I

Cuando una persona acepta lo que Dios le encarga,

Él tiene un estándar para juzgar si sus acciones son buenas o malas,

si se ha sometido, si ha satisfecho las intenciones de Dios

y si lo que hace es adecuado.

Lo que a Dios le importa es el corazón de la persona,

no sus acciones superficiales.

No es que Dios deba bendecir a alguien

solo por hacer algo, independientemente de cómo lo haga.

Este es un malentendido que las personas tienen respecto a Dios.

II

Dios no solo mira el resultado final de las cosas,

sino que hace mayor hincapié en

cómo es el corazón de una persona y cuál es su actitud

durante el desarrollo de las cosas.

Dios se fija en si hay sumisión, consideración

y el deseo de satisfacerlo en el corazón.

Dios se fija en si hay sumisión, consideración

y el deseo de satisfacerlo en el corazón.

de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I