87 El amor de Dios está entre los hombres
Ⅰ
Pasaron dos mil años desde que dejaste Judea en la gloria.
Dos mil años más tarde y al final, viniste a la tierra de Sinim,
humilde y escondido.
Salvaste al hombre asolado por la corrupción de Satanás.
Desde el día de la creación, Tu amor acompañó al hombre.
Tus palabras muestran todo Tu poder,
y han perfeccionado a un grupo de personas.
Tu amor se derrama sobre el mundo.
Nuestro corazón se llena de gratitud y alabanza,
cuando de Tus palabras vemos la fuerza.
Las palabras del hombre no bastan para darte testimonio.
Deseamos tener fuerza para compensarte.
Ⅱ
Tus palabras juzgan y castigan, también proveen y apoyan,
para que el hombre tan corrupto pueda tener una nueva vida.
Tú eres supremo pero humilde, y te encarnas para salvarnos.
Los arrogantes y orgullosos no pueden evitar rendirse ante Ti.
Tu hermosura llena de amor nuestros corazones.
Cuando vemos qué hermoso eres,
un corazón que ama a Dios crece dentro nuestro.
Tu amor se derrama sobre el mundo.
Nuestro corazón se llena de gratitud y alabanza,
cuando de Tus palabras vemos la fuerza.
Las palabras del hombre no bastan para darte testimonio.
Deseamos tener fuerza para compensarte.
Ⅲ
Haces Tu obra en el mundo, pero sufres insultos y rechazos.
Sufres muchos años de aflicciones,
y aún así haces todo para salvar a la humanidad.
Tu amor eterno está aquí para ser derramado.
Tu justicia conquista a millones.
Todas las naciones y pueblos vienen ante Ti
a adorarte y a entregarse a Ti.
Tu amor se derrama sobre el mundo.
Nuestro corazón se llena de gratitud y alabanza,
cuando de Tus palabras vemos la fuerza.
Las palabras del hombre no bastan para darte testimonio.
Deseamos tener fuerza para compensarte.