441 Cómo establecer una relación normal con Dios
I
Establecer una relación normal con Dios
es alcanzable con un corazón tranquilo ante Dios.
Tener una relación normal con Dios quiere decir ser capaz de
no dudar y no negar nada de Su obra y ser capaz de someterse a ella.
Eso significa tener las intenciones correctas ante Dios,
no hacer planes para ti mismo
y considerar los intereses de la casa de Dios primero en todas las cosas;
significa aceptar el escrutinio de Dios y someterse a Sus disposiciones.
Debes poder aquietar tu corazón en presencia de Dios en todo lo que hagas.
Incluso si no entiendes las intenciones de Dios,
debes seguir desempeñando tus deberes y responsabilidades lo mejor posible.
Cuando las intenciones de Dios se te hayan revelado,
actúa conforme a ellas y no será demasiado tarde,
no será demasiado tarde.
II
Cuando tu relación con Dios se haya vuelto normal,
también tendrás relaciones normales con las personas.
Para establecer una relación normal con Dios,
todo debe construirse sobre el fundamento de las palabras de Dios,
debes cumplir tu deber de acuerdo con Sus palabras y lo que Él pide,
debes corregir tus puntos de vista,
y debes buscar la verdad en todas las cosas.
Debes practicar la verdad cuando la entiendas,
e independientemente de lo que te ocurra,
debes orar a Dios y buscar con un corazón de sumisión a Dios.
Practicando así, podrás mantener una relación normal con Dios.
III
Al mismo tiempo que realizas tu deber adecuadamente,
también debes asegurarte de no hacer nada
que no beneficie a la entrada en la vida de los escogidos de Dios,
y de no decir nada que no sea útil para los hermanos y hermanas.
Como mínimo, no debes hacer nada que vaya en contra de tu conciencia
y no debes hacer absolutamente nada que sea vergonzoso.
No hagas nada en absoluto que se rebele o se resista a Dios,
y no debes hacer nada que perturbe el trabajo o la vida de la iglesia.
Sé justo y honorable en todo lo que hagas
y asegúrate de que cada acción sea presentable delante de Dios.
Aunque la carne pueda algunas veces ser débil,
debes ser capaz de poner los intereses de la casa de Dios en primer lugar,
sin ambición de obtener un beneficio personal,
sin hacer nada egoísta o despreciable, reflexionando a menudo sobre ti mismo.
Así, podrás vivir a menudo ante Dios,
y tu relación con Él se volverá completamente normal.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. ¿Cómo es tu relación con Dios?