Ⅰ

Cuando Moisés golpeó la roca

y brotó de ella el agua conferida por Jehová,

fue gracias a su fe,

fue gracias a su fe.

Cuando David tocó la lira para alabar a Jehová

—con el corazón lleno de alegría—

fue gracias a su fe.

Cuando Job perdió su ganado que llenaba las montañas

y enormes cantidades de riqueza y su cuerpo se cubrió de dolorosas llagas,

fue debido a su fe.

Cuando él pudo escuchar la voz de Jehová

y ver la gloria de Jehová,

fue gracias a su fe.

Ⅱ

Que Pedro haya podido seguir a Jesucristo,

fue debido a su fe.

Que pudiera ser clavado en la cruz por Dios y dar testimonio glorioso

también fue debido a su fe.

Cuando Juan vio la imagen gloriosa del Hijo del hombre,

fue debido a su fe.

Cuando vio la visión de los últimos días,

fue, aún más, a causa de su fe.

La razón por la que las así llamadas “multitudes de las naciones gentiles”

han obtenido la revelación de Dios,

han obtenido la revelación de Dios

y han llegado a saber que Dios ha regresado en la carne

para llevar a cabo Su obra entre los hombres,

también es a causa de su fe,

también es a causa de su fe.

Todos los que son golpeados por Sus severas palabras

y que, sin embargo, encuentran en ellas consuelo

y son salvados,

¿acaso no lo han hecho por causa de su fe?

Todos los que son golpeados por Sus severas palabras

y que, sin embargo, encuentran en ellas consuelo

y son salvados,

¿acaso no lo han hecho por causa de su fe?

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La verdadera historia de la obra de conquista (1)