Las responsabilidades de los líderes y obreros (19) Parte 3
Durante cada elección de la iglesia, tanto los líderes y obreros como el pueblo escogido de Dios, tienen la responsabilidad y la obligación de salvaguardar la obra electoral. Los líderes y obreros deben hacerse cargo de la obra que concierne a la enseñanza de la verdad y los principios electorales. El pueblo escogido de Dios debe plantear cualquier problema que tenga y luego es necesario compartir la verdad para resolverlo. Solo de esta manera es posible asegurar que la elección transcurra sin contratiempos. En primer lugar, los líderes y obreros deben acatar rigurosamente los principios electorales de la casa de Dios y llevar a cabo la labor correspondiente a cada elección en ella de acuerdo con dichos principios. Por otra parte, también deben protegerse de las personas malvadas y los anticristos que manipulan y sabotean las elecciones. Estos individuos son siervos de Satanás, son su séquito. Los líderes y obreros deben protegerse de ellos con firmeza, ser cautelosos respecto a ellos y estar siempre atentos a sus intentos de manipular las cosas tras bambalinas durante las elecciones y de involucrarse en acciones furtivas y turbias para amañar el proceso en secreto. Si resulta que las personas malvadas de veras manipularon la elección, y esto da lugar a que se excluya al legítimo ganador y a que la mayoría de las personas resulte desorientada de modo que la persona equivocada —y no apta para el puesto— fuera elegida líder, si tal situación ocurre, todavía hay una solución. Se debería exponer la situación real de la persona elegida y, si la mayoría está de acuerdo, se puede volver a realizar la elección. Una elección que Satanás y las personas malvadas han manipulado no refleja el resultado de una elección que la iglesia celebra normalmente según los principios-verdad, no es algo positivo y, tarde o temprano, se descubrirá, se expondrá y se anulará. Si crees en ello y te encuentras en tales situaciones, ¿cómo deberías actuar? Debes estar preparado en todo momento y lugar para luchar contra Satanás y no quedarte de brazos cruzados. Si eres un flojo, una persona atolondrada o un cobarde bueno para nada, puede que cedas ante ellos y conspires con ellos o que te desanimen al punto de que te vuelvas negativo y no puedas recuperarte. Algunos simplemente permanecen ociosos y dicen: “Yo no puedo convertirme en líder de la iglesia de todos modos. Cualquiera vale, da igual. ¡Cualquiera con capacidad puede hacerlo y servir! Si un anticristo quiere servir, no tiene nada que ver conmigo, y mientras no me echen, no pasa nada”. Quienes dicen esto no son buenas personas en absoluto. Son incapaces de imaginar cuáles serían las consecuencias si un anticristo sirviera como líder o el impacto que tendría en su fe en Dios y en su salvación. Solo las personas que entienden la verdad pueden ver esto como lo que es. Dirán: “Si un anticristo se convierte en el líder de la iglesia, los que sufrirán será el pueblo escogido de Dios. En particular quienes persiguen la verdad, quienes tienen sentido de la rectitud y quienes cumplen con su deber de buena gana serán todos suprimidos y excluidos. Solo aquellas personas atolondradas y complacientes estarán a favor, y el anticristo los habrá enjaulado y controlado bajo su poder”. Pero quienes no persiguen la verdad nunca consideran estas cosas. Piensan: “Uno cree en Dios para salvarse. Cada uno camina por su propia senda. Incluso si un anticristo se convierte en líder, eso no me impactará a mí. Mientras no haga cosas malas, no puede suprimirme o excluirme, o echarme de la iglesia”. ¿Es este el punto de vista correcto? (No). Si nadie dentro del pueblo escogido de Dios se preocupa por las elecciones de la iglesia, una vez que permitan que un anticristo suba al poder, ¿cuáles serán las consecuencias? ¿Realmente será tan sencillo como la gente imagina? ¿Qué tipo de cambios sufrirá la vida de iglesia? Esto se relaciona directamente con la entrada en la vida del pueblo escogido de Dios. Si un anticristo tiene poder en una iglesia, ¿qué pasará? La verdad ya no tendrá poder alguno en esa iglesia, ni tampoco las palabras de Dios. Por el contrario, los incrédulos y Satanás serán quienes tengan poder. Aunque se lean las palabras de Dios en las reuniones, el anticristo controla el derecho a hablar. ¿Puede el anticristo hablar de la verdad con claridad? ¿Puede el anticristo permitir que el pueblo escogido de Dios comparta la verdad de forma libre y sin restricciones? Eso es imposible. Una vez que un anticristo tiene el poder, habrá cada vez más trastornos y perturbaciones, los resultados de la vida de iglesia disminuirán cada vez más y el pueblo escogido de Dios no sacará mucho de las reuniones, lo cual causará dificultades para su entrada en la vida. Los problemas del pueblo escogido de Dios se multiplicarán y no podrán resolverse, y algunos que son capaces de practicar la verdad también se verán perturbados, y la atmósfera de la vida de iglesia cambiará por completo, como si nubes negras taparan el sol. En ese momento, ¿seguirá habiendo disfrute en la vida de iglesia? Sin duda, se verá comprometida, y no en poca medida. Originalmente, aquellos que persiguen la verdad son una minoría en la iglesia. Si a esta minoría se la reprime y se la excluye, es posible afirmar que ya no habrá vida de iglesia. Si la gente no puede desentrañar esta consecuencia, no prestará atención ni se preocupará por las elecciones. En caso de que la mayoría no tome en serio las elecciones, no acate los principios, aborde las elecciones con mucha negatividad y siga las señales de los falsos líderes y anticristos, una vez que las personas malvadas o aquellos que no aman la verdad se conviertan en líderes de la iglesia, la mayoría del pueblo escogido de Dios sufrirá pérdidas en su entrada en la vida. Por lo tanto, los resultados de las elecciones en la iglesia repercuten de manera directa en el crecimiento de la vida del pueblo escogido de Dios y en el futuro de la iglesia. El pueblo escogido de Dios debe percibir esto con claridad y de ninguna manera debería adoptar una actitud negativa. Algunos atolondrados no desentrañan esta cuestión; confían constantemente en sus propias figuraciones, piensan: “Todos en la iglesia son creyentes sinceros, así que cualquiera puede resultar electo; siempre y cuando sea un hermano o una hermana, cualquiera puede ser líder”. Ven las elecciones de la iglesia de manera demasiado simplista, y esto conduce a muchas ideas y opiniones negativas y erróneas. Si a los falsos líderes y anticristos realmente se los elige líderes y obreros, la obra de la iglesia se verá dañada y la entrada en la vida del pueblo escogido de Dios inevitablemente resultará perjudicada. En ese momento, la gente se dará cuenta de la importancia de celebrar elecciones de acuerdo con los principios.
En cada iglesia hay personas complacientes que no disciernen a los malvados que manipulan y sabotean las elecciones. Aunque tengan un poco de discernimiento, ignoran la situación. Su actitud hacia cualquier problema que surja en las elecciones en la iglesia es: “Agua que no has de beber, déjala correr”. Piensan que no importa quién sea el líder, que eso no tiene nada que ver con ellas. Mientras puedan vivir felices su día a día ya les va bien. ¿Qué opinas de personas así? ¿Es alguien que ame la verdad? (No). ¿Qué clase de gente es? Son individuos complacientes y también se les puede llamar incrédulos. Estas personas no persiguen la verdad; solo buscan tener una vida fácil y codiciar la comodidad carnal. Son demasiado egoístas y escurridizas. ¿Hay mucha gente así en la sociedad? No importa el partido político que esté en el poder y quién ocupe los cargos oficiales, las quiere todo el mundo y pueden manejar sus relaciones sociales con mucho éxito y viven con comodidad; independientemente del movimiento político que surja, no se dejan atrapar en sus redes. ¿Qué tipo de personas son? Son los individuos más falsos y escurridizos, conocidos como “anguilas escurridizas” o “víboras viejas”. Viven según las filosofías de Satanás, sin ni pizca de principios. Complacen, adulan y destacan los méritos de quienquiera que esté en el poder. No hacen más que defender a sus superiores y nunca los ofenden. Por muchas maldades que cometan sus superiores, ni se oponen a ellos ni los apoyan, sino que se reservan sus pensamientos bien adentro. Sin importar quién esté en el poder, son muy queridos. A Satanás y a los reyes diablos les gustan este tipo de personas. ¿Por qué les gustan estas personas a los reyes diablos? Porque no se inmiscuyen en sus asuntos ni suponen amenaza alguna para ellos. Esta clase de personas carecen de principios y de fundamento para su comportamiento, no poseen integridad ni dignidad; se limitan a seguir las tendencias de la sociedad, se postran ante los reyes diablos y se adaptan a sus gustos. ¿Acaso no hay también gente así en la iglesia? ¿Pueden ser vencedores estas personas? ¿Son buenos soldados de Cristo? ¿Son testigos de Dios? Cuando la gente malvada y los anticristos asoman la cabeza y perturban la obra de la iglesia, ¿pueden estos individuos alzarse y guerrear contra ellos, ponerlos al descubierto, discernirlos, renegar de ellos, acabar con sus acciones malvadas y dar testimonio de Dios? Lo más seguro es que no puedan. Estas anguilas escurridizas no son aquellas a las que Dios perfeccionará o salvará. Nunca dan testimonio de Dios ni defienden los intereses de Su casa. Tal como Dios los contempla, no son los que lo siguen ni se someten a Él, sino individuos que causan problemas a ciegas, miembros de la pandilla de Satanás; son aquellos a los que descartará cuando haya terminado Su obra. Dios no aprecia a estos desgraciados. No tienen ni la verdad ni la vida; son bestias y diablos; no se merecen la salvación de Dios ni disfrutar de Su amor. Por tanto, Dios los rechaza y descarta con facilidad y la iglesia debería echarlos de inmediato por incrédulos. No tienen un corazón verdadero para Dios, así que, ¿les proporcionará Él un sustento real? ¿Los esclarecerá y ayudará? No lo hará. Cuando se produzcan trastornos y perturbaciones en las elecciones en la iglesia y haya gente malvada que controle los resultados e influya en ellos, estos individuos no se pondrán de ninguna manera del lado de Dios para proteger los intereses de Su casa. No se atendrán en absoluto a los principios-verdad para luchar contra los malvados, los anticristos y las fuerzas de Satanás hasta el final. No harán esto de ningún modo, les falta el valor. Por tanto, los que pueden dar testimonio de Dios deberían discernir a estas personas y no deberían compartir con ellas las verdades que entiendan ni su discernimiento de Satanás. Aunque compartas estas cosas con ellas, será inútil; no se pondrán del lado de la verdad. Al seleccionar a compañeros y colegas de trabajo, deberías excluir a estos individuos y no elegirlos. ¿Por qué no deberías elegirlos? Porque son anguilas escurridizas; no se pondrán del lado de Dios ni de la verdad y no se te unirán en corazón y mente para luchar contra Satanás. Si les confías tus palabras más sinceras, serás un bobo y te convertirás en el hazmerreír de Satanás. No compartas la verdad con estas personas ni las exhortes ni pongas esperanza alguna en ellas, porque Dios no las salvará de ninguna manera. No se unen a Dios en corazón y mente; son espectadores que contemplan el fragor de la batalla desde la distancia, son anguilas escurridizas. Este tipo de personas se infiltran en la casa de Dios solo para observar el entusiasmo y ocasionar problemas a ciegas. Carecen de todo sentido de la rectitud y la responsabilidad; ni siquiera empatizan con las buenas personas a quienes la gente malvada ha perjudicado. Llamar a estos individuos diablos y satanases es lo más apropiado. Si alguien con sentido de la rectitud pone al descubierto a gente malvada, ni siquiera lo alentarán ni lo apoyarán. Por tanto, no confíes nunca en estas personas. Son anguilas escurridizas, camaleones y víboras viejas. No son creyentes sinceros, sino sirvientes de Satanás. Nunca se podrán salvar y Dios no los quiere; este es Su claro deseo. Es probable que en la mayoría de las iglesias existan este tipo de personas. Echa un vistazo en tu iglesia para ver quiénes son. Cuando algo ocurra, nunca compartas la verdad con ellas y no les permitas saber lo que de verdad te está sucediendo. Sé precavido con esas personas y no hables con ellas. Busca a aquellos que creen en Dios de manera genuina, que tienen sentido de la rectitud y que, cuando ven que los intereses de la casa de Dios resultan perjudicados y que se perturban o se manipulan la obra de la iglesia y el orden de la vida de iglesia, se ponen ansiosos y se enfadan. Ellos odian profundamente a estas personas malvadas que perturban la iglesia; quieren alzarse y desenmascararlas y están deseosos de encontrar personas que entiendan la verdad para unírseles y luchar contra los demonios malvados. Comparte con esas personas y únete a ellas para luchar contra Satanás. Son los vencedores, los buenos soldados de Cristo; solo estas personas tienen parte en el reino de Cristo. Los complacientes, las víboras viejas, los camaleones y los que son insensibles y lentos, han quedado en evidencia; son objetos destinados a ser descartados. No son hermanos ni hermanas, no pertenecen a la casa de Dios, sino que son incrédulos y oportunistas, indignos de confianza. A estas personas se las debe tratar de la siguiente manera: si son capaces de hacer el mal, depúralas; si no son personas malvadas ni siguen a ese tipo de personas para perturbar la iglesia, pueden quedarse temporalmente en la iglesia mientras esperas a que se arrepientan. Por un lado, observa y capta el carácter, la humanidad y las opiniones y actitudes de estas personas con respecto a diversos asuntos, ejerce el discernimiento y descubre su esencia. Al mismo tiempo, cuando las personas malvadas manipulen y saboteen las elecciones, mantente alerta respecto a estos complacientes que se ponen del lado de las personas malvadas, y actúan como sus lacayos y cómplices. En resumen, ante todos los comportamientos inapropiados de las personas malvadas que manipulan y sabotean las elecciones, es necesario ejercer el discernimiento en función de las palabras de Dios; cuando veas con claridad su esencia, sabrás cómo manejarlas adecuadamente según los principios.
Acabamos de hablar sobre ciertos fenómenos relacionados con la manipulación y el sabotaje de las elecciones, y acerca de las acciones de algunas personas. Aunque no incluimos la totalidad de los aspectos, se compartieron fundamentalmente los principios para la resolución de estos problemas. Una vez que descubráis a personas que manipulan y sabotean las elecciones dentro de la iglesia, debéis alzaros y restringirlas. No seáis dóciles ni actuéis como los complacientes. Si alguien constantemente intenta manipular y sabotear las elecciones, los hermanos y hermanas deben alzarse en conjunto apenas surja esta tendencia a fin de frenarlo y desenmascararlo. Si lo hace por confusión y no sabe que esto cuenta como manipulación y sabotaje de elecciones, podéis explicarle: “Lo que estás haciendo constituye manipular y sabotear las elecciones. No desempeñes el papel de siervo de Satanás. Esta es una elección de líderes de la iglesia, no una elección de alcaldes ni de jefes de municipio. La casa de Dios tiene sus propios preceptos y principios para realizar esta obra. Las intenciones humanas no deberían inmiscuirse; debemos seguir rigurosamente los principios-verdad para esta obra. Si careces de suficiente calibre y no puedes entender los principios-verdad, o si eres mayor y atolondrado y no posees la inteligencia necesaria para participar en las elecciones, entonces puedes abstenerte y simplemente esperar el resultado, pero de ninguna manera debes manipular ni sabotear la elección ni causar trastornos y perturbaciones; son acciones malvadas y Dios lo detesta. A tales hechos malvados se los condena a perpetuidad; evita ser este tipo de persona y no sigas esa senda. Si de verdad eres humano, no te involucres en la manipulación ni el sabotaje de las elecciones, porque una vez que se convierte en un hecho serás catalogado como siervo de Satanás y te echarán de la iglesia”. Si se descubren personas que manipulan y sabotean las elecciones, a aquellos entre ellos cuyo calibre sea escaso y que no entiendan lo que realmente ha sucedido será posible hablarles con amor, apoyarlos, brindarles sustento y ayudarlos. Sin embargo, ¿qué sucede con aquellas personas que a pesar de ser plenamente conscientes de los principios-verdad, aun así, manipularon y sabotearon la elección a sabiendas e incluso ignoraron las advertencias en contra de ello? Para ellas también existe una solución: no se les permite participar en las elecciones nunca más; se las priva de sus derechos electorales. En resumen, es necesario discernir, detener y restringir todos los actos de manipulación y sabotaje de elecciones de manera uniforme para revertir la situación. Tales comportamientos y acciones deben prohibirse en la iglesia para evitar resultados electorales incorrectos y prevenir que la obra de la iglesia se vea perturbada y dañada.
Resumen de las diversas personas, acontecimientos y cosas que causan trastornos y perturbaciones
La duodécima responsabilidad de los líderes y obreros implica a las diversas personas, acontecimientos y cosas que trastornan y perturban la obra de Dios y el orden normal de la iglesia. Para la enseñanza, los hemos dividido en once puntos. Los inconvenientes o incidentes relacionados con los trastornos y perturbaciones enumerados en cada punto abarcan el desempeño del deber de las personas y su fe genuina en Dios. ¿Por qué se los ha dividido tan meticulosamente? ¿Por qué menciono cada punto para la enseñanza y la disección? A juzgar por el título de cada punto, la humanidad de las personas que llevan a cabo tales acciones no es buena. A excepción del primer punto —desviarse del tema frecuentemente al compartir la verdad, que no se considera grave— todos los demás son sumamente graves por naturaleza. Estas manifestaciones poseen una naturaleza que ocasiona trastornos y perturbaciones, y todas constituyen trastornos y perturbaciones para la obra de la iglesia, y es por esta razón que las mencionamos a fin de compartirlas y diseccionarlas una por una. Cuando estos problemas surgen en la vida de iglesia o en el proceso del cumplimiento del deber propio, las personas deben estar particularmente alertas, discernirlos y desentrañarlos. Cuando las personas ven que ocurren acontecimientos que causan trastornos y perturbaciones, deben alzarse para detenerlos y restringirlos. Respecto al primer punto, “desviarse del tema frecuentemente al compartir la verdad”, las personas a veces lo hacen involuntariamente, y las circunstancias que lo rodean y su naturaleza no son demasiado graves. No obstante, si se desvían del tema continuamente, hablan de una manera incoherente y hacen que los oyentes se molesten y, por consiguiente, no se logran buenos resultados en la vida de iglesia, entonces esto lleva a consecuencias que trastornan y perturban la obra de la iglesia. Los puntos restantes ni siquiera necesitan ser mencionados; cualquiera de ellos es suficiente para constituir trastornos y perturbaciones para la obra de la iglesia y el orden de la vida en ella. Por lo tanto, es necesario compartir, analizar y diseccionar cada uno de estos problemas en detalle. Cuando ocurren incidentes malévolos, si posees discernimiento y conocimiento acerca de las acciones malvadas que perturban la iglesia, debes alzarte para detenerlas y restringirlas. En un sentido más amplio, es cumplir con el deber de un ser creado; en un sentido más estricto, significa, al menos, desempeñar el deber y la responsabilidad de un miembro de la iglesia. ¿No es esto lo que deberías ser capaz de hacer? (Sí). ¿Cuáles son las consecuencias si no puedes hacerlo? ¿Cómo deberíamos definir la incapacidad para hacerlo? Como mínimo, indica que eres un atolondrado; además, eres un cobarde bueno para nada que le tiene miedo a Satanás. Además, cuando los satanases y diablos aparecen para perturbar la obra de Dios y el orden normal de la iglesia, permaneces indiferente e indefenso, no muestras ninguna reacción y te falta la fe y el valor para alzarte y luchar contra Satanás y dar testimonio de Dios. En ese caso, eres un bueno para nada y no eres digno de seguir a Dios.
La duodécima responsabilidad de los líderes y obreros enumera diversos tipos de incidentes en la iglesia que perturban y trastornan la obra de Dios. Cada uno de ellos involucra la actitud de los líderes y obreros, así como la de los hermanos y hermanas corrientes hacia Dios. También abarcan la actitud de cada persona hacia su deber y sus responsabilidades, al igual que su postura y punto de vista con respecto a estos acontecimientos y cosas negativas que perturban la obra de Su casa. Por supuesto, también tienen que ver con la posibilidad de que una persona que ha creído en Dios y ha escuchado sermones durante muchos años tenga la suficiente estatura y fe para luchar contra Satanás y dar testimonio de Dios cuando se presentan estos acontecimientos y cosas negativas. ¿Alude esto a temas clave? Hace referencia a la postura de una persona y la senda que recorre, así como a su actitud hacia Dios, la verdad y su deber. Por lo tanto, después de escuchar estas palabras, deberíais entender que estas son exigencias de Dios hacia las personas. No las tratéis como doctrinas, reglas o preceptos que es necesario ejecutar e implementar. Mejor, meditad sobre ellas más a fin de entender la verdad y luego practicad y entrad en ellas, de este modo cumpliréis las exigencias de Dios. Cuando las personas malvadas trastornan y perturban la obra de la iglesia, no os quedéis de brazos cruzados, no evitéis vuestras responsabilidades usando todo tipo de excusas, diciendo que hace poco tiempo que creéis en Dios, que no tenéis suficiente estatura o que aún sois jóvenes, etc. Cuando Dios examina la obra, cuando Él orquesta los entornos para observar tu actitud, no se fija en tu edad, la cantidad de años que llevas creyendo en Él, qué precio una vez pagaste ni qué méritos has logrado; Dios quiere tu actitud en ese instante. Si por lo general nunca has reflexionado ni indagado sobre estos asuntos, y atraviesas cada uno de ellos en un estado atolondrado sin quedarte con nada, sin buscar la verdad, sin aprender la lección ni tomar en serio los diversos entornos que Dios ha orquestado, si huyes cuando ves que las personas malvadas causan trastornos y perturbaciones, y nunca lo informas a la casa de Dios ni das a conocer tu actitud, entonces, aunque no participaste en el acto malvado, tu comportamiento con respecto a este asunto ya ha revelado tu postura y tu opinión. Eres un mirón que apoya a Satanás. Dios escruta todo y no puedes engañarlo. Por lo tanto, cuando ocurren estos asuntos negativos, cuando descubres a diversas personas, acontecimientos y cosas que trastornan y perturban la obra de la iglesia y el orden normal de la vida de iglesia, tu actitud hacia Dios queda totalmente en evidencia. Puede que no haga mucho tiempo que crees en Dios, que seas relativamente joven y que no tengas suficiente estatura, pero, si en el momento en que ocurren estas cosas actúas según los principios y tratas de detener, restringir o incluso de desenmascarar a las personas malvadas, te arriesgas y haces caso omiso de tu propia seguridad para alzarte y proteger los intereses de la casa de Dios, si posees este tipo de corazón, tu actitud hacia Dios, así como tu determinación de dar testimonio de Dios y luchar contra Satanás, se convertirán en un testimonio que tanto las personas como Dios podrán observar. Dios verá todos los hechos malvados de las personas, sus engaños y ocultación de Dios, su elusión de responsabilidades, su subyugación y su forma de ceder ante Satanás cuando este hace el mal, y un día estos hechos malvados serán resueltos y recibirán un veredicto. Asimismo, cuando las personas se alzan contra los trastornos y perturbaciones de Satanás para defender la casa de Dios y a los hermanos y hermanas, y luchan contra Satanás para proteger los intereses de Su casa y buscan la verdad con la aspiración de dar testimonio de Dios, incluso si a veces se sienten indefensas y solas, carecen de sabiduría, solo poseen un entendimiento poco profundo de la verdad o quieren hablar sobre ella, pero no pueden expresarse con claridad, y esto lleva a que algunos se burlen de ellas y las menosprecien, pero a los ojos de Dios, Él ve su sinceridad, y considera que estas acciones y comportamientos son buenas obras. Un día, las acciones malvadas recibirán un veredicto y tendrán su punto final ante Dios y lo mismo ocurrirá con las buenas obras, pero la conclusión final para cada uno de estos dos tipos de comportamiento será completamente diferente. Las malas acciones recibirán el castigo divino correspondiente y las buenas obras serán recompensadas con un buen trato. Dios lo ha determinado hace mucho tiempo para cada persona y, antes de recompensar a los buenos y castigar a los malos, solo espera que las diversas manifestaciones de las personas durante el período de la obra de Dios se conviertan en hechos consolidados.
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