Solo si se corrige el propio carácter corrupto es posible lograr una auténtica transformación (Parte 2)

Digamos que una persona pinta un cuadro; cree que es perfecto y está satisfecha con él, hasta que un día alguien dice que su cuadro tiene un montón de imperfecciones. Antes de que siquiera entre en detalles, lo considera un ataque. Se altera y contraataca de inmediato: “¿Dices que no pinto bien? Tú pintas peor que yo y tus obras tienen más problemas. ¡Nadie quiere ni mirarlas!”. ¿Por qué es capaz de decir algo así? ¿En qué clase de estado se encuentra para ser capaz de decir algo semejante? ¿Por qué algo tan menor la enfada tanto, la pone tan furiosa y hace surgir en ella una mentalidad tan revanchista y agresiva? ¿Qué la ha llevado a esto? (Cree que el cuadro es perfecto, y que otro diga que tiene errores la ofende). No puedes dañar su imagen perfecta. Si piensa que algo es bueno, mejor no señales ninguna tacha o despiertes ninguna duda. Debes decir: “Tu cuadro es muy bueno. Se podría decir que es una obra maestra. Creo que ni siquiera las habilidades de los grandes maestros superan a las tuyas. Si pones esta pieza a la venta, no cabe duda de que creará revuelo en la industria y será una posesión preciada durante generaciones”. Así, quedará complacida. El placer y la furia provienen de la misma persona, entonces, ¿cómo es que se revela de dos maneras distintas? ¿Cuál de los dos es su carácter corrupto? (Los dos). ¿Cuál de estas actitudes corruptas es más grave? (La segunda). La segunda revela su hipocresía, ignorancia y necedad. Cuando alguien dice que pintas mal, ¿por qué eres tan infeliz, hasta tal punto que desarrollas una mentalidad odiosa, agresiva y revanchista? ¿Por qué te sientes tan complacido cuando alguien te dice unas pocas palabras bonitas? ¿Por qué eres tan extremadamente engreído? ¿Acaso esas personas no son totalmente desvergonzadas? No conocen la vergüenza; son necias y dignas de lástima. Aunque estas palabras no suenen muy agradables, es así. ¿De dónde proceden la ignorancia, la necedad y el feo semblante de la gente? De su carácter corrupto. Si alguien tiene una actitud así cuando ocurren situaciones como estas, las cosas que revela no son la razón y la conciencia que alguien con humanidad normal debería poseer, ni lo que alguien con humanidad normal debería vivir. Entonces, ¿cómo deben abordarse este tipo de asuntos? Algunas personas dicen: “Yo tengo una manera. Cuando alguien destaca que soy bueno, guardo silencio; cuando alguien dice que soy malo, también me callo. Lo afronto todo con frialdad. Esto no implica tener razón o estar equivocado ni es la revelación de un carácter corrupto. ¿No es estupendo?”. ¿Qué señala este punto de vista? ¿Significa esto que estas personas no tienen un carácter corrupto? Da igual lo bien que se le dé a alguien fingir, aunque pueda hacerlo durante un tiempo, hacerlo durante toda la vida no resulta fácil. Por muy bueno que seas fingiendo, o por muy bien que disimules las cosas, no podrás disimular o encubrir tu carácter corrupto. Puedes engañar a la gente sobre lo que hay en tu corazón, pero no puedes engañar a Dios, ni tampoco a ti mismo. Con independencia de que se revele o no, al final, lo que una persona piensa y lo que surge en su mente, sea intenso o no, sea evidente o no, representa su carácter corrupto. Entonces, ¿acaso estas actitudes corruptas no se revelan de forma natural en cualquier lugar y en cualquier momento? Algunas personas creen que a veces se les puede escapar un comentario al descuido que expone sus pensamientos más íntimos, y se arrepienten. Piensan: “La próxima vez no diré nada; el que habla mucho, yerra mucho. Si no digo nada, no revelaré mi carácter corrupto, ¿verdad?”. Al final, sin embargo, cuando actúan, sus actitudes corruptas vuelven a revelarse, y una vez más dejan al descubierto sus intenciones, que pueden ocurrir en cualquier momento y lugar, y resulta imposible evitarlas. Así que, si no resuelves tu carácter corrupto, es normal que se revele con regularidad. Solo hay una manera de resolverlo, y es que busques la verdad y dediques algo de esfuerzo, hasta que realmente comprendas la verdad y seas capaz de desentrañar la esencia de tu carácter corrupto; entonces, serás capaz de odiar a Satanás y a tu carne y, de esta manera, te será fácil poner en práctica la verdad. Cuando seas capaz de poner en práctica la verdad, no revelarás un carácter corrupto, sino revelaciones de conciencia, razón y humanidad normal. Por tanto, solo buscando la verdad puedes resolver el problema de un carácter corrupto. Confiar en el autocontrol, la restricción y la autodisciplina no es un buen método y no puede resolver en absoluto un carácter corrupto.

Entonces, ¿cómo resuelves las actitudes corruptas? Primero, debes reconocer y diseccionar el origen de estas actitudes corruptas, y luego encontrar el método de práctica correspondiente. Tomemos el ejemplo que acabo de dar. Esta persona piensa que su cuadro es perfecto, pero al final, alguien que entiende de pintura dice que tiene muchos fallos, por lo que no está contenta, y siente que su autoestima se ha visto afectada. Cuando tu autoestima se ve afectada y se revela tu carácter corrupto, ¿qué se puede hacer? Otras personas proponen ideas y perspectivas diferentes, pero ¿qué se puede hacer cuando no las aceptas? Hay quien no es capaz de gestionar esto correctamente. Cuando les ocurre algo, primero lo analizan: “¿Qué quieren decir con eso? ¿Me lo dicen a mí? ¿Es porque ayer los miré mal y hoy quieren vengarse de mí? Si va dirigido a mí, no lo dejaré pasar: ojo por ojo, diente por diente. Si no son amables conmigo, yo no seré justo con ellos. Debo vengarme”. ¿Qué clase de revelación es esta? Sigue siendo la revelación de un carácter corrupto. En la práctica, este tipo de revelación muestra una inclinación e intención de tomar represalias. En esencia, ¿cuál es la naturaleza de esta forma de actuar? ¿Acaso no es maliciosa? Hay en ello una naturaleza maliciosa. ¿Tomarían represalias las personas si no tuvieran una naturaleza maliciosa? No pensarían en ello. Solo cuando piensan en represalias aflora esta forma de expresarse: “¿Dices que no pinto bien? Tú pintas peor que yo y tus obras tienen más problemas. Nadie quiere ni mirarlas”. ¿Cuál es la naturaleza de ese discurso? Es una forma de ataque. ¿Qué opinas de esa forma de actuar? ¿Los ataques y las represalias son positivos o negativos? ¿Son elogiosos o despectivos? Está claro que son negativos y despectivos. El ataque y las represalias son un tipo de acción y de revelación que provienen de una naturaleza satánica maliciosa. También son una clase de carácter corrupto. La gente piensa de la siguiente manera: “Si eres desagradable conmigo, yo te haré daño. Si no me tratas con dignidad, ¿por qué habría yo de tratarte con dignidad?”. ¿Qué tipo de mentalidad es esta? ¿No es una forma de pensar revanchista? A los ojos de una persona corriente, ¿no es esta una perspectiva válida? ¿No es sostenible? “Yo no ataco a menos que me ataquen; si me atacan, claro que contraataco” y “Toma una dosis de tu propia medicina” son cosas que los no creyentes dicen a menudo; entre ellos, todos estos razonamientos tienen sentido y están completamente de acuerdo con las nociones humanas. No obstante, ¿cómo deberían ver estas palabras quienes creen en Dios y persiguen la verdad? ¿Son correctas estas ideas? (No). ¿Por qué no lo son? ¿Cómo deberían discernirse? ¿Dónde se originan tales cosas? (De Satanás). Provienen de Satanás, de eso no hay duda. ¿De qué actitudes satánicas provienen? Vienen de la naturaleza maliciosa de Satanás; contienen veneno y el verdadero rostro de Satanás con toda su maldad y fealdad. Contienen esta clase de esencia-naturaleza. ¿Cuál es la naturaleza de las perspectivas, los pensamientos, las revelaciones, el discurso e, incluso, las acciones que contienen ese tipo de esencia-naturaleza? Sin ninguna duda, es el carácter corrupto del hombre; es el carácter de Satanás. ¿Concuerdan estas cosas satánicas con las palabras de Dios? ¿Están acordes con la verdad? ¿Tienen fundamento en las palabras de Dios? (No). ¿Son las acciones que deben llevar a cabo los seguidores de Dios y los pensamientos y puntos de vista que deberían poseer? ¿Concuerdan estos pensamientos y estas formas de actuar con la verdad? (No). Dado que estas cosas no concuerdan con la verdad, ¿acaso concuerdan con la conciencia y la razón de la humanidad normal? (No). Ahora puedes ver con claridad que estas cosas no concuerdan con la verdad ni con la humanidad normal. ¿Pensabais antes que estas formas de actuar y estos pensamientos eran apropiados, presentables y tenían una base? (Sí). Estos pensamientos y teorías satánicos ocupan una posición dominante en el corazón de la gente, guían sus pensamientos, puntos de vista, conducta y formas de actuar, además de sus diversos estados; entonces, ¿puede la gente entender la verdad? No, en absoluto. Por el contrario, ¿acaso la gente no practica y se aferra a las cosas que considera correctas como si fueran la verdad? Si estas cosas son la verdad, entonces ¿por qué el apegarse a ellas no resuelve tus problemas prácticos? ¿Por qué el apegarse a ellas no produce un cambio verdadero en ti, a pesar de que has creído en Dios durante años? ¿Por qué no eres capaz de usar las palabras de Dios para discernir estas filosofías que vienen de Satanás? ¿Todavía te aferras a estas filosofías satánicas como si fueran la verdad? Si de verdad tienes discernimiento, ¿acaso no has encontrado la raíz de los problemas? Porque a lo que te aferrabas nunca fue la verdad, sino que más bien eran falacias y filosofías satánicas, ahí es donde radica el problema. Todos deberíais seguir esta senda para examinaros y escudriñaros a vosotros mismos. Observad qué cosas en vuestro interior son las que creéis que tienen fundamento, están en consonancia con el sentido común y la sabiduría mundana, y creéis que podéis colocar sobre la mesa; los pensamientos, puntos de vista, formas de actuar y fundamentos incorrectos que ya habéis tratado como la verdad en vuestro corazón, que no creéis que sean actitudes corruptas. Seguid ahondando en busca de estas cosas, pues hay muchas más. Si desenterráis todas estas cosas corruptas y negativas, las diseccionáis hasta que tengáis discernimiento y seáis capaces de renunciar a ellas, entonces vuestras actitudes corruptas se resolverán fácilmente y se os podrá purificar.

Volvamos al ejemplo de antes. Cuando el pintor oye las valoraciones de los demás sobre su obra, tanto negativas como agradables, ¿qué clase de reacción que manifieste tanto una conducta como muestras de humanidad y racionalidad es la correcta? Acabo de decir que los pensamientos en el interior de las personas, ya crean que estén en lo cierto o equivocados, todos provienen de Satanás, de su carácter corrupto; son incorrectos, y no son la verdad. Por muy acertadamente que pienses, o por mucho que creas que los demás aprueban tus pensamientos, estos no proceden de la verdad; no son revelaciones de la realidad-verdad ni indican que la vivas, y no se ajustan a las intenciones de Dios. Entonces, ¿cómo deberías abordar en realidad este asunto con racionalidad y humanidad? Antes de nada, evita el tipo de estado que manifiesta que tienes sentimientos de suficiencia respecto a las palabras de elogio que otros te dedican. Además, no sientas aversión por las cosas malas que otros dicen sobre ti ni las detestes ni mucho menos tengas una mentalidad maliciosa o revanchista. Ya te estén elogiando o no, o diciendo cosas malas sobre ti, en tu corazón, debes adoptar la postura correcta. ¿Qué clase de postura? Primero, debes mantener la calma, y luego decirles: “Para mí, la pintura es solo una afición que no desarrollo profesionalmente. Soy consciente de mi destreza. Al margen de lo que digas, puedo tratarte con corrección. No hablemos de pintura, no me interesa. Lo que me interesa es si puedes decirme en qué revelo mi carácter corrupto y aún no me he dado cuenta o no soy consciente de ello. Hablemos e investiguemos sobre estos asuntos. Ambos podríamos experimentar el crecimiento en nuestra entrada en la vida y lograr una entrada en ella más profunda, ¡sería maravilloso! ¿De qué sirve discutir asuntos externos? No ayuda a una persona a hacer bien su deber. No me importa que digas que mi pintura es buena o mala. ¿Alabas mi pintura por alguna razón que no conozco? ¿No será que deseas utilizarme para que haga algo por ti? Si quieres que te ayude con un asunto, te ayudaré en lo que pueda, sin pedir nada a cambio; si no puedo ayudarte, puedo hacerte algunas sugerencias. No hay necesidad de interactuar conmigo de esta manera. ¡Es hipócrita y me hace sentir indignación y repugnancia! Si dices que mi pintura es mala, ¿estás intentando tentarme y hacerme caer en la tentación? ¿Quieres que muestre mi impulsividad y que luego tome represalias y te ataque? No lo haré; no soy tan estúpido. No me dejaré engañar por Satanás”. ¿Qué opinas de esa actitud? (Es buena). ¿Cómo se llama esta forma de actuar? Se llama contraatacar a Satanás. Algunas personas que no persiguen la verdad no tienen nada que hacer y dicen tonterías de todo tipo: “Oh, tu antigua trayectoria fue tan próspera que provoca envidia”. “¡Oh! ¡Mira qué guapa eres! Tu rostro es el epítome de la buena fortuna”. Se fijan en quién es poderoso, quién es guapo o quién podría serles útil, y luego se pegan a ellos constantemente, los adulan, los elogian y los halagan. Emplean todo tipo de métodos despreciables y desvergonzados para satisfacer sus propias intenciones y deseos inconfesables. ¿No es repugnante? (Lo es). Entonces, ¿cómo debes tratar a esta clase de personas cuando te la encuentras? ¿Es adecuado el ojo por ojo, diente por diente? (No). Si no tienes tiempo, solo di unas pocas palabras duras para contraatacar y avergonzarlos. Puedes decir: “¿Por qué eres tan aburrido? ¿No tienes asuntos de los que ocuparte? ¿Qué sentido tiene chismear sobre tales cosas?”. Si crees que sus palabras halagadoras son demasiado superficiales y nauseabundas, no te agrada escucharlas y no tienes tiempo para hablar largo y tendido, responde con estas pocas frases y listo. Si tienes tiempo, comparte sobre el asunto con ellos. Cuando hablamos de compartir, no damos lugar al carácter corrupto, la impulsividad o la naturalidad ni a los ataques o las represalias ni tampoco al odio ni a nada que la gente deteste. Las cosas que reveles deben concordar con la humanidad normal, con la conciencia y la razón, deben tener la realidad-verdad, deben servir para ayudar a los demás y ser constructivas y beneficiosas para el resto. Todas ellas son revelaciones positivas. Entonces, ¿cuáles son las revelaciones negativas? Tratad de resumirlas. (Represalias, ataques, el diente por diente). Represalias, ataques, el ojo por ojo, diente por diente y las ideas que la gente tradicionalmente piensa que son correctas, como “Toma una dosis de tu propia medicina”, y “Deseo ser un caballero honesto, no una persona despreciable ni un hipócrita”. ¿Se ajustan a la verdad estas cosas que la gente cree correctas? (No). Merece la pena indagar más acerca de ellas. Aquellas cosas que son simples, claras y fáciles de ver a simple vista son un poco más sencillas de discernir. En cuanto a las que la mayoría de la gente no puede ver, que muchos piensan que son correctas y buenas, la gente no las discierne, así que le es fácil tratarlas y atenerse a ellas como si fueran la verdad. Al atenerse a ellas, la gente piensa que lo que vive es la realidad-verdad y la humanidad normal; piensan en lo perfectos, lo buenos, lo rectos y honorables, lo abiertos y honrados que son. Vivir y reemplazar la verdad con lo que es impulsivo, natural, carnal, ético y moral como si fuera la realidad de la verdad es un error que la mayoría de las personas son propensas a cometer, de tal manera que incluso aquellos que llevan muchos años creyendo en Dios son incapaces de discernirla. Casi todos los que creen en Dios deben pasar por esta fase, y solo aquellos que persiguen la verdad son capaces de escapar de esta idea errónea. Por tanto, la gente debe reconocer e indagar con profundidad estas cosas que provienen de la impulsividad y la naturalidad. Si puedes desentrañar estas cosas y resolverlas, algunas de las que habitualmente revelas se ajustarán a la realidad-verdad. Una humanidad normal nos permite lograr poner en práctica la verdad; practicar la verdad es el único estándar que prueba que alguien tiene conciencia y razón. No importa en qué medida practiquen la verdad, todo es positivo; no se trata en absoluto de un carácter corrupto, ni mucho menos de actuar con impulsividad. Si alguien te ha hecho daño antes, y lo tratas de la misma manera, ¿está esto en consonancia con los principios-verdad? Si como te han hecho daño, y mucho, intentas tomar represalias y castigarles, ya sea por medios justos o viles, esto es justo y razonable según los no creyentes, y no hay nada que criticar. No obstante, ¿qué forma de actuar es esa? Se trata de impulsividad. Te han hecho daño mediante un comportamiento que es la revelación de una naturaleza satánica corrupta, pero si tomas represalias contra ellos, ¿no es tu forma de actuar la misma que la suya? La mentalidad, el punto de partida, y la fuente detrás de tu represalia son los mismos que los de ellos; no hay diferencia. Por tanto, la naturaleza de tus acciones es ciertamente impulsiva, natural y satánica. Al notar que es satánica e impulsiva, ¿no deberías cambiar esta forma de actuar tuya? ¿Deberías cambiar el origen, las intenciones y las motivaciones detrás de tus acciones? (Sí). ¿Cómo los cambias? Si lo que te ocurre es algo menor, aunque te incomode, cuando no afecta a tus propios intereses, no te causa un daño grave, no te hace odiarlo ni te hace arriesgar la vida para tomar represalias, entonces puedes deponer tu odio sin basarte en la impulsividad. En cambio, puedes basarte en tu racionalidad y humanidad para gestionar este asunto de un modo adecuado y tranquilo. Puedes explicarle el tema con franqueza y sinceridad a tu interlocutor y resolver tu odio. Sin embargo, si este es tan profundo que llegas al punto de desear tomar represalias y a sentir un amargo odio, ¿puedes tener paciencia? Cuando eres capaz de no confiar en la impulsividad y puedes decir con calma: “Debo ser racional. Debo vivir según mi conciencia y razón, y según los principios-verdad. No puedo responder al mal con el mal, debo mantenerme firme en mi testimonio y avergonzar a Satanás”, ¿acaso no es este un estado diferente? (Sí). ¿Qué tipo de estados habéis tenido en el pasado? Si otra persona te roba algo o se come algo tuyo, eso no debe generar un odio grande y profundo, por lo que no considerarás necesario discutir con ellos el asunto hasta ponerte colorado; es indigno de ti y no vale la pena. En este tipo de situación, puedes manejar el asunto racionalmente. ¿Ser capaz de manejar el asunto racionalmente equivale a practicar la verdad? ¿Es equivalente a tener la realidad-verdad al respecto? Por supuesto que no. La racionalidad y la práctica de la verdad son dos cosas distintas. Si te encuentras con algo que te enfurece particularmente, pero eres capaz de afrontarlo de forma racional y calmada, sin revelar impulsividad ni corrupción, esto es algo que requiere que comprendas los principios-verdad y confíes en la sabiduría para abordarlo. En una situación así, si no oras a Dios ni buscas la verdad, es fácil que surja en ti la impulsividad, incluso la violencia. Si no buscas la verdad, sino que solo adoptas métodos humanos y tratas el asunto según tus preferencias, no podrás resolverlo predicando un poco de doctrina o sentándote y desnudando tu corazón. No es tan sencillo.

Todo lo que compartimos ahora aborda el problema de las actitudes y naturalezas corruptas de las personas. Algunos nacen con un temperamento simple y directo y cuando otros ocasionan pérdidas a sus intereses o les dicen algo desagradable, se echan a reír y lo dejan pasar. Algunos son mezquinos, no pueden dejarlo pasar y guardan rencor toda la vida. ¿Cuál de estos dos tipos de persona tiene un carácter corrupto? En realidad, ambos lo tienen, solo que su temperamento natural es diferente. El temperamento no puede influir en el carácter corrupto de una persona ni determina la profundidad de dicha corrupción. La crianza, la educación y las circunstancias familiares de las personas no determinan la profundidad de su carácter corrupto, entonces, ¿depende esta profundidad de lo que hayan estudiado? Hay quien dice: “Estudié literatura y he leído muchos libros, tengo buen gusto y soy culto, así que mi habilidad para el autocontrol es más fuerte que la de los demás, entiendo a las personas más que el resto, y mi mente es más abierta. Cuando me enfrento a situaciones, tengo una manera de resolverlas, así que mi carácter corrupto puede que no sea tan profundo”. Algunas personas dicen: “Estudié música, así que tengo un talento especial. La música eleva las almas de las personas y las purifica. A medida que cada nota impacta en el alma de alguien, su alma se purifica y se transforma. Escuchar distintos tipos de música coloca a las personas en estados mentales diferentes, y da lugar a distintos estados de ánimo. Cuando mi estado de ánimo es negativo, escucho música para resolverlo, por lo tanto, mi carácter corrupto se debilita poco a poco a medida que escucho música. Mi naturaleza corrupta también se resuelve paulatinamente conforme mejora mi destreza musical”. Alguna gente que canta dice: “Las canciones agradables pueden causar felicidad en el alma de las personas. Mientras más canto, más espléndida se vuelve mi voz, mi habilidad para el canto mejora y más me perfecciono profesionalmente, lo que a su vez mejora mi estado. A medida que mejore mi estado, ¿acaso mi carácter corrupto no se atenuará?”. ¿Creéis que es así? (No). Por tanto, muchas personas tienen ideas equivocadas con respecto a su conocimiento y comprensión de las actitudes corruptas; cuando han recibido cierta educación, piensan que su carácter corrupto se modera. Algunas personas más mayores incluso piensan: “Cuando era joven sufrí mucho y la vida era muy sencilla; me centraba en ahorrar y no despilfarrar. Hiciera el trabajo que hiciera, mi aspecto era impecable y hablaba con cortesía. Me expresaba con franqueza y era una persona cándida. Por tanto, no tengo muchas actitudes corruptas. Algunos jóvenes se ven influenciados por su entorno social, toman drogas y siguen tendencias malvadas. La atmósfera social los infecta seriamente y están profundamente corrompidos”. Estas interpretaciones y conocimientos falaces acerca de las actitudes corruptas hacen que la gente tenga diferentes sentimientos y prejuicios respecto a su esencia corrupta y su naturaleza satánica. Estos sentimientos y prejuicios hacen que la mayoría de la gente piense que, aunque tenga un carácter corrupto, aunque sea arrogante, sentenciosa y rebelde, su comportamiento sigue siendo bueno en su mayor parte. En particular, cuando las personas son capaces de observar las reglas, tienen vidas espirituales normales y reguladas, y pueden exponer alguna doctrina espiritual, están aún más convencidas de que han obtenido logros en la senda de la fe en Dios, y de que su carácter corrupto se ha resuelto en gran medida. Incluso hay algunas que, cuando su estado no es demasiado malo, cuando obtienen logros en el cumplimiento de su deber o consiguen algo, piensan que ya son espirituales, que son personas santas que ya han sido perfeccionadas y purificadas, y que han dejado atrás su carácter corrupto. ¿Acaso no son tales pensamientos de la gente diversos conceptos equivocados que surgen cuando no conoce realmente sus propias actitudes corruptas y satánicas? (Así es). Y estos conceptos equivocados, ¿acaso no son el mayor obstáculo para que la gente resuelva sus actitudes corruptas y sus dificultades? Este es el mayor obstáculo, lo que hace que sea más difícil lidiar con las personas.

¿Comprendéis lo que hemos compartido hoy? ¿Habéis captado los elementos fundamentales? Si las actitudes corruptas de las personas no se resuelven, estas no pueden entrar en la realidad-verdad. Si no saben qué actitudes corruptas tienen, o cuál es su propia esencia-naturaleza satánica, ¿son capaces entonces de admitir sinceramente que ellos mismos son humanos corruptos? (No). Si son incapaces de admitir con sinceridad que son satánicos, que son miembros de la raza humana corrupta, ¿pueden arrepentirse con sinceridad? (No). Si no se pueden arrepentir con sinceridad, ¿no podrían pensar a menudo que no son tan malos, que son dignos, que tienen un alto rango social, estatus y honor? ¿No podrían tener a menudo tales pensamientos y estados? (Sí). Entonces, ¿por qué surgen estos estados? Todo se reduce a una frase: si las actitudes corruptas de las personas no se resuelven, sus corazones están siempre perturbados, y es difícil para ellos encontrarse en un estado normal. Es decir, si tu carácter corrupto no se resuelve en algún aspecto, te será muy difícil liberarte de la influencia de un estado negativo y escapar de él, hasta el punto de que puedes llegar a pensar que ese estado tuyo es acertado, correcto y que se ajusta a la verdad. Te aferrarás a él e insistirás y quedarás naturalmente atrapado en él, por lo que será muy difícil dejarlo atrás. Entonces un día, una vez que entiendas la verdad, te darás cuenta de que este tipo de estado te conduce a malinterpretar y resistirte a Dios, y te lleva a entrar en conflicto con Él y a juzgarlo, y llegas incluso a dudar de que las palabras de Dios sean la verdad, a dudar de Su obra, de que Dios sea soberano sobre todas las cosas y sea la realidad y el origen de todo lo positivo. Te darás cuenta de que tu estado es muy peligroso. Esta grave consecuencia se produjo porque no tenías verdadero conocimiento de estas filosofías, ideas y teorías satánicas. Solo en este momento podrás ver lo siniestro y malicioso que es Satanás; es muy capaz de desorientar y corromper a la gente y la lleva a que tome la senda de resistirse a Dios y traicionarlo. Si no se resuelven las actitudes corruptas, las consecuencias son graves. Si eres capaz de adquirir este conocimiento, esta toma de conciencia, se debe por completo a que has comprendido la verdad y a que las palabras de Dios te han esclarecido e iluminado. Aquellos que no comprenden la verdad no son capaces de dilucidar la manera en la que Satanás corrompe y desorienta a las personas y las hace resistirse a Dios, lo cual resulta en una consecuencia especialmente peligrosa. A medida que las personas experimentan la obra de Dios, si no saben cómo reflexionar sobre sí mismas ni discernir las cosas negativas ni las filosofías satánicas, no tienen forma de liberarse de la desorientación y la corrupción causadas por Satanás. ¿Por qué Dios requiere que las personas lean más de Sus palabras? Para que entiendan la verdad, lleguen a conocerse a sí mismas, perciban claramente lo que da origen a sus estados corruptos, sus ideas, puntos de vista y sus maneras de hablar, comportarse y encargarse de los asuntos. Cuando te das cuenta de que estos puntos de vista a los que te aferras no se corresponden con la verdad, que entran en conflicto con todo lo que Dios ha dicho y no son lo que Él quiere, cuando Dios te hace exigencias, cuando Sus palabras recaen sobre ti, y tu estado y mentalidad no te permiten someterte a Él, ni mostrar sumisión ante las circunstancias que ha dispuesto, ni hacer que vivas libre y sin ataduras en Su presencia para satisfacerlo, quedará de manifiesto que el estado al que te aferras no es el correcto. ¿Os habéis encontrado antes en esta clase de situación? Vives según las cosas que crees que son positivas y te resultan más útiles. Sin embargo, de manera inesperada, cuando te ocurren cosas, lo que consideras que es más correcto a menudo no tiene ningún efecto positivo; al contrario, te hace dudar de Dios, te deja sin senda, te crea malentendidos sobre Él y te genera conflictos con Dios. ¿Has tenido momentos así? (Sí). Por supuesto, no te aferrarías a las cosas que crees que están mal; solo te aferras e insistes en las cosas que crees que están bien y vives siempre en ese estado. Cuando un día comprendes la verdad, solo entonces te das cuenta de que las cosas a las que te aferras no son positivas, sino totalmente erróneas, cosas que la gente considera que son buenas, pero que no son la verdad. ¿Cuántas veces os dais cuenta y sois conscientes de que las cosas a las que os aferráis son las equivocadas? Si sois conscientes de ello la mayor parte del tiempo, pero no reflexionáis y vuestro corazón se resiste, si sois incapaces de aceptar la verdad y de afrontar estas situaciones correctamente y además razonáis en vuestro propio favor, resulta muy peligroso que no corrijáis este tipo de estado erróneo. Aferrarse siempre a tales cosas hace que te resulte muy fácil caer en desgracia, así como tropezar y fracasar, y además no entrarás en la realidad-verdad. Cuando la gente siempre razona en su propio beneficio, es rebelión y significa que no tiene razón. Aunque no digan nada en voz alta, si lo guardan en su corazón, el problema de fondo aún no se ha resuelto. Por tanto, ¿en qué momentos eres capaz de no entrar en conflicto con Dios? Debes dar un vuelco a tu estado y resolver la raíz de tus problemas a este respecto; debes tener claro dónde está exactamente el error en el punto de vista que defiendes; has de indagar acerca de ello y buscar la verdad para resolverlo. Solo entonces podrás vivir en el estado correcto. Cuando vivas en el estado correcto, no tendrás malentendidos respecto a Dios ni entrarás en conflicto con Él y mucho menos surgirán nociones en ti. En ese momento, se resolverá tu rebeldía a este respecto. Cuando se resuelva y sepas actuar de acuerdo con las intenciones de Dios, ¿acaso en ese instante no serán compatibles con Él tus acciones? Si eres compatible con Dios en este asunto, ¿no se ajustará a Sus intenciones todo lo que hagas? ¿Los cursos de acción y práctica que se corresponden con las intenciones de Dios acaso no se corresponden también con la verdad? Cuando te mantienes firme en este asunto, estás viviendo en el estado correcto. Una vez que vives en el estado correcto, lo que revelas y vives ya no es un carácter corrupto; eres capaz de vivir una humanidad normal, te resulta fácil poner en práctica la verdad y eres verdaderamente sumiso. En este momento, la mayoría de vosotros aún no lo habéis experimentado, por lo que tal vez no entendéis muy bien las palabras de Dios y os resulten confusas. En teoría, podéis aceptarlas y parece que las entendéis, pero también parece que no las entendéis del todo. La parte que entendéis es la doctrina y la que no es la parte sobre los estados y la realidad. A medida que profundicéis en vuestra experiencia, llegaréis a comprender estas palabras y sabréis cómo ponerlas en práctica. Ahora mismo, con independencia de la profundidad de tu experiencia, las dificultades que tienes con respecto a diversas cosas que te ocurren no son ciertamente pocas, así que ¿cómo puedes resolver tales dificultades? En primer lugar, debes reflexionar sobre los estados corruptos en los que debes indagar. ¿Cuáles son los diferentes aspectos? ¿A quién le gustaría intentar describirlos? (Incluye cinco aspectos: ideas, puntos de vista, condiciones, estados de ánimo y perspectivas). Una vez que comprendes la doctrina, ¿cómo debes practicar y experimentar cuando te suceden cosas? (Cuando nos sucede algo, debemos examinar qué carácter y naturaleza tienen las actitudes e ideas que brotan de nosotros, llegar a conocer estas mentalidades, ideas y puntos de vista, y luego empezar a resolverlos a partir de ahí). Así es. Si conoces en profundidad tus propios estados auténticos, así como tus actitudes, ideas y puntos de vista, el problema ya está medio resuelto y luego, buscando la verdad y poniéndola en práctica, la dificultad desaparece.

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