Punto 10: Desprecian la verdad, desacatan con descaro los principios e ignoran las disposiciones de la casa de Dios (VII) Parte 3
2. Venden libros de las palabras de Dios para beneficio propio
A continuación, compartiremos el segundo aspecto, que es el comportamiento y enfoque reales de los anticristos al considerar las palabras de Dios como bienes de consumo. Este enfoque implica que este tipo de anticristo trata los diversos tipos de libros de las palabras de Dios como bienes de consumo. Cuando obtienen estos libros con las palabras de Dios, creen que han adquirido el capital para ganar dinero, al poseer los activos necesarios para hacerlo. Estos libros, impresos con las palabras de Dios, se convierten en sus activos, los bienes de consumo que pretenden vender, y los objetos que usan para obtener beneficios excesivos. Los anticristos retienen estos libros, y no los distribuyen de acuerdo con el principio requerido por la casa de Dios, sino que buscan obtener beneficios de manera inadecuada según sus propias intenciones. ¿Cuál es el principio para distribuir los libros en la casa de Dios? Es distribuirlos de forma gratuita a todos los que aman leer las palabras de Dios y tienen sed de la verdad. Independientemente de cuántas personas los reciban o cuántos libros se distribuyan, esto siempre debe ser gratuito. Para los creyentes en Dios en el cristianismo, la Biblia no es gratuita, y deben comprarla. Pero ahora, estas palabras de Dios y estos libros son distribuidos gratuitamente por la casa de Dios, lo cual es un punto clave. Sin embargo, el problema surge cuando los anticristos obtienen estos libros y no los distribuyen de forma gratuita, según el principio. En circunstancias normales, aquellos con un corazón un poco temeroso de Dios distribuirían estos libros de forma gratuita, según el principio y sin cobrar dinero ni buscar obtener beneficios excesivos de manera inapropiada. Sin embargo, solo los anticristos piensan que ha llegado una oportunidad de negocio al obtener estos libros. Entonces, surgen la ambición y la avaricia: “¿Dar libros tan gruesos y de tan buena calidad de forma gratuita? ¿No es eso una pérdida? ¿No es estúpido no ganar algo de dinero con ellos? Además, estos libros no se pueden comprar en ningún otro lugar, y la mayoría de las personas que creen en dios querrían leerlos, sin importar el coste”. Una vez que comprenden que la gente tiene esta mentalidad, los anticristos empiezan a desarrollar ciertos pensamientos: “No puedo perder esta oportunidad de ganar dinero; oportunidades como esta son difíciles de encontrar. Al distribuir los libros, debería dividir a la gente en categorías y cobrar más a los ricos, un precio moderado a los de clase media, menos a los pobres o no distribuírselos en absoluto, y dar un descuento a quienes me adulan y cobrarles más a quienes no se llevan bien conmigo”. ¿Está esto de acuerdo con los preceptos de la casa de Dios para la distribución de libros? (No). Esto es hacer negocios. Los anticristos desarrollan este tipo de ideas. Independientemente de si distribuyen los libros de acuerdo con los preceptos y principios de la casa de Dios, hablemos primero de cómo consideran las palabras de Dios. Una vez que los libros de las palabras de Dios llegan a sus manos, ¿los aprecian? (No). No están interesados en el camino de la vida ni en la verdad de los que se habla en las palabras de Dios; no los valoran y ni siquiera sienten la más mínima curiosidad por ellos. Simplemente hojean los libros por arriba, pasando las páginas con desinterés: “Solo se habla de cómo dios realiza la obra de juzgar a las personas; de cómo ha conquistado a un grupo de personas y de cómo les da un buen destino. En cuanto al futuro de la humanidad, no hay detalles, así que este libro no es tan interesante. Aunque el libro no es muy interesante, muchos están dispuestos a leerlo. Esto es bueno; puedo sacar provecho de ello”. Cuando los libros de las palabras de Dios caen en sus manos, se convierten en bienes de consumo, lo que implica que muchas personas, o al menos una parte de ellas, tendrán que gastar dinero para comprarlos. Los anticristos, con el pretexto de creer en Dios, de hacer la obra de Su casa y de estar a cargo de la distribución de los libros de Sus palabras, se entrometen y convierten la distribución gratuita de estos libros por parte de la casa de Dios en una transacción, en un acto de compra y venta. Dios provee Sus palabras gratuitamente a todos los que las escuchan con atención; son gratuitas, y no es necesario intercambiarlas por nada. Lo único que se requiere de las personas es aceptar, practicar y experimentar; lograr la sumisión a las palabras de Dios y convertirse en alguien que teme a Dios y se aparta del mal. Entonces Dios está satisfecho, se alcanzó Su objetivo y no se pronunciaron Sus palabras en vano. Esto le trae consuelo. Este es el deseo de Dios y también el propósito de Su obra de gestión de seis mil años llevada a cabo sobre el hombre: el más hermoso deseo del Creador para los seres creados. Dios proporciona Sus palabras, lo que Él tiene y es y Sus intenciones de manera gratuita y continua a quienes lo siguen. Este es un acto muy puro, santo y magnífico; aquí no hay ninguna transacción involucrada. Para toda persona que escucha atentamente y anhela las palabras de Dios, cada oración que Él pronuncia es invaluable. Las personas reciben de Dios la verdad y Sus palabras de forma gratuita, y en lo profundo de su corazón, lo que quieren hacer por Dios es retribuirlo, satisfacer Sus intenciones y permitirle sentir consuelo, de modo que Su gran obra pueda completarse pronto. Este es el entendimiento tácito que debe existir entre el Creador y la humanidad creada. Sin embargo, los anticristos convierten este asunto en una transacción. Aprovechan la oportunidad de la obra y la palabra de Dios, así como la necesidad que tienen las personas de recibir el suministro de las palabras de Dios, para buscar ganancias personales, y obtienen dinero y beneficios que no les corresponden. ¿No merece ser maldecida esta conducta? ¿En cuál de las declaraciones de Dios habéis visto o escuchado que Dios hable a la humanidad a cambio de una compensación? ¿Cuánto cuesta una oración, cuánto un pasaje, un sermón, un libro, o una poda, un juicio, un castigo, un refinamiento o una provisión de vida? ¿Dios ha dicho tales cosas alguna vez? (No). Dios nunca las ha dicho. Cada oración, pasaje y fragmento emitido por Dios, cada instancia de ser podada, castigada, juzgada, probada y refinada que la gente recibe de Dios, así como el suministro y la nutrición de las palabras de Dios, etc., ¿cuál de estos elementos puede medirse con dinero? ¿Cuál de ellos pueden obtener los seres humanos a cambio de dinero o cosas materiales, o pagando un precio carnal? Ninguno de ellos. Todo lo que Dios hace, todas las verdades que Él expresa, no tienen precio. Precisamente porque no tienen precio, porque no hay dinero ni cosas materiales que las personas puedan intercambiar por las posesiones de Dios y Su ser, Él dice que suministra Sus palabras a la gente de forma gratuita. Sin embargo, los anticristos no pueden ver la naturaleza preciosa e invaluable de las verdades y lo que Dios tiene y es, que es lo que Él expresa. En su lugar, buscan obtener beneficios indebidos de ellas, lo cual es totalmente vergonzoso.
Algunos anticristos, con el fin de atormentar a la gente, establecer una reputación y un prestigio propios, y hacer que los demás sientan su terror y poder, retienen las palabras de Dios y no las distribuyen a los hermanos y hermanas que están subordinados a ellos. Así, en algunas iglesias donde tales personas malvadas y anticristos tienen poder, los hermanos y hermanas se encuentran sin las palabras de Dios para leer o los sermones de Dios para escuchar. ¿No son estas personas dignas de ser maldecidas? ¿Cómo han considerado las palabras de Dios? Como su propiedad privada. Dios entrega Sus palabras a aquellos que creen en Él y lo siguen de manera sincera; no se le otorgan a un solo individuo, y ciertamente no son la propiedad privada de nadie. Las palabras de Dios son pronunciadas para toda la humanidad, y nadie puede retenerlas por ninguna razón o excusa. Sin embargo, los anticristos juegan exactamente ese papel y, para hacerlo, incumplen la norma. Algunos anticristos, después de recibir las últimas grabaciones de los sermones, las escuchan primero y, al descubrir alguna nueva luz y que hay algún contenido del que no eran conscientes, deciden no distribuir esta serie de sermones a sus subordinados. Sin que nadie más lo sepa, retienen las grabaciones de los sermones. ¿Cuál es el propósito de retenerlas? El propósito es hacer alarde durante las reuniones, lo que equivale a involucrarse en ventas. Mediante este acto de hacer alarde, cuando la gente a su cargo escucha contenido que nunca había oído antes, totalmente nuevo, empieza a tener en alta estima a los anticristos y, de esta manera, se cumple el objetivo de estos. Es innegable que, en las iglesias de todas partes, sin duda hay algunas personas que no distribuyen los sermones de enseñanza o las grabaciones de manera oportuna o completa; tales individuos existen, desde luego. Además, algunos anticristos distribuyen los libros de las palabras de Dios basándose en las actitudes que tienen las personas hacia ellos, dándoselos a aquellos que se les acercan o los adulan. Aunque los libros son gratuitos, no todos pueden recibirlos fácilmente; el principio de distribución gratuita y oportuna se ve comprometido en las manos de los anticristos y está sujeto a diferentes condiciones. Podrían dar los libros de mala gana a aquellos que están con ellos o que los escuchan, pero no necesariamente de manera oportuna. En cuanto a quienes no están de acuerdo con sus opiniones o incluso se les oponen, los anticristos podrían darles los libros selectivamente o incluso no hacerlo en absoluto. No solo buscan obtener beneficios indebidos de la distribución de los libros de las palabras de Dios, sino que también lo usan como un medio para atraer a la gente y ganársela, así como para reprimir y atormentar a otros; son capaces de todo tipo de fechorías. Incluso pueden amenazar a las personas, diciendo que si alguien habla mal de ellos, no los elige o vota en su contra, podrían retener las palabras de Dios como un medio para atormentar a esa persona. Por lo tanto, algunas personas, por temor a no poder recibir a tiempo los libros de las palabras de Dios o las grabaciones de los sermones, les tienen pavor a estos anticristos. Incluso si los anticristos hacen el mal y ellas mismas sufren un trato injusto, no se atreven a denunciarlos, ya que temen que estos las supriman y atormenten, que pierdan de este modo el contacto con lo Alto y el riego y suministro que este les proporciona. ¿Existen tales personas? Absolutamente, cien por cien. Los anticristos se involucran en todo tipo de malas acciones; no solo luchan por el poder y el beneficio, forman camarillas y crean sus propios reinos independientes, sino que tampoco hacen excepciones cuando se trata de distribuir las palabras de Dios. Aprovechan todo lo que les permita obtener beneficios indebidos, estatus y poder; no escatiman nada, ni siquiera las palabras de Dios. ¿Han sucedido estas cosas en vuestra iglesia y a vuestro alrededor? Algunos anticristos amenazan a sus subordinados diciendo: “Si no me eliges, si me denuncias a lo Alto, si no te agrado, si me delatas y me entero, no recibirás más grabaciones de sermones. ¡Te cortaré el suministro, te dejaré sin alimento; te morirás de sed y de hambre!”. ¿No es cruel el carácter de los anticristos? ¡Es sumamente cruel! Son capaces de hacer todo tipo de cosas malas.
Si os encontráis con tales anticristos, ¿cómo los manejaríais? ¿Os atreveríais a denunciarlos a lo Alto? ¿Os atreveríais a uniros y rechazarlos? (Sí). Decís que sí ahora, pero cuando realmente os enfrentéis a ellos, podríais no atreveros; os echaríais atrás, pensando: “Tengo escasa estatura, soy joven, soy débil y estoy solo. Si los anticristos realmente se agruparan para intimidarme, ¿no estaría acabado? ¿Dónde está Dios? ¿Quién escuchará mis quejas? ¿Quién me desagraviará y me vengará? ¿Quién se pondrá de mi lado?”. ¿Por qué es tan pequeña tu fe? Te vuelves tímido cuando te enfrentas a un anticristo, pero ¿qué harías si Satanás te amenazara en persona? ¿Dejarías de creer en Dios? ¿Qué harías si un anticristo no te distribuyera las palabras de Dios? ¿Qué harías si te hiciera pagar dinero por los libros de las palabras de Dios? ¿Qué harías si cada vez que el anticristo distribuyera libros de las palabras de Dios, te lo pusiera difícil y te hablara duramente? ¿Es fácil manejar esta situación? Te diré una estrategia inteligente: cuando ya casi sea el momento de la distribución de los libros, mantente junto al anticristo, hablando con palabras dulces, elogiándolo y felicitándolo enérgicamente para ganarte su confianza. Una vez que te distribuyan los libros de las palabras de Dios y las grabaciones de los sermones, busca una oportunidad para denunciarlo a lo Alto. Si no hay forma de denunciarlo a lo Alto, busca una oportunidad para unirte a hermanos y hermanas con discernimiento para restringir y atar al anticristo. Esto es eliminar verdaderamente el perjuicio a la iglesia y es lo que mejor concuerda con las intenciones de Dios. Algunos pueden preguntar: “¿Y si el anticristo descubre este plan?”. Si no estás seguro esta vez, entonces espera a la próxima oportunidad. Cuando tengas el valor y las condiciones sean adecuadas, ese es el momento para actuar. En resumen, si tienes miedo de que el anticristo corte tu alimento, no hagas una gran demostración de las cosas al principio. No te expongas ni dejes que el anticristo te cale. Cuando hayas obtenido la estatura suficiente y estés con más personas, que sean adecuadas y correctas, y que puedan discernir y rechazar al anticristo, y acompañarte para enfrentarlo, ese es el momento en el que podrás romper con el anticristo. ¿Cómo suena esta estrategia? (Bien). Algunos podrían decir: “¿No es esto engañar a los demás? ¿No quiere Dios que seamos personas honestas? Esto no parece algo honesto”. ¿Es esto engañar a los demás? (No). Es juguetear con un demonio. Cualquier método es aceptable cuando se trata con un anticristo, que es un demonio.
¿Tenéis miedo de los anticristos? Supongamos que realmente hay un anticristo a tu alrededor, en tu propia iglesia. Lo has notado; tiene poder y estatus, y muchas personas lo apoyan. Tiene una camarilla, unos pocos seguidores fervorosos. ¿Tendrías miedo de él? Algunos dicen que sí. ¿Es correcto tener miedo? Hay al menos un aspecto bueno y correcto en este miedo. ¿Por qué lo digo? Si le temes, esto al menos muestra que en tu corazón crees que es malvado, que puede atormentarte y hacerte daño, y que no es buena persona ni persigue la verdad; al menos tienes este entendimiento y discernimiento sobre él en tu corazón. Aunque no puedas catalogarlo como anticristo ni discernir que lo es, al menos sabes que no es una persona buena y que no persigue la verdad, ni tampoco es recta, amable u honesta, por lo que le temes. Además de los demonios, ¿a qué tipo de personas suele temerle la gente común y corriente o ingenua? (A la gente malvada). Todos tienen miedo de la gente malvada. Al menos, sabes en tu corazón que esa persona es malvada. Sobre esta base, observa su actitud hacia las palabras de Dios y los principios-verdad; mira si practica la verdad, discierne sus diversos comportamientos y llega a comprender y discernir su esencia por medio de sus acciones. Finalmente, si puedes determinar que es un anticristo, tu miedo incluirá otro componente: discernimiento hacia él. Aunque le temas en tu interior, no estarás de su lado y lo rechazarás en tu corazón; ¿es esto bueno o malo? (Es bueno). Si te pide que te unas a él para hacer el mal, ¿aceptarías? ¿Podrás discernir esto en tu interior? Si te pide que te unas a él para lanzar insultos o juzgar a Dios, ¿aceptarías? Si te pide que colabores con él para atormentar a otros y no distribuir los libros de las palabras de Dios a ciertas personas, ¿aceptarías? Aunque no estés cien por ciento seguro de que no aceptarías hacer tales cosas, al menos en tu corazón tendrás discernimiento sobre sus acciones. Puede que hagas algunas cosas con él a regañadientes y bajo coacción, pero solo será porque te obligó a hacerlo y no será voluntario. Al menos, no serás el autor principal; como mucho, serás un cómplice de sus crímenes. Aunque no lo expongas ni lo provoques en persona, tampoco actuarás como su seguidor o cómplice. Esto es, hasta cierto punto, rechazar al anticristo. La mayoría de las personas, a causa del miedo que sienten hacia los malvados y los anticristos, solo son capaces de hacer concesiones para protegerse a sí mismas, así que el hecho de que consigas hacer esto como una medida provisional, un parche, ya es bastante bueno. Pero ¿llegar a este nivel cuenta como mantenerse firme en tu testimonio? ¿Cuenta como defender los principios-verdad? ¿Cuenta como superar a Satanás? A los ojos de Dios, no cuenta. Entonces, ¿cómo puedes llegar a mantenerte firme en tu testimonio? Todos vosotros carecéis de una senda, y simplemente hacéis concesiones para protegeros: “Ellos hacen el mal, pero yo no me atrevo a unirme a ellos para hacerlo; temo ser castigado. Son personas malvadas; hacen cosas malas para atormentar a los demás. Pero bueno, está bien mientras yo mismo no haya atormentado a nadie. Ese mal no se me atribuirá”. Si, en el mejor de los casos, podéis hacer esto, ya es algo bastante bueno; simplemente estáis siendo complacientes y adoptando un enfoque intermedio, y no sois capaces de dar testimonio. Entonces, ¿qué se debe hacer para dar testimonio? En términos doctrinales, deberíais repudiar a las personas malvadas, rechazar y exponer a los anticristos, y evitar que anden desbocados haciendo cosas malas en la casa de Dios y causando pérdidas en ella. Pero ¿sabéis específicamente cómo hacerlo? (Denunciar e informar a lo Alto al respecto). ¿Es esa la medida de las responsabilidades y obligaciones que podéis cumplir? ¿Es ese todo el testimonio en el que podéis manteneros firmes? ¿Es esa toda la estatura que tenéis? Además de denunciar a un anticristo, ¿qué más podéis hacer? (Primero, podemos reunir todos los hechos del comportamiento constante y malvado del anticristo, y luego compartir con los hermanos y hermanas sobre el discernimiento del anticristo basándonos en estos hechos. Una vez que los hermanos y hermanas hayan comenzado a discernir al anticristo, todos pueden actuar para exponerlo, y después podemos expulsarlo de la iglesia). Los pasos y procedimientos son correctos, pero ¿qué hay de algunos casos especiales? Estás hablando desde la posición de líder, pero ¿qué pasa si un creyente corriente se encuentra con un anticristo? ¿No sería eso como un huevo que choca contra una roca? ¿Qué haríais en tales situaciones? Permitidme que os cuente una historia relacionada con la declaración y el informe de ingresos y gastos. Había alguien encargado de llevar las cuentas: una para uso externo y otra para uso interno. Un día, hubo una discrepancia de doscientos dólares en la cuenta interna. Más tarde, el supervisor vino a revisar las cuentas, notó la discrepancia y dijo: “Rompe la cuenta interna. Guarda solo la externa, para que no haya pruebas”. Una de las personas presentes no estaba de acuerdo y dijo: “Esto es una ofrenda. No importa cuánto dinero sea, es dinero de Dios; no puedes hacer eso”. El supervisor no dijo nada, mientras que otra persona comentó: “¿Qué son doscientos dólares? Cuando los anticristos malversan, son decenas de miles por vez”. Y, así, esas personas resolvieron el asunto de esa manera. Sin embargo, después, una persona sintió que ese enfoque estaba mal y lo informó al grupo de toma de decisiones. El grupo dijo que doscientos dólares no era una cantidad significativa, y que estaban demasiado atareados para ocuparse de ello. Cuando se informó a los líderes de la iglesia, tampoco lo abordaron y todos ignoraron el asunto. La persona que informó del problema se sintió molesta y dijo: “¿Cómo pueden ser todos así? ¿Cómo pueden ser tan irresponsables con las ofrendas de Dios? ¡Incluso se atreven a incurrir en engaños tan descaradamente!”. Estaba molesta por esto. Un día, cuando visité a esa gente, esa persona me informó de este asunto, y dijo que el encargado de la contabilidad había sido descuidado, que había hecho un desastre con la cuenta y que finalmente había habido una discrepancia. Aunque este problema no era demasiado importante, las actitudes de cada persona involucrada fueron diferentes. Esos supuestos supervisores y líderes no abordaron el problema. No solo no echaron a la persona encargada de la contabilidad, sino que además buscaron una excusa para protegerla. La persona que informó del problema siguió haciéndolo; sin embargo, fue excluida por muchos. Decidme, ¿qué tipo de mentalidad tenía esa persona cuando informó del problema? Si hubiera tenido la misma actitud que la otra persona, la que dijo: “Son solo doscientos dólares, ¿por qué haces tanto escándalo? Cuando los anticristos malversan, son decenas de miles por vez”; ¿lo habría informado? No lo habría hecho. Si hubiera dicho: “No es mi dinero; que lo malverse quien quiera, él será el responsable. De todos modos, yo no malversé nada, así que no necesito asumir esta responsabilidad”; o “Ya lo informé al grupo de toma de decisiones y a los líderes de la iglesia, y todos me ignoraron, así que ya cumplí con mi parte y no tengo que preocuparme más”. Si hubiera tenido esta actitud, ¿podría haber seguido informando de manera tan persistente? Por supuesto que no; en el mejor de los casos, la mayoría de la gente se detendría después de informar al grupo de toma de decisiones. Pero justo cuando esa persona presentó su informe al grupo de toma de decisiones, escuchó Mi enseñanza sobre las historias de Noé y Abraham. Después de escuchar, se sintió conmovida y pensó: “Después de escuchar las palabras de Dios, Noé las siguió durante tantos años sin dar marcha atrás. Sin embargo, yo me encuentro con esta pequeña dificultad y no puedo persistir; ¡esto no es lo que debería hacer una persona!”. Así que persistió en informar hasta que finalmente llegó a lo Alto, quien abordó el problema. ¿Pensáis que existen muchas personas así entre vosotros? Si os encontrarais en una situación así, ¿cuántos de vosotros persistiríais como lo hizo esta persona? ¿También pensaríais que doscientos dólares no es mucho, que no es gran cosa, y por lo tanto creeríais que no es necesario atenerse tan firmemente a los principios o ser tan serios, y que podéis esperar hasta que haya una discrepancia importante para informarlo? ¿Pensaríais: “En cualquier caso, he cumplido con mi responsabilidad. Si se aborda o no depende de los líderes. Yo solo soy un creyente corriente, solo tengo cierto poder, esto es todo lo que puedo hacer. Ya lo he informado, he cumplido con mi obligación; lo demás no es asunto mío”? ¿No es así como pensaríais? Y si alguien te oprimiera, no te atreverías a informarlo, ¿verdad? Durante el proceso de informar el problema, esta persona enfrentó la opresión de algunos que la señalaron, la condenaron y buscaron atormentarla en todo momento. ¡Qué malévola debe de ser esa gente! Recuerdo a esos pocos individuos; ¿por qué los recuerdo? Comían el alimento de la casa de Dios y disfrutaban de todas las verdades suministradas por Él, ¡y aun así tenían tal actitud hacia las ofrendas de Dios! ¿Se las puede considerar personas de la casa de Dios? ¡No son dignas! No se les exigió que se mantuvieran firmes en su testimonio, ya que no tenían esta calidad humana. Pero dado que ni siquiera podían hacer lo que se suponía que debían hacer, ¿merecían seguir en la casa de Dios? ¿Debería recordarse a tales personas? ¿Os gusta la gente así? (No). Entonces, ¿qué tipo de personas os gustan? (Las que se atienen a los principios y persisten en proteger los intereses de la casa de Dios hasta el final). Me repugnan esos inútiles que se asustan ante lo temible, pero sacan pecho ante la gente ingenua. También me repugnan aquellos que muerden la mano que les da de comer, los que no tienen interés en la verdad, y especialmente los que han escuchado sermones durante muchos años, pero no han entendido la verdad en absoluto o no han cambiado en lo más mínimo y, aún se resisten a Dios y se protegen de Él en lo más profundo de su corazón. Si no hay casos de tales personas que claramente hacen el mal, es posible que no se las catalogue de anticristos, pero me repugnan. ¿Hasta qué punto? Tanto como los anticristos. ¿Por qué? Los anticristos consideran la palabra de Dios un bien de consumo para vender, intercambiar y negociar, a fin de obtener un beneficio de ella. Aunque este tipo de personas puede que no se beneficien de las palabras de Dios, a partir de la actitud con la que tratan Sus palabras podemos extrapolar que son iguales que los anticristos, que no siguen el camino de Dios, ni siquiera poseen la actitud simple y más básica que deberían tener hacia las ofrendas de Dios, y que muerden la mano que les da de comer. ¿Qué clase de cosas son? Son Judas que venden al Señor y a sus amigos. Después de escuchar esta historia, ¿qué pensáis? ¿Podéis ateneros a los principios y mantener vuestra postura en situaciones como esta? Si eres un bueno para nada y siempre retrocedes, temeroso de la fuerza de los anticristos, con miedo de que te atormenten, de que su fuerza te dañe; si sientes miedo en tu corazón constantemente, te falta sabiduría para responder a esto y siempre cedes ante ellos, sin atreverte a denunciarlos o exponerlos, o a encontrar a otros para unirse y rechazarlos, entonces no eres alguien que pueda mantenerse firme en su testimonio de Dios: eres un inútil, un ser que muerde la mano que le da de comer. Cuando los anticristos consideran las palabras de Dios bienes de consumo y las usan para obtener beneficios excesivos de manera inapropiada para sí mismos, para amenazarte y privarte de la nutrición, si aún en tales situaciones no puedes rechazarlos, ¿eres un vencedor? ¿Mereces ser un seguidor de Cristo? Si hasta te falta la capacidad de obtener las palabras y la nutrición espiritual que Dios te da gratuitamente, y ni siquiera puedes comer, beber o disfrutar de estas cosas, ¿qué tan inútil te hace eso?
Los hechos que acabo de compartir son algunas manifestaciones de que los anticristos consideran las palabras de Dios bienes de consumo. Los anticristos no comen ni beben las palabras de Dios y no aceptan la verdad, simplemente las ojean y las miran por encima para adornarse con ellas. Consideran las palabras de Dios como sus posesiones y propiedad privada, para poder hacer transacciones y obtener el dinero y los beneficios que desean, y para poder controlar la libertad del pueblo escogido de Dios de leer, comer y beber Sus palabras. Tales anticristos son personas malvadas, demonios e incrédulos; ¡son de la calaña de los no creyentes! ¡Cualquiera que aparezca en la casa de Dios debería ser expulsado, y para siempre! ¿Os atrevéis a rechazar a tales personas cuando os las encontráis? ¿Os atrevéis a uniros y a exponerlos? Deberían ser desenmascarados y rechazados. La casa de Dios se rige por la verdad. Si no posees tal estatura, eso demuestra que las palabras de Dios y la verdad no se han convertido en vida dentro de ti. Si eres tímido, temeroso de los satanases y de la gente malvada, y prefieres hacer concesiones para preservarte en lugar de luchar contra los anticristos, incluso si eso significa no comer ni beber las palabras de Dios o ganarlas, mereces morir de hambre, y nadie se compadecerá de ti si lo haces. Si os encontráis en tales situaciones, ¿cómo deberíais elegir y practicar? Deberíais exponerlos inmediatamente. Las palabras de Dios no son bienes de consumo; se proveen a todo el pueblo escogido de Dios y no son propiedad privada de ningún individuo. Nadie tiene derecho a retener o poseer las palabras de Dios para sí mismo. Deberían distribuirse gratuitamente y sin ninguna retribución a todo el pueblo escogido que sigue a Dios. Cualquiera que las retenga, busque obtener beneficios excesivos de manera inapropiada con ellas o tenga planes personales con respecto a las palabras de Dios es digno de ser maldecido. Son individuos contra los que el pueblo escogido de Dios debería levantarse para exponerlos y rechazarlos, y deberían ser echados y expulsados.
¿Los dos puntos que compartí hoy bastan para ilustrar cómo los anticristos desprecian las palabras de Dios? (Sí). Los anticristos nunca consideran las palabras de Dios como la verdad, ni las valoran, las atesoran o las tratan como las palabras del Creador. En cambio, muestran en todo momento sus intenciones inconfesables, despreciables y sórdidas. Solo desean usar las palabras de Dios para lograr sus objetivos inconfesables y, ya sea en términos de cosas materiales o inmateriales, quieren usarlas para obtener beneficios para sí mismos de manera inapropiada, ganar dinero y cosas materiales, o lograr su objetivo de hacer que la gente los adule, admire, idolatre y siga. Estas cosas son abominables para Dios y las personas deberían rechazarlas. Cada vez que alguien descubre a tales individuos o que suceden tales cosas, debería levantarse para exponerlos, rechazarlos y detenerlos para que dejen de mantenerse firmes entre el pueblo escogido de Dios. Algunos dicen que lo reportarían a lo Alto si se encontraran con estas cosas, pero eso es demasiado pasivo y lento. Si simplemente denuncias estos asuntos a lo Alto, ¡eres muy inútil! Has comido y bebido tanto de las palabras de Dios y has escuchado tantos sermones y, sin embargo, solo sabes hacer informes. ¡Esto significa que tu estatura es demasiado escasa! ¿No tienes otros métodos para tratar con los anticristos? Denunciarlo a lo Alto es el último recurso, un paso que se da solo cuando es absolutamente necesario. Si te superan en número, te sobrepasan y te falta discernimiento, y no estás seguro de si alguien es un anticristo, puede que no te atrevas a desenmascarar sus diversas manifestaciones y acciones. Pero si estás seguro de que se trata de un anticristo y aun así no te atreves a levantarte para enfrentarlo, rechazarlo y derrotarlo, ¿no eres un verdadero inútil? La pizca de verdad que entiendes no se está aprovechando. ¿Estás seguro de que lo que entiendes y escuchas es la verdad? Si lo es, ¿por qué no te atreves a levantarte con firmeza y rectitud, y a luchar contra los anticristos? No se trata de que los anticristos sean las autoridades gobernantes. ¿Por qué les tienes miedo? A menos que haya una situación en la que ellos pudieran entregarte a las autoridades si los expones precipitadamente: en tales circunstancias, deberías ser cuidadoso, no provocarlos, y usar métodos prudentes para criticar y desacreditar a los anticristos con sigilo, a fin de descartarlos poco a poco. ¿No es más impresionante descartarlos en silencio? (Sí). Bien, aquí terminamos la charla de hoy. ¡Adiós!
12 de septiembre de 2020
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