaleza de la humanidad corrupta, y mucho menos lo que la humanidad corrupta es ante Dios, ni cómo se la debe tratar conforme a Su carácter justo. Mira a Job, era un hombre justo y Dios lo bendijo. Esto fue la justicia de Dios. Satanás hizo una apuesta con Jehová: “¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, verás si no te maldice en tu misma cara” (Job 1:9-11). Jehová Dios dijo: “Todo lo que tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él” (Job 1:12). Así que Satanás fue donde Job y lo atacó y lo tentó, y Job se enfrentó a pruebas. Se le desposeyó de todo lo que tenía, de sus hijos y sus propiedades, y se le llenó el cuerpo de úlceras. Entonces, ¿contenían las pruebas de Job el carácter justo de Dios? No se puede decir con claridad, ¿cierto? Incluso si eres una persona justa, Dios tiene derecho a someterte a pruebas y permitirte dar testimonio. El carácter de Dios es justo; Él trata a todos por igual. No es que las personas justas no necesiten someterse a pruebas, aunque puedan soportarlas, o que entonces deban ser protegidas; ese no es el caso. Dios tiene derecho a hacer que las personas justas pasen por pruebas. Tal es la revelación del carácter justo de Dios. Finalmente, cuando Job terminó de pasar por las pruebas y de dar testimonio de Jehová, este lo bendijo todavía más que antes, incluso mejor que antes, y le dio el doble de bendiciones. Además, Jehová se le apareció y le habló desde el viento, y Job lo vio como si lo tuviera delante. Fue una bendición que le concedió Dios. Fue la justicia de Dios. Si cuando Job terminó de pasar por las pruebas y Jehová contempló que Job había dado testimonio de Él en presencia de Satanás y lo avergonzó, Jehová se hubiera dado entonces la vuelta para marcharse, ignorándolo, y Job después no hubiera recibido bendiciones, ¿tendría esto la justicia de Dios? No importa que Job fuera bendecido o no después de las pruebas, o que Jehová se le apareciera o no; todo esto contiene la benevolencia de Dios. Tanto aparecer ante Job como no hacerlo, ambas cosas habrían sido la justicia de Dios. ¿En qué te basas tú, un ser creado, para imponer exigencias a Dios? La gente no está cualificada para imponer exigencias a Dios. No hay nada más irracional que imponer exigencias a Dios. Él hará lo que deba hacer y Su carácter es justo. La justicia no es en modo alguno justa ni razonable; no se trata de igualitarismo, de concederte lo que merezcas en función de cuánto hayas trabajado, de pagarte por el trabajo que hayas hecho ni de darte lo que merezcas a tenor de tu esfuerzo, esto no es justicia, es simplemente ser imparcial y razonable. Muy pocas personas son capaces de conocer el carácter justo de Dios. Supongamos que Dios hubiera eliminado a Job después de que este diera testimonio de Él: ¿Sería esto justo? De hecho, lo sería. ¿Por qué se denomina justicia a esto? ¿Cómo ve la gente la justicia? Si algo concuerda con las nociones de la gente, a esta le resulta muy fácil decir que Dios es justo; sin embargo, si considera que no concuerda con sus nociones —si es algo que no comprende—, le resultará difícil decir que Dios es justo. Si Dios hubiera destruido a Job en aquel entonces, la gente no habría dicho que Él era justo. En realidad, no obstante, tanto si la gente ha sido corrompida como si no, y si lo ha sido profundamente, ¿tiene que justificarse Dios cuando la destruye? ¿Debe explicar a las personas en qué se basa para hacerlo? ¿Debe Dios decirle a la gente las reglas que Él ha ordenado? No hay necesidad de ello. A ojos de Dios, alguien que es corrupto y que es susceptible de oponerse a Dios no tiene ningún valor; cómo lo maneje Dios siempre estará bien, y todo está dispuesto por Él. Si fueras desagradable a ojos de Dios, si dijera que no le resultas útil tras tu testimonio y, por consiguiente, te destruyera, ¿sería esta también Su justicia? Lo sería. Tal vez no sepas reconocerlo ahora mismo a partir de la realidad, pero debes entenderlo en doctrina. ¿Qué opináis? ¿Es la destrucción de Satanás a manos de Dios una expresión de Su justicia? (Sí). ¿Y si Él permitiera que Satanás perdurara? No os atrevéis a decir nada, ¿verdad? La esencia de Dios es la justicia. Aunque no es fácil comprender lo que hace, todo cuanto hace es justo, solo que la gente no lo entiende. Cuando Dios entregó a Pedro a Satanás, ¿cómo respondió Pedro? “La humanidad es incapaz de comprender lo que haces, pero todo cuanto haces tiene Tu benevolencia; en todo ello hay justicia. ¿Cómo sería posible que no alabara Tu sabiduría y Tus obras?”. Ahora debes ver que la razón por la que Dios no destruye a Satanás durante la época de Su salvación del hombre es que los seres humanos puedan ver con claridad cómo Satanás los ha corrompido y hasta qué punto lo ha hecho, y cómo Dios los purifica y los salva. En última instancia, cuando la gente haya comprendido la verdad y haya visto claramente el odioso semblante de Satanás, y haya contemplado el monstruoso pecado de la corrupción de Satanás sobre ellos, Dios destruirá a Satanás, mostrándoles Su justicia. El momento en que Dios destruye a Satanás rebosa del carácter y la sabiduría de Dios. Todo cuanto Él hace es justo. Aunque los humanos no sean capaces de percibir la justicia de Dios, no deben juzgarlo a su antojo. Si alguna cosa que haga les parece irracional o tienen nociones al respecto y por eso dicen que no es justo, están siendo completamente irracionales. Tú ya ves que a Pedro le parecían incomprensibles algunas cosas, pero estaba seguro de que la sabiduría de Dios estaba presente y que esas cosas albergaban Su benevolencia. Los seres humanos no pueden comprenderlo todo; hay muchísimas cosas que no pueden entender. Por lo tanto, no es fácil conocer el carácter de Dios. A pesar de que sean muchos los que creen en Dios en el mundo religioso, pocos son capaces de conocer Su carácter. Cuando algunos intentaron difundir el evangelio y hacer leer las palabras de Dios a las personas religiosas, estas no solo no buscaron ni investigaron, sino que incluso quemaron libros de las palabras de Dios y fueron castigadas. Otras se creyeron los rumores, blasfemaron contra Dios y fueron castigadas. Hay muchos ejemplos, innumerables de hecho, en los que suceden este tipo de cosas. Algunos nuevos creyentes son arrogantes y altivos, así que no aceptan esto cuando lo oyen, les surgen nociones. Dios ve que eres necio e ignorante y te ignora, pero llegará el día en que te haga entender. Si has seguido a Dios durante muchos años y todavía te comportas de este modo, aferrándote a tus nociones aunque sean muchas, no solo sin buscar la verdad para resolver los problemas, sino además difundiendo tus nociones por todas partes y burlándote y satirizando la casa de Dios, debes recibir tu castigo. En algunos casos, puede que Dios te perdone, dado que solo eras necio e ignorante, pero si sabes que no es así y sigues actuando de esa manera deliberadamente, negándote a escuchar a pesar de los consejos que se te dan, entonces Dios debería castigarte. Solo sabes que Dios tiene un lado tolerante, pero no olvides que también tiene uno inofendible, que es Su carácter justo.
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