Punto 5: Desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente (Parte 6)

IV. Disección de cómo los anticristos controlan a la gente

Controlar a la gente es una de las tácticas que emplean los anticristos. ¿Cómo lo hacen? Los anticristos tienen más de un conjunto de métodos para controlar a las personas; tienen varios. ¿Lo habéis experimentado alguna vez? Puede que algunos individuos no hayan servido como líderes jamás, pero albergan un deseo de controlar a otros, y esa es la semilla de un anticristo. Independientemente de su edad, ubicación o circunstancias, quieren ejercer control sobre la gente. Incluso en lo referido a la comida, al trabajo, en diversas áreas de especialización o en asuntos profesionales, quieren que las personas los escuchen y no toleran a nadie que no lo haga. Ni siquiera pueden controlar su deseo de tener poder dentro de la iglesia. Lo ven como su responsabilidad y obligación, pensando que están haciendo su parte, sin darse cuenta de que esas son sus ambiciones y deseos, su carácter corrupto. Entonces, ¿cómo controla un anticristo a las personas? Cuando lo escogen como líder, por ejemplo, en su primer día comienza a pensar: “Estas personas tienen hábitos alimenticios y rutinas diarias irregulares; hay mucho trabajo por hacer. Ser líder conlleva responsabilidades importantes, ¡es una carga pesada!”. El anticristo se pasa todo el día encerrado en su cuarto con dos o tres páginas de material. ¿Qué contiene ese material? En primer lugar, está relacionado con las comidas: se deben realizar en horarios, lugares y cantidades específicos. El desayuno a las seis y media de la mañana, el almuerzo a las doce y media del mediodía y la cena a las seis y media de la tarde; en esos tres horarios se deben realizar las comidas, ni un minuto antes ni un minuto después. No importan las circunstancias: debes ser puntual, aunque llueva o se avecine una tormenta y, si vulneras esas reglas, no te dan la comida. Luego está la cuestión de las rutinas diarias, que es muy importante. Debes levantarte a las seis cada mañana, sin importar lo tarde que te hayas ido a dormir la noche anterior. Debes hacer un descanso después del almuerzo, a la una, e irte a dormir a las diez, sin demora, todas las noches. Cuando termina de elaborar las reglas para las comidas y las rutinas diarias, aún quedan muchos otros preceptos concretos. Por ejemplo, debes comer en áreas designadas y sin hacer ruido, cada persona debe vestir con ropa específica, etcétera. Estas reglas son increíblemente detalladas, incluso más que los decretos administrativos de la casa de Dios. Esas pequeñeces cotidianas no tienen nada que ver con la verdad. Con seguir el principio de que la vida cotidiana y los hábitos alimenticios sean estructurados, adecuados y no dañen la salud, debería ser suficiente; no hay necesidad de unos preceptos tan detallados. Entonces, ¿por qué el anticristo elabora reglas con tantos detalles? Dice: “No es bueno para la gente no tener supervisión. Estas cuestiones no se mencionan en las palabras de dios y, sin esos detalles específicos, nuestras vidas carecerán de disciplina, de estructura y de semejanza humana. Ahora que soy el líder, todos podréis ser corregidos. Ya no sois ovejas errantes, existe alguien que se ocupa de vosotros”. Tanto las cuestiones importantes de la vida diaria como las insignificantes son meticulosamente reguladas, como la ropa, la comida, el cobijo y el transporte. Luego comparte contigo un “secreto”, diciendo: “Las palabras de Dios nunca mencionaron estos detalles concretos de la vida cotidiana. Pero solo porque dios no hablase de ellos no quiere decir que nosotros no debamos conocerlos. Los humanos debemos encargarnos de trabajar en todas esas cuestiones detalladas de las que él nunca habló”. Elabora un conjunto de reglas y preceptos exentos a las palabras de Dios, en apariencia detallados y claramente definidos con términos explícitos, para reemplazar la verdad y guiar a los demás. Una vez que se emiten estos preceptos tan específicos y claramente definidos, espera que la gente se atenga a esas supuestas reglas y, si alguien no las cumple, si las desobedece, ignora o vulnera, el anticristo lo poda. Después de podarlo, se asegura de que la persona acepte esas reglas y las acepte de Dios. Utiliza esas cosas para reemplazar a la verdad y guiar a la gente, así que ¿qué tipo de senda tomarán esas personas? Lo único que harán será observar preceptos y rituales, siguiendo un mero protocolo. Bajo un liderazgo así, la gente puede creer erróneamente, basándose en sus propias nociones: “Si puedo sostener los preceptos y formalidades externos, si puedo atenerme al horario de despertarme, dormirme y comer, ¿no quiere decir que estoy practicando la verdad? Por lo tanto, ¿no seré salvado?”. ¿Es tan sencilla realmente la salvación? ¿Es tan fácil obtener la verdad? ¿Acaso la verdad solo tiene que ver con el comportamiento humano? No. ¿Qué trato da el anticristo a los cambios en el carácter de las personas, a su entendimiento de la verdad y a su práctica de la verdad? Los trata como si fueran lo mismo que seguir el orden público o acatar las leyes del país. Incluso hace que la gente crea erróneamente que esas reglas y preceptos son más elevados, concretos y prácticos que las palabras de Dios. En realidad, usa esas cosas para desorientar y controlar a la gente, dirigiendo firmemente su comportamiento. No resuelve los problemas con la verdad ni anima a la gente a vivir, actuar y llevar a cabo sus deberes de acuerdo con los principios-verdad. Por el contrario, formula artificialmente un conjunto de reglas, preceptos y sistemas para que la gente siga. ¿Con qué propósito lo hace? Quiere que la gente lo admire, que crea que él es inteligente y que obedezca su liderazgo practicando y siguiendo esas reglas y preceptos. De esa manera, consigue sus objetivos. Busca lograr su objetivo de controlar todo lo de todos por medio de la limitación y la estandarización del comportamiento de las personas. Y quizás, con respecto a la motivación de sus acciones, puede no tener un deseo evidente de estatus, pero la consecuencia final es que controla a la gente y esta vive y actúa en completo acuerdo con las reglas y preceptos que él ha establecido. En una situación como esa, ¿la verdad aún ocupa un lugar en el corazón de las personas? No lo hace. Los anticristos no tienen entendimiento espiritual y no comprenden la verdad. Si compartes la vida de iglesia con ellos, te dirán que hoy hagas esto y mañana aquello, incapaces, en esencia, de hablar sobre los principios-verdad. En cambio, te darán un montón de preceptos para seguir. Puede que estés agotado de seguirlos, pero negarte a hacerlo no es una opción. No te dejarán actuar libremente. Esa es una de las formas que tienen de controlar a la gente.

¿Qué es lo principal que controlan los anticristos en las personas? (Sus pensamientos). Correcto, principalmente controlan los pensamientos de la gente. No se trata solo de controlar lo que las personas hacen y dicen. Bajo el pretexto de hablar sobre la verdad, usan teorías vacías y sofistería ingeniosa para desorientarte, con el objetivo de controlar tus pensamientos y hacer que los obedezcas y sigas su ejemplo. Eso es lo que significa desorientar y controlar a la gente. Si no sigues sus instrucciones, podrías sentir que estás yendo en contra de la verdad, e incluso que estás en deuda con ellos o que no puedes enfrentarlos. Esa es una señal de que ya estás bajo su control. Sin embargo, si no practicas la verdad ni te sometes a Dios, ¿te sientes en deuda con Él en tu interior? Si no lo haces, entonces no tienes conciencia ni humanidad. Si puedes obedecer al anticristo en lugar de practicar la verdad, sin ninguna sensación de inquietud en tu corazón o cargo de conciencia, quiere decir que estás bajo su control. El fenómeno más común del control del anticristo es que, dentro de su esfera de autoridad, solo él tiene la última palabra. Si no está presente, nadie se atreve a tomar decisiones o resolver un asunto. Sin él, los demás son como niños perdidos: no saben cómo orar, buscar ni deliberar unos con otros; se comportan como marionetas o personas muertas. Ahora no entraremos en detalles respecto a lo que dicen a menudo los anticristos para desorientar y controlar a las personas. Seguramente emplean muchas afirmaciones y tácticas, y las consecuencias resultantes se pueden ver desarrolladas en aquellos que son desorientados. Dejad que os dé un ejemplo. Hay unos pocos individuos de calibre promedio, no demasiado bajo, que llevan a cabo su deber con lealtad y raras veces son negativos. Sin embargo, después de trabajar con un anticristo cumpliendo su deber durante un tiempo, se vuelven dependientes de él. Prefieren seguirle en todo y él se convierte en su principal respaldo. En cuanto se los separa del anticristo, se vuelven ineficaces en todo lo que hacen. Si él no está presente, deja de haber avances en el desempeño de su deber e incluso, al enfrentarse con un problema, son incapaces de obtener resultados al compartir. Lo único que pueden hacer es esperar a que el anticristo regrese para que lo resuelva por ellos. En realidad, originalmente, antes de que los controlara el anticristo, estos individuos tenían la capacidad de manejar esas cuestiones gracias a su calibre, intelecto, experiencia y antecedentes, pero, después de ser controlados por el anticristo, ya no se atreven a tomar decisiones ni ofrecer soluciones claras para encargarse de los asuntos sin que él esté presente. Sus pensamientos parecen haber sido encarcelados y sus características se asemejan a las de una persona en estado semivegetativo. ¿Qué cosas ha hecho el anticristo que los controla para que muestren esos comportamientos? Sin duda debió haber algunos dichos o declaraciones explícitos para hacer que obedezcan en alma y mente. También debió haber ciertas declaraciones, puntos de vista o acciones con las que estas personas estuvieron de acuerdo. Sin embargo, los anticristos carecen por completo de realidad-verdad. Sus declaraciones y puntos de vista, incluso si son correctos, tienen la intención de desorientar a las personas y no representan ninguna realidad-verdad. Hay quienes admiran a los anticristos porque, de hecho, ellos poseen algunos dones y talentos, pero esas cualidades no significan que posean la realidad-verdad. Los que adoran a los anticristos lo hacen porque no poseen la verdad y no pueden discernir a las personas, por eso pueden adorar a los anticristos e incluso también a algunas grandes figuras espirituales famosas. Algunas personas pueden ser desorientadas por los anticristos, pero es solo algo temporal y, una vez que se den cuenta de que estos solo pueden hablar de teorías espirituales y no practican la verdad, de que no han hecho nada para salvaguardar la obra de la iglesia y de que son verdaderos fariseos hipócritas, los rechazarán y los odiarán. Hay muchos casos de anticristos que usan sus dones y su elocuencia para desorientar a quienes no comprenden la verdad. Por ejemplo, si haces una sugerencia razonable, todos deberían acoger esa propuesta certera y continuar hablando sobre ella, y esa es la senda correcta y demuestra lealtad y responsabilidad en su deber, pero el anticristo piensa en su interior: “¿Cómo es que no se me ocurrió esa propuesta a mí primero?”. Muy en el fondo, admite que la propuesta es adecuada, pero ¿puede aceptarla? Debido a su naturaleza, sin duda no aceptará tu sugerencia correcta. Hará todo lo posible para rechazarla y luego inventará un plan alternativo para hacerte sentir que tu propuesta es completamente inviable y que su plan es mejor. Quiere que pienses que no puedes prescindir de él y que, solo si trabaja él, pueden ser eficaces todos los demás. Sin él, ningún trabajo se puede llevar a cabo correctamente y todos se vuelven inútiles y no pueden lograr hacer nada. La estrategia del anticristo es parecer siempre innovador y único y hacer declaraciones grandilocuentes. Por muy correctas que sean las declaraciones de otras personas, las rechazará. Aunque las sugerencias de los demás sean coherentes con sus propias ideas, si él no las propuso primero, nunca las reconocerá ni las adoptará. En su lugar, hará todo lo que esté en su poder para menospreciar esas sugerencias, luego invalidarlas y condenarlas, criticándolas de manera persistente hasta que la persona que aportó la sugerencia sienta que se equivocó y admita su error. Solo entonces el anticristo lo dejará estar. Los anticristos disfrutan posicionándose mientras denigran a otros, buscando hacer que los adoren y los conviertan en el centro de atención. No permiten que brille nadie más que ellos, mientras que los demás solo pueden mantenerse en el fondo. Todo lo que hacen y dicen es correcto, y lo que hacen y dicen los demás está mal. A menudo proponen puntos de vista novedosos para invalidar los puntos de vista y las acciones de los otros, buscando fallas en sus sugerencias y trastornando y rechazando sus propuestas. De esa manera, las otras personas deben escucharlos y actuar de acuerdo con sus planes. Usan esos métodos y estrategias para socavarte, atacarte y hacerte sentir un incompetente de manera continua, haciéndote así cada vez más sumiso a ellos; haciendo que los admires más y los tengas en mayor estima. Así, terminas bajo su control pleno. Ese es el proceso mediante el que los anticristos subyugan y controlan a la gente.

Un anticristo emplea varios métodos para desorientar y controlar a las personas; no es en absoluto tan simple como un guiño o unas pocas palabras que hace que la gente lo siga. Ya se trate de controlar a las personas o de controlar un aspecto de la autoridad, como las decisiones sobre el personal, los asuntos financieros o tener la última palabra, usará diferentes tácticas, y de ninguna manera lo hará solo ocasionalmente, sino que hará un esfuerzo continuo para presumir y dar testimonio de sí mismo hasta que la gente lo admire, lo elija y, entonces, la autoridad sea suya. Le llevó un período de tiempo lograr ese objetivo. Otro método que utiliza para desorientar y controlar a la gente es presumir constantemente y hacer que todo el mundo lo conozca y que más gente esté al tanto de sus contribuciones a la casa de Dios. Podría decir, por ejemplo: “Anteriormente se me ocurrieron unos métodos para difundir el evangelio y eso ha aumentado su efectividad. Ahora, otras iglesias también están adoptándolos”. En realidad, son varias las iglesias que han acumulado una buena cantidad de experiencia en la difusión del evangelio, pero el anticristo se jacta constantemente de sus decisiones acertadas y de sus logros y le informa a la gente sobre ellos, recalcándolos y repitiéndolos dondequiera que va hasta que todo el mundo está al tanto. ¿Con qué objetivo lo hace? Para construir su propia imagen y su prestigio, para obtener elogios, apoyo y admiración de más personas y para hacer que acudan a él para todo. ¿No consigue así su objetivo de desorientar y controlar a la gente? La mayoría de los anticristos actúa de esta manera, encargándose de las funciones de desorientar, atrapar y controlar a las personas. Independientemente de la iglesia, el grupo social o el entorno laboral, siempre que aparece un anticristo, la mayoría de la gente comienza a adorarlo y a respetarlo inconscientemente. Cuando se enfrentan a dificultades con las que se sienten confundidas y necesitan quien las guíe, especialmente en situaciones críticas en que se debe tomar una decisión, las personas pensarán en el talentoso anticristo. En su corazón, piensan: “Si tan solo estuviese aquí, todo estaría bien. Solo él puede aconsejarnos y darnos sugerencias que nos ayuden a superar esta dificultad; él tiene la mayor parte de las ideas y soluciones, sus experiencias son las más ricas y su mente, la más ágil”. El hecho de que esta gente pueda alabar al anticristo a este nivel, ¿no se relaciona directamente con su forma habitual de presumir, presentarse y exhibirse por ahí? Si él manifestara solidez en sus palabras y sus acciones, si fuera alguien que bajase la cabeza y trabajase duro, si hablara menos y trabajara más, sin darse nunca a conocer ni alardear ni mucho menos fanfarronear, no sería capaz de desorientar a la gente y hacer que esta lo valore y lo admire. Entonces, ¿por qué ciertas personas que son relativamente honestas y pueden practicar la verdad y trabajar de forma diligente casi nunca son elegidas líderes y obreros? Porque la mayoría de la gente no posee la realidad-verdad y no tiene capacidad de discernimiento. La gente tiende a preferir a quienes poseen dones, elocuencia y una inclinación a presumir; envidia y aprueba especialmente a personas como esas y le encanta interactuar con ellas. Como consecuencia, los anticristos se convierten naturalmente en objeto de alabanza y admiración para la mayoría de la gente. Más allá de eso, los anticristos tienen un conjunto de métodos para controlar a la gente y no dudan en invertir tiempo y energía en mantener su estatus y su imagen en el corazón de la gente, todo con el objetivo final de ganar control sobre ella. ¿Qué hace un anticristo antes de lograr ese objetivo? ¿Qué actitud tiene hacia el estatus? No se trata de un afecto normal hacia él ni de envidia; es un plan a largo plazo, un intento deliberado por obtenerlo. Les da una particular importancia al poder y al estatus y ve a este último como un prerrequisito para lograr el objetivo de desorientar y controlar a la gente. Una vez que consigue el estatus, gozar de sus beneficios se le da naturalmente. Por lo tanto, la habilidad del anticristo de desorientar y controlar a la gente es el resultado de una gestión laboriosa. De ninguna manera toma esa senda por casualidad: todo lo que hace tiene un propósito, está premeditado y cuidadosamente calculado. Para los anticristos, obtener poder y lograr su objetivo de controlar a la gente es el premio, el resultado que más desean. Su búsqueda de poder y estatus tiene una motivación, un propósito y una intención, y está laboriosamente gestionada; es decir que, cuando habla o actúa, tiene un fuerte sentido de su propósito y su intención y un objetivo muy definido. Por ejemplo, se jacta de haber sido un líder u obrero de determinado nivel, de haber ganado cierta cantidad de personas difundiendo el evangelio o de haber desarrollado varios métodos clásicos para difundirlo; alardea de sus experiencias y cualificaciones. ¿Qué pensamientos tiene mientras alardea? ¿Cuál es su motivación subyacente? ¿Acaso no delibera sobre qué palabras debe usar y cómo debe mezclar lo cierto con lo que es falso? Sus palabras no son aleatorias; todo lo que dice tiene un propósito y no es en modo alguno una mera cuestión de autobombo. Sus palabras pueden parecer particularmente medidas y dirigidas y mostrar un marcado sentido del decoro. Por ejemplo, si se encuentra con personas que comprenden la verdad, su corazón estará alerta y, casualmente, no dirá ni hará cosas en su presencia por miedo a que lo disciernan. Será más disciplinado. Sin embargo, si está tratando con nuevos creyentes o creyentes comunes, pensará con cuidado qué decirles a esos individuos. Si está tratando con líderes y obreros, contemplará qué decirle a ese grupo. Si está tratando con quienes tienen conocimientos profesionales, tendrá en cuenta qué decirles a ellos. Es especialmente astuto en cuestiones externas y sabe a quiénes dirigirse con esas palabras y cómo transmitir su mensaje de manera efectiva; tiene muy claro todo eso. En otras palabras, los anticristos siempre tienen ciertas intenciones cuando actúan. Sus palabras, acciones y conducta, incluso las palabras específicas que eligen al hablar, son intencionales; no actúan a partir de una revelación momentánea de corrupción, pequeña estatura, estupidez o ignorancia, soltando sinsentidos dondequiera que van; no es así en absoluto. Al examinar sus métodos, su manera de hacer las cosas y las palabras que escogen, los anticristos resultan bastante enigmáticos y perversos. En aras de su propio estatus y para lograr su objetivo de controlar a la gente, aprovechan cualquier ocasión para presumir, valiéndose de lo más mínimo y sin perder ni una sola oportunidad. Decidme, ¿esas personas revelarían esos rasgos frente a Mí? (Sí). ¿Por qué decís que lo harían? (Porque su esencia-naturaleza es presumir). ¿Presumir es el objetivo final del anticristo? ¿Cuál es su objetivo al presumir? Desea ganar estatus, y esto es lo que quiere decir: “¿Acaso no sabes quién soy? Mira las cosas que he hecho, yo soy quien ha hecho todas estas cosas buenas; he contribuido bastante a la casa de dios. Ahora que lo sabes, ¿no deberías darme trabajos más importantes? ¿No deberías tenerme en alta estima? ¿No deberías depender de mí para todo lo que hagas?”. ¿Acaso esto no es deliberado? Los anticristos quieren controlar a todos, sin importar quiénes sean. ¿Qué otro término hay para controlar? Manipular, jugar con uno; simplemente quieren dominarte. Por ejemplo, cuando los hermanos y hermanas elogian algo por estar bien hecho, un anticristo de inmediato dice que lo hizo él, consiguiendo que todo el mundo se lo agradezca. ¿Actuaría de esa manera una persona razonable? Por supuesto que no. Cuando los anticristos hacen un poco el bien, quieren que todo el mundo lo sepa, que los tengan en alta estima y los alaben; eso les da satisfacción. Sin importar lo que hagan, desean obtener la felicitación y adoración de la gente y están dispuestos a soportar lo que sea para conseguirlo. Por el estatus y el poder, los anticristos no dejarán pasar ni una oportunidad de presumir, incluso si hacerlo parece una estupidez o si sus métodos son vulgares y despiertan el menosprecio de los demás; no dejarán pasar la oportunidad aun así. De igual forma, emplean cualquier medio que sea necesario para lograr su objetivo de controlar a la gente y no escatiman esfuerzos para conseguirlo. Se afanan concienzudamente y se devanan los sesos para formular sus conspiraciones. Cuando hacen algo bueno, no paran de ostentarlo y exhibirlo en todas partes. Si alguien más ha hecho algo bueno, lo envidian y hacen todo lo posible por llevarse el crédito o dicen que participaron en ello para atribuirse el mérito. En resumen, los anticristos tienen tácticas para controlar a la gente. Sin duda no se trata de una falsedad momentánea ni de un par de acciones ocasionales. Por el contrario, hacen y dicen muchas cosas. Sus palabras son desorientadoras, así como sus acciones, y su objetivo final al hacer y decir esas cosas es controlar a la gente.

¿Cuál es el propósito de un anticristo al controlar a la gente? Ganar estatus y autoridad en el corazón de las personas. Una vez que los tiene, puede gozar de los beneficios del estatus y de los muchos privilegios que otorga. En tiempos de calor, por ejemplo, mientras otros se quedan en cuartos sin aire acondicionado, él puede quedarse en habitaciones donde sí lo hay. A la hora de comer, mientras otros obtienen una sola ración de vegetales y arroz, él recibe además un poco de carne y sopa. Cuando entra en una habitación en la que ya no hay asientos disponibles, otros tienen que sentarse en el suelo y dejar una única silla que está reservada para él. Este trato especial es producto de su estatus, y él disfruta entregándose a los beneficios que este otorga. Por supuesto que estos privilegios y disfrutes están lejos de ser suficientes para satisfacer sus ambiciones. No solo necesita esos beneficios materiales que el estatus le permite tener, sino la vanidad, la satisfacción y el sentido de seguridad que le aportan a su mundo interior. ¿Cuáles son los comportamientos de aquellos que han sido desorientados, atraídos y controlados por anticristos? Comparan entre sí su estatus, su poder, sus dones y sus habilidades, así como también sus familias y su contexto de clase, y compiten por a quién se le ocurren las ideas más perversas y quién tiene una mente más ágil. Los anticristos de la religión también compiten por quién ora durante más tiempo. Si una persona ora durante diez minutos, otra lo hará durante veinte y puede que, durante una reunión, no hagan nada más que orar sin cesar, murmurando sin pausa como si fueran esas personas que recitan las escrituras en un templo budista. ¿Dios escucha esas oraciones? A juzgar por la manera en que oran, el Espíritu Santo no obrará en ellas. Se fijan en quién puede orar más tiempo, quién puede hacerlo en voz más alta para vencer al resto. ¿No es eso una locura total? Sus acciones son increíbles e irracionales. Esas son las principales manifestaciones que se pueden ver en aquellos que han sido desorientados y controlados por los anticristos; ese es el resultado que se produce cuando los anticristos conducen a las personas. Por eso, si un anticristo te desorienta y te controla, lo respetarás, lo seguirás y le obedecerás en todo. No escucharás a nadie más, aunque sea Dios el que esté hablando. Esos serán los comportamientos que exhibirás. Cuando los anticristos controlan a la gente, es como si Satanás los estuviera gobernando. Si estás bajo el control de Satanás y hay un lugar en tu corazón para el hombre y otro para él, entonces el Espíritu Santo no obrará en ti, sino que te abandonará. ¿Acaso no te gusta seguir a los anticristos? ¿Acaso no te gusta respetarlos? ¿Acaso no te gusta aceptar su control y manipulación? Entonces serás entregado a ellos. Si crees que todo lo que dicen los anticristos es la verdad, entonces puedes escucharlos y seguirlos y serás entregado a ellos. Sin embargo, tendrás que hacerte responsable de las consecuencias. Si, llegado el día, no obtienes la salvación, no responsabilices a Dios ni te quejes de Él; esto no tiene nada que ver con Él. Ha sido tu propia elección y debes pagar el precio de tu decisión.

Hemos terminado, más o menos, de hablar sobre las manifestaciones del control de los anticristos sobre la gente. Las personas deben comprender lo que significa ser controladas. Por fuera, puede parecer que algunas personas están siguiendo a Dios, escuchando Sus sermones, comiendo y bebiendo de Sus palabras, viviendo la vida de iglesia y llevando a cabo sus deberes, y que no han dejado la casa de Dios. Entonces, ¿por qué las controlan los anticristos? En principio, porque no poseen la verdad. Primero, esas personas fueron desorientadas por los anticristos y luego, llegaron a admirarlos especialmente, lo que derivó en que fueran controladas por ellos. ¿Qué significa que sean controladas? Significa estar bajo su influencia y ser presa de ellos. Aunque estés llevando a cabo tus deberes, mientras estás buscando los principios-verdad al hacerlo, estás siendo desorientado por anticristos. Cuanto más coinciden sus declaraciones y puntos de vista con tus propias nociones y figuraciones, más correctos y de acuerdo con la verdad los consideras, y dejas de buscar los principios-verdad, ya no estás dispuesto a pensar de manera independiente ni basas tu práctica en las palabras de Dios. Crees que el punto de vista de los anticristos no está para nada equivocado y lo validas con todo tu corazón. Una vez que eso sucede, cuando realmente practicas conforme a las palabras de Dios, te sientes incómodo e inquieto. Sientes que les has fallado a los anticristos y que de ninguna manera puedes actuar así. ¿No eres totalmente presa de las declaraciones y puntos de vista del anticristo? Cuando haces cosas, no sabes cómo juzgar, buscar u obedecer en base a las palabras de Dios. No sabes cómo y tampoco te atreves a hacerlo. ¿Cómo es que no sabes hacerlo y por qué no te atreves? Los anticristos no han hablado todavía, no te han informado de una decisión ni han llegado a una conclusión, y no te han dicho el desenlace ni te han indicado dirección alguna. Por eso no te atreves a actuar de acuerdo con tu comprensión y te preocupa equivocarte de camino, hacer algo mal. ¿No estás siendo controlado? ¿Por qué siempre tienes tanto miedo? ¿De verdad no han sido claras las palabras de Dios? ¿Las palabras de Dios no te han dicho los principios o lo que debes hacer? ¿Por qué las ignoras e insistes en escuchar a los anticristos? Ellos te están desorientando y controlando. Por ejemplo, le dije a alguien que construyera una pared, especificándole la altura, longitud y ubicación. Entonces, el anticristo vino y dijo: “La altura de la pared está bien, pero hay un problema. Si la construyes así, ¿no se caerá cuando sople viento?”. Al oírlo, la persona dijo: “Bien visto. ¿Podría caerse? Dios no lo dijo, así que no la construiré todavía”. Cuando fui a verificarlo más tarde, le pregunté: “¿Por qué aún no has construido la pared? Han pasado varios días y sigue sin estar en pie; ¿no estás posponiendo las cosas?”. Me respondió que alguien había expresado su preocupación por el hecho de que la pared se pudiera caer con el viento. Le dije que, si le preocupaba el viento, usara una columna como soporte, y tomó nota mental. Más tarde, el anticristo volvió a perturbarlo, diciéndole: “¿Es suficiente una columna? ¿No deberías colocar dos?”. La persona reflexionó, pensando que Dios solo había dicho que pusiera una columna y no dos, y una vez más no supo qué hacer. Tras ser tan desorientada y perturbada por el anticristo, todas las palabras que yo le había dicho antes fueron en vano y no pudo continuar con su tarea. ¿No es eso lo mismo que ser controlado por el anticristo? ¿A quién debía escuchar en ese asunto? (A Dios). Entonces, ¿por qué no escuchó las palabras de Dios? ¿No quería hacerlo? Quería, pero fue desorientado por las herejías y falacias de uno de los anticristos. Una vez que fue desorientado, lo obedeció, lo cual es equivalente a ser secuestrado por él. Si su comportamiento y sus pensamientos son presa y prisioneros del anticristo, está bajo su control. Finalmente, esta persona no cumplió con su deber y no se sometió a Dios ni escuchó Sus palabras. ¿Quién ocasionó ese desenlace? Lo ocasionó su ignorancia, que es inseparable de la desorientación, la perturbación y el control por parte del anticristo. Entonces, ¿por qué el anticristo interfirió de esa manera? Quería demostrar su brillantez; y lo que realmente estaba diciendo era: “¿Por qué escuchaste ciegamente a dios cuando te dijo que construyeras esta pared aquí? ¿Por qué tienes un razonamiento tan simple? Si construyes esa pared aquí, ¿no se caerá en cuanto el viento empiece a soplar? Escuchar a dios no es tan preciso como escucharme a mí; debes escucharme a mí. Si lo haces, estaré complacido, pero, si escuchas a dios, no me sentará bien y no estaré satisfecho. No tienes que escuchar a dios, ¿dónde me deja eso a mí?”. No lo dijo directamente, sino que interfirió y trastocó las cosas a propósito. Después de entrometerse, la tarea no se pudo completar y él quedó como un sabio, lo que lo hizo feliz. Cuando Dios le ordena a alguien que construya una pared, esa persona debe hacerlo sin demora, pero en este caso el resultado fue que la pared no se levantó. ¿Quién provocó ese resultado? El anticristo: la persona fue desorientada, perturbada y controlada por él. Es similar a la manera en que la serpiente tentó a Adán y Eva. Dios les había dicho: “Del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”. ¿Son la verdad esas palabras de Dios? Lo son, y no necesitas entender su significado, solo debes escucharlas y someterte. Sin importar la situación, la palabra de Dios no puede cambiar y, si Él quiere que hagas algo, entonces hazlo. No lo analices. Incluso si no lo entiendes, debes saber que la palabra de Dios es correcta; debes entender esa definición en tu corazón. En otras palabras, debes comprender esa verdad antes que nada. Coincidan o no las palabras de Dios con tus propias nociones, las entiendas o no, y por muy atolondrado que puedas estar, debes aferrarte a Sus palabras. Esa es tu responsabilidad y tu deber. Una vez que te lo hayas propuesto, ¿qué debes hacer cuando Satanás venga de nuevo a seducirte? Debes creer profundamente en las palabras de Dios y seguir Su camino; ese es el principio más importante. Ignora lo que diga Satanás. ¿Cuál fue el resultado final de que Adán y Eva escucharan las palabras de la serpiente? Fueron desorientados y controlados por Satanás. Con una sola frase de palabras engañosas, vagas y endiabladas, logró persuadir y controlar el comportamiento de Adán y Eva. Ese era un resultado que Dios no quería ver. ¿Cuál fue el propósito de la serpiente al decir esas palabras? A través de ellas, quiso confundir las ideas de la gente, influir en su comportamiento y hacer que dejasen de escuchar a Dios y abandonasen Sus palabras. En cuanto plantó ese pensamiento activo en su cabeza, ellos siguieron la senda señalada. ¿Cuál era el objetivo de Satanás? Decir: “No escuches lo que dios dice. Debes escucharme a mí; debes comer esta fruta”. Dios les dijo que no la comieran, pero Satanás les dijo que sí. Al final, ¿Adán y Eva lo hicieron? (Sí). Así es como Satanás controló a las personas. Cuando escuchas las palabras endiabladas de un anticristo, puedes desorientarte y perder el rumbo, y corres el riesgo de no acatar las palabras de Dios. ¿Acaso no quiere decir eso que tu comportamiento y pensamientos están influidos y controlados por ese anticristo? Eso es lo que significa el control. ¿Os habéis encontrado con situaciones similares? Algunas personas malintencionadas ven que estás completando una tarea sin ninguna complicación y que estás a punto de lograr resultados, de hacerte notar, y se dan cuenta de que no han estado muy implicadas en ese asunto. Si a ti te notan, a ellas no las notarán, así que proponen puntos de vista o preguntas en apariencia verosímiles para desorientarte, perturbarte y controlarte. Como resultado, te vuelves atolondrado y piensas que sus palabras también tienen sentido. Ya no sabes qué hacer y no puedes seguir adelante con tu deber, por lo que te detienes. ¿No es eso ingenuo? Inicialmente, antes de ser desorientado, estabas lúcido y sabías qué hacer, pero, en cuanto el anticristo te perturbó, te enredaste y ya no supiste cómo manejar las cosas de manera apropiada. ¿Cuál es el problema aquí? (Haber sido desorientado). Las personas que son fácilmente desorientadas y controladas por anticristos o por Satanás son individuos ignorantes y atolondrados. En cuanto a las manifestaciones de cómo los anticristos desorientan y controlan a las personas, ¿ha sido suficientemente específica nuestra enseñanza? Deberíais ser capaces de entender y, cuando las cosas os sucedan, deberíais cotejarlas con distintas verdades para reflexionar sobre vuestras palabras, acciones y esencia. Al mismo tiempo, deberíais intentar comprender y discernir las personas, los acontecimientos y las cosas que os rodean para ganar un entendimiento más claro de la verdad y una comprensión más precisa de la esencia-naturaleza de las diferentes personas.

En el presente, muchos de vosotros recién habéis entrado en contacto con los estados y manifestaciones específicos de diversas verdades. ¿Por qué digo que recién habéis entrado en contacto con ellos? Porque habéis llegado a comprender algunos detalles, pero aún queda distancia por recorrer antes de la verdadera entrada. Comprender no es lo mismo que entrada. Cuando comprendes, solo significa que, en tu mente, tu comprensión de los conceptos y definiciones de esas cuestiones es relativamente acertada y más coherente con la verdad, pero aún estás lejos de tener entrada personal. La comprensión y la capacidad de reconocer y de relacionar esas cuestiones con tu estado y con las personas, los acontecimientos y las cosas que te rodean no significan que tengas entrada. Esas son dos cosas diferentes. El que una persona sea salvada y logre un cambio de carácter comienza con la comprensión de cada una de las diversas verdades, y la entrada en la realidad-verdad comienza con la práctica de esas verdades. Si tuvierais una determinada base en tu comprensión y entrada en las distintas verdades, entonces, cuando os pregunto ejemplos, podríais pensar de inmediato en vuestras propias manifestaciones o en algunas cosas que hayáis visto y experimentado. Eso simplificaría mucho mi enseñanza y no tendría que hablar con tanto detalle porque vosotros ya habríais tenido experiencias y podríais llegar a ese nivel. Sin embargo, cuando os pregunto ahora, debéis pensar sobre la marcha y también tenéis que revolver y buscar en vuestra memoria. Cuando veo que no conocéis estas cosas y que no las habéis experimentado por vosotros mismos, debo explicároslas en detalle, aclarar los aspectos principales y centrales y los problemas esenciales de estos asuntos y daros un entendimiento básico de los detalles de las diversas verdades para que, al practicar, no confundáis aspectos relacionados con conceptos o definiciones y, para que no mezcléis churras con merinas ni penséis que estas cuestiones son demasiado complejas, sino que seáis capaces de diferenciar claramente los distintos aspectos. Así, la próxima vez que hable sobre estas cosas, será sencillo. En este momento aún no estáis a la altura, por eso siempre debo explicarlas en detalle. ¿Cuánto del contenido de las enseñanzas de nuestras reuniones podéis sopesar y digerir? Si es solo el diez por ciento, entonces apenas tenéis una estatura digna de mención y, si es el treinta por ciento, solo habéis entendido un poco. Si alcanzáis el cincuenta por ciento, tenéis cierta estatura y entrada, pero, si no llegáis a eso, no tenéis ninguna entrada. Lo entendéis, ¿verdad? Si cuando comparto de esta manera aún no podéis entender, quiere decir que vuestro calibre es demasiado bajo y no tenéis manera de comprender la verdad. Muy bien, así concluye nuestra enseñanza de hoy. ¡Hasta la próxima!

17 de abril de 2019

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