945 El símbolo de la ira de Dios
Ⅰ
El carácter de Dios es inherente a Él.
No cambia con el paso del tiempo;
no cambia según la geografía.
Es Su esencia intrínseca.
No importa en quién está obrando,
Su esencia no está sujeta a cambios
ni lo está Su carácter justo.
Cuando lo enojan, lo que Dios envía
es Su propio carácter inherente.
El principio de Su ira no cambia,
ni Su estatus ni Su identidad.
Él se enoja no porque Su esencia ha cambiado,
ni porque Su carácter ha cambiado,
sino porque el hombre se opone a Él.
Cuando Dios expresa Su ira,
es un símbolo de que las fuerzas del mal dejarán de existir;
es un símbolo de que las fuerzas hostiles serán destruidas.
Vean que tan único puede ser el carácter de Dios;
vean que tan única puede ser Su ira.
Ⅱ
La evidente provocación del hombre a Dios
desafía Su estatus e identidad.
Dios lo ve como una oposición a Él.
Para Dios, el hombre prueba Su ira.
Y esas veces, los pecados del hombre proliferan,
y por eso es natural que esas veces
la ira de Dios se revele y se haga presente.
Cuando Dios expresa Su ira,
es un símbolo de que las fuerzas del mal dejarán de existir;
es un símbolo de que las fuerzas hostiles serán destruidas.
Vean que tan único puede ser el carácter de Dios;
vean que tan única puede ser Su ira.
Adaptado de La Palabra, Vol. 2. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único II