Solo si se resuelven las propias nociones es posible emprender el camino correcto de la fe en Dios (1) Parte 1
Habéis creído en Dios todos estos años y, aunque entendéis algunas verdades, albergáis en el corazón vuestras propias interpretaciones, creencias y figuraciones, y todas contravienen y contradicen la verdad y las intenciones de Dios. ¿Qué son estas cosas? Se trata de las nociones de la gente. Aunque el hombre no posee verdad en absoluto, es capaz de producir en su mente muchas nociones y figuraciones, incompatibles todas con la verdad. Todo aquello que no se ciñe a la verdad pertenece a las nociones y figuraciones del hombre. Entonces, ¿cómo surgen dichas nociones? Por multitud de causas. En parte, por el condicionamiento de la cultura tradicional, así como por la divulgación e inculcación de conocimiento, por el impacto de las tendencias sociales y las enseñanzas familiares, etcétera. En China, un país regido por el ateísmo durante miles de años, ¿qué entendimiento y definición de Dios posee la gente? Dios existe de veras, aunque sea invisible e intangible, puede surcar el aire de aquí para allá, ir y venir sin dejar rastro, aparecer y desaparecer de repente, atravesar muros sin el impedimento de ningún material o espacio, y posee tremendas habilidades, es totalmente omnipotente; estas son las nociones y figuraciones que tiene la gente respecto a Dios. Entonces, ¿cómo surgen sus figuraciones y nociones? Están relacionadas primordialmente con la educación y el condicionamiento de la cultura tradicional. La enseñanza del ateísmo lleva presente en China desde hace milenios y plantó hace mucho sus semillas ateístas en lo más profundo del corazón de la gente. Durante este tiempo, Satanás y toda clase de espíritus malvados han realizado muchas señales y prodigios entre las personas con la intención de desorientarlas y controlarlas. Tales cosas se extendieron ampliamente entre ellas y causaron un impacto terrible. Estos espíritus malvados obran con imprudencia para desorientar, engañar y dañar a la gente, que por tanto ha desarrollado muchas nociones y figuraciones respecto a Dios. A modo de conclusión, estas provienen enteramente del perverso condicionamiento y adoctrinamiento sociales de Satanás. Desde épocas antiguas hasta el día de hoy, una generación tras otra de personas ha recibido las enseñanzas de Satanás y la divulgación y el adoctrinamiento de la cultura y el conocimiento tradicionales y, de este modo, han generado todo tipo de nociones y figuraciones. Aunque tales cosas no han afectado directamente al trabajo, los estudios y la vida normal de las personas, estas nociones y figuraciones sí han supuesto un enorme obstáculo para que aceptaran y se sometieran a la obra de Dios. Aunque hayan aceptado Su obra, tales cosas siguen suponiendo un gran impedimento para que conozcan y se sometan a Dios, provocan que tengan muy poca fe, que se sientan a menudo negativos y débiles y que les resulte muy difícil mantenerse firmes en sus pruebas, incluso después de llevar muchos años creyendo en Dios. Tales son las consecuencias de tener nociones y figuraciones.
La mayoría de la gente piensa que creer en Dios implica hacer cosas buenas y ser una buena persona. Por ejemplo, piensa que una persona solo es creyente en Dios si da limosnas a los pobres. Si alguien hace muchas cosas buenas y los demás lo elogian, le da las gracias a Dios de corazón y le dice a la gente: “No me lo agradezcas. Deberías darle las gracias al Dios en el cielo, pues fue Él quien me enseñó a hacer esto”. Después de recibir los elogios de los demás, se siente satisfecho y reconfortado, y cree que la fe en Dios es buena, que los demás lo confirman y que Dios también lo hará. ¿De dónde procede esta sensación de estar reconfortado? (De sus nociones y figuraciones). ¿Es verdadera o falsa? (Falsa). Pero para ellos es real y se sienten muy fundamentados, prácticos y reales, dado que es esta sensación de estar reconfortados la que han perseguido. ¿Cómo surge tal sensación? Esta falsa impresión ha surgido debido a sus nociones, y son estas las que los han llevado a pensar que así es como tiene que ser creer en Dios, que ha de ser esa clase de persona, actuar de tal modo, que Dios va a estar sin duda satisfecho con ellos por haber hecho estas cosas, que existe la certeza de que van a alcanzar la salvación y entrar al reino de los cielos. ¿De dónde proviene esta “certeza”? (De las nociones de las personas). Son sus nociones y figuraciones las que les aportan esta certeza y esta falsa impresión, y les hacen sentir tan cómodas. ¿Y cómo evalúa y determina Dios este asunto en realidad? Solo se trata de una especie de buena conducta que se hace de acuerdo con las nociones y la bondad humana de la gente. Cierto día, esta persona hace algo que va contra los principios y se la poda, y entonces descubre que los criterios de Dios para medir a las buenas personas no son como pensaba y que las palabras de Dios no dicen tal cosa, así que es reticente y piensa: “¿Acaso no soy una buena persona? Lo he sido todos estos años y nadie ha dicho nunca que no lo fuera. ¡Dios es el único que dice lo contrario!”. ¿Acaso no existe aquí un problema? ¿Cómo ha surgido? A raíz de sus nociones. ¿Quién es aquí el principal culpable? (Las nociones). Eso es. Las nociones de la gente provocan a menudo que se malinterprete a Dios, que se le hagan todo tipo de exigencias y que se emitan juicios sobre Él, así como que existan toda clase de criterios para medirlo. Provocan que la gente suela usar ciertos pensamientos y puntos de vista incorrectos para medir si las cosas son correctas o no, si alguien es bueno o malo, si es fiel a Dios y tiene fe en Él. ¿Cuál es la causa principal de estos errores? Las nociones de las personas. Tal vez las nociones de las personas no afecten a lo que comen, a cómo duermen ni a su vida normal, pero sí existen en su mente y en su pensamiento, se agarran a las personas como una sombra que las sigue siempre a todas partes. Si no eres capaz de resolverlas a tiempo, controlarán de forma permanente tu pensamiento, tu juicio, tu conducta, tu conocimiento de Dios y tu relación con Él. ¿Ahora lo ves claro? Las nociones son un problema grave. El hecho de que las personas tengan nociones sobre Dios es como un muro entre ellas y Dios, un muro que les impide contemplar el auténtico rostro de Dios, que les impide ver Su carácter y esencia verdaderos. ¿Por qué es así? Porque la gente vive inmersa en sus nociones y figuraciones, y utiliza sus nociones para determinar si Dios tiene o no razón y para evaluar, juzgar y condenar todo lo que Él hace. ¿En qué estado se sume normalmente la gente por hacer esto? ¿Puede someterse sinceramente a Dios cuando vive inmersa en sus nociones? ¿Puede tener verdadera fe en Dios? (No puede). Aunque la gente se someta un poco a Él, lo hace de acuerdo con sus nociones y figuraciones. Cuando alguien confía en ellas, se contagia de cosas personales que son de Satanás y del mundo y están reñidas con la verdad. El problema de las nociones de la gente sobre Dios es grave; es un problema importante entre el hombre y Dios que hay que resolver urgentemente. Todos los que se presentan ante Dios llegan con nociones, con todo tipo de sospechas sobre Dios. O se puede decir que llegan con innumerables malas interpretaciones de Dios frente a todo lo que Él les otorga, frente a Sus disposiciones e instrumentaciones. Entonces, ¿qué será de su relación con Dios? Constantemente, la gente malinterpreta a Dios, desconfía de Él y utiliza sus propios criterios para evaluar si Dios tiene o no razón, así como cada una de Sus palabras y Su obra. ¿Qué es esta clase de comportamiento? (Es rebeldía y desafío). Exacto, la gente se rebela contra Dios, lo desafía y lo condena, y además lo juzga, blasfema y compite contra Él, y en los casos más graves pretende enjuiciarlo y enzarzarse en un “combate decisivo” contra Él. ¿Cuál es el nivel más grave que pueden alcanzar las nociones de las personas? El de negar al auténtico Dios mismo, negar que Sus palabras son la verdad y condenar la obra de Dios. Cuando las nociones de la gente llegan a ese nivel, esta niega a Dios con naturalidad, lo condena, blasfema contra Él y lo traiciona. No solo niega Su existencia, sino que rehúsa aceptar la verdad y seguir a Dios. ¿Acaso no es terrorífico? (Sí). Se trata de un problema aterrador. Se puede decir que las nociones son dañinas por entero para la gente, que no aportan ni un solo beneficio. Por eso hoy hablamos y diseccionamos qué son las nociones y cuáles alberga la gente, es algo muy necesario. ¿Qué nociones surgirán en vosotros con normalidad? ¿Cuáles de vuestros pensamientos, entendimientos, juicios y puntos de vista pertenecen a vuestras nociones? ¿No merece la pena considerarlo? El comportamiento de las personas no guarda relación con sus nociones, pero los pensamientos y opiniones que se esconden tras ese comportamiento están directamente relacionados con ellas. Las nociones de la gente no escapan al ámbito de la obra de Dios. Uno, las diversas nociones que la gente alberga sobre creer en Dios. Es decir, cuenta con diferentes figuraciones y definiciones sobre creer en Dios, sobre lo que debe obtener de su fe en Él y sobre la senda que ha de seguir en ella, y de este modo llega a tener todo tipo de nociones. Dos, las nociones de las personas sobre la encarnación de Dios. Estas poseen incluso más figuraciones y definiciones acerca de la encarnación, y llegan así con naturalidad a tener muchas, que están interrelacionadas. Tres, las nociones que tienen sobre la obra de Dios. Las personas poseen diferentes figuraciones y definiciones sobre la verdad que expresa Dios, el carácter que revela y la manera en la que obra, y por tanto llegan a tener muchas nociones. Podemos desgranar estos tres puntos incluso en mayor detalle, sin embargo, cubren básicamente todas las nociones de la gente, así que vamos a hablar sobre ellos de uno en uno.
Hablemos ahora del primer punto, las diversas nociones de la gente respecto a la fe en Dios. Este tipo de nociones abarcan un ámbito un tanto amplio. Independientemente de si las personas son ajenas a la fe en Dios o han creído antes en Él, tienen multitud de nociones y figuraciones cuando empiezan a creer en Dios. Al leer la Biblia por primera vez, sienten una sacudida en el corazón y piensan: “Voy a ser una buena persona, voy a entrar en el cielo”. Después de eso, llegan a poseer toda clase de figuraciones y definiciones o ideas fijas sobre creer en Dios, y sin duda llegarán a tener nociones distintas. Por ejemplo, imaginan todo tipo de cosas sobre la clase de persona que deberían ser una vez que llegan a creer en Dios. Alguien dice: “Después de empezar a creer en Dios, no voy a fumar cigarrillos, beber alcohol ni apostar; no iré a esos lugares perversos. Voy a hablarle con educación a la gente y a llevar una sonrisa en la cara”. ¿Esto qué es? ¿Es una noción o es la manera en la que deben comportarse las personas? (La manera en la que deben comportarse). Es una expresión de humanidad normal, la gente debería actuar así. No se trata de una noción ni tampoco de una figuración; esta manera de pensar es perfectamente racional y razonable. Un hermano de edad avanzada dice: “Soy viejo y he creído en Dios todos estos años. Debo dar ejemplo a los jóvenes con mi manera de hablar y de hacer las cosas. A mi edad, no debo soltar risitas ni actuar de manera impropia. Debo parecer digno y cultivado y mantener el porte de un caballero refinado”. Entonces, cuando habla con los jóvenes, adopta una expresión seria en el rostro y de él bullen palabras y frases literarias, y al verlo los jóvenes se sienten incómodos y no quieren estar cerca de él. Los hermanos y hermanas bailan y adoran a Dios en las reuniones, y el viejo hermano cree que ha de controlar la lujuria en sus ojos y posarlos solo en lo que resulta apropiado, por lo que se abstiene de mirar, pero en su corazón murmura: “Estos jóvenes viven con mucha libertad, ¿por qué vivo yo con este sentimiento de agravio? En cualquier caso, es necesario sentirse un poco agraviado cuando uno cree en Dios, pues ¡quién si no me ha hecho envejecer tanto!”. Afirma que no debe fijarse en las bailarinas, pero aun así mira de reojo, disimula claramente. ¿Cómo surge este disimulo? ¿Cómo llega a verse en ese estado pudoroso? Es a causa de la figuración que tiene sobre el comportamiento y las expresiones que debería tener al creer en Dios y, dominados por esta imaginación, su discurso y acciones se vuelven furtivos y fingidos. Por ejemplo, cuando canta en las reuniones, alguna gente acompaña con palmas, se suelta, pero este viejo hermano es tan insensible y atontado como un muerto, no tiene vitalidad ni semejanza humana en absoluto. Cree que, como es viejo, tiene que parecer mayor y no actuar como un niño, no ser ingenuo y que la gente se ría de él. En resumen, todo lo que expresa es fingido y solo se esfuerza para aparentar que es un pez gordo. ¿Se sienten los demás edificados cuando presencian un comportamiento tan fingido? (No). ¿Cómo te sientes al ver esto? En primer lugar, te parece hipócrita y te incomoda; en segundo lugar, te parece falso, surge también en ti una sensación de náusea y asco, y al hablar con él te sientes ahogado y constreñido, incapaz de expresarte con libertad. Si no andas con cuidado, te suelta una regañina, diciendo: “Mira en lo que os habéis convertido los jóvenes, ¡estáis profundamente corrompidos! Coméis bien y os ponéis ropa buena, nosotros solo comíamos así en Año Nuevo y otras festividades, y seguís siendo quisquillosos y no estáis satisfechos. Cuando éramos pequeños, lo único que teníamos para comer era grano y hierbas silvestres”. Alardea de su veteranía e imparte lecciones a los demás, y los jóvenes lo evitan. No lo entiende e incluso critica a esos jóvenes por no respetar a sus mayores y comportarse mal. ¿Acaso no están esas cosas que dice cargadas de nociones y de voluntad humana, además de no concordar con la verdad ni servir para edificar a los demás? Sin embargo, todo esto es poca cosa. Lo fundamental aquí es si se puede entender la verdad al actuar de este modo. (No). ¿Sirve esto de ayuda y resulta beneficioso para entrar en la realidad-verdad? (No). El practicar y conducirse de esa manera, vivir así día tras día, ¿le permite vivir ante Dios? Hay que preguntarse si ha considerado: “¿Entiendo la fe en Dios conforme a la verdad y a Sus exigencias? ¿Qué es lo que Dios requiere? ¿A qué clase de persona ama Dios? ¿Existe alguna discrepancia entre mi comprensión y lo que requiere Dios?”. No cabe duda de que no ha pensado antes acerca de estas cuestiones. Si lo hubiera hecho, aunque no hubiera averiguado las respuestas, no se estaría comportando de una manera tan estúpida. ¿Cuál es entonces la causa fundamental de que actúe de ese modo? (Las nociones). ¿Y cuál es la razón fundamental para llegar a tener nociones? Que tiene un entendimiento falaz de cómo deberían comportarse y expresarse las personas que creen en Dios. ¿Y cómo ha surgido este entendimiento falaz? ¿Cuál es su origen? El condicionamiento de la cultura tradicional y de las enseñanzas impartidas por los maestros de escuela. Por ejemplo, los jóvenes deben respetar a sus mayores y amar a los niños, mientras que los mayores deben actuar conforme a su edad, etcétera. Desarrolla por tanto diversos comportamientos extraños, a veces tiene actos o expresiones raras, pero, en cualquier caso, no parece del todo normal. Ya sean raras su forma de actuar o las caras que pone, mientras no entienda las exigencias de Dios ni comprenda ni busque la verdad, entonces su forma de actuar será sin duda ajena a ella. En un asunto tan simple —apenas cierto comportamiento externo— la gente hace estas cosas absurdas porque tiene nociones arraigadas dentro de su corazón. Si no entiende la verdad, si no entiende las palabras de Dios ni Sus intenciones, entonces no va a entender cuáles son los estándares que Dios requiere de las personas. Cuando las personas de edad avanzada no entienden los estándares que Dios requiere de la gente, incurren en comportamientos y expresiones extrañas, así como en acciones absurdas. Cuando los jóvenes no entienden los estándares requeridos por Dios y su fe en Él se basa en sus figuraciones y nociones, entonces también incurrirán en ciertas expresiones y conductas incorrectas. ¿En cuáles? Por ejemplo, algunos jóvenes observan en las palabras de Dios que Él requiere que las personas vivan puras, abiertas, frescas y vivaces, como los niños, y piensan: “Siempre seremos niños ante Dios y nunca creceremos, así que tenemos que caminar y hablar como ellos. Ahora sé cómo ser parte del pueblo escogido de Dios y uno de Sus seguidores, y ahora entiendo qué supone ser como un niño. Solía ser falso, aparentaba ser sofisticado, insensible y atontado, pero en el futuro tengo que actuar con mayor frescura y vivacidad”. Después, observan cómo se desenvuelven los jóvenes en la sociedad de hoy en día y, una vez que han concluido cómo actuar, empiezan a practicar entre los hermanos y hermanas, hablan con todo el mundo con voz de niño, fuerzan la garganta al hablar y usan un tono dulce e infantil. Creen en su mente que esta clase de voz es la única propia de un niño, mientras que al mismo tiempo hacen extraños gestos con los que la gente se siente increíblemente incómoda y avergonzada. No han entendido lo que Dios quiere decir con lo de ser puro, abierto, fresco y vivaz como un niño, y lo único que muestran es un comportamiento externo; fingen, imitan y afectan. Su comprensión está distorsionada. ¿Cuál es aquí el mayor problema? No solo son incapaces de comprender puramente el significado de las palabras de Dios, sino que, al contrario, mezclan Sus palabras con el comportamiento, las acciones y las tendencias de los no creyentes. ¿Acaso no es esto un error? No vienen a buscar a Dios, no leen Sus palabras ni buscan la verdad; en cambio, analizan y estudian las cosas usando su propio cerebro, o bien buscan una base teórica entre los no creyentes, en la cultura tradicional o en el conocimiento científico. ¿Acaso no es un error? (Sí, lo es). Este es el mayor error. ¿Dónde hay algo de verdad en el conocimiento de los no creyentes? Si estás buscando una base para tu comportamiento, solo puedes buscar la verdad en las palabras de Dios. En cualquier caso, con independencia de qué nivel de entendimiento pueda alcanzar la gente, cada una de las palabras de Dios y cada uno de Sus requerimientos al hombre son prácticos y detallados y no son en absoluto tan simples como parecen en las nociones y figuraciones de este. Las exigencias de Dios al hombre no son adornos para su apariencia externa, no son simples comportamientos, ni mucho menos son una manera de hacer las cosas, sino más bien son los estándares que Dios exige a la gente. Se trata de los principios y estándares por los que el hombre se debe conducir y actuar, y estos principios son los que la gente debe dominar y poseer. Si no hablo con claridad sobre estos problemas detallados, entonces la gente solo entenderá algo de doctrina y le resultará complicado entrar en la realidad-verdad.
Acabamos de hablar sobre las nociones y figuraciones que la gente posee relativas a creer en Dios, en lo que respecta a su comportamiento externo. ¿Qué otras conocéis en lo que respecta a eso? Hablando de nociones, ¿son algo correcto o incorrecto? (Incorrecto). ¿Son positivas o negativas? (Negativas). Sin duda contradicen los requerimientos de Dios y la verdad; no concuerdan con ella. Al margen de si otras personas se las imaginan de la nada o si parten de alguna base, en todo caso, ninguna de ellas tiene nada que ver con la verdad. Por tanto, ¿qué propósito tiene compartir y diseccionar estas nociones? El primero es hacer que las personas tomen conciencia de qué son las nociones y, a la vez, permitirles también entender qué es la verdad antes de entrar en ella. Esto tiene como fin permitir a la gente entender la esencia de la verdad, que es presentarse verdaderamente ante Dios. No importa lo razonables que sean tus nociones o cuánta base tengan, no dejan de ser nociones. No son la verdad ni pueden sustituirla. Si consideras las nociones como la verdad, entonces esta no tendrá nada que ver contigo, no tendrás relación con creer en Dios y tu fe será inútil. No importa cuánto obres o corras de aquí para allá por Dios, o lo grande que sea el precio que pagues por Él, al final, ¿cuál será el resultado si haces todo eso en función de tus nociones y figuraciones? Nada de lo que hagas tendrá que ver con la verdad ni con Dios, Él lo condenará y no lo aprobará; estos desenlaces son los beneficiosos y los perjudiciales. Ahora ya deberíais entender lo importante que es resolver las nociones y figuraciones propias.
¿Cuál es el primer paso para resolver vuestras nociones? Discernir y reconocer qué es una noción. Cuando la casa de Dios empezó a filmar películas sucedió algo repugnante en el equipo de producción de cine, relacionado con las nociones de la gente. Mi intención al diseccionar ahora este asunto no es condenar a nadie, sino permitir que aumente vuestro discernimiento, de modo que recordéis este asunto y ahondéis en vuestra comprensión de las nociones a través de esta cuestión, y sepáis lo dañinas que son para la gente. Si no la menciono, puede que penséis que no es para tanto. Sin embargo, después de que la haya diseccionado, seguro que asentís y estáis de acuerdo en que sí tiene importancia. A la hora de rodar películas, se tienen en cuenta el color y el estilo de ropa que se eligen. Había quienes eran especialmente conservadores, en concreto usaban el gris mate y el caqui. Eso me desconcertó y me pregunté el sentido de aquello. ¿Por qué escogían esos colores para la ropa? Esos tonos tan apagados volvían toda la escena particularmente oscura, y me incomodó mucho al verlo. ¿Por qué no eligieron algo más colorido? Ya he dicho que la ropa podía ser colorida y el estilo tenía que ser apropiado y elegante. Entonces, ¿por qué había gente que desterraba al fondo de su mente las palabras de Dios y las exigencias de la casa de Dios y no les prestaban atención, que en cambio elegía telas gris mate y caqui para hacer la ropa? ¿Por qué se comportaba así? ¿Acaso no merece la pena reflexionar sobre ello? ¿Cuál era la causa fundamental? Estas personas no entendían la verdad, no escuchaban lo que se decía ni eran sumisas; la razón fundamental era que albergaban una naturaleza que traiciona a Dios. ¿Cuál es esta naturaleza? ¿De qué carácter se trata? Lo primordial es que la gente no ama la verdad y es capaz de rechazar aceptarla, y sus corazones se han endurecido. La gente asegura estar dispuesta a someterse a las disposiciones de Dios y a buscar la verdad, pero, al hacer cosas, se basa en sus preferencias para alcanzar sus propios objetivos. Si fuera cuestión de tu propia vida personal, no sería para tanto que lo hicieras todo a tu gusto, pues eso se relaciona solo con tu propia entrada en la vida. Sin embargo, ahora estás cumpliendo tu deber en la iglesia, y las consecuencias de actuar de este modo conciernen a la obra y la gloria de Dios, y a la reputación de la iglesia. Si la gente obra con imprudencia, de acuerdo con su propia voluntad, es probable que deshonre a Dios. La casa de Dios no interfiere con la forma de vestir de los individuos, el principio es tener un aspecto apropiado y decente, de modo que otros se sientan edificados al verte. Sin embargo, ¿resulta apropiado que alguien proponga llevar ropa de esos colores al filmar una película? ¿Cuál era la esencia de este problema? Se trataba de gente haciendo cosas a partir de sus propias nociones y que consideraba el gris mate y el caqui como un indicativo y un símbolo de alguien que cree en Dios y lo sigue. Se puede decir que definieron que estos colores se correspondían con la verdad, con las intenciones de Dios y con Sus exigencias. Fue un error. En sí mismos, esos colores no tienen nada de malo, pero si la gente hace las cosas en base a sus nociones y los convierte en una especie de símbolo, entonces supone un problema. Las nociones de la gente provocaron esta consecuencia, y su presencia en el corazón de las personas hizo que surgieran tales ideas y prácticas. La gente trata estas nociones y figuraciones como si fueran la verdad, consideran que el gris mate y el caqui simbolizan la vestimenta de los creyentes en Dios, mientras que apartan la verdad, las palabras de Dios y Sus exigencias a un lado y las excluyen, sustituyéndolas por las nociones y estándares de las personas; esa fue la causa raíz del problema. En realidad, elegir los colores y estilos de ropa son cosas externas que no tienen nada que ver con la verdad, pero estas absurdeces sucedieron a raíz de las nociones de las personas y causaron cierto impacto negativo, de tal modo que fue necesaria la verdad para resolver la cuestión.
Al margen de con qué problemas o cuestiones se encuentre la gente al creer en Dios, surgen constantemente sus nociones y no dejan de hacer uso de ellas. Siempre viven entre dichas nociones, que los limitan, dominan y controlan. Esto hace que los pensamientos, el comportamiento, las formas de vivir, los principios de conducta y la dirección y objetivos vitales de las personas, así como su manera de abordar las palabras y la obra de Dios, estén todos teñidos por sus nociones y que no se liberen en absoluto mediante la verdad. Al creer en Dios de esta manera y aferrarse siempre a las nociones, tras 10 o 20 años, hasta el día de hoy, las que tenían desde el principio permanecen intactas. Nadie las ha diseccionado, ni siquiera la propia gente las ha examinado nunca, ni mucho menos ha aceptado que se la pode. Jamás ha lidiado con ellas con sinceridad y, por tanto, al margen de cuánto tiempo haga que cree en Dios, ¿obtiene resultados o no? No cabe duda de que no. La relación entre hombre y Dios mejora poco a poco por medio del proceso de diseccionar y entender las nociones constantemente, y luego resolverlas; ¿acaso no hay en esto una vertiente práctica? (Sí). Sin embargo, si tus nociones permanecen constantemente en la misma etapa que cuando empezaste a creer en Dios, entonces se puede decir que tu relación con Él no ha mejorado en absoluto. En lo que respecta a creer en Dios, ¿qué otras nociones en las que confiáis para vivir no habéis resuelto? ¿Qué nociones consideráis que son siempre ciertas, que se conforman a la verdad, y cuáles creéis que no suponen un problema? ¿Qué nociones pueden afectar a tu comportamiento, tu búsqueda y tus puntos de vista sobre creer en Dios, provocando que tu relación con Él sea siempre tibia y ni cercana ni distante? Tienes la errónea creencia de que amas mucho a Dios, que han crecido tanto tu fe y tu lealtad como tu determinación para sufrir, cuando para Dios, de hecho, no posees ni la menor realidad-verdad. Todos deberíais diseccionar este asunto, y cada uno de vosotros tendrá sin duda muchas nociones en las que confiáis para vivir que permanecen aún presentes y no habéis resuelto. Esto es un problema muy grave.
He aportado tres ejemplos de las nociones que la gente tiene relativas a creer en Dios, por tanto, ¿sois ahora más conscientes de qué nociones tenéis al respecto? (Sí). Decidme entonces, ¿qué otras nociones y figuraciones pueden impedir que la gente practique la verdad e influir en el cumplimiento de su deber y su relación normal con Dios, es decir, qué nociones pueden impedir que esta acuda ante Dios y tener un impacto directo en que lo conozca? (Una noción bastante fuerte que tengo es que creo que, si puedo cumplir mi deber cada día con normalidad, al creer en Dios de ese modo, puedo obtener la salvación). Creer que puedes lograr la salvación por cumplir tu deber es una noción y una figuración. Por tanto, ¿es importante estar a la altura a la hora de cumplir tu deber? ¿Pueden lograr la salvación aquellos que no lo hagan? Si alguien cumple con su deber con imprudencia, esto supone trastornar y perturbar la obra de Dios. No solo quien haga esto no va a lograr la salvación, sino que también se le va a castigar. No sois capaces de considerar estos aspectos, no los entendéis y no los podéis ver con claridad, y sin embargo decís cosas como: “Mientras cumpla mi deber, puedo lograr la salvación y entrar en el reino de los cielos”. ¿Es esto conforme a las palabras de Dios? Esta idea es un pensamiento ilusorio; ¿cómo podrías lograr eso tan fácilmente? ¿No aceptar la verdad puede considerarse tener fe en Dios? ¿Puede alguien lograr la salvación sin despojarse de su carácter corrupto? En vuestro interior habitan muchas cosas relacionadas con las nociones y figuraciones. Todo tipo de figuraciones, entendimientos y definiciones que no están de acuerdo con la verdad pertenecen a las nociones. ¿Qué otras nociones tenéis? (Creo que, mientras más importante sea el deber que cumplo y mayores logros que den testimonio de Dios consiga, más mérito obtendré, mayor será la aprobación de Dios y mayores mis bendiciones en el futuro). Esto es también una noción. En resumen, la gente imagina e infiere todas las nociones de la nada. Aunque puede que tengan cierta base, no se fundamentan en las palabras de Dios ni en la verdad, sino que son ideas basadas en los pensamientos ilusorios de la gente y surgen del deseo de ser bendecidos. Cuando las personas se desempeñan dominadas por tal pensamiento, hacen todo tipo de cosas y pagan un alto precio antes de descubrir finalmente que han cometido un error y han ido en contra de los principios, que nada es como ellas imaginaban, y por tanto se vuelven negativas. Un día, cuando echan la vista atrás y se dan cuenta de que han estado siguiendo una senda que depende de sus nociones y figuraciones, se ha perdido ya mucho tiempo, y quieren volver atrás, pero ya no es posible. ¿Qué nociones tenéis todavía sin resolver? (Me parece que, dado que creo en Dios y me gasto por Él, Dios debería bendecirme y concederme ventajas. Cuando tengo un problema y llamo a Dios, me parece que debería despejarme el camino y, como creo en Él, todo debería ir viento en popa. Por eso cuando cumplo mi deber y me encuentro con una situación difícil, malinterpreto a Dios y estoy resentido con Él, y me parece que no debería permitir que me ocurrieran esas cosas). La mayoría de la gente alberga esta noción; se trata de un tipo de entendimiento que se tiene respecto a creer en Dios. La gente considera que uno cree en Dios para obtener ventajas, y si eso no sucede es porque esta senda debe ser la equivocada. Así pues, ¿se ha resuelto ya tal noción? ¿Has empezado a corregirla? Cuando esta noción controla tu comportamiento o afecta a tu progreso, ¿has buscado la verdad para resolverla? La gente a menudo acota la fe en Dios en su corazón, le parece que, como cree en Él, todo debería ser pacífico, o además piensa: “Me gasto y cumplo mi deber para Dios, así que Él debería bendecir a mi familia, llenarla toda de paz, impedir que me ponga enfermo y conceder felicidad a los míos. Y aunque cumpla mi deber, esta es la obra de Dios, por lo que Él debería asumir toda responsabilidad respecto a ella y disponerlo todo bien y ocuparse de que no me surja ninguna dificultad, peligro o tentación mientras lo hago. Si algo así sucede, entonces tal vez no sea obra de Dios”. Todas estas son nociones de la gente, que es propensa a tenerlas cuando no entiende la obra de Dios. ¿Aparecen a menudo estas nociones cuando cumplís con vuestro deber? (Sí). Si piensas siempre que tus nociones y figuraciones son simplemente normales y razonables, y que así es como deben ser las cosas, y no buscas la verdad para resolverlas, entonces no serás capaz de obtener la verdad y no tendrás entrada en la vida. Para ti, la verdad carecerá de valor o significado, y tu fe en Dios tampoco tendrá sentido. En su fe en Dios, si las personas comen y beben a menudo de Sus palabras, asisten a las reuniones, escuchan los sermones y llevan una vida espiritual normal, pero en cambio actúan, se comportan y cumplen su deber según sus nociones, lo basan todo en estas y se sirven de ellas para evaluar lo correcto o lo incorrecto de toda clase de aspectos, ¿acaso no viven en sus nociones aquellos que son así? No importa cuántos sermones escuchen o cuánto coman y beban de las palabras de Dios, ¿les es posible a aquellos que viven en sus nociones cambiar en lo más mínimo? ¿Podrán mejorar en algún momento su relación con Dios? (No). Por tanto, ¿aprueba Dios esta clase de fe? (No). Desde luego que no. Por eso es tan importante diseccionar las nociones que hay en las personas.
La mayoría de la gente no tiene nociones cuando ha comido y bebido hasta hartarse y todo va bien, o cuando observa las ceremonias religiosas tradicionales, pero, cuando Dios cumple con Su obra y expresa la verdad, surgen incontables nociones. La gente no tiene nociones cuando todavía no ha cumplido su deber y asiste con normalidad a las reuniones, pero, cuando Dios les exige que cumpla su deber o se encuentra con dificultades en este, surgen muchas. Nadie tiene nociones cuando está cómodo físicamente y disfruta de la vida, pero, cuando enferma o se topa con alguna adversidad, estas afloran con naturalidad. Por ejemplo, antes de creer en Dios, el trabajo y la vida familiar de cierta persona transcurren sin sobresaltos, pero, después de empezar a creer en Él, suceden algunas cosas que no le gustan. A veces se la juzga, se la discrimina, se la acosa e incluso la arrestan, la torturan y le quedan secuelas duraderas, lo cual la deja intranquila y pensando: “¿Por qué no me han ido bien las cosas durante mis años de fe en Dios? Creo en el Dios verdadero, ¿por qué no me protege entonces? ¿Cómo puede contemplar cómo me golpean personas malvadas y me pisotean diablos y no importarle?”. ¿Acaso las personas no desarrollan estas nociones? ¿Con qué motivo las desarrollan? A la gente le parece que: “Como ahora creo en Dios, le pertenezco, y Él debería cuidar de mí, ocuparse de mi comida y mi alojamiento, de mi futuro y mi destino, así como de mi seguridad personal, incluida la de mi familia, y garantizar que todo me vaya bien, que todo se desarrolle en paz y sin incidentes”. Y, si los hechos no son como la gente exige e imagina, piensan: “Creer en Dios no es tan bueno ni tan fácil como imaginaba. Resulta que todavía tengo que sufrir esta persecución y tribulación y pasar por muchas pruebas en mi fe en Dios; ¿por qué Él no me protege?”. ¿Esto es pensar de manera correcta o incorrecta? ¿Está de acuerdo con la verdad? (No). Por tanto, ¿no muestra este pensamiento que le hacen exigencias irracionales a Dios? ¿Por qué la gente que tiene ese pensamiento no ora a Dios ni busca la verdad? La buena voluntad de Dios está naturalmente detrás de que Él haga que las personas se enfrenten a semejantes situaciones; ¿por qué no comprende la gente las intenciones de Dios? ¿Por qué no puede cooperar con Su obra? Dios causa de manera intencionada que la gente se encuentre con tales cosas, de modo que pueda buscar y obtener la verdad y viva confiando en ella. Sin embargo, la gente no busca la verdad, sino que siempre mide a Dios en función de sus propias nociones y figuraciones; este es su problema. Así es como debes entender estas cosas desagradables: nadie tiene una vida exenta de sufrimiento. Para algunas personas guarda relación con la familia; para otras, con el trabajo; para otras, con el matrimonio y, para otras, con una enfermedad física. Todo el mundo debe sufrir. Algunos dicen: “¿Por qué tiene que sufrir la gente? Qué bien estaría vivir siempre felices y en paz. ¿No podemos evitar sufrir?”. No, todo el mundo ha de sufrir. El sufrimiento hace que cada persona experimente las innumerables sensaciones de la vida física, sean positivas, negativas, activas o pasivas; el sufrimiento te da distintas sensaciones y apreciaciones que para ti son todas tus experiencias en la vida. Ese es un aspecto para que la gente tenga más experiencia. Si a partir de esto eres capaz de buscar la verdad y entender la intención de Dios, te acercarás cada vez más al nivel que Él te exige. Otro aspecto es la responsabilidad que Dios da al hombre. ¿Qué responsabilidad? El sufrimiento al que debes someterte. Si eres capaz de asumir este sufrimiento y soportarlo, esto es testimonio, algo nada vergonzoso. Hay quienes temen que los demás se enteren de que se han puesto enfermos. Les parece algo vergonzoso, si bien, de hecho, no hay nada de lo que avergonzarse. Como persona corriente, si en medio de la enfermedad eres capaz de someterte a las disposiciones de Dios, soportar toda clase de sufrimiento y, aun así, ser capaz de cumplir tu deber con normalidad, de completar las comisiones que Dios te encarga, entonces ¿es eso bueno o malo? Es bueno, se trata de un testimonio de tu sumisión a Dios, de tu lealtad al cumplir tu deber, y que avergüenza a Satanás y triunfa sobre él. Y, por tanto, todo ser creado y todos los miembros del pueblo escogido de Dios han de aceptar cualquier sufrimiento y someterse a él. Así es como debes entenderlo, y has de aprender esta lección y alcanzar la verdadera sumisión a Dios. Esto es conforme a Su intención, y es el deseo de Dios. Es lo que dispone para cualquier ser creado. Que Él te coloque en estas situaciones y condiciones equivale a concederte una responsabilidad, una obligación y una comisión, así que deberías aceptarlas. ¿Acaso no es esto la verdad? (Lo es). Mientras provenga de Dios, mientras te haga tal exigencia y tenga esas intenciones contigo, se trata de la verdad. ¿Por qué se dice que es la verdad? Porque, si aceptas estas palabras como la verdad, serás capaz de resolver tu carácter corrupto, tus nociones y tu rebeldía, de modo que, cuando te encuentres en dificultades de nuevo, no irás en contra de los deseos de Dios ni te rebelarás contra Él, es decir, serás capaz de practicar la verdad y someterte a Dios. De este modo, podrás dar un testimonio capaz de avergonzar a Satanás y de obtener la verdad y la salvación. Si te riges por tus propias nociones e ideas, pensando: “Ahora creo en Dios, así que ha de bendecirme. Debo ser alguien digno de bendición”, entonces, ¿cómo entiendes tal bendición? Como una vida de esplendor y prosperidad, disponer de todo lo que quieras para comer y beber, no tener enfermedades, nacer pleno, tenerlo todo al alcance de la mano y disfrutar de una vida material rica sin tener que trabajar para ello. Además, supone llevar una vida pacífica en la que todo fluye sin sobresaltos, vivir con una comodidad excepcional sin ningún sufrimiento; esto es lo que crees que es la bendición. Pero ahora, bien mirado, ¿acaso lo es? No, es una calamidad. Caminar por la senda de satisfacer las comodidades de la carne provocará que te alejes cada vez más de Dios, y además te hundirás aún más profundamente en este mundo perverso, incapaz de liberarte. Cuando el Creador te llama, no estás dispuesto a renunciar a muchas cosas, ni eres capaz de desprenderte de estas comodidades de la carne. Aunque Dios te encargue una comisión y te pida cumplir un deber, te tratas a ti mismo como algo demasiado preciado. Hoy no te sientes bien, mañana no estás de buen humor, echas de menos a tus padres, a tu cónyuge, en lo único que piensas todos los días es en las cosas carnales, no cumples bien ningún deber, sino que quieres disfrutar más que los demás. Vives como un parásito, ¿puedes poner la verdad en práctica? ¿Puedes dar testimonio? No, no puedes. La gente tiene demasiadas figuraciones respecto a la fe en Dios. Imaginan que, una vez que empiecen a creer en Él, tendrán riqueza y paz toda su vida, que todos sus parientes se beneficiarán junto a ellos, que despertarán envidias, que nunca serán pobres ni se pondrán enfermos ni se toparán con ningún tipo de desastre. Tales figuraciones provocan en la gente muchas exigencias irracionales hacia Dios. Cuando empiezas a hacerle exigencias irracionales a Dios, ¿tu relación con Él es normal o anormal? Sin duda es anormal. Por consiguiente, ¿estas nociones y figuraciones provocan que te pongas del lado de Dios o en Su contra? Lo único que pueden provocar es que te opongas a Dios, que te enfrentes y te resistas a Él, e incluso que lo traiciones y abandones, y estos comportamientos se vuelven cada vez más graves. Es decir, una vez que la gente tiene estas nociones, ya no son capaces de mantener una relación normal con Dios. Cuando la gente comienza a tener nociones sobre Dios, en su corazón afloran sentimientos de rebeldía y negatividad. En momentos así, deberían buscar la verdad para resolver tales nociones. Cuando entiendan la verdad, cuando comprendan la comisión que les encarga Dios y Sus muchas exigencias para creer en Él, una vez que entiendan estas cosas y se puedan comportar y actuar de acuerdo con los requerimientos de Dios, será así como se resuelvan sus nociones y figuraciones. En cuanto lleguen a entender la verdad, renunciarán de manera natural a sus nociones y, llegado ese punto, su relación con Dios se volverá más normal. Resolver las nociones equivale a hacer lo propio con los malentendidos sobre Dios. Dicho de otro modo, solo cuando se desprendan de ellas y las resuelvan, entenderán qué es la verdad y cuáles son los requerimientos de Dios.
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