Solo si se corrige el propio carácter corrupto es posible lograr una auténtica transformación (Parte 1)
En este momento, estáis todos realizando vuestro deber con bastante energía y sois capaces de afrontar cierta cuota de sufrimiento, así que, en lo que respecta a la entrada en la vida, ¿tenéis una senda a seguir? ¿Obtenéis más esclarecimiento o veis una nueva luz? La entrada en la vida y el cumplimiento del deber son asuntos fundamentales para aquellos que creen en Dios. Sin embargo, para lograr ser capaces de realizar bien vuestro deber, estar a la altura de un estándar aceptable y cumplir con vuestro deber con lealtad, ¿qué camino debéis seguir? (Perseguir la verdad). Eso es, tenéis que perseguir la verdad. ¿Cuál es el camino para perseguir la verdad? Debéis leer más las palabras de Dios; solo las palabras de Dios son la verdad. Debéis poner las palabras de Dios en práctica y experimentarlas más a menudo para obtener la verdad, y solo entonces podréis comprenderla. Por tanto, ¿acaso no debéis dedicar esfuerzo a las palabras de Dios para comprender la verdad? Alguna gente dice: “Estos años he creído en Dios, he leído mucho Su palabra y he comprendido en profundidad una parte de la verdad, pero cuando me suceden cosas inusuales, no soy capaz de encontrar la senda y no sé cómo practicar la verdad. ¿Cómo es que no puedo hacer uso de las cosas que entiendo y hablo? En este momento, me doy cuenta de que lo único que conozco son palabras y doctrinas, y que no sé cómo practicar la verdad cuando algo me ocurre. Soy mediocre y deplorable”. Algunas personas suelen soltar un torrente incesante de palabras en su plática, e incluso pueden recitar de memoria algunas palabras de Dios, así que piensan que entienden la verdad, que son espirituales y poseen parte de la realidad-verdad; pero cuando un día les ocurre algo que no concuerda con sus deseos, empiezan a tener nociones sobre Dios. En ocasiones, puede que incluso se quejen de Él. Se revelarán sus actitudes corruptas y, por mucho que oren, no son capaces de resolver sus problemas. Cuando otras personas hablan sobre la verdad con ellos, dicen: “Entiendo esta doctrina mejor que tú. En lo que respecta a entender la verdad, entiendo más que tú; en cuanto a predicar doctrina, sé hablar mejor que tú; en lo que respecta a escuchar sermones, he escuchado más que tú; en lo referente a esforzarse, yo lo hago más que tú; en cuanto a creer en Dios, creo hace más tiempo que tú. No intentes enseñarme, yo ya lo entiendo todo”. Consideran que lo entienden todo, pero cuando las ambiciones y deseos entran en juego y sus actitudes corruptas los controlan, no saben qué hacer. Las doctrinas espirituales de las que suelen hablar sin pensar no sirven para resolver sus dificultades. ¿Es grande su estatura o en realidad es pequeña? Creen que entienden la verdad, entonces ¿por qué no pueden resolver sus dificultades actuales? ¿Qué pasa? ¿Acaso no os topáis a menudo con esta clase de problemas? Esta es una dificultad común que los creyentes enfrentan en la entrada en la vida, y es la mayor dificultad del hombre. Antes de que te ocurra algo, puede que pienses que ya llevas un tiempo creyendo en Dios, que tienes una cierta estatura y fundamentos, y cuando a otras personas les suceden cosas, eres, hasta cierto punto, capaz de desentrañarlas. Incluso puedes sufrir bastante mientras cumples con tu deber, eres capaz de pagar un alto precio y de superar muchas de tus propias dificultades, como las enfermedades físicas, los defectos y las deficiencias; pero el asunto más difícil de resolver es el de las diversas actitudes corruptas que las personas revelan a menudo. El “carácter corrupto” es un concepto con el que la gente está familiarizada, pero no todo el mundo tiene claro qué es exactamente un carácter corrupto, qué revelaciones constituyen un carácter corrupto y qué pensamientos y acciones provienen de él. Si la gente no entiende ni comprende qué es un carácter corrupto, como tampoco qué acciones lo revelan, ¿acaso no podría pensar cualquiera que, aunque viva según un carácter corrupto, mientras no cometa un pecado, está practicando la verdad? ¿Os encontráis en semejante estado? (Sí). Si en absoluto entiendes o comprendes qué es un carácter corrupto, ¿eres capaz entonces de conocerte a ti mismo? ¿Eres capaz de comprender tu propia naturaleza corrupta? Desde luego que no. Si no sabes qué es un carácter corrupto, ¿puedes saber entonces cómo actuar para poner en práctica la verdad, qué acciones son correctas y cuáles equivocadas? Desde luego que no. Por tanto, las personas que no se conocen a sí mismas no tendrán la entrada en la vida.
La senda para la entrada en la vida supone muchos estados. Es probable que todos conozcáis la palabra, “estado”, pero ¿a qué se refiere? ¿Qué entendéis por estado? (Un estado está constituido por los puntos de vista y los pensamientos que brotan de una persona cuando le suceden cosas; puede influenciar y controlar su discurso, conducta y elecciones. Todas estas cosas son un estado). Eso se acerca a su definición. ¿Quién más quiere decir algo? (Un estado significa que una persona vive en una situación negativa y excepcionalmente anómala porque la domina algún tipo de carácter corrupto en un momento en particular o con respecto a un asunto específico; por ejemplo, cuando se la poda con severidad, o cuando afronta ciertas dificultades). (Recientemente, cuando obtuve algunos logros mientras realizaba mi deber, me hallaba en una especie de estado de autosatisfacción y complacencia. Pensé que había cambiado, que tenía la realidad-verdad, y que sin duda Dios me aprobaría; de hecho, conforme a los requerimientos de Dios, seguía estando muy lejos de ellos. Solo ahora entiendo que se trataba de un estado algo arrogante, vanidoso). Todos los estados de los que habéis hablado son negativos, ¿existen estados correctos y positivos? (Sí. Por ejemplo, cuando quiero satisfacer a Dios con todo mi ser, soy capaz de rebelarme contra mi carne y practicar la verdad. Esta clase de estado es positivo). De momento, solo habéis descrito algunos estados sin definir qué es en realidad un estado. Así que ahora resumamos qué es un estado, conforme a lo que todos habéis dicho. ¿A qué se refiere en realidad un “estado”? Es una especie de punto de vista que la gente tiene, o una condición en la que se encuentra cuando le suceden cosas, además de los pensamientos, estados de ánimo y las posturas que surgen a partir de esta condición. Por ejemplo, cuando se te poda mientras cumples con tu deber, te sentirás infeliz y te hallarás en un estado negativo. En ese momento, los puntos de vista y actitudes que revelas, además de las posturas que adoptas, son los detalles relevantes de tu estado. ¿Acaso no se refiere a aquello que soléis experimentar? (Sí). Esto está relacionado con las vidas de las personas, es algo con lo que cualquiera puede identificarse, algo que es capaz de sentir, experimentar y con lo que puede entrar en contacto cada día de su vida cotidiana. Entonces, ¿qué os parece? Cuando se halla en un estado negativo, ¿qué cosas manifiesta una persona? (Malinterpreta y evade las cosas, emite veredictos sobre sí misma y se da totalmente por vencida ante cualquier contratiempo; en casos graves, alguien podría llegar incluso a eludir sus responsabilidades por completo). Cuando la situación se torna complicada y quieren eludir sus responsabilidades, ¿se trata de una actitud o de una postura? ¿O es otra cosa? (Es una especie de condición y estado de ánimo). Es más bien una condición y un estado. En este momento, ¿cuál es la actitud de una persona mientras cumple con su deber? (Es negativa y holgazana, no tiene motivación y simplemente actúa por inercia). Esto alude al verdadero estado de las cosas. Decir que “no tienen motivación” es una frase sin sentido; debes hablar del verdadero estado de las cosas. Mientras realizan su deber sin motivación, ¿qué están pensando en sus corazones? ¿Cuál es el carácter corrupto que revelan en ese momento? (Cumplen con su deber de manera superficial; no ponen entusiasmo en lo que hacen). Eso no es un carácter, sino una descripción que surge a partir de la manera en la que actúas; es una manera de actuar. Pero respecto a lo que ha causado que actúes de manera superficial, ¿acaso no tienes que ahondar más en ello? Al ahondar lo suficiente, descubrirás tu carácter corrupto. Actuar superficialmente es una revelación de un carácter corrupto. La manera en la que piensas en tu interior puede llevarte a actuar de manera superficial cuando desempeñes tu deber, y puede conllevar que seas menos enérgico que antes. Este pensamiento tuyo es un carácter corrupto, y lo que te llevó a este pensamiento es tu naturaleza. Algunos enfrentan la poda mientras cumplen con su deber y dicen: “Con mis limitadas capacidades, ¿cuánto puedo hacer en realidad? No entiendo mucho, así que, si quiero desempeñar bien este trabajo, ¿acaso no tendré que aprender sobre la marcha? ¿Me resultará fácil? Es que Dios no entiende a la gente; ¿no es esto como pedirle peras al olmo? Que lo haga alguien que entienda más que yo. Yo solo puedo hacerlo así; no sé hacer más que esto”. La gente suele decir y pensar cosas así, ¿verdad? (Cierto). Todo el mundo es capaz de admitirlo. Nadie es perfecto ni tampoco un ángel; la gente no vive en una burbuja. Todo el mundo tiene estos pensamientos y revelaciones de corrupción. Todas las personas son proclives a revelar estas cosas y a vivir en estos estados con frecuencia, y no es por su propia voluntad; no pueden evitar pensar así. Las personas se encuentran en un estado relativamente normal antes de que algo les suceda, pero, cuando algo les ocurre, las cosas cambian, naturalmente se revela un estado negativo con mucha facilidad, sin obstáculos ni restricciones, que no es provocado ni incitado por otros; mientras las cosas que deban enfrentar no concuerden con su propia voluntad, estas actitudes corruptas se revelan en cualquier momento y lugar. ¿Por qué pueden revelarse en todo momento y lugar? Esto demuestra que la gente tiene este tipo de carácter y naturaleza corruptos en su interior. Las actitudes corruptas de las personas no las imponen ni las inculcan los demás, ni mucho menos las enseñan, instigan o incitan los demás, sino que pertenecen a las propias personas. Si no resuelven estas actitudes corruptas, no pueden vivir en estados correctos y positivos. ¿Por qué a menudo se revelan estas actitudes corruptas? En realidad, todos ya os habéis dado cuenta de que estos estados son erróneos y anormales, de que es preciso cambiarlos; hasta ahora, todavía no os habéis despojado de estas actitudes corruptas ni habéis abandonado estos pensamientos y puntos de vista incorrectos, y vuestros estados todavía no han experimentado ningún cambio significativo. Al cabo de diez o veinte años, todavía no habéis experimentado ningún cambio en absoluto y, cuando reveláis vuestra corrupción, os encontráis en el mismo estado que antes, no se observa una merma importante, así que ¿cuál es el problema? ¿Qué deja esto de manifiesto? Que pasados todos estos años, la mayoría de vosotros no ha experimentado ningún crecimiento; apenas entendéis algunas palabras y doctrinas, pero no podéis poner la verdad en práctica, y sois incapaces de dar un testimonio vivencial porque no habéis perseguido la verdad en todos estos años, y vuestro carácter corrupto no ha cambiado significativamente. Esto demuestra que vuestra experiencia de vida es demasiado superficial, carece de profundidad; se puede decir con certeza que vuestra estatura actual es demasiado pequeña y que no poseéis en absoluto la realidad-verdad. ¿Podéis aceptar lo que he dicho? Aquellos que tienen cierta experiencia práctica deberían ser capaces de entender Mis palabras, pero aquellos que no entienden la verdad y aún no saben qué es la entrada en la vida puede que no entiendan el significado de estas palabras. ¿Por qué os acabo de preguntar qué es un estado? Si no entendéis qué es, entonces no entenderéis nada en absoluto de lo que estoy diciendo; simplemente escucharéis lo que digo y consideraréis que es correcto. Si este es vuestro punto de vista, es evidente que carecéis de experiencia y que no entendéis las palabras de Dios. Si la gente quiere entrar en la realidad-verdad, tener auténtica entrada en la vida, debe comprender una gran cantidad de estados; debe comprender y entender sus propios problemas y saber en qué clase de estado se encuentra en su vida real; debe comprender si ese estado es correcto o incorrecto, qué clase de carácter corrupto revela la gente cuando se encuentra en el estado incorrecto, y cuál es la esencia de este carácter corrupto; todas esas cosas debe comprender. Cuando no comprendes ni captas estas cosas, entonces, por un lado, no sabes hacia dónde dirigirte para conocer tu propio carácter corrupto y permitirte cambiar; por otro, no conoces el camino que te permitirá comer y beber las palabras de Dios o entrar en la verdad. ¿Os topáis a menudo con una situación como la siguiente? Después de escucharme hablar sobre algo, solo sabéis sobre ese tema, pero no a qué estado se refiere, ni tampoco sois capaces de aplicarlo a vosotros mismos, ¿no es así? (Sí). Eso demuestra que vuestra experiencia aún no ha alcanzado ese punto. Si esto de lo que he hablado tiene relación con vosotros y está unido estrechamente con vuestra vida, si, por ejemplo, se refiere a las cosas con las que la gente entra en contacto cada día mientras cumple con su deber, o a las actitudes corruptas que revelan mientras lo cumplen, a aquello que atañe a sus intenciones, sus actitudes arrogantes, su comportamiento superficial o a las actitudes que adoptan mientras cumplen con su deber, quizá podáis aplicarlo a vosotros mismos una vez que lo escuchéis. Si hablo de ello con más profundidad, hay cosas que quizá no podáis aplicar a vosotros mismos. ¿Ocurre eso a veces? (Sí). En cuanto a las cosas que no podéis aplicar a vosotros mismos, ¿las escucháis como si fueran doctrina y no les dais importancia? Entonces, ¿cómo podríais asimilar aquellas que podéis aplicar a vosotros mismos? (Reflexionando y llegando a conocernos a nosotros mismos, y buscando la verdad para resolver nuestra propia corrupción). Esta es la forma correcta de experimentar.
Decir que reflexionar sobre vuestro propio carácter corrupto y llegar a conocerlo es importante es un enunciado amplio. En realidad, ¿cómo debéis reflexionar y llegar a conoceros? Aquí hay una senda: cuando algo te sucede, debes fijarte en tu punto de vista y actitud, tus opiniones al respecto y desde qué tipo de postura analizas, abordas y tratas este problema. Por medio de estos pasos, puedes reflexionar y llegar a conocer tu propio carácter corrupto. ¿Cuál es el propósito de esta clase de reflexión y autoconocimiento? Sirve para entender mejor tu propio estado corrupto y luego buscar la verdad para resolver tus problemas y lograr un cambio de carácter. Entonces, ¿en qué etapa os encontráis ahora? ¿Cuánto y con qué profundidad os conocéis a vosotros mismos? ¿Cuánto entendéis respecto al estado en el que estáis en diferentes momentos o cuando os suceden diversas cosas? ¿Habéis dedicado algo de esfuerzo o hecho las tareas a este respecto? ¿Habéis experimentado algo de entrada? (Cuando lo que me sucede es muy evidente o se trata de un acontecimiento significativo, puede que me dé cuenta de algunas de mis propias revelaciones, a la vez que se me pasan por alto fácilmente los problemas menos importantes. A veces no soy consciente de que vivo en el estado incorrecto). Cuando no sois conscientes, ¿en qué estado os encontráis? ¿En qué tipo de situación no seríais conscientes? (Cumplo con mi deber como si se tratara simplemente de hacer cosas, sin esforzarme por conocer la verdad de las palabras de Dios, de modo que, aunque revelara un carácter corrupto, no me daría cuenta). Considerar vuestro deber como si se tratara simplemente de hacer cosas, como una especie de trabajo, tarea o responsabilidad, y hacerlo de manera insensible, sin vincularlo a la entrada en la vida, es un estado muy común; consiste en tratar vuestro deber como un mero asunto que hay que gestionar, en lugar de como una senda o método para la entrada en la vida. Es como ir a trabajar; algunas personas consideran su trabajo como una carrera, lo incorporan a sus vidas y lo integran en sus intereses y aficiones, así como a sus ideales y objetivos vitales. Otras, en cambio, consideran que ir a trabajar es una especie de responsabilidad, no pueden dejar de hacerlo. Acuden puntualmente todos los días para ganar algo de dinero con el que mantener a sus familias, pero no tienen objetivos ni ideales vitales. Ahora mismo, ¿acaso la mayoría de vosotros no os encontráis en esta clase de estado? Vuestro deber está desconectado de las palabras de Dios o de la verdad. Aunque reconozcáis vuestros propios errores, no lográis ninguna transformación real; solo volvéis a pensar en los asuntos relacionados con la entrada en la vida cuando hay un poco de culpa en vuestro corazón. El resto del tiempo, soléis hacer lo que os da la gana. Lo hacéis un poco mejor cuando estáis contentos o de muy buen humor, pero si un día ocurre algo que va en contra de vuestros deseos, o si tenéis una pesadilla que os pone de mal humor, es probable que influya en tu estado de ánimo durante días, así como en los resultados de tu deber. Sin embargo, en el fondo no eres consciente de ello; estás atolondrado, y durante esos diez días, o incluso dos semanas, lo retrasas todo, te limitas a actuar de manera superficial para salir adelante. Cuando alguien vive en ese estado, ¿acaso no se detiene la entrada en la vida? Si la entrada en la vida se detiene, ¿pueden las acciones y el deber de las personas satisfacer a Dios? (No). ¿Por qué no? En este caso, sus acciones y deberes no tienen nada que ver con la verdad y no equivalen a dar testimonio de Dios, por lo que cumplir con su deber de esta manera no puede satisfacer a Dios. Es posible que no cometas ningún error en tu deber durante un tiempo, por lo que piensas que cumplir con tu deber de esta manera es totalmente apropiado; mientras te mantengas siempre ocupado con tu deber, sin abandonar tu trabajo y sin ponderar otras cosas, sientes que cumplir con tu deber de esta manera está bien. ¿No es este tipo de actitud un ejemplo de actuar superficialmente? Si te conformas con meras acciones desconectadas de los principios-verdad, ¿podrás lograr resultados en el cumplimiento de tu deber? Cuando termine la obra de Dios, ¿cómo rendirás cuentas ante Él? Si no asumes tu responsabilidad al cumplir con tu deber, y no buscas la verdad ni gestionas los asuntos conforme a los principios, ¿es esto cumplir con tu deber de acuerdo con un estándar aceptable? ¿Te ganarás la aprobación de Dios? Si de repente te encuentras con una prueba o te podan, y luego te das cuenta de que el juicio y el castigo se deben a que has ofendido el carácter de Dios, te despiertas bruscamente de tu sueño, y esto hace que finalmente te comportes como corresponde durante un par de días, ¿es este un estado normal para la entrada en la vida? (No). Este cambio aparente después de que se te pode es como el dolor después de un latigazo. Tienes cierto conocimiento de ti mismo. Desde fuera, puede parecer que habéis crecido un poco y que la poda, el juicio y el castigo os han impactado emocionalmente. Sin embargo, desde un punto de vista subjetivo, si las personas no comprenden ni captan en absoluto sus propias actitudes corruptas y sus diversos estados corruptos y nunca los examinan con atención ni han resuelto jamás estos problemas, ¿pueden alcanzar un estado normal para la entrada en la vida? ¿Pueden entrar en la realidad-verdad? No creo que les resulte fácil lograrlo. Hay quien dice: “Soy capaz de captar los principios en las cuestiones relativas a cumplir con mi deber; ¿no es esto comprender la verdad y entrar en la realidad-verdad?”. Es fácil cumplir los preceptos y aferrarse a las acciones externas, pero no equivalen a practicar la verdad ni tampoco a gestionar los asuntos de acuerdo con los principios. Por ejemplo, digamos que tuvieras que levantarte a las cinco de la mañana todos los días, e irte a dormir a las diez de la noche; ¿serías capaz de seguir este principio en tu vida diaria? (No). Una rutina de cinco a diez está muy bien, se ajusta a los ritmos naturales de las personas y es bueno para su cuerpo, ¿por qué les cuesta aceptarlo? Aquí reside un problema. No significa que la gente no conozca este razonamiento ni sea consciente de este conocimiento común, lo conoce demasiado bien, así que ¿por qué no puede aceptarlo? ¿Por qué la gente no está dispuesta a seguir este horario, a vivir según este método y esta rutina? Esto está relacionado con los intereses físicos de la gente. ¿No significa que no quieren levantarse temprano porque quieren dormir más y quieren seguir sus preferencias y sus sentimientos físicos? Levantarse temprano entra en conflicto con la comodidad física de la gente, por lo que no están dispuestos a hacerlo y los hace sentirse infelices. Entonces, ¿puede la gente aceptar el hecho de que “levantarse temprano es bueno para el cuerpo”? No. La gente no puede renunciar ni siquiera a esta pequeña parte de su interés y, aun así, debe disciplinar su cuerpo, orar y trabajar en sus pensamientos. También deben dejarse influir por su entorno. Se levantan apenas ven que otras personas lo han hecho y sienten vergüenza de su deseo de dormir. Se sienten obligados a levantarse todos los días y hacerlo les desagrada especialmente. ¿Qué conduce a estos pensamientos y estados? Las personas codician la comodidad física, quieren actuar como les da la gana y albergan pensamientos perezosos y autoindulgentes. Por un lado, no tienen en cuenta los patrones regulares de su cuerpo y, por otro, no reflexionan acerca del deber que están cumpliendo; más bien, se centran primero en satisfacer sus intereses físicos. En resumen, hay algo en el carácter corrupto del ser humano y es que siempre quiere complacer a la carne y no ajustarse a restricciones. Si se lo poda, intenta razonar, siempre justifica sus acciones, lo cual es un poco irrazonable. Levantarse temprano es un asunto nimio que no afecta a las ganancias ni a las pérdidas de las personas, pues siempre que puedas superar tu deseo de dormir más, puedes lograrlo, pero es muy difícil que las personas renuncien al pequeño beneficio físico de descansar un poco más. Cuando tu deseo de dormir más influye en tu trabajo, te das cuenta de que esto no está en consonancia con los principios-verdad; no solo no reflexionas sobre ti mismo, sino que incluso íntimamente te quejas y eres infeliz, en todo momento piensas: “¿Cómo es que nunca puedo complacerme un poco a mí mismo o hacer lo que quiero durante un tiempo?”. Algunas personas tienen a menudo este tipo de pensamientos. Entonces, ¿cómo se debe resolver este estado? Debes orar, ser capaz de superar tus dificultades físicas, esforzarte por madurar, dejar de codiciar la comodidad, ser capaz de sufrir, ser leal a tu deber, no hacer lo que te dé la gana y aprender a refrenarte. ¿Resulta fácil refrenarse? (No). ¿Por qué no? (Porque la gente no está dispuesta a refrenarse, no le gusta que la controlen y quiere darse el gusto). Las personas que no pueden comprender el autocontrol, que son incapaces de refrenarse, que tienen poco autocontrol y que siempre actúan de manera caprichosa y se entregan a la fantasía, tienen una humanidad inmadura, sin importar su edad. Cuando este pequeño asunto afecta a los intereses de la gente, su carácter corrupto se revela. Cuando tal cosa sucede, han de buscar la verdad para resolverlo; necesitan llegar a conocerse a sí mismos y comprender la verdad, a fin de resolver el problema de su corrupción. Cuando se limpia el carácter corrupto de las personas, entran sin darse cuenta en la realidad-verdad, su vida crece y madura, y su carácter-vida cambia.
Acabamos de desvelar, mediante este ejemplo sencillo que os he presentado, cómo algo tan poco importante como una rutina diaria puede revelar las actitudes corruptas de las personas y lo que realmente pasa por su mente. Al desvelar estas actitudes corruptas, has descubierto que, sin duda, Satanás te ha corrompido en exceso. Aunque llevas años creyendo en Dios y entiendes un poco de doctrina, todavía no te has despojado de tu carácter corrupto. No importa el deber que realices, tu labor no alcanza un estándar aceptable; no importa los asuntos que abordes, no puedes hacerlo conforme a los principios; todavía no eres alguien que se someta de verdad a Dios. Entonces, basándonos en el estado actual de las personas, ¿realmente las ha salvado Dios? Todavía no, porque aún no se han despojado completamente de sus actitudes corruptas, su práctica de la verdad es todavía demasiado limitada, y están lejos de someterse realmente a Dios; algunas personas son incluso capaces de seguir a Satanás o al hombre. Estos hechos son suficientes para demostrar que la estatura de las personas en realidad no ha llegado al nivel que les hubiera permitido salvarse. Cada uno debe ubicarse en una categoría específica basándose en su propio estado real y determinar qué clase de persona es. Al reflexionar sobre sus actitudes corruptas, algunas personas llegan a conocer sus diversos estados internos, así como los pensamientos, puntos de vista y actitudes que surgen cuando les suceden cosas diferentes. Algunos se dan cuenta de que son arrogantes y vanidosos, que les gusta presumir y ponerse en un pedestal y colocarse por encima de los demás. Otros perciben que son torcidos y falsos, que emplean todo tipo de medidas turbias y que son malévolos. Otros ven que anteponen el beneficio, que les encanta aprovecharse de los demás y que son egoístas y despreciables. Algunos reflexionan un tiempo y se dan cuenta de que son hipócritas. Otros solían pensar que tenían talento, que tenían calibre y se desenvolvían bien en su profesión, pero después de reflexionar durante un tiempo, se dan cuenta de que no tienen ni una sola cualidad que los redima; carecen de talento y, además, son necios y actúan sin principios. Algunos reflexionan durante un tiempo y se dan cuenta de que son personas mezquinas y quisquillosas; no aceptan que los demás digan algo que afecte a sus intereses, y no saben nada de tolerancia. ¿Te servirá para entrar en la vida adquirir este tipo de conocimientos a partir de la autorreflexión? (Sí). ¿En qué te ayuda? (Puede ayudarnos a tener un corazón que busque la verdad. Si no llegamos a conocer estos problemas, no sabremos que a menudo revelamos un carácter corrupto, y mucho menos seremos capaces de buscar la verdad para resolver nuestros problemas). (Si no los conocemos, no sabremos que estamos en una situación lamentable. Después de conocerlos, querremos buscar la verdad para resolver nuestros problemas. Estaremos dispuestos a liberarnos de las limitaciones de nuestro carácter corrupto y querremos buscar la verdad para comportarnos según las palabras de Dios). Imaginemos a una persona que piensa que es bastante genial, que tiene un alto sentido de la rectitud, que considera que es muy magnánima, talentosa, tolerante, amable, honesta y que es especialmente leal a los demás, y que su propio carácter corrupto tiene los mismos pequeños defectos que el de la gente común, como la arrogancia, la sentenciosidad, el odio y la envidia, pero también piensa que, aparte de estas pequeñas deficiencias, es perfecta, así como más honorable, noble y amorosa que los demás; si alguien está siempre en tal estado, ¿crees que puede presentarse ante Dios y arrepentirse de verdad? (No). Hay que preguntarse en qué circunstancias puede una persona presentarse genuinamente ante Dios para conocerse a sí misma, postrarse realmente ante Él y decir: “Oh, Dios, Satanás me ha corrompido en extremo. No estoy dispuesto a renunciar a nada que tenga que ver con mis propios intereses. Soy una persona egoísta y despreciable, no poseo ninguna cualidad que pueda redimirme. Estoy dispuesto a arrepentirme de verdad y a vivir a semejanza de un verdadero ser humano. Quiero que Dios me salve”. Resulta beneficioso que una persona tenga la voluntad de arrepentirse de corazón, porque le resultará fácil entrar en el camino correcto de la fe en Dios y alcanzar la salvación.
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