Dios mismo, el único IX
Dios es la fuente de vida para todas las cosas (III)
A lo largo de este período de tiempo, hemos hablado sobre muchas cosas relacionadas con conocer a Dios y recientemente hemos tratado un tema que está relacionado con esto y que es muy importante. ¿Cuál es el tema? (Dios es la fuente de vida para todas las cosas). Parece que los puntos y los temas de los cuales hablé dejaron una clara impresión en todos. La última vez hablamos sobre algunos aspectos del entorno para la supervivencia que Dios creó para la humanidad y de las distintas clases de sustento necesario para las personas en su vida, el cual Dios preparó para la humanidad. En realidad, lo que Dios hace no se limita solamente a preparar un entorno para la supervivencia de las personas ni a preparar su sustento diario. En cambio, consiste en completar diversos aspectos de una gran cantidad de obra muy misteriosa y necesaria que involucra diversas facetas y aspectos para la supervivencia de las personas y la vida de la humanidad. Todas estas son obras de Dios. Estas obras de Dios no se limitan solamente a Su preparación de un entorno para la supervivencia y el sustento diario de las personas: su alcance es mucho mayor. Además de estos dos tipos de obra, Él también prepara muchos entornos y condiciones para la supervivencia que son necesarios para la vida del hombre. Este es el tema que vamos a exponer hoy. También está relacionado con la obra de Dios; de lo contrario, hablar de ello aquí no tendría sentido. Si las personas quieren conocer a Dios, pero sólo tienen un entendimiento literal de “Dios”, como una palabra, o de los distintos aspectos de lo que Él tiene y es, esto no es un verdadero entendimiento. Por tanto, ¿cuál es la senda del conocimiento de Dios? Es llegar a conocerlo a través de Sus obras, y llegar a conocerlo en todos Sus distintos aspectos. Por tanto, debemos continuar comunicando sobre el tema de las obras de Dios en el momento en que Él creó todas las cosas.
Desde que Dios creó todas las cosas, estas han estado funcionando y han seguido desarrollándose en forma ordenada y de acuerdo con las leyes que Él prescribió. Bajo Su mirada, bajo Su gobierno, todas las cosas han venido desarrollándose en forma ordenada, al mismo tiempo que la existencia del hombre. No hay nada que pueda cambiar ni destruir estas leyes. Gracias al gobierno de Dios todas las cosas pueden multiplicarse, y es gracias a Su gobierno y gestión que todos los seres pueden sobrevivir. Por consiguiente, bajo el gobierno de Dios todos los seres llegan a existir, desarrollarse, desaparecer y reencarnarse de una forma ordenada. Cuando llega la primavera, la llovizna produce la sensación de la estación fresca y humedece la tierra. El suelo empieza a reblandecerse y la hierba se abre camino a través de este y comienza a germinar, mientras que los árboles van reverdeciendo. Todas estas cosas vivas aportan nueva vitalidad a la tierra. Esto es lo que sucede cuando todos los seres llegan a la existencia y se desarrollan. Toda clase de animales salen de sus guaridas para sentir el calor de la primavera y comenzar un nuevo año. Todos los seres disfrutan del calor durante el verano y de la calidez que trae esta estación. Crecen rápidamente. Árboles, hierba y todo tipo de plantas van creciendo con mucha rapidez, hasta que finalmente florecen y dan fruto. Todos los seres están ocupados durante el verano, incluidos los humanos. En otoño, la lluvia trae el frescor otoñal, y todo tipo de seres vivientes empiezan a presentir la llegada de la estación de la cosecha. Todos los seres dan frutos, y los humanos empiezan a cosechar estos varios tipos de frutos con el fin de prepararse para el invierno. En invierno, todos los seres comienzan poco a poco a aquietarse y descansar a medida que llega el clima más frío, y las personas también se toman un respiro durante esta estación. De una estación a otra, pasando de la primavera al verano, al otoño y al invierno —estos cambios se producen todos ellos según las leyes establecidas por Dios—. Él guía a todas las cosas y a la humanidad sirviéndose de estas leyes y ha establecido una forma de vida rica y colorida para la humanidad, preparando un entorno para la supervivencia que tiene diferentes temperaturas y estaciones. Por eso, dentro de esta clase de entornos ordenados para la supervivencia, los seres humanos pueden sobrevivir y multiplicarse de una forma ordenada. Los seres humanos no pueden cambiar estas leyes y ninguna persona o ser puede quebrantarlas. Aunque hayan tenido lugar innumerables cambios, los mares se hayan convertido en campos y los campos en mares, estas leyes siguen existiendo. Existen porque Dios existe, y gracias a Su gobierno y Su gestión. Con este tipo de entorno ordenado y de gran escala, las vidas de las personas avanzan dentro de estas leyes y normas. Bajo estas leyes se criaron sucesivas generaciones de personas, y sucesivas generaciones han sobrevivido. Las personas han disfrutado de este entorno ordenado para la supervivencia, así como de las muchas cosas creadas por Dios para una generación tras otra. Aunque las personas sienten que estos tipos de leyes son innatos y dan por sentada su existencia con desinterés, y aunque no pueden sentir que Dios las está orquestando, que Él gobierna sobre ellas, pase lo que pase, Dios siempre está ocupado en esta obra inmutable. Su propósito en ella es la supervivencia de la humanidad, y que esta pueda seguir adelante.
Dios establece límites para todas las cosas para nutrir a toda la humanidad
Hoy voy a hablar del tema de cómo estos tipos de leyes que Dios ha traído a todas las cosas nutren a la humanidad. Este es un tema un poco extenso, por lo que podemos dividirlo en varias partes y exponerlas de a una por vez para que puedan quedar claramente delineadas para vosotros. De esta forma os será más fácil comprender y podréis entenderlo gradualmente.
1.ª parte: Dios establece unos límites para cada tipo de terreno
Comencemos por la primera parte. Cuando Dios creó todas las cosas, trazó límites para montañas, llanuras, desiertos, colinas, ríos y lagos. En la tierra hay montañas, llanuras, desiertos, colinas y diversas masas de agua. Estos constituyen diferentes tipos de terreno, ¿no es así? Entre ellos, Dios trazó límites. Cuando hablamos de trazar límites, significa que las montañas tienen sus propios trazados, las llanuras tienen los suyos, los desiertos tienen ciertos límites y las colinas tienen un área fija. También hay una cantidad fija de masas de agua como ríos y lagos. Esto es, cuando Dios creó todas las cosas, lo dividió todo muy claramente. Dios ya ha determinado cuántos kilómetros tiene el radio de cierta montaña, cuál es su extensión. También ha determinado cuántos kilómetros tiene el radio de cierta llanura y cuál es su extensión. Cuando creó a todas las cosas, Él también determinó los límites de los desiertos, así como la altura de las colinas y sus proporciones, y aquello que las bordea; todo esto fue determinado por Él. Él determinó la extensión de ríos y lagos al momento de crearlos; todos ellos tienen límites. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de “límites”? Acabamos de explicar cómo el gobierno de Dios sobre todas las cosas está estableciendo leyes para todas ellas. Es decir, la altura y los límites de las montañas no se expandirán ni disminuirán por la rotación de la tierra ni el paso del tiempo. Son fijos, inmutables, y es Dios quien dicta su inmutabilidad. En cuanto al área de las llanuras, su extensión, lo que las limita, todo lo ha fijado Dios. Tienen sus límites y, por lo tanto, sería imposible que un montículo de tierra se elevara aleatoriamente a partir del terreno de una llanura. La llanura no puede convertirse repentinamente en montaña; eso sería imposible. Esto es lo que significan las leyes y los límites de los que acabamos de hablar. En cuanto a los desiertos, no mencionaremos sus funciones específicas o de cualquier otro tipo de terreno o ubicación geográfica aquí, sólo sus límites. Bajo el gobierno de Dios, los límites del desierto tampoco se ampliarán. Esto se debe a que Dios le ha dado su ley, sus límites. Cuán grande es su área y cuál es su función, qué lo limita, y dónde se halla ubicado, Dios ya lo ha establecido. No superará sus límites, ni cambiará su posición, y su área no aumentará arbitrariamente. Aunque los flujos de agua como los ríos y los lagos son todos ordenados y continuos, nunca cambiarán más allá de su extensión ni sobrepasarán sus límites. Todos fluyen en una dirección, hacia donde se supone que deben hacerlo, en forma ordenada. Así pues, bajo las leyes del gobierno de Dios, ningún río o lago se secará arbitrariamente ni cambiará arbitrariamente la dirección o la cantidad de su caudal por la rotación de la tierra o el paso del tiempo. Todo esto está controlado por Dios. Es decir, todas las cosas creadas por Dios en medio de esta humanidad tienen sus lugares, áreas y límites fijos. Es decir, cuando Dios creó todas las cosas, estableció sus límites y estos no se pueden alterar, renovar o cambiar de forma arbitraria. ¿Qué significa “de forma arbitraria”? Significa que no se desplazarán ni se expandirán, ni cambiarán caprichosamente su forma original por causa del clima, la temperatura, o la velocidad de rotación de la tierra. Por ejemplo, una montaña tiene determinada altura, su base es de una cierta área, y tiene una altitud concreta así como una cierta cantidad de vegetación. Dios ha planeado y calculado todo esto y eso no cambiará arbitrariamente. En cuanto a las llanuras, la mayoría de los seres humanos residen en ellas, y ningún cambio climático afectará a sus áreas o al valor de su existencia. Ni siquiera cambiará arbitrariamente las cosas contenidas dentro de estos diversos terrenos y entornos geográficos que fueron creados por Dios. Por ejemplo, la composición del desierto, los tipos de yacimientos minerales subterráneos, la cantidad de arena que contiene un desierto y su color, el espesor del desierto; estas cosas no cambiarán arbitrariamente. ¿Por qué razón no lo harán? Por el gobierno de Dios y Su gestión. Dentro de todos estos terrenos y entornos geográficos diferentes creados por Dios, Él lo está administrando todo de una forma planeada y ordenada. Por eso estos entornos geográficos siguen existiendo y cumpliendo con sus funciones varios miles de años e incluso decenas de miles de años después de que Dios los creara. Aunque durante ciertos períodos los volcanes entran en erupción, se producen terremotos y desplazamientos importantes en la tierra, Dios no permitirá en absoluto que ningún tipo de terreno pierda su función original. Es sólo gracias a esta administración de Dios, a Su gobierno y control de estas leyes, que todo esto —todo lo que la humanidad ve y disfruta— puede sobrevivir sobre la tierra de una forma ordenada. ¿Por qué administra Dios de esta forma los diversos terrenos que existen sobre la tierra? Su propósito es que las cosas vivientes que sobreviven en diversos entornos geográficos tengan todos un entorno estable, y puedan por tanto seguir viviendo y multiplicándose dentro de él. Todas las cosas —las que son móviles y las que son inmóviles, las que respiran por sus fosas nasales y las que no— forman un entorno único para la supervivencia de la humanidad. Sólo este tipo de entorno puede nutrir a una generación tras otra de seres humanos, y sólo este tipo de entorno puede permitirles seguir sobreviviendo en paz, generación tras generación.
El tema sobre el cual acabo de hablar es bastante amplio, así que quizás puede haberos parecido remoto, pero confío en que todos habéis podido entenderlo. Es decir, ¡las leyes de Dios en Su dominio sobre todas las cosas son muy importantes! ¡Muy importantes de verdad! ¿Cuál es la condición previa para el crecimiento de todos los seres dentro de estas leyes? Es el gobierno de Dios. Se debe a Su gobierno que todas las cosas cumplen sus propias funciones dentro de Su gobierno. Por ejemplo, las montañas nutren a los bosques y estos a su vez nutren y protegen a las diversas aves y animales que viven en ellos. Las llanuras son una plataforma preparada para que los humanos planten cultivos, así como para las aves y animales diversos. Permiten que la mayor parte de la humanidad viva en una tierra plana y proporcione comodidad a la vida de las personas. Y las llanuras también incluyen las praderas, inmensas extensiones de pastizales. Estas constituyen la vegetación que cubre la tierra. Protegen el suelo y nutren al ganado, las ovejas y los caballos que viven en ellas. El desierto también tiene su propia función. No es un lugar para que habiten los humanos; su función consiste en hacer más secos los climas húmedos. Los caudales de ríos y lagos le acercan a las personas el agua que beben de forma conveniente. Allí por donde fluyan, las personas tendrán agua para beber, y la necesidad de agua de todas las cosas será satisfecha de manera adecuada. Estos son los límites trazados por Dios para los diversos terrenos.
2.ª parte: Dios establece unos límites para cada forma de vida
Gracias a estos límites que Dios ha trazado, varios terrenos han producido diferentes entornos para la supervivencia y estos entornos para la supervivencia han sido convenientes para diversas clases de aves y animales, a la vez que han provisto un espacio para la supervivencia. A partir de esto se han desarrollado los límites de los entornos para la supervivencia de los diversos seres vivos. Esta es la segunda parte de la que vamos a hablar a continuación. En primer lugar, ¿dónde viven las aves, las bestias y los insectos? ¿Viven en los bosques y arboledas? Estos son sus hogares. Por tanto, además de establecer límites para los diversos entornos geográficos, Dios también trazó límites y estableció leyes para las aves y bestias diversas, peces, insectos y todas las plantas. Debido a las diferencias entre los diversos entornos geográficos y a la existencia de estos, los distintos tipos de aves y bestias, peces, insectos y plantas tienen diferentes entornos para sobrevivir. Las aves, las bestias y los insectos viven entre las diversas plantas, los peces viven en el agua y las plantas crecen en la tierra. La tierra incluye diversas zonas como las montañas, las llanuras y las colinas. Una vez que las aves y los animales tengan su propio espacio, no deambularán para ir a cualquier parte. Sus hogares son los bosques y las montañas. Si un día su hogar fuera destruido, este orden se transformaría en caos. Tan pronto como esto aconteciera, ¿cuáles serían las consecuencias? ¿Quiénes serían los primeros en sufrir daños? Sería la humanidad. Dentro de estas leyes y estos límites que Dios ha establecido, ¿habéis visto algún fenómeno peculiar? Por ejemplo, elefantes caminando por el desierto. ¿Habéis visto algo así? Si ese realmente fuera el caso, sería un fenómeno muy extraño, porque los elefantes viven en el bosque y este es el entorno de sobrevivencia que Dios ha preparado para ellos. Tienen su propio entorno para la supervivencia y su propio hogar fijo, así que ¿por qué iban a ir de un lado al otro? ¿Ha visto alguien leones o tigres caminando por la orilla del océano? No. El hogar de los leones y los tigres es el bosque y las montañas. ¿Ha visto alguien a las ballenas o los tiburones del océano nadando por el desierto? No los has visto. Las ballenas y los tiburones tienen su hogar en el océano. En el entorno vital de los seres humanos, ¿existen personas que vivan junto a los osos pardos? ¿Hay personas siempre rodeadas de pavos reales u otras aves, dentro y fuera de sus hogares? ¿Ha visto alguien águilas o gansos salvajes jugando con monos? (No). Todos estos serían fenómenos peculiares. La razón por la que hablo de estas cosas que parecen tan peculiares a vuestros ojos es que entendáis que todos los seres creados por Dios —independientemente de que estén fijos en un lugar o puedan respirar por sus fosas nasales— tienen sus propias leyes para la supervivencia. Mucho antes de que creara estos seres vivos, Dios ya les había preparado sus propios hogares y entornos para la supervivencia. Estos seres vivos tenían sus propios entornos fijos para la supervivencia, sus propios alimentos y sus propios hogares fijos, y tenían sus propios lugares fijos apropiados para su supervivencia, lugares con temperaturas adecuadas para ella. De esa forma no vagarían por todas partes ni socavarían la supervivencia de la humanidad, ni afectarían a la vida de las personas. Así administra Dios todas las cosas, proporcionando a la humanidad el mejor entorno para la supervivencia. Los seres vivos entre todas las cosas tienen todos sus alimentos que sustentan la vida en sus propios entornos para la supervivencia. Con esa comida, están fijos en su entorno natural para sobrevivir. En ese tipo de entorno, siguen sobreviviendo, multiplicándose y saliendo adelante de conformidad con las leyes que Dios ha establecido para ellos. Gracias a este tipo de leyes, a la predestinación de Dios, todas las cosas viven en harmonía con la humanidad, y la humanidad coexiste en unión interdependiente con todos los seres.
3.ª parte: Dios sostiene el medio ambiente y la ecología para sustentar a la humanidad
Dios creó a todas las cosas y estableció límites para ellas; y entre ellas nutrió a toda clase de seres vivientes. Mientras, Él también preparó diferentes medios de supervivencia para la humanidad, por lo que puedes ver que los seres humanos no tienen sólo una forma de sobrevivir ni tampoco tienen sólo un tipo de entorno para ello. Anteriormente, hablamos de que Dios preparó diversos tipos de alimentos y fuentes de agua para los humanos, que es algo crítico para permitir que la vida de la humanidad en la carne continúe. Sin embargo, entre esta humanidad, no todas las personas subsisten de cereales. Estas tienen diferentes medios de supervivencia debido a las diferencias en los entornos y terrenos geográficos. Estos medios de supervivencia han sido todos preparados por Dios. Por tanto, no todos los humanos están involucrados principalmente en la agricultura. Esto es, no todas las personas consiguen sus alimentos de los cultivos. Esta es la tercera parte de la que vamos a hablar: han surgido límites debido a los diversos estilos de vida de la humanidad. ¿Qué otros tipos de estilos de vida tienen los seres humanos? En términos de diferentes fuentes de comida, ¿qué otros tipos de personas hay? Existen varios tipos principales.
El primero es el estilo de vida de caza. Todo el mundo sabe qué es esto. ¿Qué comen las personas que viven de la caza? (Presas). Comen las aves y los animales del bosque. “Presa” es una palabra moderna. Los cazadores no piensan en ella como tal; para ellos es comida, su sustento diario. Por ejemplo, consiguen un ciervo. Cuando cazan este ciervo es exactamente como cuando un agricultor obtiene los cultivos de la tierra. El granjero consigue alimento del terreno, y cuando ve este alimento, se siente feliz y tranquilo. La familia no pasará hambre teniendo cereales que comer. El corazón del granjero está libre de angustia y él se siente satisfecho. El cazador también se siente tranquilo y satisfecho cuando contempla lo que ha capturado, porque no tiene que preocuparse más de la comida. Hay algo que comer para la próxima comida y no hay necesidad de pasar hambre. Este es el caso de quien caza para vivir. La mayoría de los que subsisten de la caza viven en los bosques montañosos; ellos no se dedican a cultivar la tierra. No es fácil encontrar terreno arable ahí, por lo que sobreviven de diversas cosas vivas, diversos tipos de presa. Este es el primer tipo de estilo de vida distinto al de las personas normales.
El segundo tipo es el estilo de vida de pastoreo. ¿Cultivan también la tierra los que pastorean animales para vivir? (No). ¿Qué hacen entonces? ¿Cómo viven? (Mayoritariamente, pastorean ganado y ovejas para vivir, y en invierno sacrifican y comen sus animales. Su comida básica es la carne de res y de cordero y beben té con leche. Aunque los pastores están ocupados las cuatro estaciones, comen bien. Tienen leche de sobra, productos lácteos y carne). Los que se dedican a pastorear animales comen principalmente carne de res y de cordero, beben leche de oveja y de vaca y cabalgan sobre ganado y caballos para pastorear a sus animales en el campo con la melena al viento y el sol sobre sus rostros. No enfrentan el estrés de la vida moderna. Lo que ven todo el día es sólo las amplias extensiones de cielos azules y llanuras cubiertas de hierba. La gran mayoría de las personas que subsisten del ganado viven en praderas y han podido seguir con su estilo de vida nómada durante generaciones. Aunque la vida en las praderas es algo solitaria, también es muy feliz. ¡No es un estilo de vida malo!
El tercer tipo de estilo de vida es la pesca. Una pequeña parte de la humanidad vive junto al océano o en islas pequeñas. Están rodeados por agua, frente al océano. Estas personas viven de la pesca. ¿Cuál es la fuente de alimento para los que viven de la pesca? Su fuente de alimento son todos los tipos de peces, mariscos y otros productos del mar. La gente que pesca para vivir no cultiva la tierra, y en cambio se pasan los días pescando. Su alimento principal consiste en diversos tipos de pescados y productos del mar. Intercambian ocasionalmente estas cosas por arroz, harina y productos de primera necesidad. Este es el estilo de vida diferente que llevan las personas que viven cerca del agua. Al vivir cerca del agua dependen de esta para su comida y se ganan la vida con la pesca. La pesca les proporciona tanto su fuente de alimento como su medio de vida.
Además de trabajar la tierra, la humanidad en su mayoría vive de acuerdo con los tres estilos de vida mencionados anteriormente. Sin embargo, la gran mayoría de las personas se dedican a la agricultura para vivir, y solo unos pocos grupos de personas viven del pastoreo de animales, la pesca y la caza. ¿Y qué necesitan las personas que viven de la agricultura? Lo que necesitan son tierras. Generación tras generación, viven de plantar cultivos en la tierra, y ya sea que planten vegetales, frutas o cereales, es a partir de la tierra que obtienen su alimento y cubren sus necesidades diarias.
¿Cuáles son las condiciones básicas en las que se basan estos diferentes estilos de vida humanos? ¿No es absolutamente necesario que los entornos en los cuales pueden sobrevivir sean mínimamente preservados? Es decir, si los que subsisten por medio de la caza perdieran los bosques montañosos o las aves y los animales, desaparecería su fuente de sustento. La dirección a tomar por esta etnia y esta clase de personas se volvería incierta y podrían incluso desaparecer. ¿Y qué sucede con los que viven del pastoreo? ¿De qué dependen? En realidad, no dependen de su ganado, sino del entorno en el que este sobrevive: los pastizales. Si no hubiera pastizales, ¿adónde llevarían a pastar a su ganado? ¿Qué comerían las reses y las ovejas? Sin el ganado, estos pueblos nómadas no tendrían sustento. Sin una fuente de sustento, ¿a dónde irían estas personas? Sería muy difícil para ellos poder sobrevivir; no tendrían futuro. Si no existieran fuentes de agua y los ríos y lagos se secaran, ¿seguirían existiendo todos esos peces que dependen del agua para vivir? No. ¿Podrían sobrevivir esas personas que dependen del agua y de los peces para su sustento? Si no tuvieran alimento, si carecieran de su fuente de sustento, esas personas no podrían seguir sobreviviendo. Es decir, si cierta etnia alguna vez se topara con un problema para procurar su sustento o su supervivencia, dejaría de existir y podría desaparecer de la faz de la tierra y se extinguiría. Y si los que viven de la agricultura perdieran sus tierras, si no pudieran cultivar toda clase de plantas y conseguir su alimento a partir de ellas, ¿cuál sería su desenlace? Sin alimentos, ¿no se morirían las personas de hambre? Si las personas se muriesen de hambre, ¿no sería aniquilada esa raza humana? Por consiguiente, este es el propósito de Dios al mantener diversos tipos de entornos. Dios solo tiene un propósito al mantener diferentes entornos y ecosistemas y todos los distintos seres vivientes dentro de ellos; lo hace para alimentar a toda clase de personas, para sustentar a personas que viven en diferentes entornos geográficos.
Si todas las cosas de la creación perdieran sus propias leyes, dejarían de existir; si las leyes de todas las cosas se perdieran, los seres vivos entre todas las cosas no podrían seguir adelante. La humanidad también perdería los entornos de los que depende para su supervivencia. Si la humanidad perdiera todo eso, no podría continuar viviendo, como lo venía haciendo, ni desarrollarse y multiplicarse generación tras generación. La razón por la que los seres humanos han sobrevivido hasta ahora es que Dios les ha provisto de todas las cosas de la creación para nutrirlos, y para hacerlo de diferentes formas. La humanidad ha sobrevivido hasta ahora, hasta el día de hoy, solo porque Dios alimenta a los seres humanos de distintas maneras. Con un tipo de entorno fijo para la supervivencia que sea favorable y en el cual las leyes naturales estén en orden, todas las diferentes clases de personas de la tierra, todas las razas diferentes, pueden sobrevivir dentro de sus ámbitos prescritos. Nadie puede ir más allá de estos ámbitos o límites, porque Dios es quien los ha delineado. ¿Por qué delinearía Dios límites de esta forma? Esto es realmente importante para toda la humanidad; ¡muy importante! Dios trazó el ámbito para cada clase de ser viviente y fijó el medio de supervivencia para cada tipo de ser humano. También dividió los distintos tipos de personas y razas sobre la tierra y estableció sus ámbitos. Esto es lo que expondremos a continuación.
4.ª parte: Dios establece unos límites entre las distintas razas
Cuarto, Dios trazó límites entre las diferentes razas. Sobre la tierra hay personas blancas, negras, cobrizas y amarillas. Estos son los diversos tipos de personas. Dios también fijó un ámbito para las vidas de estos tipos diferentes de personas, y sin ser conscientes de ello, ellas viven dentro de su entorno apropiado para la supervivencia bajo la gestión de Dios. Nadie puede salirse de esto. Por ejemplo, vamos a fijarnos en las personas blancas, ¿cuál es el área geográfica donde vive la mayoría? La mayoría vive en Europa y América. La zona geográfica principal donde viven las personas negras es África. Las personas cobrizas viven principalmente en el Sudeste Asiático y Asia del Sur, en países tales como Tailandia, India, Myanmar, Vietnam y Laos. Las personas amarillas viven principalmente en Asia, es decir, en países como China, Japón y Corea del Sur. Dios ha distribuido apropiadamente todos estos distintos tipos de razas de forma que están repartidas en diferentes partes del mundo. En estas, Dios preparó hace mucho un entorno para la supervivencia adecuado para cada raza humana diferente. Dentro de estos entornos para la supervivencia, Dios les ha preparado suelos de distintos colores y composiciones. En otras palabras, los componentes que forman parte del cuerpo de las personas blancas no son los mismos que los que constituyen el cuerpo de las personas negras, y también difieren de los componentes del cuerpo de las personas de otras razas. Cuando Dios creó a todas las cosas, Él ya había preparado un entorno para la supervivencia de esa raza. Su propósito en ello fue que cuando ese tipo de personas comenzaran a multiplicarse, a aumentar en número, pudieran acotarse a cierto ámbito. Antes de crear a los seres humanos, Dios ya lo había pensado todo: Él reservaría Europa y América para las personas blancas para permitirles desarrollarse y sobrevivir. Por tanto, cuando Dios estaba creando la tierra Él ya tenía un plan, tenía un objetivo y propósito en lo que estaba poniendo en aquel pedazo de tierra, y en criar lo que crecía allí. Por ejemplo, las montañas, la cantidad de llanuras, de fuentes de agua, los tipos de aves y animales, los peces y las plantas que se hallarían en esa tierra: Dios lo había preparado todo hace mucho tiempo. Cuando preparaba un entorno para la supervivencia de cierto tipo de ser humano, de cierta raza, Dios necesitaba considerar muchos asuntos desde diversos ángulos: el entorno geográfico, la composición del terreno, las diferentes especies de aves y animales, el tamaño de los distintos tipos de peces, los componentes del cuerpo de los peces, las diferencias en la calidad del agua, así como los distintos tipos de plantas… Dios había preparado eso mucho tiempo atrás. Ese tipo de entorno es un entorno natural para la supervivencia que Dios creó y preparó para las personas blancas y que les pertenece inherentemente a ellas. ¿Habéis visto que cuando Dios creó todos los seres lo meditó mucho y actuó con un plan? (Sí, lo hemos visto. Las consideraciones de Dios para los diversos tipos de personas fueron meditadas en profundidad. Para el entorno que Él creó para la supervivencia de diferentes tipos de seres humanos, Él preparó los tipos de aves y animales, los tipos de peces, cuántas montañas y cuántas llanuras habría. Él lo consideró con mucha atención y precisión). Pensemos en las personas de raza blanca, por ejemplo, ¿qué alimentos consumen principalmente? Los alimentos que las personas blancas comen son muy diferentes de los que comen los asiáticos. Los alimentos básicos que los blancos consumen consisten principalmente en carne, huevos, leche y aves de corral. Los cereales como el pan y el arroz son generalmente alimentos suplementarios que se colocan a un lado del plato. Incluso cuando comen ensalada de vegetales, tienden a añadir algunos trozos de carne de res o de pollo asado, y aunque coman alimentos basados en el trigo, tienden a añadir queso, huevos o carne. Es decir, sus alimentos básicos no consisten principalmente en el trigo o el arroz; comen bastante carne y queso. Beben con frecuencia agua helada porque los alimentos que consumen son muy altos en calorías. Por eso, las personas blancas son excepcionalmente robustas. Esta es la fuente de sustento y los entornos vitales preparados por Dios para ellas, que les permite tener ese estilo de vida, el cual es diferente de los estilos de vida de las personas de otras razas. No hay nada correcto o erróneo en este estilo de vida; es innato, está predestinado por Dios y proviene de Sus mandatos y disposiciones. Que esta raza tenga este estilo de vida y estas fuentes para su sustento se debe a su raza y al entorno para la supervivencia preparado para ella por Dios. Se podría decir que el entorno para la supervivencia que Dios preparó para las personas blancas y el sustento diario que obtienen de él son ricos y abundantes.
Dios también preparó los entornos necesarios para la supervivencia de otras razas. También hay personas negras, ¿dónde están ubicadas? Se encuentran principalmente en el centro y el sur de África. ¿Qué preparó Dios para ellas en ese tipo de entorno para vivir? Selvas tropicales, todo tipo de aves y animales, y también desiertos y toda clase de plantas que viven junto a las personas. Tienen fuentes de agua, de sustento y de alimento. Dios no tuvo prejuicios contra ellas. Independientemente de lo que hayan hecho alguna vez, su supervivencia no ha sido un problema. También ocupan una cierta ubicación y un área en una parte del mundo.
Ahora, hablemos acerca de las personas de raza amarilla. Estas se localizan principalmente en la región oriental de la tierra. ¿Cuáles son las diferencias entre los entornos y las posiciones geográficas de Oriente y Occidente? En Oriente, la mayor parte de la tierra es fértil y rica en materiales y yacimientos minerales. Esto es, todas las clases de recursos existentes encima y debajo de la tierra son abundantes. Y para este grupo de personas, para esta raza, Dios también preparó el correspondiente terreno, el clima y los diversos entornos geográficos adecuados. Aunque existen grandes diferencias entre ese entorno geográfico y el entorno de Occidente, Dios también preparó el alimento necesario, el sustento y las fuentes para la supervivencia de las personas. Sencillamente es un entorno habitable diferente al de las personas blancas de Occidente. ¿Pero qué es lo que intento deciros? El número de personas de raza oriental es relativamente elevado, por lo que Dios añadió en esa parte de la tierra muchos elementos que son diferentes a los de Occidente. Allí, Él añadió muchos paisajes diferentes y toda clase de abundantes materiales. Los recursos naturales son muy cuantiosos allí; el terreno también es variado y diverso, adecuado para nutrir al enorme número de personas de raza oriental. Lo que diferencia a Oriente de Occidente es que en Oriente —de norte a sur, de este a oeste— el clima es mejor que en Occidente. Las cuatro estaciones están claramente delineadas, las temperaturas son agradables, los recursos naturales son abundantes, y los escenarios naturales y los tipos de terreno mucho mejores que en Occidente. ¿Por qué hizo Dios esto? Él creó un equilibrio muy racional entre las personas blancas y las amarillas. ¿Qué significa esto? Significa que todos los aspectos de la alimentación de las personas blancas, las cosas que usan y las cosas provistas para su disfrute son mucho mejores que las que las personas amarillas pueden disfrutar. Sin embargo, Dios no está predispuesto contra ninguna raza. Él dio a las personas amarillas un entorno más bello y mejor para la supervivencia. Este es el equilibrio.
Dios ha predestinado qué tipos de personas deben vivir en qué parte del mundo. ¿Pueden los humanos sobrepasar esos límites? (No, no pueden). ¡Qué cosa más maravillosa! Aunque se producen guerras o invasiones durante diferentes eras o en épocas extraordinarias, estas guerras e invasiones no pueden destruir en absoluto los entornos para la supervivencia que Dios ha predestinado para cada raza. Esto es, Dios ha fijado cierto tipo de personas en cierta parte del mundo y estas no pueden ir más allá de esos límites. Aunque las personas tengan algún tipo de ambición para cambiar o expandir su territorio, sin el permiso de Dios, esto será muy difícil de conseguir. Será muy difícil que logren hacerlo. Por ejemplo, las personas blancas querían expandir su territorio y colonizaron otros países. Los alemanes invadieron algunos países, y Gran Bretaña en una época ocupó la India. ¿Cuál fue el resultado? Al final, fracasaron. ¿Qué se ve a partir de este fracaso? Dios no permite que se destruya lo que Él predestinó. Así pues, sin importar cuán grande haya sido la potencia que has visto en la expansión británica, al final tuvieron que retirarse, dejando que la tierra le siguiera perteneciendo a la India. Los que viven en ella siguen siendo los indios, no los británicos, porque Dios no lo permitiría. Algunos de los que investigan la historia o la política han formulado tesis sobre esto; dan razones para el fracaso de Gran Bretaña, alegando que pudo deberse a que cierta etnia no podía ser conquistada o por alguna otra razón humana… Estas no son razones reales. La verdadera razón es Dios: ¡Él no lo permitiría! Él permite que una etnia viva en un territorio concreto y la asienta allí, y si no le permite que se mueva de ese territorio, esta nunca podrá hacerlo. Si Dios define un área para sus miembros, estos vivirán dentro de ella. La humanidad no puede liberarse ni escapar de estas áreas. Esto es seguro. Por muy grandes que sean las fuerzas de los invasores o por muy débiles que sean los invadidos, el éxito de los primeros al final es decisión de Dios. Él ya lo ha predestinado y nadie lo puede cambiar.
Lo anterior es como Dios ha distribuido a las diversas razas. ¿Qué obra ha hecho Dios para distribuir a las razas? Primero, preparó el entorno geográfico más amplio, asignando diferentes ubicaciones para las personas y, después, generación tras generación, estas han sobrevivido allí. Esto está establecido; el área para su supervivencia está establecida. Y sus vidas, lo que comen, lo que beben, sus sustentos; hace mucho que Dios estableció todo eso. Y cuando Dios estaba creando a todas las cosas, hizo diferentes preparativos para distintos tipos de personas: hay diferentes composiciones del terreno, diferentes climas, diferentes plantas y diferentes entornos geográficos. Distintos lugares tienen incluso diferentes aves y animales, distintas aguas tienen sus propios tipos especiales de peces y productos acuáticos. Incluso los tipos de insectos están determinados por Dios. Por ejemplo, las cosas que crecen en el continente americano son todas muy grandes, altas y robustas. Las raíces de los árboles en el bosque montañoso son todas muy superficiales, pero estos crecen muy altos. Incluso pueden llegar a medir más de cien metros de altura, pero los árboles de los bosques asiáticos no son generalmente tan altos. Las plantas de aloe, por ejemplo; en Japón son muy reducidas y finas, pero las de los Estados Unidos son muy grandes. Aquí hay una diferencia. Es el mismo tipo de planta con el mismo nombre, pero en el continente americano crecen mucho más. Puede que las personas no vean ni perciban las diferencias en estos diversos aspectos, pero cuando Dios estaba creando a todas las cosas, los delineó y preparó diferentes entornos geográficos, diferentes terrenos y diferentes cosas vivas para distintas razas. Eso se debe a que Dios creó los diferentes tipos de personas y Él sabe lo que cada una de ellas necesita y cuáles son sus estilos de vida.
Dios lo domina todo y provee a todos; es el Dios de todas las cosas
Después de hablar sobre algunas de estas cosas, ¿sentís que habéis aprendido algo sobre el tema principal que acabamos de exponer? ¿Sentís que estás comenzando a entenderlo? Creo que ahora deberíais tener alguna idea de por qué decidí hablar de estos aspectos dentro del tema más amplio. ¿Es así? Quizás podríais hablar un poco acerca de cuánto habéis entendido. (Toda la humanidad ha sido nutrida por las leyes determinadas por Dios para todas las cosas. Cuando Él estaba determinando estas leyes, proveyó a las distintas razas diferentes entornos, estilos de vida, alimentos, climas y temperaturas. Esto fue así para que la humanidad pudiera asentarse sobre la tierra y sobrevivir. En esto puedo ver que los planes de Dios para la supervivencia de la humanidad son muy precisos y puedo ver Su sabiduría y perfección, y Su amor por nosotros los seres humanos). (Ninguna persona, acontecimiento o cosa puede cambiar las leyes y los ámbitos determinados por Dios. Todo está bajo Su gobierno). Mirando desde la perspectiva de las leyes determinadas por Dios para el crecimiento de todas las cosas, ¿acaso toda la humanidad, en todas sus variadas formas, no recibe la provisión y el alimento de Dios? Si estas leyes fueran destruidas o si Dios no hubiera establecido estas leyes para la humanidad, ¿cuáles serían sus perspectivas? Después de perder sus entornos básicos para la supervivencia, ¿tendría alguna fuente de alimentos? Es posible que las fuentes de alimentos se convirtieran en un problema. Si las personas perdieran sus fuentes de alimentos, es decir, si no pudieran conseguir nada para comer, ¿cuántos días podrían aguantar? Posiblemente ellos no podrían aguantar ni siquiera un solo mes y su supervivencia misma se convertiría en un problema. Por tanto, cada cosa que Dios hace para la supervivencia de las personas, para su existencia continua, su reproducción y subsistencia, es muy importante. Cada cosa que Dios hace entre las cosas de Su creación está estrechamente relacionada con la supervivencia de la humanidad y es inseparable de esta. Si la supervivencia de la humanidad se convirtiera en un problema, ¿podría continuar avanzando la gestión de Dios? ¿Seguiría existiendo la gestión de Dios? La gestión de Dios coexiste con la supervivencia de toda la humanidad a la que Él nutre, así que, independientemente de lo que Dios prepare para todas las cosas de Su creación y lo que haga por los seres humanos, todo esto es necesario para Él, y es crítico para la supervivencia de la humanidad. Si se abandonaran estas leyes que Dios determinó para todas las cosas, si se quebrantaran o interrumpieran, todas las cosas no podrían existir más, el entorno para la supervivencia de la humanidad dejaría de existir, y también su sustento diario, y ella misma. Por esta razón, la gestión de Dios para la salvación de la humanidad también dejaría de existir.
Todo lo que hemos expuesto, cada cosa, cada elemento está íntimamente vinculado con la supervivencia de cada persona. Podríais decir: “Eso de lo que estás hablando es demasiado amplio, no es algo que podamos ver”, y quizás haya personas que dirían: “Lo que estás hablando no tiene nada que ver conmigo”. Sin embargo, no olvides que estás viviendo tan sólo como una parte de todas las cosas; eres un integrante de todas las cosas de la creación bajo el gobierno de Dios. Las cosas de la creación de Dios no pueden separarse de Su gobierno y ni una sola persona se puede separar de Su gobierno. Perder Su gobierno y perder Su provisión significaría que la vida de las personas, la vida carnal de las personas, desaparecería. Esta es la importancia de que Dios establezca entornos de supervivencia para la humanidad. No importa a qué raza pertenezcas o en qué terreno vivas, ya sea en Occidente o en Oriente; no puedes separarte del entorno para la supervivencia que Dios ha establecido para la humanidad ni apartarte del cuidado y de las provisiones del entorno para la supervivencia que Él ha establecido para los seres humanos. No importa cuál sea tu sustento, en qué te apoyes para vivir ni para sustentar tu vida en la carne, no puedes separarte del gobierno de Dios y Su gestión. Algunas personas dicen: “No soy agricultor, no planto cultivos para vivir. No confío en los cielos para obtener mi alimento, de forma que no estoy sobreviviendo en el entorno para la supervivencia establecido por Dios. Este tipo de entorno no me ha dado nada”. ¿Es esto correcto? Dices que no plantas cultivos para tu sustento, ¿pero no comes cereales? ¿No comes carne y huevos? ¿Y no comes vegetales y fruta? Todo lo que comes, todas estas cosas que necesitas son inseparables del entorno para la supervivencia establecido por Dios para la humanidad. Y la fuente de todo lo que la humanidad requiere no puede separarse de todas las cosas creadas por Dios, que en su totalidad constituyen los entornos para la supervivencia. El agua que bebes, la ropa que vistes y todas las cosas que usas, ¿cuál de estos no se obtiene de entre las cosas de la creación de Dios? Algunas personas dicen: “Hay algunos elementos que no se obtienen de las cosas de la creación de Dios. Por ejemplo, el plástico es uno de esos elementos. Es algo químico, algo producido por el hombre”. ¿Es esto correcto? El plástico, efectivamente, está hecho por el hombre, y es una cosa química, ¿pero de dónde procedían sus componentes originales? Los componentes originales se obtenían de materiales creados por Dios. Las cosas que ves y disfrutas, cada cosa que usas, se obtienen de lo que Dios ha creado. Es decir, independientemente de la raza a la que pertenezca una persona, del sustento o del tipo de entorno para la supervivencia en que viva, no puede separarse de lo que Dios ha provisto. Por tanto, ¿tienen estas cosas, que hemos expuesto hoy, relación con nuestro tema “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”? ¿Pertenecen las cosas que hemos expuesto hoy a este tema más amplio? (Sí). Quizás algo de lo que he hablado hoy sea un poco abstracto y difícil de exponer. Sin embargo, pienso que probablemente lo entendáis un poco mejor ahora.
Estas últimas veces que hemos comunicado, el abanico de temas de los que hemos hablado ha sido bastante amplio, y su extensión bastante grande, por lo que es necesario que hagáis un esfuerzo para asimilarlo todo. Esto se debe a que estos temas son cosas que no se han tratado antes en la creencia de las personas en Dios. Algunas personas entienden estas cosas como un misterio y otras como una historia; pero ¿qué perspectiva es la correcta? ¿Desde qué perspectiva entendéis todo esto? (Hemos visto cuán metódicamente Dios ha dispuesto todas las cosas de Su creación y que todas ellas tienen leyes, y a través de estas palabras podemos entender más acerca de la obra de Dios y Sus meticulosas disposiciones para la salvación de la humanidad). Por medio de estos momentos en comunión, ¿habéis visto cuánto se extiende el alcance de la gestión de todas las cosas por parte de Dios? (Sobre toda la humanidad, todas las cosas). ¿Es Dios el Dios de una raza solamente? ¿Es el Dios de un tipo de personas? ¿Es el Dios de sólo una pequeña parte de la humanidad? (No, no lo es). Como ese no es el caso, si, según vuestro conocimiento de Dios, Él fuera sólo el Dios de una pequeña parte de la humanidad, o si fuera sólo vuestro Dios, ¿sería correcta esta perspectiva? Como Dios administra y gobierna todas las cosas, las personas deberían ver Su obra, Su sabiduría y Su omnipotencia que se revelan en Su gobierno sobre todas las cosas. Esto es algo que las personas deben saber. Si dices que Dios administra a todas las cosas, las gobierna a todas y a toda la humanidad, pero si no tienes ningún entendimiento o perspectiva de Su gobierno sobre esta, ¿puedes reconocer realmente que Él gobierna sobre todas las cosas? Puedes pensar en tu corazón: “Puedo, porque veo que Dios gobierna sobre mi vida por completo”. ¿Es Dios realmente tan pequeño? ¡No, no lo es! Sólo ves la salvación de Dios para ti y Su obra en ti, y sólo a partir de estas cosas ves Su gobierno. Eso es un ámbito demasiado pequeño y tiene un efecto perjudicial sobre tus posibilidades de lograr un conocimiento genuino de Dios. También limita tu conocimiento genuino del gobierno de Dios sobre todas las cosas. Si limitas tu conocimiento de Dios al ámbito de lo que Dios provee para ti y Su salvación para ti, nunca serás capaz de reconocer que Él domina sobre todos, todas las cosas y toda la humanidad. Cuando eres incapaz de reconocer todo esto, ¿puedes reconocer realmente que Dios domina tu destino? No, no puedes. En tu corazón nunca serás capaz de reconocer ese aspecto, nunca serás capaz de alcanzar tal nivel de comprensión. Entiendes lo que estoy diciendo, ¿verdad? En realidad, sé hasta qué punto sois capaces de entender estos temas, este contenido del que estoy hablando, ¿por qué sigo entonces hablando sobre el mismo? Se debe a que estos temas son cosas que cada seguidor de Dios, cada persona que quiere que Él la salve tiene que valorar: es esencial comprender y entender estos temas. Aunque no los entiendes en este momento, algún día, cuando tu vida y tu experiencia de la verdad alcancen un cierto nivel, cuando el cambio en tu carácter vital alcance un cierto nivel y tu estatura aumente hasta un cierto grado, sólo entonces estos temas de los que te estoy hablando proveerán y satisfarán tu búsqueda del conocimiento de Dios. Así pues, estas palabras deben establecer un fundamento, para prepararos para vuestro entendimiento futuro de que Dios gobierna sobre todas las cosas y para vuestro entendimiento de Dios mismo.
El grado de entendimiento de Dios que hay en el corazón de las personas determina la posición que Él tiene en él. Lo alto que sea el grado de conocimiento de Dios en su corazón determina la altura de Dios en ellos. Si el Dios que conoces es vacío y vago, entonces el Dios en el que crees también lo es. El Dios que conoces es limitado dentro del ámbito de tu propia vida personal y no tiene nada que ver con el mismo Dios verdadero. Por tanto, conocer las acciones prácticas de Dios, conocer la practicidad de Dios y Su omnipotencia, la verdadera identidad de Dios mismo, lo que Él tiene y es, conocer las acciones que ha manifestado entre todas las cosas de Su creación, todo esto es muy importante para cada persona que busca el conocimiento de Dios. Todo esto tiene una relevancia directa sobre el hecho de que las personas puedan entrar en la realidad verdad. Si limitas tu entendimiento de Dios a meras palabras, si lo limitas a tus propias y pequeñas experiencias, a la gracia de Dios según tu propio recuento o a tus pequeños testimonios de Él, entonces digo que el Dios en el que tú crees no es, de ninguna manera, el Dios verdadero mismo. Es más, también puede decirse que el Dios en el que crees es un Dios imaginario, no el Dios verdadero. Esto se debe a que el Dios verdadero es el Único que domina sobre todo, que camina entre todas las cosas, que lo administra todo. Él es aquel que controla el destino de toda la humanidad y de todo lo que está en Sus manos. La obra y las acciones del Dios del que estoy hablando no están limitadas solamente a una pequeña parte de las personas. Esto es, no están limitadas solamente a las personas que lo siguen a Él en la actualidad. Sus obras se manifiestan en medio de todas las cosas, en la supervivencia de estas y en las leyes de cambio de todas las cosas. Si no puedes ver o reconocer ningún hecho de Dios entre todas las cosas de Su creación, tampoco puedes dar testimonio de ninguno de ellos. Si no puedes dar ningún testimonio de Dios, si sigues hablando del pretendido y pequeño “Dios” que conoces, ese Dios que está limitado a tus propias ideas y que sólo existe dentro de los estrechos confines de tu mente, si sigues hablando de esa clase de Dios, entonces Dios nunca alabará tu fe. Cuando das testimonio de Dios, si sólo lo haces en términos de cómo disfrutas de Su gracia, cómo aceptas Su disciplina y Su reprensión, y cómo disfrutas de Sus bendiciones en tu testimonio de Él, eso está lejos y no se acerca para nada a satisfacerle. Si quieres dar testimonio de Dios de una forma que concuerde con Sus intenciones, dar testimonio del verdadero Dios mismo, entonces debes ver lo que Él tiene y es a partir de Sus acciones. Debes ver la autoridad de Dios en Su control de todas las cosas y ver la verdad de cómo provee Él para toda la humanidad. Si sólo reconoces que tu sustento diario y tus necesidades en la vida proceden de Dios, pero no ves la verdad de que Él ha tomado todas las cosas de Su creación para la provisión de toda la humanidad, y que, al gobernar sobre todas las cosas, Él dirige a toda la humanidad, nunca serás capaz de dar testimonio de Él. ¿Cuál es Mi propósito al decir todo esto? Es que no os lo toméis a la ligera, que no creáis erróneamente que estos temas de los que he hablado son irrelevantes para vuestra propia entrada en la vida y que no os toméis estos temas simplemente como un tipo de conocimiento o doctrina. Si escucháis lo que estoy diciendo con esa clase de actitud, no obtendréis nada. Perderéis esta gran oportunidad de conocer a Dios.
¿Cuál es Mi objetivo al hablar de todas estas cosas? Mi objetivo es que las personas conozcan a Dios, que entiendan Sus acciones prácticas. Una vez que entiendes a Dios y conoces Sus acciones, y sólo entonces, tienes la oportunidad o la posibilidad de conocerlo a Él. Si, por ejemplo, quieres entender a alguien, ¿cómo lo harías? ¿Fijándote en su apariencia externa? ¿Fijándote en cómo se viste, en la ropa que lleva? ¿Lo harás observando cómo camina? ¿Considerando el alcance de su conocimiento? (No). ¿Cómo entiendes, pues, a una persona? Emites juicios a partir de su discurso y comportamiento, de sus pensamientos y de las cosas que expresa y que revela sobre sí misma. Así es como llegas a conocer a una persona, como la entiendes. De igual manera, si queréis conocer a Dios, entender Su lado práctico, Su lado real, debéis conocerlo a Él a partir de Su obra y de cada cosa práctica que Él hace. Esta es la mejor forma, y la única.
Dios equilibra las relaciones entre todas las cosas para dar a la humanidad un entorno estable para la supervivencia
Dios manifiesta Su obra en medio de todas las cosas y en medio de ellas Él gobierna y controla las leyes de todas las cosas. Acabamos de hablar acerca de cómo Dios gobierna sobre las leyes de todas las cosas y también de cómo provee y nutre a toda la humanidad conforme a esas leyes. Este es un aspecto. Seguidamente, vamos a hablar sobre otro aspecto, que es una forma que Dios usa para tener el control de todo. Hablo de cómo, después de crear todas las cosas, Dios equilibró las relaciones entre ellas. Este también es un tema bastante amplio para vosotros. ¿Es el equilibrar las relaciones entre todas las cosas algo que las personas pueden conseguir? No, los seres humanos son incapaces de semejante proeza. Las personas sólo son capaces de destruir. No pueden equilibrar las relaciones entre todas las cosas; no las pueden administrar, y una autoridad y un poder tan grandes están más allá del alcance de la humanidad. Sólo Dios mismo posee el poder para hacer ese tipo de cosas. Pero ¿cuál es el propósito de Dios al hacerlo? Esto también está estrechamente relacionado con la supervivencia de la humanidad. Cada cosa que Dios quiere hacer es necesaria; no hay nada que Él pueda o no pueda hacer. Con el fin de que Él salvaguarde la sobrevivencia de la humanidad y les dé a las personas un entorno de supervivencia favorable, existen algunas cosas indispensables y vitales que Él debe hacer.
Partiendo del significado literal de la frase “Dios equilibra todas las cosas”, parece ser un tema muy amplio. Primero le proporciona a las personas el concepto de que “equilibrar todas las cosas” también se refiere al señorío de Dios sobre ellas. ¿Qué significa la palabra “equilibrar”? En primer lugar, “equilibrar” se refiere a no permitir que algo se desequilibre. Es como usar balanzas para pesar cosas. Con el fin de equilibrar la balanza, el peso de los dos lados debe ser el mismo. Dios creó muchos tipos de cosas diferentes; cosas colocadas en su lugar, que se mueven, cosas que viven, que respiran, así como las que no lo hacen. ¿Es fácil para todas estas cosas conseguir una relación de interdependencia, de interconexión, donde ambas se refuercen y controlen mutuamente? Sin duda existen principios en todo esto, pero son muy complicados, ¿no es cierto? No es difícil para Dios, pero para las personas es un tema muy complicado de estudiar. “Equilibrio” es una palabra muy sencilla. Sin embargo, si las personas quisieran estudiarla, si necesitaran crear equilibrio por sí mismas, entonces, aún si toda clase de académicos estuvieran trabajando en ello —biólogos humanos, astrónomos, físicos, químicos e incluso historiadores— ¿cuál sería el resultado final de esa investigación? Nada. Esto se debe a que la creación de todas las cosas por parte de Dios es demasiado increíble y la humanidad nunca descifrará sus secretos. Cuando Dios creó a todas las cosas, estableció principios entre ellos, diferentes formas de supervivencia para la restricción, la complementariedad y el sustento mutuos. Estos diversos métodos son muy complejos, y ciertamente no son simples ni unidireccionales. Cuando las personas usan su mente, el conocimiento que han obtenido y los fenómenos que han observado para confirmar o estudiar los principios detrás del control de Dios sobre todas las cosas, estos son extremadamente difíciles de descubrir y también es muy difícil lograr algún resultado. Es muy arduo para las personas obtener resultados, es muy difícil que ellas mantengan su equilibrio confiando en el pensamiento y el conocimiento humanos para gobernar todas las cosas de la creación de Dios. Esto es porque si las personas no conocen los principios de la supervivencia de todas las cosas, no sabrán cómo salvaguardar este tipo de equilibrio. Por tanto, si las personas tuvieran que administrar y gobernar a todas las cosas, lo más probable es que destruyeran este equilibrio. Tan pronto como este fuera destruido, sus entornos para la supervivencia lo serían también, y cuando eso ocurriera, seguidamente se produciría una crisis para la supervivencia de la humanidad. Daría lugar al desastre. Cuando la humanidad vive en medio del desastre, ¿qué habrá delante de ella? Sería un resultado difícil de adivinar, de predecir.
¿Cómo equilibra Dios, pues, las relaciones entre todas las cosas? Primero, en el mundo hay algunos lugares cubiertos de hielo y nieve todo el año mientras que, en otros, las cuatro estaciones son como la primavera y nunca llega el invierno, allí nunca verás una capa de hielo ni un solo copo de nieve. Aquí estamos hablando de un clima más general, y este ejemplo es uno de los modos en que Dios equilibra sus relaciones con todas las cosas. El segundo modo es este: una cadena montañosa está cubierta de frondosa vegetación, con todo tipo de plantas cubriendo la tierra, y bosques tan espesos que cuando caminas por ellos ni siquiera puedes ver el sol en lo alto. Pero al mirar en otras montañas, no crece ni una brizna de hierba, solo un estrato tras otro de montañas yermas y descuidadas. Desde fuera, ambos tipos son básicamente grandes pilas de tierra amontonada para formar montañas, pero una está cubierta de denso bosque mientras que la otra carece de crecimiento, sin una sola brizna de hierba. Este es el segundo tipo en el que Dios equilibra sus relaciones entre todas las cosas. El tercer tipo es este: mirando hacia un lado podrías ver praderas interminables, un campo verde y ondulante; mirando al otro podrías ver un desierto hasta donde te alcance la vista; yermo, sin una sola cosa viva entre el viento silbando en la arena, y mucho menos una fuente de agua. El cuarto tipo es este: al mirar a un lado, todo está cubierto por el mar, esa gran masa de agua, mientras que, al mirar a otro lado, pasas grandes apuros para encontrar una sola gota de agua de manantial. El quinto tipo es el siguiente: en la tierra de allá, la llovizna es frecuente y el clima es neblinoso y húmedo, mientras que en la otra tierra de allí, hay un sol terrible en el cielo y es un suceso extraño que caiga una sola gota de lluvia. El sexto modo es este: en un lugar hay una meseta donde el aire está enrarecido y resulta difícil respirar para el hombre, mientras que en otro hay pantanos y llanuras que sirven de hábitat para los diversos tipos de aves migratorias. Estos son diferentes tipos de clima, o los climas o entornos que corresponden a los distintos ambientes geográficos. Es decir, Dios equilibra los entornos básicos para la supervivencia de la humanidad a partir del entorno más global, desde el clima al entorno geográfico, y desde los diferentes componentes del terreno a la cantidad de fuentes de agua con el fin de conseguir un equilibrio en el aire, la temperatura y la humedad de los entornos en los que sobreviven las personas. A causa de estos entornos geográficos diferentes, las personas tienen aire estable y la temperatura y la humedad de las diferentes estaciones permanecen estables. Esto permite que las personas sigan viviendo en ese tipo de entorno para la supervivencia como siempre lo han hecho. Primero debe equilibrarse el entorno más global, lo cual se lleva a cabo por medio de la utilización de diferentes localizaciones geográficas y formaciones, así como los cambios entre los diferentes climas que les permiten limitarse y controlarse mutuamente con el fin de lograr el equilibrio que Dios quiere y que la humanidad requiere. Esto es desde la perspectiva del entorno más global.
Ahora hablaremos de algunos detalles más específicos, como la vegetación. ¿Cómo se logra su equilibrio? Es decir, ¿cómo se logra que la vegetación sobreviva en un entorno equilibrado para la supervivencia? La respuesta es: gestionando la duración de la vida, los índices de crecimiento y de reproducción de los diversos tipos de plantas para salvaguardar su entorno para la supervivencia. Tomemos como ejemplo la diminuta hierba: están los brotes de primavera, la floración del verano y el fruto del otoño. El fruto cae al suelo. Al año siguiente, la semilla del fruto brota y continúa según las mismas leyes. La vida de la hierba es muy corta; cada semilla cae al suelo, echa raíces y brota, florece y produce fruto, y todo el proceso se completa en tan sólo tres estaciones: la primavera, el verano y el otoño. Los árboles de todo tipo también tienen su propia duración de vida y diferentes períodos para brotar y dar fruto. Algunos árboles mueren después de tan sólo 30 a 50 años; ese es su tiempo de vida. Pero su fruto cae al suelo, y seguidamente echa raíces y brota, florece y da fruto, y vive otros 30 a 50 años. Este es su índice de recurrencia. Un árbol viejo muere y uno joven crece; por esta razón siempre puedes ver árboles creciendo en el bosque. Pero también tienen su ciclo normal y sus procesos de nacimiento y muerte. Algunos árboles pueden vivir mil años, y otros hasta tres mil. Independientemente del tipo de planta o de la duración de su vida, dicho en un sentido general, Dios administra su equilibrio en base a cuánto vive, su capacidad, velocidad y frecuencia de reproducción, así como la cantidad de vástagos que produce. Esto permite que las plantas, desde la hierba hasta los árboles, sean capaces de seguir desarrollándose, de crecer en un entorno ecológico equilibrado. Por tanto, cuando contemplas un bosque en la tierra, todo lo que crece dentro de él, tanto árboles como hierba, se está reproduciendo continuamente y creciendo según sus propias leyes. No necesita ninguna labor ni ayuda adicional de parte de la humanidad. Sólo por tener esta clase de equilibrio son capaces de mantener su propio entorno para sobrevivir. Sólo porque tienen un entorno adecuado para la supervivencia, los bosques y praderas del mundo pueden seguir viviendo sobre la tierra. Su existencia nutre a una generación tras otra de personas, así como a una generación tras otra de toda clase de cosas vivientes con hábitats en los bosques y las praderas: aves y animales, insectos y toda clase de microorganismos.
Dios también controla el equilibrio entre todos los tipos de animales. ¿Cómo controla Dios este equilibrio? Es parecido a las plantas; Él administra su equilibrio y determina su número en base a su capacidad de reproducción, su cantidad y frecuencia de reproducción y las funciones que desempeñan en el mundo animal. Por ejemplo, los leones comen cebras, por lo que, si la cantidad de leones excediera a la de cebras, ¿cuál sería el destino de estas? Se extinguirían. Y si las cebras produjeran una descendencia mucho menor que la de los leones, ¿cuál sería su destino? También se extinguirían. Por tanto, la cantidad de cebras debe ser mucho mayor que la de leones. Esto se debe a que las cebras no sólo existen para sí mismas, sino también para los leones. Se podría decir así: cada cebra es una parte de la totalidad de las cebras, pero también es el alimento en la boca de los leones. La velocidad de reproducción de estos nunca puede superar a la de las cebras, por lo que su número nunca puede ser mayor al de ellas. Sólo así se puede garantizar la fuente de alimentación de los leones. Y así, aunque los leones son enemigos naturales de las cebras, las personas ven frecuentemente a ambas especies descansando tranquilamente en la misma zona. Las cebras nunca se verán reducidas en número ni se extinguirán porque los leones las cacen y se las coman; y los leones nunca aumentarán en número por su estatus de “reyes”. Este equilibrio es algo que Dios estableció hace mucho tiempo. Es decir, Dios estableció leyes de equilibrio entre todos los animales de manera que puedan conseguir este tipo de equilibrio, y esto es algo que las personas ven a menudo. ¿Son los leones los únicos enemigos naturales de las cebras? No, los cocodrilos también comen cebras. Las cebras parecen ser un tipo de animal muy desamparado. No tienen la ferocidad de los leones y, cuando se enfrentan a un león, este enemigo formidable, sólo pueden huir. Ni siquiera pueden oponer resistencia. Cuando no pueden huir del león, sólo pueden dejarse comer por él. Esto es algo que se ve con frecuencia en el mundo animal. ¿Qué sentís y pensáis al ver este tipo de cosas? ¿Sientes pena por la cebra? ¿Detestas al león? ¡Las cebras son muy hermosas! Pero los leones siempre parecen mirarlas con codicia. Y ellas, tontamente, no corren y se alejan. Ven al león ahí esperándolas, bajo la fresca sombra de un árbol. Podría acercarse y comerlas en cualquier momento. Saben esto en su corazón, pero no abandonarán ese pedazo de tierra. Esto es algo maravilloso. Y esta maravilla manifiesta la predestinación de Dios y Su gobierno. Sientes lástima por la cebra, pero eres incapaz de salvarla; y detestas al león, pero no puedes destruirlo. La cebra es un alimento que Dios ha preparado para el león, pero independientemente de cuantos leones coman, las cebras no desaparecerán. La cantidad de cachorros engendrados por los leones es muy pequeña y se reproducen muy lentamente, por lo que independientemente de cuantas cebras se coman, su número nunca superará al de las cebras. En esto radica el equilibrio.
¿Cuál es el objetivo de Dios al mantener esta clase de equilibrio? Esto tiene que ver con los entornos para la supervivencia de las personas, así como la supervivencia de la humanidad. Si las cebras, o cualquier presa parecida del león —un ciervo u otros animales—, se reproducen con demasiada lentitud y la cantidad de leones se incrementa rápidamente, ¿a qué clase de peligro se enfrentarían los seres humanos? Que los leones se coman a su presa es un fenómeno normal, pero que un león se coma a una persona es una tragedia. Esta tragedia no es algo predestinado por Dios, no es algo que ocurre bajo Su gobierno, y mucho menos es algo que Él ha previsto para la humanidad. Más bien, es algo que las personas causan a sí mismas. Por tanto, tal como Dios lo ve, el equilibrio entre todas las cosas es crucial para la supervivencia de la humanidad. Tanto si son animales como si son plantas, nada puede perder su equilibrio adecuado. Dios ha preparado plantas, animales, montañas y lagos para la humanidad: un entorno ecológico normal. Sólo cuando las personas tienen esta clase de entorno ecológico —uno equilibrado— es segura su supervivencia. Si los árboles o la hierba tuvieran una baja capacidad de reproducirse o su velocidad de reproducción fuera muy lenta, ¿no perdería la tierra su humedad? Si la tierra perdiera su humedad, ¿seguiría siendo saludable? Si la tierra perdiera su vegetación y su humedad, se erosionaría con mucha rapidez y se formaría arena en su lugar. Cuando la tierra se deteriorara, el entorno para la supervivencia de las personas también se destruiría. Muchos desastres acompañarían esta destrucción. Sin esta clase de equilibrio ecológico, sin este tipo de entorno ecológico, las personas sufrirían frecuentemente desastres debidos a estos desequilibrios entre todas las cosas. Por ejemplo, cuando existe un desequilibrio ambiental que conduce hacia la destrucción del entorno ecológico de las ranas, todas estas se reúnen, su número aumenta drásticamente y las personas incluso ven grandes cantidades de ranas cruzando las calles en las ciudades. Si grandes cantidades de ranas ocuparan el entorno para la supervivencia humana, ¿cómo se definiría esto? Un desastre. ¿Por qué se le llamaría desastre? Estos pequeños animales, beneficiosos para la humanidad, son útiles para las personas cuando permanecen en el lugar adecuado para ellos; pueden mantener el equilibrio del entorno para la supervivencia de las personas. Pero si se convierten en un desastre, causarán un impacto en el orden de la vida de las personas. Todas las cosas y todos los elementos que las ranas traen consigo en sus organismos pueden influir en la calidad de vida de las personas. Incluso pueden atacar sus órganos; este es uno de los tipos de desastres. Otra clase de desastre, que los seres humanos han experimentado con frecuencia, es la aparición de un gran número de langostas. ¿No es esto un desastre? Sí, en verdad es una calamidad aterradora. Independientemente de la capacidad de los seres humanos —pueden fabricar aviones, cañones y bombas atómicas—, cuando se produce una invasión de langostas, ¿qué solución tiene la humanidad? ¿Pueden usar cañones contra ellas? ¿Pueden dispararles con ametralladoras? No, no pueden. ¿Pueden rociar pesticidas para ahuyentarlas? Esa tampoco es tarea fácil. ¿Qué terminan haciendo esas diminutas langostas? Estas se comen específicamente los cultivos y los granos. A donde quiera que vayan las langostas, los cultivos son completamente eliminados. En época de invasión de langostas, un año entero de alimentos de los que dependen los agricultores quedarían consumidos en un abrir y cerrar de ojos. Para los humanos, la llegada de las langostas no es sólo una molestia, sino que es un desastre. Así que sabemos que la aparición de grandes cantidades de langostas es un tipo de desastre, pero ¿qué pasa con los ratones? Si no hay aves rapaces que se coman a los ratones, estos se multiplican con mucha rapidez, más rápido incluso de lo que puedas imaginar. Y si los ratones se extienden descontroladamente, ¿pueden los seres humanos tener una buena vida? ¿A qué tipo de situación se enfrentarían? (A una epidemia). ¿Pero piensas que una epidemia sería la única consecuencia? Los ratones mordisquean todo, y roen hasta la madera. Aunque haya sólo dos ratones en una casa, serán una molestia para todos los que allí vivan. En ocasiones roban aceite y se lo comen, en otras se comen el pan o los cereales. Y las cosas que no se comen, simplemente las roen hasta hacerlas trizas. Mordisquean la ropa, los zapatos, los muebles… todo. A veces trepan hasta el armario; ¿se pueden seguir utilizando esos platos después de que los hayan pisoteado los ratones? Aunque los desinfectes, no te sentirás tranquilo, así que simplemente los botas. Estas son las molestias que los ratones causan a las personas. Aunque los ratones son sólo criaturas minúsculas, las personas no tienen forma de lidiar con ellos y sólo pueden intentar lidiar con los daños que causan. Tan sólo un par de ratones bastan para causar una grave perturbación, por no decir un terrible caos. Si aumentaran en número y se convirtieran en un desastre, las consecuencias serían impensables. Incluso las criaturas tan pequeñas como las hormigas podrían convertirse en un desastre. Si eso sucediera, el daño que causarían a la humanidad tampoco se podría ignorar. Las hormigas pueden causar tanto daño a las casas que hasta pueden derrumbarse. Su fuerza no debe pasarse por alto. ¿No sería algo aterrador si diferentes tipos de pájaros crearan un desastre? (Sí). Dicho de otro modo, cuando los animales u otras criaturas vivientes, independientemente de qué tipo sean, pierden su equilibrio, crecen, se reproducen y viven dentro de un ámbito anormal e irregular. Esto traería consecuencias inimaginables a la humanidad. No sólo afectaría a la supervivencia y a la vida de las personas, sino que también traería el desastre a la humanidad, hasta el punto de que las personas estarían destinadas a sufrir una aniquilación y extinción total.
Cuando Dios creó todas las cosas, usó toda clase de métodos y formas para equilibrarlas, para equilibrar las condiciones de vida de las montañas y los lagos, de las plantas y todo tipo de animales, pájaros e insectos. Su objetivo fue permitir que todas las clases de seres vivos vivan y se multipliquen bajo las leyes que Él estableció. Ninguna de las cosas de la creación puede salirse de estas leyes, y estas no se pueden quebrantar. Sólo dentro de este tipo de entorno básico pueden los humanos sobrevivir y multiplicarse de forma segura, generación tras generación. Si alguna criatura viviente fuera más allá de la cantidad o del ámbito establecidos por Dios, o si excediera la tasa de crecimiento, la frecuencia de reproducción o el número dispuesto por Él, el entorno para la supervivencia de la humanidad sufriría diversos grados de destrucción. Al mismo tiempo, la supervivencia de la humanidad se vería amenazada. Si un tipo de criatura viviente es demasiado numeroso, les robará comida a las personas, destruirá sus fuentes de agua, y arruinará sus tierras. De esa forma, la reproducción o el estado de supervivencia de la humanidad sufrirían un impacto inmediato. Por ejemplo, el agua es muy importante para todas las cosas. Si hay demasiados ratones, hormigas, langostas, ranas, o cualquier clase de otros animales, ellos beberán más agua. Al incrementarse la cantidad de agua que beben, el agua potable y las fuentes hídricas de las personas dentro del ámbito fijo de fuentes de agua potable y acuíferos, se reducirían y sufrirían la falta de agua. Si el agua potable de las personas se destruye, se contamina o se interrumpe por el aumento en número de todo tipo de animales, la supervivencia de la humanidad se verá seriamente amenazada bajo esa clase de entorno hostil para la supervivencia. Si sólo uno o varios tipos de seres vivientes exceden el número adecuado, el aire, la temperatura, la humedad e incluso la composición del aire dentro del espacio para la supervivencia de la humanidad se envenenarán y destruirán en diversos grados. En estas circunstancias, la supervivencia y el destino de los seres humanos también seguirán estando sujetos a las amenazas que suponen estos factores ecológicos. Así pues, si las personas pierden estos equilibrios, el aire que respiran se estropeará, el agua que beben se contaminará y las temperaturas que requieren también cambiarán y sufrirán un impacto en diferentes grados. Si eso ocurre, los entornos para la supervivencia que pertenecen a la humanidad se someterán a enormes impactos y desafíos. En una situación así, en la que los entornos básicos para la supervivencia de los humanos han sido destruidos, ¿cuáles serían el destino y las perspectivas de la humanidad? ¡Es un problema muy serio! Como Dios sabe por qué razón existen todas las cosas de la creación por el bien de la humanidad, la función de cada tipo de cosa que Él creó, qué clase de impacto tiene cada cosa en la humanidad y en qué medida beneficia a esta, porque en el corazón de Dios hay un plan para todo esto y Él administra cada aspecto de todas las cosas que ha creado, es por ello que cada cosa que Él hace es tan importante y necesaria para la humanidad. Así pues, a partir de ahora, cuando observes algún fenómeno ecológico entre las cosas de la creación de Dios, o alguna ley natural operando entre ellas, ya no dudarás más de la necesidad de cada una de las cosas creadas por Dios. Ya no usarás palabras ignorantes para emitir juicios arbitrarios sobre la organización de todas las cosas por parte de Dios y Sus diversas formas de proveer para la humanidad. Tampoco sacarás conclusiones arbitrarias sobre las leyes de Dios para todas las cosas de Su creación. ¿No es así?
¿Qué es todo esto de lo que acabamos de hablar? Piensa en ello por un momento. Dios tiene Su propio propósito en cada cosa que hace. Aunque Su intención es inescrutable para los seres humanos, esta siempre está inextricable y poderosamente relacionada con la supervivencia de la humanidad. Es absolutamente indispensable. Esto se debe a que Dios nunca ha hecho nada que sea fútil. Los principios detrás de cada cosa que hace contienen Su plan y Su sabiduría. El objetivo y propósito de ese plan es proteger a la humanidad, ayudarla a evitar el desastre, la depredación de otros seres vivientes y cualquier tipo de daño que se les pueda causar a los seres humanos por parte de las cosas de la creación de Dios. Por tanto, ¿podríamos decir que las obras de Dios que hemos visto dentro de este tema constituyen otra forma en la que Dios provee para la humanidad? ¿Podríamos decir que, a través de estas obras, Dios está alimentando y pastoreando a la humanidad? (Sí). ¿Existe una relación sólida entre este tema y el de nuestra exposición “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”? (Sí). Hay una relación muy sólida, y este tema es un aspecto de ello. Antes de hablar sobre estos temas, las personas sólo tenían una imaginación confusa de Dios, de Dios mismo y Sus obras; no tenían un verdadero entendimiento. Sin embargo, cuando se les habla a las personas sobre Sus obras y las cosas que Él ha hecho, pueden entender y comprender los principios de lo que Él hace y tener conocimiento de ellos y alcanzarlos. Aunque en el corazón de Dios existen toda clase de teorías, principios y normas muy complicados, cuando Él hace algo, como crear y mandar sobre todas las cosas, ¿acaso no es posible que logréis entender en vuestros corazones que son obras de Dios y que son completamente prácticas, simplemente al permitiros aprender sobre una parte de ellas en la charla? (Sí). ¿Entonces, en qué se diferencia vuestro entendimiento actual de Dios del anterior? Es diferente en sustancia. Anteriormente, lo que entendías era demasiado vacío, demasiado confuso, pero lo que entiendes ahora contiene mucha evidencia concreta para comparar con las obras de Dios, para comparar con lo que Dios tiene y es. Por tanto, todo lo que he dicho es un gran material educativo para vuestro entendimiento de Dios.
9 de febrero de 2014