Las responsabilidades de los líderes y obreros (18) Parte 5
E. El daño que provocan los rumores infundados
Los rumores que se propagan dentro de la iglesia no solo tienen que ver con negar a Dios o juzgar Su obra; también existen otros tipos de rumores. Es necesario discernirlos y diseccionarlos, y también pararlos y restringirlos. En resumen, los rumores no son en absoluto positivos; no benefician a las personas. Algunos dicen: “Quiero escuchar los rumores para saber qué dicen exactamente y así ganar discernimiento y sabiduría a partir de ellos”. Si realmente tienes cierta capacidad de discernimiento y no temes que los rumores te perturben, puedes escuchar, pero ¿cuáles serán las consecuencias? Una vez que te confundes y comienzas a dudar de Dios y de Su obra, resulta peligroso; significa que te han desorientado. Cuando no puedes discernir y, en su lugar, te dejas desorientar, ¿no supone un problema? ¿Tienes esa estatura? Piensas que tienes fe, pero ¿entiendes la verdad? Si no entiendes la verdad, tu fe no es genuina, y continuarás desorientado. Cuando entiendes una parte de la verdad, posees cierto conocimiento genuino de Dios y puedes discernir y resistir estos rumores, te será posible ganar sabiduría al escucharlos. Si piensas que simplemente tienes fe, pero en realidad esta fe no es la estatura genuina y todavía no comprendes la verdad, te digo que te será muy difícil obtener discernimiento y sabiduría a partir de los rumores. ¿De dónde provienen los rumores? Provienen de Satanás, quien aprovecha cada resquicio y oportunidad para ser selectivo con respecto a las frases empleadas en las palabras de Dios y encontrar algo de donde pueda obtener ventaja, y luego las saca de contexto. Parece tener un fundamento, pero en realidad lo presenta fuera de contexto para desorientar a las personas. Después de escuchar estos rumores, quienes no entienden la verdad piensan: “Lo que dicen se basa en las palabras de Dios. Debería ser cierto. No es posible que se trate de un rumor, ¿o sí?”. Como resultado, se dejan desorientar. Algunos rumores son evidentes y fáciles de discernir, pero en el caso de otros, no es sencillo discernirlos; en apariencia, parecen coincidir con los hechos, aunque en esencia no es así. No creas que solo porque esos rumores se ajustan superficialmente al significado literal de las palabras de Dios son correctos. En realidad, muchas de estas afirmaciones son teorías vacías, son trampas, y no edifican ni les aportan ningún beneficio a las personas y deben ser rechazadas por completo. Debido a que el nivel de comprensión que las personas tienen con respecto a las palabras de Dios varía, y los contextos en los que Él habla también son diferentes, interpretar y aplicar Sus palabras a ciegas es lo que tiene más probabilidades de causar errores. Satanás a menudo desorienta a las personas sacando las palabras de Dios de contexto y dándoles una interpretación errónea. Cualquier condena a la obra de Dios fundada en la Biblia o en las palabras de Dios es un truco de Satanás, su medio para desorientar a la gente. Son trampas; es necesario rechazar todas estas afirmaciones. A simple vista, los rumores son solo uno o dos comentarios, o unos pocos; no son suficientes para causar temor, y no hay motivo para tenerles miedo. A lo que sí hay que tenerle miedo es a los rumores que sacan conclusiones basadas en la Biblia o en la verdad presentadas fuera de contexto. Esto es lo que más tiende a desorientar a las personas; es lo que más perturba sus mentes, y hará que aquellos sin discernimiento tropiecen. Solo los que entienden la verdad pueden discernir esas habladurías endiabladas que dan lugar a la desorientación. Por ejemplo, algunas personas encuentran algunas de las palabras de Dios y las utilizan como fundamento para decir que Dios ama a este tipo de personas y no a aquel, que Dios salva a esta clase de personas y no a esa otra, que elimina a este tipo de personas y que ese otro tipo no significa nada para Él, y así sucesivamente. ¿No son estas afirmaciones conclusiones? Estas conclusiones en realidad no se corresponden con las palabras de Dios. Los fundamentos que encuentran, en realidad, se han sacado de contexto; pertenecen a contextos diferentes y son afirmaciones distintas. Es una interpretación completamente errónea. No desentrañan la esencia y aplican los preceptos de manera arbitraria. Sin embargo, después de escuchar estas falacias, aquellos sin discernimiento se dejan envenenar y desorientar, se vuelven negativos en su corazón y piensan que, dado que lo dicho se basa en las palabras de Dios, debe ser preciso. Después, no leen detenidamente las palabras de Dios para encontrar los errores en estas falacias, sino que creen plenamente que son verdaderas. ¿Acaso no los desorientan? Si nadie que entienda la verdad comparte con ellos, resulta muy peligroso. Como mínimo, podrían volverse negativos durante seis meses o un año; esto no solo retrasa su entrada en la vida, sino que, si se retiran y dejan de creer, quedarán completamente arruinados y perderán la salvación de Dios por completo. Por lo tanto, las personas que poseen una estatura escasa, que no entienden la verdad, ¡corren un gran riesgo de que Satanás las desoriente! Solo aquellos que entienden la verdad están a salvo y son estables. Si algún día de verdad te encuentras con alguien que propaga rumores para desorientar a las personas, la forma más eficaz de actuar es buscar rápidamente a alguien que entienda la verdad para que comparta contigo; solo así podrás salir a salvo de esa situación. Buscar ayuda de aquellos que no poseen entendimiento espiritual y que aplican los preceptos ciegamente no solo no resolverá el problema, sino que te desorientará aún más. Por lo tanto, dejarse desorientar no es algo que solo suceda en la religión; incluso aunque creas en Dios y vivas la vida de iglesia, si no persigues la verdad, aún es muy posible que te desorienten. Incluso si llevas creyendo entre tres y cinco años, o entre siete y ocho años, si no has obtenido la verdad, sigues corriendo el riesgo de que te desorienten; en especial, aquellos que a menudo albergan nociones y son negativos son los más propensos a resultar desorientados y pueden traicionar a Dios en cualquier momento. Debido a que Satanás deambula por la tierra como un león rugiente y busca a quién devorar, esto es un hecho. ¿Quién es este Satanás? Son todos aquellos que sienten aversión por la verdad y la odian, incluidos los anticristos, los falsos líderes, las personas absurdas y los que desorientan a los demás. Todos ellos son lo mismo que Satanás. Estas personas vagan por todas partes, desorientan y perturban al pueblo escogido de Dios dondequiera que vayan, así que todos son diablos que se resisten a Dios. Su pueblo escogido debe estar especialmente alerta para evitar que lo desorienten y para mantenerse firme.
Es innegable que en la iglesia algunos nuevos creyentes o aquellos cuyo calibre es muy pobre y no tienen la capacidad de comprender las palabras de Dios, a menudo se dejan desorientar, influenciar y perturbar por diversos rumores. Los que inventan rumores son capaces de hundir con facilidad a un grupo de personas con una conclusión casual. Las palabras y afirmaciones que dejan escapar sin pensar pueden hacer que algunos se vuelvan negativos, débiles y reacios a cumplir con su deber. Cuando la casa de Dios los llama, se llenan de miedo, y buscan diversas razones y excusas para rechazar y evadir el llamado. Claramente, ¿qué rol desempeñan aquellos que crean rumores en la iglesia? Sin lugar a duda, actúan como siervos de Satanás. Por ejemplo, algunas personas dicen: “Al cumplir con tu deber, necesitas tener un plan alternativo. Si la casa de Dios te llama a cumplir un deber y no lo haces bien, podría dejar de usarte en cualquier momento. En ese caso, si vuelves a tu hogar, te será muy difícil salir adelante. ¡Nadie te apoyará!”. ¿Suena esto “alentador”? Se ajusta a los sentimientos humanos, y suena muy amoroso y considerado, pero ¿detectas en estas palabras algún tipo de consideración por el corazón de Dios? ¿Les ofrecen a las personas algún apoyo, sustento, ayuda o estímulo? (No). Decirles que preparen un plan alternativo, ¿no es refrenarlas? ¿Qué quieren decir con eso? “Tienes que ser precavido; ¡Dios podría volverse en tu contra!”. Este es el veneno que siembran en ellas. Después de escucharlo, la gente piensa: “Es cierto, ¿cómo pude ser tan tonto? Casi vendo mi casa. Si no cumplía bien con mi deber y me sustituían, ni siquiera habría tenido un hogar al cual regresar. Afortunadamente, me lo recordaron, si no, habría hecho algo estúpido”. ¡Qué recordatorio más “amable”! Sin embargo, está bastante lleno de veneno, ¡y cala muy hondo! ¿Habéis escuchado tales rumores? Suenan como si de verdad fueran muy positivos para las personas, muy considerados y como si manifestaran un “gran amor”. Estas personas no son ni parientes ni amigos de aquellos con quienes hablan, no comparten ningún lazo de sangre; es solo porque todos creen en Dios que estas personas pueden mostrar tanto “amor” hacia aquellos con quienes hablan. La gente piensa: “¡Es sin duda la protección de Dios! Entonces, primero, mejor lo pienso bien. Si al cumplir con mi deber siempre soy negligente, ¿qué haría si me envían lejos? Así que, cuando lo cumpla, debo ser cauteloso; debo realizar más trabajos que me hagan ver bien, evitar cometer errores y, si los cometo, no puedo permitir que los demás se den cuenta. De esta manera, no me enviarán lejos, ¿verdad? Incluso si lo hacen, no pasa nada; tengo un plan alternativo, tengo ahorros, y mi casa sigue ahí. ¿No es que Dios no se preocupa por lo que los humanos sienten ni se guía por los sentimientos carnales? De todos modos, ¿a qué hay que temer? Las personas siguen sus sentimientos, ¡en el mundo humano hay amor por todas partes!”. Esta frase “alentadora” crea “amistad” entre las personas, pero ¿dónde pone a Dios? Lo convierte en una tercera o cuarta prioridad, en un extraño, como si Dios no fuera digno de confianza y solo se pudiera confiar en las personas y únicamente ellas tuvieran en cuenta a los demás. Esta única afirmación produce un efecto muy significativo, ¡es tan “oportuna”! ¿Os agrada escuchar estas palabras? Aunque sabéis que sus palabras esconden malicia, aún esperáis que alguien os dé una pista, os ayude, que cuando no sabéis qué os depara el futuro os alerte desde la experiencia de alguien que ya pasó por eso y pueda deciros una palabra sincera. Esa afirmación es tan “crucial”, ¡tan “importante”! ¿No es esto dejarse convencer plenamente por sus palabras? Las palabras “irreflexivas” de este inventor de rumores han comprado a las personas y vendido a Dios. ¿Cómo es este proceder? ¿Es decente? (No). ¿Qué clase de persona diríais que es? A los ojos de la gente, es alguien bueno y amable, pero para aquellos que entienden la verdad, es un atolondrado. A juzgar por su proceder y su comportamiento, actúa completamente como un siervo de Satanás, ¡es un verdadero diablo! ¿Es acertado decirlo? (Sí). ¡Es muy acertado! ¡No existe ni el más mínimo error! Hace que se cuiden de Dios, se opongan a Él y no dice ni una palabra que pueda resultar edificante para las personas. ¿Por qué no lo hace? Porque su corazón está lleno de hostilidad y odio hacia Dios, su esencia-naturaleza es la de Satanás y se resiste a Dios y está en contra de Él por naturaleza. Algunas personas dicen: “Si oponerse a Dios se encuentra presente en su propia naturaleza, ¿por qué aún lo sigue?”. ¡Para obtener bendiciones! Pretende conseguir de la casa de Dios un resultado mediante engaños, sin pagar ningún precio ni perseguir la verdad. También quiere socavar a Dios, perturbar a Su pueblo y hacer que se aleje de Él y lo traicione. Alguien así es, sin lugar a duda, un verdadero diablo. Sin embargo, algunas personas necias nunca logran desentrañar ni reconocer el rostro endiablado de esta clase de individuos. Son capaces de aceptar todas las palabras endiabladas que se ajusten a las nociones humanas y las necesidades de los sentimientos carnales que estos individuos mencionan. Bajo su desorientación, es posible que traicionen y rechacen a Dios en cualquier momento; incluso si no desean hacerlo, está fuera de su control. ¡Satanás, los diablos y los siervos de Satanás son tan insidiosos y falsos! Ellos mismos se resisten a Dios y están en contra de Él, detestan la verdad y no la aceptan, y además quieren evitar que más personas sigan a Dios y persigan la verdad. En la casa de Dios, estos individuos desempeñan el papel de ser un medio para Satanás, y hablan y actúan en su nombre. Sirven como contrastes, en especial, para que las personas desarrollen discernimiento. Entonces, mucho de lo que dicen puede no parecer demasiado complicado a primera vista. Incluso suelen citar las palabras de Dios, encuentran ciertas evidencias y dichos en ellas, y luego las adornan para que lo que dicen aparente concordar en gran medida con Sus palabras. Pero una cosa es segura: lo que dicen contradice la verdad. Cuando los escuchas, probablemente sus palabras suenen correctas, pero si las comparas cuidadosamente con las palabras de Dios, podrás discernir que, en esencia, no se ajustan a la verdad. Todas esas palabras engañosas que pronuncian provienen de Satanás. Verifican a Dios, tratan de encontrar algo en las palabras de Dios de donde sacar ventaja, las interpretan erróneamente para condenar a Dios y desorientar a Su pueblo escogido, lo inducen a especular, malinterpretar, traicionar y rechazar a Dios, entre otras cosas. Por lo tanto, además de los anticristos y las personas malvadas, aquellos que inventan rumores para desorientar a los demás también forman parte de una categoría de personas en la iglesia que es necesario discernir, vigilar y echar.
F. Discernir a las personas que propagan rumores infundados y los principios para lidiar con ellas
¿Cómo debemos discernir a aquellos que crean rumores para desorientar a los demás en la iglesia? Primero, estos individuos no persiguen la verdad en absoluto; sienten aversión por ella. Además, suelen inventar todo tipo de palabras endiabladas y afirmaciones absurdas, y las utilizan para desorientar y atraer a algunos hermanos y hermanas de escasa estatura, que poseen una base poco profunda y no entienden la verdad. El efecto que logran es perturbar y dañar el orden normal de la vida de iglesia. Perturban la búsqueda normal que las personas realizan, las hacen desviarse de la senda correcta y las vuelven negativas y débiles, e incluso provocan que abandonen sus deberes y dejen de creer en Dios, lo que los hace aún más felices. Por lo tanto, llamar a aquellos que inventan rumores siervos de Satanás es una descripción completamente precisa; esta es la verdadera cara y la sustancia de tales individuos, y es fácil de discernir. Algunas personas poseen algo de razón; aunque ellas mismas no aman la verdad, no expresan opiniones ni interfieren en la forma en la que los demás persiguen la verdad. Es posible ignorarlas. Sin embargo, otras sienten envidia y odio hacia los que persiguen la verdad; constantemente los juzgan y los atacan con intenciones ocultas, e incluso aprovechan cualquier pretexto para condenarlos. Es necesario estar alerta respecto a ellas. Aunque lo que dicen puede parecer bastante correcto, lógico y acorde al sentido literal de las palabras de Dios, al discernirlo cuidadosamente, se descubre que en su mayoría son mentiras y rumores, pura tontería. Es preciso discernir estos rumores y mentiras engañosas. Algunos dicen: “No hace mucho tiempo que creo en Dios, he leído pocas de Sus palabras y no entiendo la verdad. ¿Cómo puedo discernir los rumores y las mentiras?”. La única manera es, a partir de hoy, enfocarse más en leer las palabras de Dios, buscar la verdad en ellas y permitir que se arraiguen en tu corazón. Con la orientación de Sus palabras y al evaluar las situaciones según la verdad, lograrás tener discernimiento. Los rumores que estas personas propagan no tendrán ningún efecto sobre ti ni perturbarán tu búsqueda normal. Sin importar los rumores ni las tonterías que digan, después de escucharlos no te afectarán ni te volverás negativo ni débil y mucho menos tendrás malentendidos respecto a Dios; simplemente te concentrarás en perseguir en la dirección correcta. Esto demuestra que posees resistencia; esos siervos de Satanás ya no tendrán ningún impacto en la iglesia. No existe un atajo para aprender cómo discernir los rumores. La única manera es escuchar más sermones y leer las palabras de Dios con mayor frecuencia y compartir más sobre la verdad. Cuando llegues a comprender la verdad, poseerás discernimiento de manera natural. ¿Con qué objetivo se leen las palabras de Dios y se comparte la verdad? Para entender la verdad y poder discernir rumores y falacias mediante su lectura. Si te das cuenta de que esos rumores contradicen y se oponen a las palabras de Dios, que son completamente contrarios a la verdad, caerán por sí mismos. Claro que hay quienes dicen: “No he hecho el esfuerzo de leer las palabras de Dios y no entiendo con precisión cuál es la verdad en ellas. Lo único que recuerdo es que, en cuanto a mi conducta, debo seguir a la mayoría. Lo que la mayoría rechaza, yo también lo rechazo; lo que esta acepta, yo también lo acepto. Solo sigo a los demás”. ¿Es esto correcto? (No). A veces, la mayoría también se equivoca, y seguirla implica equivocarse junto con ella. Debes aprender a seguir a quienes comprenden la verdad; solo ese es el camino correcto.
La propagación de rumores infundados es algo que ocurre a menudo en la iglesia. Aunque este problema no es grave, la perturbación y el daño que le ocasiona al pueblo escogido de Dios no es menor. Como poco, puede hacer que las personas se vuelvan negativas y débiles; en el peor de los casos, puede alejarlas de Dios e incluso llevarlas a traicionarlo. Por lo tanto, la propagación de rumores no se debe ignorar. Una vez que ocurre en la iglesia, es preciso pararla y restringirla con prontitud. Si los líderes de la iglesia son insensibles y lentos, son incapaces de hacer un trabajo real y no pueden detectar este problema, pero algunas personas con buen calibre que persiguen y entienden la verdad lo detectan, este último grupo debe dar un paso adelante para resolverlo. Mediante la búsqueda y la enseñanza junto con muchas personas, con el fin de llegar a un consenso y obtener la confirmación, una vez que se determine que se están propagando rumores, las personas deben buscar la verdad para resolver el asunto. Si no se tiene certeza de que una afirmación sea una falacia, no la etiquetes sin justificación. En el caso de afirmaciones que son evidentes e inequívocas, es fácil percibir que son rumores y falacias, y es necesario exponerlas y diseccionarlas con prontitud para que todos puedan discernirlas. Si no puedes discernir si lo que alguien dice es un rumor o una falacia después de escuchar uno o dos comentarios, debes manejar la situación con cautela y no sacar conclusiones a ciegas. Espera que termine de hablar para discernir con claridad. Una vez que se confirma que es un rumor o una falacia, es preciso parar y restringir a la persona con prontitud. Si los repetidos llamados de atención y restricciones no logran restringirla y sigue propagando rumores de manera persistente, se la debe echar de la iglesia. ¿Quedó claro el principio y la senda con respecto a qué hacer y cómo practicar al descubrir que alguien está propagando rumores en la iglesia? (Sí).
El contenido de los rumores no se limita a los problemas principales que mencioné; también existen algunos rumores que son minucias, como comentarios sobre la poda, sobre a quiénes usa la casa de Dios y a quiénes descarta, y otras afirmaciones falsas. Antes de depurar la iglesia cuidadosamente, existen falsos líderes, anticristos, diversas personas malvadas, atolondrados e ignorantes que no tienen entendimiento espiritual; hay todo tipo de personas en ella. Es frecuente encontrar mentirosos y creadores de rumores, y entre las personas se dan todo tipo de rumores y habladurías endiabladas. Con respecto a estos rumores, por un lado, las personas necesitan contar con una razón normal para juzgarlos; por otro lado, en el caso de rumores más graves que involucran la obra de Dios, Su plan de gestión, a Dios mismo, e incluso los decretos administrativos de la casa de Dios y otros asuntos, las personas deben tener la verdad para discernirlos. Para los asuntos externos, deben tener la razón de una humanidad normal a fin de juzgarlos. En cuanto a los asuntos que comprometen la obra de Dios y la verdad, necesitan poseer la realidad-verdad y estatura para discernirlos. En resumen, independientemente del tipo de rumores, las personas deben discernirlos y rechazarlos, no aceptarlos. Por supuesto, algunos no persiguen la verdad y simplemente viven según estos rumores. Hoy, alguien difunde un dicho que provoca que la gente se incline en una dirección, y estas personas lo siguen. Al día siguiente, otro dicho hace que la gente se incline en otra dirección, y entonces siguen este otro. Por ejemplo, un líder u obrero dice que aquellos que pueden escribir artículos testimoniales pueden ser hechos perfectos, así que se ponen a practicar cómo escribirlos, a estudiar sobre ello y a buscar recursos. Al día siguiente, otro líder u obrero dice que quienes cumplen con su deber podrán salvarse, entonces se disponen a ocuparse de su deber. Pero, por muy ocupados que estén, nunca se preocupan ni se interesan por lo más importante: la búsqueda de la verdad y la entrada en la vida. Las diversas corrientes perversas que se forman entre los diferentes grupos de la iglesia siempre arrastran a algunas personas. Los diversos rumores que se generan entre los miembros de la iglesia siempre desorientan e influyen en algunos. Sin embargo, también hay quienes permanecen indiferentes y no prestan atención a estos rumores que escuchan. No se percatan de cualquier trabajo que realice la casa de Dios; no les interesa creer en Dios ni son creyentes verdaderos. Estas personas son creyentes nominales. Existe otro grupo que es en cierta medida mejor; pueden buscar la verdad y aceptarla, por lo que no se ven afectados por estos asuntos negativos ni por las personas negativas. Solo aquellos con una estatura escasa, sin una base y que no persiguen la verdad en absoluto, se dejan influenciar por diferentes dichos y comentarios constantemente. Debido a que estas personas siempre siguen a los demás, hay algunos que continuamente inventan diversos rumores para causar alboroto. Sienten que solo así creer en Dios se torna divertido y emocionante, y no aburrido, y es la única forma en la que pueden sentirse importantes. Estas situaciones ocurren con frecuencia entre los nuevos creyentes. Si en una iglesia se propagan rumores en exceso y muchos se dejan desorientar, significa que definitivamente hay muy pocas personas de esa iglesia que entienden la verdad. En la iglesia, las personas mencionadas anteriormente siguen cualquier rumor y cualquiera sea la incitación que aquellos con intenciones ocultas elaboren, lo que resulta muy problemático. Esto se debe en parte a su poco calibre y también representa una manifestación genuina de que no entienden la verdad. La mayor parte de lo que dice cualquiera que no entiende la verdad no es práctico y contiene impurezas; estrictamente hablando, todo eso equivale a mentiras. Si lleva consigo intenciones y propósitos, no solo es una mentira, sino que, más aún, es una intriga de Satanás y una conspiración de personas malvadas. Por lo tanto, la mayoría de lo que dicen aquellos que no tienen la verdad son habladurías diabólicas y es preciso no creerlo.
Esto concluye la enseñanza sobre el tema de la propagación de rumores infundados. Este asunto es el que más revela a las personas y permite que los comportamientos de cada uno se vean con claridad. Ahora deberíais entender qué actitud tomar frente a los rumores y a aquellos que los propagan, así como qué métodos emplear para ocuparos de ellos, ¿verdad? (Sí). Una vez que entendáis, cuando os encontréis con asuntos similares, debéis compararlos con nuestra enseñanza y utilizar los métodos más correctos para abordar estos problemas. Esto se ajusta a los principios.
17 de julio de 2021
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