172 Dios debe encarnarse para hacer Su obra
Ⅰ
Dios salva al hombre de Satanás.
El Espíritu de Dios no puede hacerlo,
sino que lo hace Su encarnación,
que es la carne de Dios encarnado,
la carne de un hombre de humanidad normal,
que también es Dios lleno de divinidad.
Difiere del Espíritu,
pero el que salva al hombre
es Dios encarnado, es carne y Espíritu.
Solo Dios encarnado puede acompañar,
ayudar y guiar al hombre,
por eso es necesaria la encarnación hoy y en el pasado.
Solo Dios encarnado puede acompañar,
ayudar y guiar al hombre,
por eso es necesaria la encarnación hoy y en el pasado.
Ⅱ
De las tres etapas de la obra de Dios,
una etapa la hace el Espíritu,
las otras dos las hace el Dios encarnado
y no directamente el Espíritu.
La obra de la ley que hizo el Espíritu
no implicó tener que cambiar
el carácter corrupto del hombre,
ni lo que el hombre sabe de Dios.
La obra de Dios encarnado
en la Era de la Gracia y del Reino
implica el carácter corrupto del hombre
y lo que sabe de Dios.
Esta es una parte importante y vital
de la obra de Dios para salvar al hombre.
Solo Dios encarnado puede acompañar,
ayudar y guiar al hombre,
por eso es necesaria la encarnación hoy y en el pasado.
Solo Dios encarnado puede acompañar,
ayudar y guiar al hombre,
por eso es necesaria la encarnación hoy y en el pasado.
Ⅲ
El hombre corrupto necesita más a Dios encarnado
para que lo salve, y Su obra directa
para que lo guíe, apoye, alimente, juzgue y castigue,
y le dé más gracia y mayor redención.
Solo Dios encarnado puede acompañar,
ayudar y guiar al hombre,
por eso es necesaria la encarnación hoy y en el pasado.
Solo Dios encarnado puede acompañar,
ayudar y guiar al hombre,
por eso es necesaria la encarnación hoy y en el pasado.
Adaptado de La Palabra, Vol. 1. La aparición y obra de Dios. La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios encarnado