El conocimiento del propio carácter es la base de su transformación (Parte 2)

Algunas personas llevan mucho tiempo en contacto conmigo y me conocen más, y aunque no me traten como a un amigo o a alguien de su mismo nivel, no se sienten limitadas en absoluto y, a medida que pasa el tiempo, se envalentonan cada vez más y los límites que hay en su corazón desaparecen progresivamente. Siempre creen entenderlo todo y a menudo me cuentan las cosas que comprenden, pues piensan que nadie más comprende nada. ¿Qué carácter es este? (Un carácter arrogante). Esto es arrogancia. Esas cosas externas pueden comprenderse a simple vista; no obstante, estas personas se creen muy listas, lo cual es repugnante. Si el carácter arrogante de una persona llega a tal punto que aquella pierde toda razón, puede llevarla a hacer el mal, y su carácter arrogante se volverá entonces un carácter desalmado. Si alguien es inteligente, si sus palabras y actos siempre están repletos de ardides, resulta un personaje imponente y cuando estás con él o ella siempre quiere controlarte y manejarte, ¿sientes que esta persona es bondadosa o desalmada? (Desalmada). Le tienes miedo y piensas: “Esta persona siempre quiere controlarme. Tengo que alejarme de ella lo antes posible. Si no hago lo que dice, buscará una forma de vengarse de mí y a saber qué métodos utilizará para castigarme”. Te das cuenta de que su carácter es desalmado, ¿verdad? (Sí). ¿En qué lo notas? (Siempre hace que la gente haga las cosas de acuerdo con sus ideas y exigencias). ¿Está mal que exija a los demás que hagan las cosas de cierta manera? ¿Es necesariamente malo que otras personas te formulen exigencias? ¿Es correcta esta lógica? ¿Se ajusta a la verdad? (No). ¿Son sus métodos o su carácter los que te hacen sentir incómodo? (Su carácter). Así es, su carácter te hace sentir incómodo. Te parece que proviene de Satanás, que no está de acuerdo con la verdad y que te perturba, te controla y te ata. No solo te hace sentir incómodo, sino que te genera miedo, te hace pensar que si no haces lo que te dice, existe la posibilidad de que pueda castigarte. ¡El carácter de este tipo de personas es muy desalmado! No se limitan a decir algo a la ligera: quieren controlarte. Te exigen muy fuertemente que hagas cosas y además demandan que las hagas de cierta manera, y esto se relaciona con un cierto tipo de carácter. No solo te exigen que hagas algo, quieren controlarte. Si te controlan, te convertirás en su marioneta, un muñeco en sus manos. Si les haces caso por completo en todo lo que dices, en todo lo que haces y en cómo lo haces, estarán contentos. Cuando percibes este carácter, ¿qué sientes en tu corazón? (Siento miedo). Y cuando sientes miedo, ¿cómo defines este carácter suyo? ¿Es responsable, es bondadoso o es desalmado? Te parece que es desalmado. Cuando percibes que el carácter de alguien es desalmado, ¿sientes placer o sientes odio, aversión y miedo? (Odio, aversión y miedo). Esos son los malos sentimientos que aparecen en ti. Cuando sientes odio, aversión y miedo, ¿te sientes liberado y libre o te sientes obligado? (Obligado). ¿De dónde vienen este tipo de sentimientos y sensaciones? Vienen de Satanás. ¿Y qué sensaciones disfrutan las personas a partir de las cosas que vienen de Dios? (Liberación y libertad). Tu corazón está muy liberado y libre. Aunque seas tratado, podado, reprendido, disciplinado o juzgado y castigado, ¿cómo son ese sentimiento y esa sensación? (Hay un sentimiento de deuda y remordimiento en mi interior, y la sensación de que he hecho algo mal, y entonces soy capaz de arrepentirme sinceramente y de encaminarme en sentido correcto. Aunque siento dolor de corazón, mi espíritu disfruta del amor de Dios, la paz y el gozo). El resultado que se obtiene es positivo y obra de Dios. ¿Cuáles son las consecuencias de los actos de Satanás? (Que esclaviza a la gente y esta no puede hallar liberación. Sufre en su interior y no sabe cómo liberarse). Cohíbe a las personas, les infunde un extraño miedo inexplicable y encadena y cohíbe su corazón. En cuanto tratan de actuar, las ata de pies y manos y las aterroriza. Eso lo hace Satanás y viene de Satanás. ¿Qué carácter se revela cuando Satanás y los anticristos actúan así? Un carácter desalmado.

Las personas de carácter desalmado siempre quieren controlar a los demás. ¿Qué significa controlar a la gente? ¿Simplemente prohibirte decir ciertas palabras? ¿Simplemente prohibirte pensar de cierta manera? Desde luego que no: no es un problema de una palabra o un pensamiento, sino que su carácter es desalmado. A tenor del término “desalmado”, ¿qué es posible que haga una persona cuando manifiesta este carácter? Ante todo, querrá manipular a la gente. ¿Qué significa manipular? Que, pase lo que pase en la iglesia, querrá intervenir, entrometerse y organizar. Te fijará una norma y deberás cumplirla. Si no, se enojará. Quiere manipularte: si te manda que vayas al este, tienes que ir al este, y si te manda que vayas al oeste, tienes que ir al oeste. Tiene este deseo y actúa de este modo: esto se llama manipulación. Estas personas quieren tomar las riendas del destino de alguien, tomar las riendas y el control de su vida, su mente, sus conductas y preferencias, para que su mente y sus ideas, preferencias y deseos concuerden con lo que ellas digan y quieran, en vez de con lo que diga Dios: esto se llama manipulación. Siempre quieren que la gente haga esto o aquello según su voluntad, y no actúan según los principios, sino según sus intenciones y preferencias. No les importa cómo te sientas, te dan órdenes a la fuerza y tienes que hacer lo que te manden; si no actúas según su voluntad, se ocupan de ti y te hacen sentir que realmente no tienes elección y que no se puede hacer nada. En el fondo sabes que te estás dejando engañar y controlar, pero todavía no sabes cómo discernir eso, y ni mucho menos te atreves a resistirte. Sus actos, ¿no son la conducta de Satanás? (Sí). Esta es la conducta de Satanás. Satanás engaña y controla a la gente así, con lo que se manifiesta en ella un carácter satánico consistente en tratar siempre de controlar y manipular a los demás. Pueda o no lograr este objetivo de controlar y manipular a los demás, toda persona tiene este tipo de carácter. ¿Cuál es este carácter? (Un carácter desalmado). Es un carácter desalmado. ¿Por qué se califica de desalmado? ¿Cuáles son las manifestaciones evidentes de este carácter? ¿Tiene un sentido coercitivo? (Sí). Tiene un sentido coercitivo, lo que significa que, hagas caso o no, te sientas como te sientas, tanto si lo disfrutas o lo entiendes como si no, la persona te exige a la fuerza que le hagas caso y hagas lo que te diga sin discusión, sin darte ocasión de hablar y sin darte ninguna libertad; ¿no tiene esta significación? (Sí). A esto se le llama “ferocidad”, que es una vertiente del hecho de ser desalmado[a]. Su otra vertiente es la “maldad”[b]. ¿A qué hace referencia la “maldad”? A las personas que aplican métodos de adoctrinamiento y represión coercitivos para controlarte y que hagas caso a su manipulación, y, con ello, satisfacerse a sí mismas. A esto se le llama “maldad”. Con sus actos, Satanás quiere que no tengas libre albedrío, que no aprendas a meditar y discernir y que no comprendas la verdad para que no puedas madurar en la vida. Satanás no te deja hacer esas cosas y quiere controlarte. Satanás no te deja buscar la verdad y comprender la voluntad de Dios y no te lleva ante Él, sino que te lleva ante sí mismo y te obliga a escucharlo como si fuera la verdad, tuviera razón en todo y fuera el centro de todas las cosas, por lo que has de escucharlo y no tratar de analizar si tiene razón o no en sus palabras. El carácter de manipular y controlar coercitiva y violentamente la conducta y la mente de las personas se califica de desalmado. ¿No soléis ver estas manifestaciones en la vida cotidiana? (Sí). En vuestro contacto con ellas, ¿os dais cuenta de que son manifestaciones de un carácter desalmado? (Antes no me daba cuenta, pero ahora lo comprendo). Si otras personas os hacen cosas así y revelan semejante carácter, podéis percibirlo y discernirlo, pero si vosotros hacéis cosas así y reveláis semejante carácter, ¿os daréis cuenta de que es un problema? ¿Os daréis cuenta de que “¡este tipo de carácter es desalmado! ¡Es gravísimo actuar así! El deseo y la ambición constantes de dominar a la gente, de controlarla a la fuerza; todo eso está mal, proviene de Satanás, evidencia un carácter satánico. Yo no puedo actuar así, tengo que buscar una forma de tratar a la gente y de relacionarme con ella que se ajuste a la verdad”? ¿Os daréis cuenta de esto? (No). Si sois incapaces de daros cuenta y soléis revelar este carácter, ¿cuáles serán las consecuencias? ¿Lo sabéis? (Que los hermanos y hermanas no querrán pasar tiempo conmigo y me rechazarán). Esa es una de las consecuencias. Una persona así no congenia de manera armoniosa con los demás, y la gente le tendrá mucha aversión. Es como una plaga; en cuanto llega, todo el mundo tiene que marcharse; ¿por qué? Porque nadie quiere que lo controle. La gente cree en Dios y está dispuesta a seguirlo a Él, no a Satanás. No obstante, este tipo de persona siempre quiere controlar a los demás, así que ¿cómo no va a rechazarla la gente? En primer lugar, a menudo será rechazada por los hermanos y hermanas y hará que la gente se harte de ella. Si dicha persona no es capaz de arrepentirse, tal vez ni siquiera pueda cumplir adecuadamente con su deber o durante mucho tiempo, pues no sabe colaborar en armonía con los demás. Por tanto, tendrá que ser descartada. Aparte de esto, ¿cuáles son las demás consecuencias? (Que la vida de iglesia se verá perturbada). Esta es otra consecuencia. Esa persona se volverá una oveja negra entre los hermanos y hermanas y perturbará la vida de iglesia. ¿Qué perderá personalmente por esto? (No podrá madurar en la vida). Decididamente, no podrá madurar en la vida; entonces, ¿cuál será el resultado final? Que, sin duda, será castigada y descartada. Alguien que siempre es rechazado por sus hermanos y hermanas, que nunca madura en la vida, que siempre quiere controlar a la gente, obligarla a que le haga caso y ocupar el lugar de Dios en su corazón, que a la larga se ve aislado y que, pese a ello, no se arrepiente y nunca se transforma, ¿cómo se ocupará Dios de esa persona? Decidme una cosa: ¿Dios salva a seres humanos o a seres no humanos? (A seres humanos). Así pues, ¿cómo define Dios a una persona así? (Como no humana). Dios define a una persona así como no humana y no la salva. Entonces, ¿su final no está fijado? Una persona así no tiene esperanza ni valor en la vida. ¡Qué lamentable que Dios la defina como no humana!

Para entrar en la vida se requiere examinar las palabras, los actos, los pensamientos y las ideas propios en todos los asuntos de la vida diaria, captar el propio estado y confrontarlo con la palabra de Dios para compararlo, buscar la verdad y llevar a cabo cuanto se comprenda de ella. Durante el proceso de práctica y vivencia, también es preciso examinar constantemente el propio estado para ver qué otros estados negativos y elementos que impiden practicar la verdad permanecen en el interior de uno y, una vez desenterrados, es preciso orar e implorar a Dios para que corrija estos estados anormales; esto garantizará que se puedan poner en práctica las verdades que se comprendan. La continua corrección de estados negativos, nociones y figuraciones es el único modo de garantizar que se pueda poner en práctica la verdad. Sea cual sea el aspecto de la verdad que se ponga en práctica, habrá ciertas dificultades, y cuando el entorno y el contexto cambien, surgirán otras nuevas. Además, las diversas nociones, figuraciones e intenciones impuras de las personas pueden impedirles practicar la verdad, por lo que deben sincerarse y hablar a menudo con quienes la comprendan, buscar una senda de entrada en la realidad verdad y buscar los principios verdad, a fin de asegurarse de que podrán practicar la verdad según los principios verdad en diversos entornos y contextos y en todo tipo de cuestiones. La entrada en la realidad verdad solo se puede alcanzar buscando y practicando la entrada de esta forma. Si la gente no hace introspección con frecuencia, no podrá captar su estado y no sabrá en qué radican las dificultades para practicar la verdad y lo grandes que son los obstáculos para ello, por lo que no podrá garantizar que pueda poner en práctica la verdad. Quienes se conocen a sí mismos y captan su estado son los únicos capaces de ampararse en Dios, esperar en Él y poner en práctica la verdad con facilidad. Los que no se conocen siempre siguen reglas basadas en sus nociones y figuraciones, por lo que los obstáculos a los que se enfrentan son numerosos, y sus dificultades, enormes. De hecho, la mayor dificultad para la gente radica en su carácter corrupto, seguido de su falta de comprensión de los principios de práctica. Una vez resueltos estos dos problemas, a la gente le resulta fácil poner en práctica la verdad. Para llegar a ser obediente a Dios y entrar en la realidad verdad, uno debe esforzarse primero en poner en práctica la verdad; si uno es capaz de poner en práctica varios aspectos de la verdad en los distintos asuntos que afronta cada día, ya ha entrado en la realidad verdad. Si te entrenas constantemente de esta manera, haces introspección y buscas una senda de práctica en la palabra de Dios, poco a poco podrás corregir tu estado corrupto y tendrás una senda por la que practicar y entrar en la verdad. Al mismo tiempo, captarás de forma básica los principios de práctica de todos los aspectos de la verdad. Cuando una persona tiene una comprensión real de estos estados y de todos los aspectos de la verdad, se siente realizada en su interior y se enriquece espiritualmente cada vez más; ya no parece insensible y torpe, ni pobre y patética. Hoy día, la mayoría de la gente es capaz de hablar un poco de cuestiones externas, pero cuando se le pide que exprese puntos de vista correctos sobre cuestiones acerca de lo que está bien o mal y que hable de su comprensión de dichas cuestiones, así como de sus métodos para abordarlas y de sendas de práctica, la mayoría carece de una comprensión clara y está totalmente hueca por dentro. Algunas personas puede que digan: “Te equivocas, no estamos totalmente huecos por dentro. Sabemos que Dios tiene soberanía sobre la lluvia, que Dios dispone que los árboles florezcan en primavera, que las leyes predestinadas por Dios deciden cuándo las aves construyen sus nidos, por qué las diversas flores son distintas y de tantos colores y por qué las hojas de los árboles son verdes: son las leyes de la creación divina de todas las cosas y están predestinadas por Dios. Nosotros sabemos que debemos vivir según las leyes predestinadas por Dios: levantarnos por la mañana, acostarnos por la noche y comer tres veces al día; y también sabemos que hay unas leyes de nacimiento, envejecimiento, enfermedad y muerte de los seres humanos y que nadie puede quebrantarlas. Además, no nos quejamos de Dios: le damos gracias por poder vivir hoy y se las daríamos igualmente si fuéramos a morir mañana. Ni estamos depauperados, ni somos insensibles y torpes”. El mero hecho de comprender estas doctrinas, ¿equivale a comprender la verdad? ¿Supone entrar en la realidad verdad? (No). Entender estas cosas es solamente el primer paso, y estas son, asimismo, cosas que la gente ha de entender, pero lo que es más preciso que entienda es cómo debe vivir, según qué cosas debe vivir y qué deberes ha de cumplir. Si no puedes buscar la verdad para corregir tus actitudes corruptas, no entrarás en la vida y no alcanzarás la verdad y vida. ¿No es hueca esta clase de fe en Dios? Esto significa que estás totalmente vacío por dentro. Otros afirman: “Antes tenía poca estatura y no sabía que todo lo que me ocurría estaba instrumentado por Dios ni cómo contemplar ni abordar esas cosas, y cuando esas cosas ocurrían, me quedaba perplejo y lidiaba con ellas aplicando métodos humanos. Ahora comprendo que todas las cosas que ocurren cada día, por pequeñas que sean, están instrumentadas por Dios y que todo está predestinado por Él, y diré: ‘Dios mío, te doy gracias por Tu soberanía y estoy dispuesto a poner mi destino en Tus manos y a merced de lo que instrumentes; no quiero rebelarme, quiero escuchar Tus palabras y, desde luego, cumpliré correctamente con mi deber ¡y le daré toda mi dedicación y esfuerzo!’. Si entiendo todo esto, ¿cómo podría seguir siendo pobre y patético?”. En realidad son pobres y patéticos. ¿Por qué lo digo? (Porque carecen de conocimiento de su carácter satánico y de su esencia naturaleza; pueden hablar de muchísimas doctrinas espirituales, pero, cuando ocurre algo, continúan viviendo de acuerdo con su carácter satánico, y tras años de fe en Dios, su carácter vital no se ha transformado un ápice). Lo que comprenden es meramente un falso manto espiritual que llevan puesto; parecen guardar semejanza con un creyente en Dios, tener el decoro de un santo y haber dominado teorías teológicas profundas y espirituales, pero lo que comprenden no es la verdad, sino simplemente una especie de teoría teológica. Eso no puede cambiar el rumbo de una persona en la vida, ni sus puntos de vista sobre las cosas ni los principios con que aborda el mundo, y ni mucho menos puede transformar su carácter corrupto. Estas teorías teológicas, estas doctrinas espirituales, en modo alguno pueden normalizar la relación de una persona con Dios, y con ellas no es posible que reconozca sus actitudes corruptas, que las rechace, y ni mucho menos que llegue a conocer y obedecer a Dios por medio de la vivencia de Su obra. Por tanto, estas supuestas palabras y doctrinas espirituales no aportan el más mínimo beneficio a las personas, sino que únicamente las hacen arrogantes y engreídas, y cada vez más desobedientes y reacias a Dios, pues estas cosas corrompidas no tienen nada que ver con la verdad y todas ellas son una hipocresía que hay que abandonar y a la que hay que renunciar por completo.

Ahora mismo, ¿cuál es ese objetivo crucial que han de buscar los creyentes en Dios? (Una transformación del carácter). Hablar mucho de doctrinas, ¿puede transformar el carácter de una persona? (No). ¿Qué es exactamente una transformación del carácter? Una transformación del carácter, ¿implica que cambia el temperamento de una persona y que esta se vuelve sumamente relajada, que es fácil llevarse bien con ella y que cae bien a todos? Una transformación del carácter, ¿implica que una persona se vuelve callada y reacia a hablar o reír? Una transformación del carácter, ¿implica que una persona se vuelve curtida, experimentada y madura? (No). Entonces, ¿qué supone una transformación del carácter? ¿Qué es lo primero que hay que comprender para transformar el propio carácter? Ante todo, uno debe comprender cuál es el fundamento para alcanzar una transformación del carácter; o sea, primero debe reconocer en qué se han convertido la esencia naturaleza y el carácter del hombre tras haber sido corrompido por Satanás. Así reconocerá la verdad de su propia corrupción. Por ejemplo, algunas personas son especialmente taimadas, y este engaño es su naturaleza y también su carácter; hay personas especialmente arrogantes, y esta arrogancia es su naturaleza y también su carácter. Pondré un ejemplo. Supongamos que, cuando a ti te ocurre algo, tienes ciertas intenciones. Cuando surgen estas intenciones, ¿qué es lo que controla esto? Para empezar, seguro que no es tu personalidad la que lo controla, ni tu entorno familiar, y ni mucho menos ninguna otra persona. Tus intenciones están controladas por tu carácter. Así pues, en primer lugar debes examinarte a ti mismo para averiguar de qué carácter se trata, si de un carácter arrogante, inicuo, desalmado o intransigente. Cuando lo hayas comprendido, examínate más a fondo para descubrir qué estados provocará dicho carácter. Digamos, por ejemplo, que es el engaño. Cuando las personas engañan, ¿qué intenciones hay detrás de ello? ¿Y cuál es el objetivo que intentan lograr? Sin excepción, se trata de ganar prestigio, beneficio y estatus; en pocas palabras, es por el bien de sus propios intereses. ¿Y qué subyace en la búsqueda de intereses personales? Que la gente considera sus intereses de mayor importancia que todo lo demás. Engaña en beneficio propio, con lo que revela así su carácter taimado. ¿De qué modo debe resolverse este problema? En primer lugar, debes discernir y saber qué son los intereses, qué le aportan exactamente a la gente y cuáles son las consecuencias de afanarse por ellos. Si no eres capaz de averiguarlo, renunciar a ellos será más fácil de decir que de hacer. Si la gente no comprende la verdad, nada le resultará más complicado que renunciar a sus intereses. Eso se debe a que sus filosofías de vida son “cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda” y “el hombre es capaz de cualquier cosa por ser rico”. Obviamente, vive para sus intereses. La gente piensa que, sin sus intereses, si los perdiera, no podría sobrevivir. Es como si su supervivencia fuera inseparable de ellos; por eso la mayoría de la gente está ciega a todo lo que no sean sus intereses. Los considera superiores a todo lo demás, vive para sus intereses, y conseguir que renuncie a ellos es como pedirle que renuncie a su propia vida. Entonces, ¿qué debe hacerse en tales circunstancias? Las personas deben aceptar la verdad. Solo cuando comprenden la verdad pueden comprender la esencia de sus propios intereses; solo entonces pueden empezar a renunciar a ellos y abandonarlos, y a ser capaces de soportar el dolor de desprenderse de aquello que tanto aman. Y cuando puedas hacer esto, y abandones tus propios intereses, te sentirás más tranquilo y en paz de corazón, y al hacerlo habrás vencido a la carne. Si te aferras a tus intereses y te niegas a renunciar a ellos, y si no aceptas en lo más mínimo la verdad, por dentro tal vez digas: “¿Qué hay de malo en intentar beneficiarme y negarme a sufrir pérdida alguna? Dios no me ha castigado, ¿qué va a hacerme la gente?”. Nadie puede hacerte nada, pero con semejante fe en Dios, al final no obtendrás la verdad y vida. Esto será una gran pérdida para ti: no podrás alcanzar la salvación. ¿Acaso existe algún remordimiento mayor? Esto es lo que en última instancia resulta de buscar tus propios intereses. Si las personas solo buscan prestigio, beneficios y estatus, si solo persiguen sus propios intereses, entonces nunca obtendrán la verdad y vida, y al final serán ellos los que sufran una pérdida. Dios salva a los que buscan la verdad. Si no aceptas la verdad, y si eres incapaz de reflexionar y conocer tu propio carácter corrupto, entonces no te arrepentirás realmente y no tendrás entrada en la vida. Aceptar la verdad y conocerte a ti mismo es la senda para el crecimiento en la vida y para alcanzar la salvación, supone la oportunidad de presentarte ante Dios para aceptar Su escrutinio, Su juicio y Su castigo, y para ganar la verdad y vida. Si renuncias a perseguir la verdad en aras de la búsqueda de la reputación y el estatus y de tus propios intereses, esto equivale a renunciar a la oportunidad de aceptar el juicio y castigo de Dios y de alcanzar la salvación. Eliges el prestigio, el beneficio y el estatus y tus propios intereses, pero a lo que renuncias es a la verdad, y lo que pierdes es la vida y la oportunidad de ser salvado. ¿Qué es más importante? Si eliges tus propios intereses y renuncias a la verdad, ¿acaso no es necio? Hablando de manera sencilla, es sufrir una gran pérdida en aras de una pequeña ventaja. El prestigio, el beneficio, el estatus, el dinero y los intereses son todos temporales, todos ellos son efímeros, mientras que la verdad y vida es eterna e inmutable. Si la gente resuelve su carácter corrupto que le hace buscar prestigio, beneficio y estatus, entonces tiene la esperanza de alcanzar la salvación. Además, las verdades que recibe la gente son eternas; ni Satanás ni nadie puede quitárselas. Tú renuncias a tus intereses, pero lo que ganas es la verdad y la salvación; estos resultados son tuyos y te los ganas para ti mismo. Si la gente opta por practicar la verdad, entonces, aunque se hayan quedado sin intereses, va a recibir la salvación de Dios y la vida eterna. Esas personas son las más inteligentes. Si la gente renuncia a la verdad por sus intereses, pierde la vida y la salvación de Dios; esas personas son las más necias. Lo que una persona elige, sean sus intereses o la verdad, es sumamente revelador. Quienes aman la verdad elegirán la verdad; elegirán someterse a Dios y seguirlo. Preferirán abandonar sus intereses para perseguir la verdad. Por más que tengan que sufrir, están decididos a mantenerse firmes en el testimonio para satisfacer a Dios. Esta es la senda principal para practicar la verdad y entrar en la realidad verdad.

El carácter corrupto está hondamente arraigado en todas las personas y nadie es más corrupto que nadie. Los puntos de vista de las personas sobre las cosas, las nociones y las figuraciones, así como su grado de desobediencia, no difieren mucho, y son en gran medida los mismos. Toda persona vive bajo el poder de Satanás y de acuerdo con su carácter satánico. Lo que es igual es que Dios da a cada persona la misma oportunidad, que Dios tiene la misma actitud hacia todo el mundo y que la provisión de verdad y vida por parte de Dios es la misma para todos, con lo que los criterios y exigencias de Dios para cada persona también son los mismos. Si piensas que eres irredimible, que eres más corrupto que los demás y que Dios no te salvará porque has revelado unas actitudes corruptas que otros han descubierto y de las que están hartos, te das por perdido y no logras armarte de entusiasmo, no tienes el valor de hacer nada y crees que no tiene sentido vivir y que sería mejor que te murieras, ¿qué clase de actitud es esta? Esta no es una manifestación de madurez y no es lo que Dios quiere; a Dios no le agrada esta clase de persona ni de actitud. Durante su búsqueda de la verdad, la gente ha de revertir muchos estados incorrectos, corregir constantemente sus puntos de vista sobre su búsqueda y presentarse constantemente ante Dios a pedirle que la escrute y le dé esclarecimiento y guía. Dios le dará ayuda y gracia y guiará a toda persona con paciencia, bondad, misericordia y perdón inmensos. Por eso no debes dudar de las actitudes correctas y el deseo de la gente de perseguir la verdad y de anhelar la justicia y la luz, y tampoco debes dudar de que la esencia de Dios es la de salvar a la humanidad y de compasión y perdón hacia ella. ¡Debéis recordar estas palabras! ¿Qué significa decirle estas palabras a la gente? Que no debe abandonar la búsqueda de la verdad en ningún momento, que no debe darse a sí misma por perdida ni ser negativa. Cuando caigas en la negatividad, tienes que pensar para tus adentros: ¿por qué ha expresado Dios tantas verdades? Para proveer a más personas para que comprendan la verdad y resuelvan sus problemas reales. Tú no solo recibes mucho directamente de las palabras de Dios, sino que también recibes mucho cuando compartes la verdad con tus hermanos y hermanas; ¿no es eso lo mismo que la provisión de Dios en ese momento? Si así lo crees y percibes, ¿por qué quieres rendirte? ¿Por qué surgen quejas en tu interior? ¿Por qué dudas de la sinceridad de Dios al salvarte? La gente puede ser necia, de poca estatura y débil, pero no puede perder la fe cuando se trata de la salvación. Espero que algún día, cuando vuelva a hablar y a relacionarme con vosotros, vea que no parecéis pobres y patéticos, ni insensibles y torpes, sino que habéis conseguido y recibido algo. Habéis oído mucho, habéis visto mucho, habéis entendido mucho, pero que hayáis alcanzado la verdad o no, y que podáis ser perfeccionados o no, depende de vuestra búsqueda. Es cierto que si alguien la persigue, puede alcanzarla, pero si no escucha y no la persigue, nunca la recibirá. Siempre y cuando persigáis sinceramente la verdad y aspiréis a amar a Dios y a transformar vuestro carácter como lo hizo Pedro, os ganaréis el elogio de Dios; eso es seguro.

6 de febrero de 2018

Notas al pie:

a. El texto original no contiene la frase “que es una vertiente del hecho de ser desalmado”.

b. El texto original no contiene la frase “Su otra vertiente es la ‘maldad’”.

El fin de todas las cosas se está acercando, ¿quieres saber cómo el Señor recompensará el bien, castigará el mal y determinará el fin de cada uno? Bienvenido a contactarnos para descubrir la respuesta.

Conéctate con nosotros en Messenger