Ⅰ

Toda la humanidad es la creación de Dios.

No importa a qué raza pertenezcan las personas,

todas son seres creados; son descendientes de Adán y Eva.

No importa a qué clase de ser pertenezcan las personas,

todas son seres creados;

ya que pertenecen a la humanidad, a la humanidad que Dios creó,

su destino es el que la humanidad debe tener

y han sido divididas de acuerdo a las reglas que organizan a los humanos.

Los seres creados que hacen el mal al final serán destruidos

y los seres creados que hacen obras justas sobrevivirán.

Este es el arreglo más apropiado,

el arreglo más apropiado para estas dos clases de seres creados.

Ⅱ

Después de que termine la obra de Dios, entre todos los seres creados,

habrá aquellos quienes serán destruidos y aquellos quienes sobrevivirán.

Esta es una tendencia inevitable de Su obra de gestión.

Nadie puede negar esto.

No se les permitirá sobrevivir a los malhechores;

los que se someten a Dios y le siguen hasta el final

sin duda van a sobrevivir.

Como esta obra es la de la gestión de la humanidad,

habrá quienes permanecerán y quienes serán descartados.

Son resultados distintos para distintas clases de personas

y estos son los arreglos más apropiados para los seres creados.

El arreglo final de Dios para la humanidad

es dividirla rompiendo familias, aplastando etnias

y arrasando fronteras nacionales,

creando así un orden sin familias ni fronteras nacionales,

porque los humanos son, después de todo,

descendientes de un solo antepasado y son seres creados.

Ⅲ

En resumen, los seres creados malhechores serán todos destruidos

y los seres creados que se someten a Dios sobrevivirán.

De esta manera, no habrá familias ni países

y sobre todo no habrá etnias en el tiempo del reposo que vendrá;

esta clase de humanidad será la clase más santa, la clase más santa.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo