La senda de práctica para la transformación del carácter (Parte 2)

¿Tenéis una senda para transformar el carácter? ¿Sabéis qué cosas cambiarán? ¿Soléis hablar sobre este aspecto de la verdad? Ahora acabamos de compartir que la transformación del carácter no se refiere a cambios en la conducta y el comportamiento externos, ni en los preceptos, ni en la personalidad. Entonces, ¿qué es exactamente? ¿Lo habéis considerado alguna vez? En primer lugar, debemos descubrir y entender qué tipo de carácter y qué cosas quiere Dios que cambiemos. La transformación del carácter no es un cambio de conducta o personalidad, mucho menos un cambio con el cual la gente se vuelve más culta o ilustrada; Dios quiere cambiar los pensamientos y los puntos de vista de cada persona a través de Sus palabras, y capacitarla para que entienda la verdad, de modo que pueda transformar la manera de ver las cosas. Pero este es tan solo un aspecto; otro es cambiar los principios que forman la base del comportamiento de las personas, que es un cambio en su perspectiva sobre la vida; otro más es cambiar la naturaleza y el carácter satánicos profundamente enraizados que se revelan en la gente. En general, la transformación del carácter engloba estos tres aspectos.

Vamos a hablar inicialmente del primer aspecto de la transformación del carácter: cómo la gente ve las cosas. Los pensamientos y los puntos de vista de las personas son, a saber, su manera de verlo todo. Satanás ha corrompido tan profundamente al hombre que muchos de estos pensamientos y puntos de vista son erróneos y absurdos, y para salvar a las personas, en primer lugar, Dios les cambia su manera de ver las cosas. Tomad un ejemplo simple: ¿Qué entendéis del conocimiento? ¿O de la ciencia? ¿Son el conocimiento y la ciencia la verdad? ¿Pueden resolver el carácter corrupto de las personas y capacitarlas para vivir con semejanza humana? ¿Pueden salvarlas de la influencia de Satanás? ¿Pueden llevarlas a conocer y someterse a Dios? ¿Pueden llevarlas a la salvación y a conseguir un buen destino? Ciertamente, no pueden. ¿De qué sirve el conocimiento en la vida de una persona? ¿Qué puede aportarles? Algunos piensan que el conocimiento es algo valioso en este mundo y que, cuanto más conocimiento tengan, mayor será su estatus y mejores serán, más distinguidos y cultos, de modo que no pueden vivir sin el conocimiento. Algunos piensan que, si estudias mucho y enriqueces tu conocimiento, lo tendrás todo: estatus, dinero, un buen trabajo y un futuro próspero; creen que sin conocimiento es imposible vivir en este mundo. Si alguien no tiene conocimiento, todos lo menosprecian. Lo discriminarán y nadie querrá tener nada que ver con él; los que no tienen conocimiento solo pueden vivir en los escalones más bajos de la sociedad. Así pues, adoran el conocimiento, y lo consideran algo sumamente elevado e importante, incluso más que la verdad. Algunos podrían decir: “Sin conocimiento, ¿puedo entender las palabras de Dios? ¿Acaso no habla Él también a través del conocimiento y de las palabras?”. Estas son dos cosas bastante diferentes. El conocimiento del que hablo ahora se refiere a historia humana, geografía, política, literatura, ciencia y tecnología modernas, o a ciertas aptitudes o materias, etcétera. La gente piensa que todo esto forma parte de la fortaleza de la humanidad y que los que tienen conocimiento lo tienen todo y pueden mantenerse firmes en este mundo, y así, todos consideran el conocimiento como algo extraordinariamente importante. En pocas palabras, se mire como se mire, este es un aspecto de los pensamientos y los puntos de vista humanos. Hay un dicho antiguo que reza: “Lee diez mil libros y recorre diez mil kilómetros”. Pero ¿qué significa esto? Que cuanto más leas, más culto y próspero serás. Todos los grupos de personas te tendrán en gran consideración y tendrás estatus. Todo el mundo alberga este tipo de pensamientos en el corazón. Si alguien no es capaz de conseguir un diploma universitario debido a circunstancias familiares desafortunadas, se arrepentirá toda la vida y tendrá la determinación de que sus hijos y nietos estudien más, obtengan un grado universitario o, incluso, vayan a estudiar al extranjero. Esta es la sed de conocimiento de todos, y así es cómo piensan, opinan y llevan sus asuntos. Así pues, muchos padres no escatimarán esfuerzos ni dinero para educar a sus hijos, y llegarán incluso al extremo de despilfarrar la fortuna familiar, y todo para que sus hijos vayan a estudiar. ¿Y qué cabe decir de la exageración de algunos padres a la hora de disciplinar a sus hijos? Les permiten solo tres horas de sueño por noche, les exigen estudiar y leer continuamente o les hacen imitar a la gente de antaño y les atan el pelo al techo para prohibirles dormir del todo. Este tipo de historias, estas tragedias, siempre han ocurrido desde tiempos ancestrales hasta la actualidad, y son las consecuencias de la sed y la adoración del conocimiento por parte de la humanidad. Tal vez os parezcan desagradables estas palabras, ya que entre vosotros hay algunos con unos conocimientos y unas calificaciones académicas impresionantes. Por supuesto, no quiero decir que sea malo que tengáis educación, pero debéis tratar este asunto correctamente. Es decir, ahora debéis contar con una manera adecuada de tratar las cosas satánicas y de comprenderlas y entenderlas. No os prohíbo que estudiéis, ni mucho menos os impido que eduquéis a vuestros hijos y que les hagáis conseguir un título universitario y un buen trabajo. No me refiero a eso. No os restrinjo. Solo expreso mi opinión, y pongo en evidencia el grado en el que la humanidad corrupta venera el conocimiento. Independientemente de vuestro nivel actual de conocimiento, o de lo avanzados que sean vuestros grados y cualificaciones académicas, ahora hablo de los puntos de vista de la humanidad sobre el conocimiento y Mi opinión al respecto. ¿Sabéis qué piensa Dios del conocimiento? Algunos podrían decir que Dios desea una ciencia desarrollada para la humanidad y que las personas entendieran más sobre el conocimiento científico, ya que Él no quiere que el hombre sea demasiado atrasado e ignorante y tenga escasa comprensión. Esto es correcto, pero Dios utiliza estas cosas para rendir servicio y no las aprueba. Por muy maravillosas que sean a ojos del hombre, no son ni la verdad ni un sustituto de ella, de modo que Dios expresa la verdad para cambiar a las personas y su carácter. Aunque en ocasiones las palabras de Dios pueden tocar puntos de vista o maneras de observar el conocimiento, como el confucianismo o las ciencias sociales, solo representan dichos puntos de vista. Al leer entre líneas las palabras de Dios, deberíamos ver que Él detesta el conocimiento humano. Dicho conocimiento no solo contiene frases básicas y doctrinas simples, sino también algunos pensamientos y puntos de vista, además de absurdidad humana, prejuicios y ponzoñas satánicas. Ciertos tipos de conocimiento pueden incluso desorientar y corromper a la gente: son la ponzoña y el tumor de Satanás, y una vez que alguien ha aceptado este conocimiento y lo entiende, la ponzoña de Satanás crecerá en su interior como un tumor, que se extenderá por todo el cuerpo e, inevitablemente, resultará en la muerte si esa persona no se sana con las palabras de Dios y se cura con la verdad. De modo que, cuanto más conocimiento adquiera la gente, cuanto más capte, menos probable será que crea en la existencia de Dios. Al contrario, realmente lo negará y se resistirá a Él, ya que el conocimiento es algo que puede ver y tocar, y está relacionado principalmente con cosas de su vida. Las personas pueden estudiar y adquirir mucho conocimiento en la escuela, pero están ciegas a la fuente del conocimiento y a su relación con el reino espiritual. La mayoría del conocimiento que la gente aprende y capta va en contra de la verdad de las palabras de Dios, y el materialismo filosófico y la evolución, en particular, pertenecen a las herejías y las falacias del ateísmo. Sin duda, son un montón de falacias que se resisten a Dios. ¿Qué ganarás si lees libros de historia, las obras de autores muy conocidos o las biografías de grandes personalidades, o quizá si estudias ciertos aspectos científicos o tecnológicos? Por ejemplo, si estudias física, dominarás algunos principios físicos, la teoría newtoniana u otras doctrinas, pero, una vez aprendidas y asimiladas, estas cosas te controlarán la mente y te dominarán el pensamiento. Después, cuando llegues a leer las palabras de Dios, pensarás: “¿Cómo es que Dios no menciona la gravedad? ¿Por qué no se habla del espacio exterior? ¿Por qué Dios no habla de si la Luna tiene atmósfera o de cuánto oxígeno hay en la Tierra? Dios debería divulgar estas cosas, ya que realmente se deben hacer saber y contar a la humanidad”. Si albergas este tipo de pensamientos en el corazón, considerarás la verdad y las palabras de Dios como algo secundario y, en su lugar, pondrás en primer plano todo tu conocimiento y tus teorías. Así es como tratarás la palabra de Dios. En cualquier caso, estas cosas intelectuales transmitirán a las personas una idea equivocada y harán que se aparten de Dios. No importa si creéis o no, o si podéis aceptarlo hoy: llegará el día en el que admitiréis este hecho. ¿Entendéis verdaderamente cómo el conocimiento puede llevar a la gente a la destrucción, al infierno? Es posible que algunos no estén dispuestos a aceptarlo, porque entre vosotros hay algunas personas con un alto nivel de educación y muy cultas. No me burlo de vosotros ni soy sarcástico, simplemente expongo un hecho. Tampoco os pido que lo aceptéis aquí y ahora mismo, sino que lleguéis gradualmente a entender este aspecto. El conocimiento hace que utilices la mente y el intelecto para analizar y tratar todo lo que Dios hace. Se convertirá en una traba y un obstáculo para que conozcas a Dios y experimentes Su obra, y te llevará a apartarte de Dios y a resistirte a Él. Pero ya tienes conocimiento, así que, ¿qué debes hacer? Debes diferenciar entre el conocimiento práctico y el que proviene de Satanás y pertenece a la herejía y la falacia. Si solo aceptas el conocimiento ateísta absurdo, esto puede obstruir tu fe en Dios, perturbar tu relación normal con Él y tu aceptación de la verdad, y bloquear tu entrada en la vida. Debes saber esto, porque es correcto, y deberíais comprender correctamente este tema. Sé que algunos hermanos y hermanas tienen un alto nivel de educación, y no os ataco, ni me burlo de vosotros ni os margino. Este tema ha surgido hoy de repente, y estas son simplemente algunas palabras para advertiros, no para causar intencionadamente problemas a aquellos de vosotros que tienen cualificaciones académicas altas o cierto conocimiento y cultura. No se trata de haceros sentir negativos o deprimidos, esa no es la intención en absoluto. Así pues, ¿podéis comprenderlo adecuadamente? (Sí, podemos). Siendo así, me siento aliviado y puedo respirar un poco mejor.

Después de haber hablado tanto sobre esto, ahora podéis ver que transformar el carácter no es una cuestión simple. No es algo que se consiga meramente a través de entender doctrinas y de seguir preceptos. Primero debes llegar a entenderte, ser capaz de reflexionar sobre tus pensamientos y puntos de vista, y descubrir cuáles de los que habitan en tu corazón niegan a Dios y se resisten a Él, así como esas cosas que Dios aborrece y que no le agradan. ¿Llegas a entender realmente tu propia naturaleza satánica, o las diversas actitudes satánicas que sueles revelar? ¿Eres realmente capaz de diseccionarlas? Todos los seres humanos corruptos tienen actitudes satánicas, así como pensamientos e ideas erróneos profundamente arraigados. Todo el mundo es igual, con cierto grado de corrupción en el interior que es hostil a la verdad y se resiste a Dios. Nada de todo esto es compatible con la verdad, y la mayoría de las personas puede aceptarlo. Hace un momento, he hablado de cómo entender el conocimiento humano, y por qué digo que gran parte de todo ello es absurdo y erróneo. Es posible que algunos de vosotros os sintáis incómodos al oír eso, como si os hubieran metido el dedo en la llaga, pero se tenía que decir. Muchos de vuestros puntos de vista equivocados provienen del conocimiento, y este conocimiento falaz genera pensamientos y puntos de vista erróneos, que se os arraigan profundamente en el corazón. Si no resolvéis estos puntos de vista desatinados, os costará aceptar la verdad, y mucho más ponerla en práctica. Por tanto, espero que podáis aceptar las palabras de Dios y todas las verdades que Él expresa. Incluso si no estás dispuesto a hacerlo, deberías aprender de todos modos e intentar aceptarlas. De esta manera, vuestro corazón se acercará más al de Dios y os aproximaréis más a Sus requisitos. Si no experimentáis de manera práctica las palabras de Dios de esta forma, poniendo en práctica la verdad, vuestra fe en Dios siempre será mera palabrería, y será imposible entrar en la realidad-verdad. ¿Acaso no es así? Hoy he hablado un poco sobre el conocimiento, cosa que quizá os haya incomodado. Si realmente es así, lo siento, pero debéis afrontar estas realidades, ya que no se pueden obviar. Si las rehúyes, ¿cuándo podrás saber qué aspectos de tus pensamientos y puntos de vista son correctos y cuáles son erróneos? No puedes saberlo. Algún día tendrás que afrontar estos hechos; como dicen los no creyentes: “Una esposa fea finalmente conocerá a su familia política”. Ahora que crees en Dios, si quieres aceptar Su castigo y juicio, si quieres tener entrada en la vida, transformar el carácter y conseguir la salvación, debes afrontar estos hechos, aprender tus lecciones y soportar cierto tormento y sufrimiento. Deseas orar a Dios en el corazón, pero careces de las palabras adecuadas, de modo que te quedas sin habla, y la próxima vez que te encuentres con algo así volverás a estar incómodo durante varios días, y de nuevo te quedarás sin habla. No obstante, la siguiente vez que te encuentres con eso, descubrirás de forma inconsciente que realmente hay algunas cosas en tus pensamientos y puntos de vista que se resisten a Dios; serás capaz de asentir con la cabeza y admitir, de manera honesta y seria, que todo lo que Dios ha dicho es cierto, sin falsedad alguna, y que verdaderamente Dios es quien mejor conoce a la humanidad y entiende lo que existe en el corazón de cada uno. Llegará el día en el que tendrás este nivel de experiencia y, entonces, estarás en la senda correcta de creer en Dios y de cambiar el carácter-vida. En ese momento, puesto que no contradirás cada palabra que Dios dice, no te sentirás incómodo cuando las escuches y podrás aceptar todos los hechos que Dios pone al descubierto sin aversión y sin huir. Los afrontarás adecuadamente, y eso demostrará que ya has entrado en la palabra de Dios. Hoy no hemos hecho más que comenzar brevemente, ha sido un pequeño experimento. Tal vez os habéis sentido un poco incómodos, en una situación algo embarazosa, pero eso no importa. A mí no me molesta, y espero que a vosotros tampoco, porque las palabras de juicio de Dios son mucho más duras que estas. Si Dios quiere realmente juzgaros, Sus palabras serán mucho más severas. ¿Pensáis que Dios hablará con amabilidad cuando ve una especie humana corrupta sin humanidad normal, irrazonable, con ojos completamente abiertos, pero que a la vez niegan y condenan a Dios y se resisten a Él? ¿Podría ser buena la actitud de Dios al poner en evidencia al hombre? Por supuesto que no. ¡Las palabras de Dios serían sin duda bastante severas, profundas y directas! Si podéis aceptar los pocos hechos que hoy hemos compartido, eso demuestra que habéis comenzado bien el camino de aceptar la palabra de Dios y Su castigo y juicio. En este primer aspecto, hemos hablado del problema de los pensamientos y los puntos de vista, con un pequeño ejemplo que todos conocéis, y hemos echado un vistazo al tema del conocimiento. No hablé mucho sobre esta materia por miedo a que algunos se sintieran incómodos, de modo que solo he hablado un poco en consideración a sus sentimientos, aunque de manera imperfecta y breve. Espero que podáis descubrirlo gradualmente a través de la experiencia, que busquéis lentamente la verdad en esta área y que experimentéis lo que el conocimiento puede reportar a la gente. Quizá hablemos más sobre este tema en el futuro, y espero que no os sintáis incómodos en ese momento y que no penséis: “¿Esto es algo contra mí? ¿Va dirigido a mí?”. Ninguno de esos pensamientos o ideas. Pero, por ahora, concluiremos aquí nuestra charla sobre el primer aspecto.

Ahora vamos a hablar del segundo aspecto de la transformación del carácter: la perspectiva sobre la vida. ¿Cuál es la vuestra? ¿Según qué principios vivís? ¿Entendéis algo? ¿Tenéis siquiera algún principio? ¿Tenéis alguna idea? Es decir, ¿qué clase de persona quieres ser? ¿Cuál es tu perspectiva sobre la vida, la dirección hacia la que la encaminas? (Ser alguien que le guste a Dios). (Seguir a Dios hasta el final durante el resto de mi vida). (Conocer a Dios). (Desechar mi carácter corrupto y que Dios me salve). Todo lo que habéis dicho es excelente, y demuestra que os esforzáis mucho en el corazón para perseguir la verdad, que estáis determinados a seguir a Dios para obtenerla y que tenéis un objetivo y un rumbo correctos en vuestra conducta, lo que demuestra que, en vuestra fe en Dios, no tenéis el corazón vacío ni perdéis simplemente el tiempo. Habéis hecho algún progreso durante este tiempo, y eso es cambiar; al menos, no diréis, como los no creyentes: “La vida solo consiste en comer y vestirse”. Si oís a alguien decir estas cosas, os desagradará y lo desdeñaréis. Independientemente de la medida en la que hayáis entrado en la verdad, deberíais tener la voluntad de seguir bien a Dios. Deberíais saber en el corazón: “Dado que Dios nos ha revelado los objetivos y los misterios de Su plan de gestión, y Su intención de salvar a la humanidad, y puesto que hemos visto Sus promesas y bendiciones, entonces, si permanecemos pasivos y no tenemos en cuenta las intenciones de Dios, ¡realmente lo decepcionaríamos y estaríamos muy en deuda con Él!”. Tener este tipo de corazón demuestra que vuestros espíritus ya se han despertado y han comenzado a cambiar. En cualquier caso, a juzgar por vuestros esfuerzos para cumplir el deber, todos os esmeráis en tomar la dirección y alcanzar los objetivos que Dios requiere, y eso es correcto. No importan las diferencias que haya en vuestros puntos de vista sobre la búsqueda, ya que todos son bastante prácticos, y no son imaginarios ni vacíos. ¿Pensáis que deberíamos tener el punto de vista de querer ser alguien que verdaderamente se somete y adora a Dios? ¿Acaso no deberíamos tener una perspectiva sobre la vida en la que ya no nos resistamos a Dios, y ya no hagamos que nos aborrezca ni que se enfade con nosotros, en un estado de furia constante, sino en la que el corazón de Dios sienta consuelo y seamos, como Abraham, verdaderos adoradores? Esta es la perspectiva sobre la vida que la gente debería tener. Cuando este tipo de perspectiva y de pensamientos hayan arraigado en el corazón, y busques en esta dirección, ¿acaso no tendrán menos importancia la tentación y la seducción de las riquezas, el estatus, la fama y la ganancia mundanales? Cuando te esfuerzas, practicas y experimentas en esta dirección, sin que ni siquiera te des cuenta, las palabras de Dios se convertirán en tu consigna de vida en el corazón y en la base de tu existencia. Antes de que te percates, las palabras de Dios se convertirán en tu vida, la senda vital en tu interior. En ese momento, ¿no dejará de ser importante para ti todo lo relacionado con el mundo? Por tanto, también es importante cuál sea tu perspectiva sobre la vida. ¿En qué dirección buscas, en tu fe en Dios? ¿Es el rumbo correcto? ¿Es la senda adecuada? ¿Cuánto distas de los requisitos de Dios? Si buscas según los requisitos de Dios, vas en la dirección correcta. No importa siquiera si te descarrías un poco, o te muestras algo débil, o tienes ciertos defectos; Dios no lo recordará y siempre te apoyará hasta que tu vida crezca. ¿Qué tipo de gente crees que le gusta a Dios? A Él le gustan los que persiguen la verdad, tienen determinación y son honestos. No le preocupan tu ignorancia, tu debilidad ni tu falta de sabiduría, pero aborrece que no persigas la verdad, o que entiendas la verdad, pero no la pongas en práctica, o que vivas sin leer Sus palabras, como animales desalmados, sin dirección ni objetivo en la vida; Dios aborrece que tengas esta actitud de creer en Él. Por tanto, para transformar el carácter a través de la fe en Dios, la calidad de la perspectiva sobre la vida es muy importante. Algunos dicen: “Mi objetivo en la vida es ser alguien de gran utilidad para Dios, alguien que pueda servirlo”. ¿Es esta una buena aspiración? Puede ser buena, pero la estatura humana está limitada y las aptitudes y las condiciones de la gente son distintas, de modo que aspirar a este objetivo está bien, pero tal vez no sea apto para ti. Las personas deberían tener la perspectiva sobre la vida de convertirse en alguien con verdad, humanidad, conciencia y razón que adora a Dios; es decir, una persona real. Esta es la aspiración más apropiada. Alguien podría decir: “¿Acaso no somos ahora personas reales?”. Por fuera lo eres, ya que tienes nariz y ojos, y una forma humana, pero según tu esencia, todavía no te has convertido en una persona real. Aún te falta demasiado y entiendes demasiadas pocas verdades. Para ser una persona real, alguien que posea la verdad y tenga humanidad, alguien que tema a Dios y se aparte del mal, que siga Su voluntad y lo adore, debes perseguir la verdad y obtenerla. Es una cuestión de práctica personal.

El tercer aspecto de la transformación del carácter es la naturaleza satánica de cada uno. Es el rasgo que más debemos entender y captar, ya que es el más importante en relación con la transformación del carácter. La naturaleza satánica es el carácter y la esencia corruptos de la humanidad, y este tema cubre muchas de las palabras de Dios que más ponen al descubierto este aspecto. Las palabras de Dios sobre esta cuestión también son las más estrictas, con muchos estilos distintos: algunas directamente dejan en evidencia y juzgan, mientras que otras presentan un giro más discreto por si la gente no pudiera aceptarlas. Pero no importa cómo se exprese ni el estilo o el tono utilizado, es cierto que lo que Dios desenmascara es la esencia del hombre. Dios pone al descubierto el aspecto más distintivo de la naturaleza satánica en dos capítulos. ¿Cuál es la esencia típica de la naturaleza satánica? ¿Lo sabéis? (Una naturaleza traidora). La naturaleza traidora desenmascarada en las palabras de Dios “Un problema muy serio: la traición (1)” y “Un problema muy serio: la traición (2)” es la representación habitual de la naturaleza satánica. Otros rasgos como la santurronería, la arrogancia, la falsedad, la perversidad y la resistencia de la humanidad se mencionan de alguna manera en cada capítulo; sin embargo, no hay ningún capítulo exclusivo en el que se explique especialmente la verdad de estos aspectos. Dios solo ha hablado sobre el tema de la “traición” en dos capítulos completos. A partir de esto, podemos ver que, a ojos de Dios, la traición humana es sumamente grave, ofende de manera directa a Su carácter y es lo que Él más odia y lo que maldice. ¿Cómo disecciona y trata Dios la esencia de la traición humana? Por supuesto, a Dios le desagrada la traición humana. La odia y la aborrece, y detesta a quienes lo traicionan. La traición es una faceta arquetípica de la naturaleza satánica. ¿De dónde proviene el origen de la naturaleza de la traición humana? De Satanás. Por tanto, debemos entender este aspecto del carácter. El origen de la traición es Satanás, la naturaleza de Satanás es la traición, y Dios considera traición el carácter que la gente revela a través de sus actos. ¿Por qué Dios habla con tanto detalle de este asunto? Porque la traición humana es constante, sin importar el lugar o el tiempo e, independientemente de la conducta de cada uno, algo profundamente arraigado en la naturaleza humana que se opone a Dios. Algunos dicen: “¡No quiero oponerme ni resistirme a Dios!”. Pero lo harás, porque tienes una naturaleza traidora en el interior, lo que significa que no puedes someterte a Dios, ni seguirlo hasta el final, ni aceptar completamente las palabras de Dios como tu vida. ¿Cómo deberías entender el problema de la traición? No importa el tiempo que haga que creas en Dios, ni cuántas de Sus palabras hayas comido y bebido, ni cuánto llegues a entenderlo, mientras tu naturaleza traicione a Dios, no hayas aceptado Sus palabras como tu vida y no hayas entrado en la verdad de Sus palabras, tu esencia siempre lo traicionará. Es decir, si no has transformado el carácter, traicionas a Dios. Algunos dicen: “Puedo comprender las palabras de Dios y entiendo todo lo que Él dice. También estoy dispuesto a aceptarlas, de modo que, ¿cómo pueden decir que traiciono a Dios?”. El mero hecho de que estés dispuesto a aceptarlas no implica que seas capaz de vivir las palabras de Dios, y mucho menos que ellas ya te hayan hecho completo. La verdad de la naturaleza traidora de la humanidad es profunda, y si queréis entender este aspecto de la verdad, tal vez necesitéis un período de experiencia. A ojos de Dios, todo lo que hace cada persona que cree en Dios no se corresponde con la verdad, es incompatible con la palabra de Dios y hostil a Él. Quizá tampoco seáis capaces de aceptar esto y digáis: “Servimos a Dios, lo adoramos, hacemos nuestro deber en Su casa. Hemos hecho mucho, todo según las palabras y los requisitos de Dios, y de acuerdo con los arreglos de la obra. ¿Cómo se puede afirmar que nos resistimos y traicionamos a Dios? ¿Por qué siempre criticas nuestro entusiasmo? Nos costó mucho dejar de lado a nuestras familias y carreras, y tuvimos la determinación de seguir a Dios; así pues, ¿cómo puedes hablar sobre nosotros de esta manera?”. La finalidad de este modo de hablar es asegurar que todo el mundo lo entienda; no es el caso de que alguien que se comporte bastante bien, deje algo de lado o sufra algunas adversidades vaya a cambiar su naturaleza traidora. ¡En absoluto! Es necesario sufrir, como lo es cumplir el deber, pero el mero hecho de que seas capaz de hacer esas dos cosas no significa que tu carácter corrupto haya dejado de existir. Esto se debe a que no se ha producido ningún cambio real en el carácter-vida de nadie y a que todo el mundo todavía dista mucho de satisfacer las intenciones de Dios y de cumplir Sus requisitos. La fe en Dios de las personas está demasiado adulterada y su carácter corrupto se revela en exceso. A pesar de que muchos líderes o trabajadores sirven a Dios, también se resisten a Él. ¿Qué significa esto? Que intencionadamente van en contra de las palabras de Dios y no practican según Sus deseos. De manera deliberada, vulneran la verdad e insisten en actuar según su voluntad, para lograr sus planes y objetivos, traicionar a Dios y establecer su propio reino independiente, en el que lo que ellos digan es indiscutible. Esto es lo que significa servir a Dios, pero también resistirse a Él. ¿Lo entendéis ahora?

Dejemos de hablar sobre la “traición” por ahora. Sigue habiendo un problema crucial, que es el de la arrogancia y la vanidad características de la naturaleza satánica. La arrogancia de la humanidad se revela y se muestra por todas partes, y no se puede restringir, aunque el hombre quiera. Se revela y brota de vez en cuando, y la gente no puede hacer nada al respecto. Después de que se manifiesta, las personas sienten remordimiento, y posteriormente deciden con firmeza que nunca permitirán que ocurra de nuevo, que jamás volverán a revelarla, pero aun así no son capaces de controlarla. ¿A qué se debe esto? A que el carácter de la gente no se ha transformado y su carácter corrupto sigue estando ahí. Esto nunca desaparecerá automáticamente de su interior y, cuando suceda algo, su carácter corrupto se revelará de manera natural. La causa de todo esto es el carácter arrogante y vanidoso de la humanidad. Cuando entiendes más la verdad, puedes ponerla en práctica y captar los principios-verdad, y a medida que tu entendimiento de la verdad sea cada vez más práctico, conozcas a Dios, te acerques más a Sus requisitos y tus puntos de vista sobre las cosas hayan cambiado, tu carácter arrogante menguará gradualmente, desaparecerá poco a poco, y tu carácter-vida comenzará a transformarse. En ese momento, el problema de la traición se podrá considerar completamente resuelto, y solo entonces serás alguien que ha sido salvado de verdad.

Otoño de 2007

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