837 Cómo ser perfeccionado
I
Si quieres que Dios te use y te perfeccione, debes poseerlo todo:
la voluntad de sufrir, la fe, la paciencia,
la sumisión, así como la capacidad de experimentar la obra de Dios,
la capacidad de comprender Sus intenciones,
de ser considerado con Su pesar, y más.
Cada refinamiento que experimentas requiere de tu fe y amor.
II
Si quieres ser perfeccionado por Dios,
no basta con simplemente apresurarse por el camino
y tampoco basta con solamente esforzarse por Dios.
Debes poseer muchas cosas para ser perfeccionado por Dios.
Cuando te enfrentes a sufrimientos
debes ser capaz de no considerar la carne ni quejarte contra Dios.
Cuando Él se esconde de ti, debes ser capaz de tener la fe para seguirlo,
de mantener tu amor anterior sin permitir que flaquee o desaparezca.
Haga lo que haga Dios, debes someterte a Su designio,
y estar más dispuesto a maldecir tu propia carne que a quejarte contra Él.
Cuando te enfrentas a pruebas, debes satisfacer a Dios,
a pesar de cualquier reticencia a deshacerte de algo que amas o del llanto amargo.
Sólo esto es amor y fe verdaderos.
III
Independientemente de cuál sea tu estatura real,
debes poseer primero la voluntad de sufrir dificultades,
una fe verdadera y tener la voluntad de rebelarte contra la carne.
Deberías estar dispuesto a soportar las dificultades personales
y sufrir pérdidas en tus intereses personales
con el fin de satisfacer las intenciones de Dios.
Debes ser capaz de sentir arrepentimiento en tu corazón.
En el pasado no fuiste capaz de satisfacer a Dios,
y ahora, puedes arrepentirte.
Ni una sola de estas cosas puede faltar
y Dios te perfeccionará a través de ellas.
Si careces de estas condiciones, no puedes ser perfeccionado.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento