Cómo perseguir la verdad (4)
En la reunión anterior, continuamos hablando sobre el tema de “cómo perseguir la verdad”. ¿Cuál fue el contenido principal de la enseñanza? Compartimos las diferencias entre las condiciones innatas de las personas y sus actitudes corruptas y también hablamos específicamente sobre estos dos aspectos. Mediante la enseñanza, ¿obtenéis cierto entendimiento de la obra que Dios pretende hacer y qué aspectos de las personas quiere cambiar al salvarlas? (Sí. Gracias a la última enseñanza de Dios, entendí que lo que Él pretende cambiar con Su obra son las actitudes corruptas de las personas). Al salvarlas, Dios pretende deshacerse de sus actitudes corruptas, no cambiar sus condiciones innatas, ¿cierto? (Eso es). Dios expresa la verdad, provee de ella a la gente y usa diversos métodos para obrar; todo ello va dirigido a las actitudes corruptas de las personas. Por medio de Su obra, Dios permite que desechen las actitudes en las que confían para la supervivencia, las cuales han sido corrompidas por Satanás. De esta manera, se obran en las personas las palabras de Dios y la verdad, se convierten en su vida. Este es el resultado final que pretende lograr la obra de Dios. ¿Qué comprendisteis de la enseñanza sobre este aspecto? ¿Qué contenido dejó una impresión más profunda en vosotros? Pensadlo un momento. (La última enseñanza me ayudó a corregir una opinión falaz que tenía. Antes pensaba que Dios cambiaría el calibre, las capacidades y la personalidad inherentes a las personas, pero por medio de la enseñanza de Dios, entendí que él no desempeña obra sobrenatural. La obra de Dios sirve para cambiar las actitudes corruptas de las personas y sus diversos pensamientos y puntos de vista falaces, que son propios de Satanás. Al practicar las palabras de Dios, se restaura la humanidad normal de las personas y su conciencia y razón se tornan cada vez más normales. Al mismo tiempo, también entendí la importancia de perseguir la verdad. Solo al perseguir la verdad y practicarla se pueden resolver nuestras actitudes corruptas; cuando las palabras de Dios se convierten en nuestra vida, logramos que Dios nos salve. Estos dos aspectos de la enseñanza de Dios me dejaron una impresión relativamente profunda). El contenido de la última enseñanza trataba sobre una verdad relacionada con las visiones, así como sobre algunos aspectos específicos de la obra de Dios, los objetivos de esta y los resultados que apunta a lograr. En función del contenido que se compartió, surgieron algunas preguntas específicas. Entre ellas están las referidas a qué manifestaciones en la vida diaria se consideran condiciones innatas, qué manifestaciones reflejan la calidad humana o la esencia-humanidad, es decir, a qué nos referimos comúnmente como manifestaciones de que la humanidad de una persona sea buena o mala, así como qué manifestaciones son revelaciones de actitudes corruptas. Estas son cuestiones específicas, ¿no? Aunque cuando hemos compartido antes este tema aportamos algunos ejemplos, estos no eran muy selectos ni específicos. Hoy compartiremos este tema de manera específica para distinguir entre las manifestaciones que revelan las personas y son condiciones innatas, aquellas que atañen a su calidad humana y las que recaen en la categoría de actitudes corruptas, con lo que se distinguen las manifestaciones específicas de estos tres aspectos. De esta manera, estará más claro cómo debería la gente correlacionar los innumerables problemas que se encuentran en su vida diaria con estos tres aspectos basados en las palabras de Dios y la verdad. Esto incluye cuáles de las revelaciones de las personas son aspectos innatos de la humanidad normal de los que no hay que ocuparse ni tampoco hay que frenar; qué aspectos son revelaciones de problemas con la humanidad de las personas y cómo deberían cambiarlos, corregirlos o resolverlos por medio de la búsqueda de la verdad, así como qué manifestaciones recaen en la categoría de actitudes corruptas y cómo debería la gente llegar a entender la esencia de estas actitudes, resolverlas y desecharlas por medio de la aceptación y la práctica de la verdad. Estas son todas las manifestaciones específicas y, por supuesto, en ellas hay sendas de práctica concretas. De acuerdo con las diferentes manifestaciones, compartiremos los principios y sendas de práctica para que las personas puedan entender cómo enfrentarse a estos problemas y resolverlos y dispongan de unas actitudes y sendas de práctica más concretas para los diversos problemas. ¿Os parece bien compartir de esta manera? (Sí).
Con anterioridad, hemos compartido dos veces estas tres cuestiones: las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas. Aunque no explicamos expresamente a cuál de estas tres cuestiones pertenecen las manifestaciones y revelaciones de las personas de forma selectiva, sí proporcionamos algunos ejemplos cuando compartimos cada una de ellas. En las enseñanzas anteriores, al tratar estas tres cuestiones, también compartimos la esencia de estas o las sendas y los principios de práctica relacionados. Ahora, en cuanto a las tres cuestiones que acabo de mencionar, quiero que todo el mundo hable primero sobre a qué se refieren las condiciones innatas. Todos podéis compartir esto a grandes rasgos para obtener primero un concepto básico. (Dios, ¿se refieren las condiciones innatas al calibre, las capacidades, la personalidad innata y los instintos de una persona?). Hemos hablado antes sobre esto, así que todos deberíamos estar familiarizados con ello. ¿Hay algo más? ¿Se consideran los puntos fuertes y la apariencia condiciones innatas? (Sí). ¿Y el trasfondo familiar? (Sí, eso también). Y las rutinas y hábitos de vida, ¿no? ¿Qué más? (También los intereses y aficiones). Existe una diferencia entre los intereses y aficiones y los puntos fuertes. Al añadir los intereses y aficiones se introducen más detalles. Vamos a enumerarlos por orden: primero está el trasfondo familiar; segundo, la apariencia; tercero, la personalidad, cuarto, los instintos; quinto, el calibre; sexto, los puntos fuertes; séptimo, los intereses y aficiones; octavo, las capacidades y, luego, los hábitos de vida y las rutinas de vida. Los dos últimos son similares, pero hay diferencias concretas. Esto suma un total de diez. Adelante, leedlos. (Uno, el trasfondo familiar; dos, la apariencia; tres, la personalidad; cuatro, los instintos; cinco, el calibre; seis, los puntos fuertes; siete, los intereses y aficiones; ocho, las capacidades; nueve, los hábitos de vida; y diez, las rutinas de vida). Todas estas son condiciones innatas de las personas. ¿Acaso no deberíamos también hablar en concreto sobre las condiciones innatas? Sin compartir, ¿podéis realizar por vuestra cuenta las diferenciaciones adecuadas? (No). ¿En qué situaciones podéis hacerlas? (A veces, cuando vemos ciertas manifestaciones en alguien, podemos notar si reflejan la personalidad o los instintos de esa persona o si son revelaciones de actitudes corruptas). (También los hábitos de vida y las rutinas de vida. Solía pensar que estos se formaban en función de las condiciones de vida y el trasfondo adquiridos; no me di cuenta de que podían ser condiciones innatas). Como ves, cuando desgranamos algún contenido detallado y específico dentro de un tema mayor, en apariencia, parece que conoces estos detalles, pero en la vida real, los mezclas un poco; sigues sin tener muy claro cómo distinguirlos, ¿no? (Así es). Tenemos todavía que compartir un poco de manera específica sobre esta cuestión.
En cuanto a los tres aspectos que acabamos de mencionar —las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas—, vamos a enumerar algunos contenidos específicos para las condiciones innatas y a hablar sobre ellos en detalle, uno a uno. Respecto a la humanidad y las actitudes corruptas, no vamos a enumerarlas. Mientras compartimos los contenidos específicos y las manifestaciones de las condiciones innatas, además trataremos algunas manifestaciones de humanidad y las revelaciones de actitudes corruptas. Cuando hablamos sobre estas, podéis distinguir y diferenciar si pertenecen a condiciones innatas, cuáles no hace falta cambiar o si guardan relación con problemas relativos a la calidad humana de las personas o a sus actitudes corruptas, los cuales se han de resolver por medio de la búsqueda de la verdad. Al dedicarles una enseñanza específica usando ejemplos y problemas concretos, las distinciones se volverán más claras, ¿no? (Sí). Por ejemplo, algunas personas provienen de familias pobres y parten con desventajas económicas. Viven con estrecheces; siempre están en apuros y tienen que calcular y planificar cada gasto. Su enfoque a la hora de gastar dinero es el de exprimir cada céntimo. Han nacido en esas familias y en esas condiciones. ¿En cuál de los tres aspectos que hemos compartido se enmarca esto? ¿Se trata de una condición innata, de humanidad o de un carácter corrupto? Este es un aspecto de su trasfondo familiar, el cual es una condición innata, ¿cierto? (Sí). ¿Es bueno o malo este trasfondo familiar? (Desde una perspectiva humana, es malo). Sufren para salir adelante, sus familias son pobres, sus condiciones económicas no son acomodadas ni pudientes; se trata de problemas referentes a su trasfondo familiar. Este tipo de persona nació en una familia pobre, nunca ha cenado caviar, no lleva ropa de marca, no ha llegado a experimentar el lujo y nunca ha estado en contacto con nadie de clase alta ni con personas ricas o famosas, sin embargo, posee conciencia y razón. Nunca se aprovecha de los demás cuando se relaciona con ellos. Cuando ve a alguien que disfruta de cosas buenas o es rico, aunque sienta envidia, nunca se plantea robarle ni apoderarse de sus posesiones. ¿Con qué aspecto se corresponde este tipo de revelación de las personas? (Con su calidad humana, con su humanidad). Se corresponde con su humanidad. ¿Es la manifestación de su humanidad en este aspecto buena o mala? (Su humanidad es buena y recta). Esto todavía no se puede considerar recto; solo significa que no se aprovecha de los pequeños beneficios ni adula a los ricos. Es capaz de afrontar tales asuntos correctamente. ¿Cómo es la humanidad de este tipo de persona? (Su humanidad es relativamente buena). Esta es una afirmación objetiva; su humanidad es relativamente buena, así que, en cuanto a su calidad humana, cuenta con relativa integridad y dignidad. Aunque el trasfondo familiar de estas personas sea pobre y no sea noble, no desprecian al pobre ni favorecen al rico ni se aprovechan de los demás. Existe otro tipo de persona que nació en una familia pudiente o, como dirían los no creyentes, “nació en cuna de oro”. Estas nunca han tenido que preocuparse de la comida ni de la ropa y lo tienen todo a su disposición; cualquier cosa que quieran comer está a su alcance. Sus condiciones familiares son particularmente buenas y sus padres los tratan muy bien. ¿A qué aspecto atañe esto? (Esto también atañe a su trasfondo familiar). El trasfondo familiar de uno es una condición innata. Aunque este tipo de persona tiene un trasfondo familiar particularmente óptimo, buenas condiciones económicas, no le preocupa el alimento ni la ropa, ha visto cosas buenas y ha experimentado lo que el mundo tiene que ofrecer, cuando interactúa con los demás, si ve a alguien que es mejor y más capaz que ella misma o bien destaca de manera notable en algún campo o tiene prestigio entre el resto, se siente celosa y se devana los sesos para buscar maneras de infravalorarlo. ¿Con qué aspecto se corresponden estas manifestaciones? (Creo que tanto con las actitudes corruptas como con la humanidad). Eso es. Estas manifestaciones atañen tanto a su humanidad como a sus actitudes corruptas. Cuando este tipo de persona ve a alguien mejor que ella, siente celos, odio y quiere reprimirlo, atormentarlo y excluirlo; quiere superarlo. Si solo tiene estos pensamientos, pero no obra en consecuencia, se trata de una persona con mala humanidad; ¿es malvada su humanidad? (Sí). Si, según su humanidad malvada, se rebela al ver a alguien mejor que ella misma, emite juicios sobre la otra persona a sus espaldas e incluso participa en maniobras turbias para reprimirla, estas son manifestaciones específicas de un carácter corrupto. ¿Cuál es la esencia de este carácter corrupto? La crueldad. Estas manifestaciones corresponden tanto a la humanidad como a una actitud corrupta. Aunque las condiciones familiares de este tipo de persona son buenas y cena y viste bien y podrías esperar de ella que poseyera perspectivas y fuera tolerante con los demás, cuando interactúa con gente, siempre quiere aprovecharse de esta y es más calculadora de la cuenta. Cuando va a algún sitio con alguien, se muestra quisquillosa respecto a quién ha gastado más y quién ha pagado los costes del viaje, sin estar dispuesta a gastar siquiera un céntimo de más. Cuando trabaja con otros, siempre calcula quién hizo más y quién menos y siempre busca la manera de holgazanear. ¿A qué aspecto corresponde esto? (A su humanidad). ¿A qué aspecto de la humanidad? (Al egoísmo y la bajeza). Se trata de egoísmo y bajeza, le encanta aprovecharse de los demás, carece de integridad y dignidad; esto es propio de su calidad humana. Cuando interactúa con los demás, es calculadora y le encanta aprovecharse, aunque no vaya a ganar más de un céntimo al hacerlo, y busca cualquier oportunidad para sacar ventaja. Ya provenga de una fuente pública o privada o bien de personas jóvenes o mayores, se aprovecha de todo el mundo. Sea quien sea, no se refrena y saca provecho cada vez que ve la oportunidad. Es especialmente rigurosa y calculadora en sus interacciones con los demás. Por ejemplo, la última vez le pediste un favor y ahora siente que le debes algo. Se empeñará en que le devuelvas el favor y eso implica uno incluso mayor que el que ella te hizo a ti; solo entonces le parece un trato justo. ¿No es esto ser demasiado calculadora? (Sí). Esto es ser demasiado calculadora, especialmente rigurosa con los demás y muy intrigante. Aunque no le falta de nada en cuanto a ropa y comida y, comparada con los demás, disfruta de una vida mejor en todos los aspectos, cada vez que ve a alguien con algo que no ha visto antes, quiere usarlo durante un tiempo y probarlo. Siente la necesidad de tener cualquier cosa que otros tengan. Si no la consigue, siente incomodidad y un desequilibrio en su fuero interno, hasta el punto de perder el apetito y el sueño; solo se siente satisfecha cuando la tiene en su poder. ¿Qué clase de problema es este? (Sigue siendo un problema de humanidad). Estas manifestaciones específicas son problemas de su humanidad, no sus condiciones innatas. Las condiciones innatas solo se refieren a su trasfondo familiar y a las circunstancias familiares de las que puede disfrutar, mientras que su manera de comportarse y de lidiar con las cosas se refiere a la humanidad. Sus revelaciones y manifestaciones, tal como sus actitudes, métodos y motivaciones para su manera de comportarse y ocuparse de las cosas, se corresponden con el problema de su calidad humana; todavía no alcanza el punto de tratarse de actitudes corruptas. Es egoísta, rigurosa, demasiado calculadora, intrigante y le encanta aprovecharse de los demás; ¿estas son manifestaciones de buena o de mala humanidad? (De mala humanidad). Todas ellas son manifestaciones de una calidad humana baja y una mala humanidad. ¿Son visibles y perceptibles para los demás estas manifestaciones de mala humanidad? (Sí).
Algunas personas tienen unos rasgos faciales bien definidos y nacieron con ojos grandes, brillantes e inteligentes de aspecto animado y expresivo. Han resultado muy agradables desde pequeños. ¿A qué aspecto se refiere esto? (Alude a la apariencia). La apariencia atañe a las condiciones innatas, ¿no? (Sí). Tener ojos grandes y los rasgos bien definidos, poseer de manera innata la ventaja de ser bien parecido; ¿acaso no es este un aspecto de las actitudes corruptas? (No). ¿Se refiere a cuestiones de humanidad? (No). No atañe a la humanidad o a las actitudes corruptas, así que no hace falta cambiar nada. Las condiciones innatas son congénitas; nacieron con esta apariencia y no experimentaron ninguna mejora o alteración artificiales. Así es como son. Aunque son bien parecidos por naturaleza, están siempre atolondrados al lidiar con problemas complejos en la vida diaria y no saben como ocuparse de ellos. Además, carecen de discernimiento respecto a las personas, acontecimientos y cosas. No tienen claro con quién se pueden asociar y a quién deberían evitar. No saben quién es malvado y qué asociaciones podrían causar problemas. A los veintitantos años no saben estas cosas e incluso a los treinta o cuarenta, a pesar de tener alguna experiencia de vida, siguen sin saberlas. Aunque sus ojos son grandes y expresivos, su mente está bastante atolondrada. ¿Qué tipo de problema es este? (¿Hay un problema con su calibre innato?). Su calibre innato no es muy bueno. Nunca pueden encontrar los principios cuando se relacionan con los demás y lidian con las cosas ni pueden desentrañar a diversos tipos de personas. A menudo los demás los engañan, los estafan y juegan con ellos. ¿Cómo es el calibre de este tipo de persona? (Relativamente pobre). Su calibre no es bueno. Tener expresividad en los ojos no implica necesariamente tener una mente sabia. Aunque en lo que se refiere a su condición innata, son bien parecidos, su calibre no es el mejor. Sin embargo, sucede una cosa: durante sus años en la escuela, destacaban por su conocimiento de los libros de texto. Podían memorizar enseguida textos literarios y cuando estudiaban matemáticas, física y química o un nuevo idioma, comprendían enseguida las materias. Accedieron a la universidad sin apuros, estudiaron un máster y obtuvieron un doctorado. ¿A qué corresponde esto? ¿Puede enmarcarse en su buen calibre? (No). Por tanto, ¿a qué corresponde? (A sus puntos fuertes, que son su condición innata). Exacto. Este tipo de persona destaca en los estudios, asimila el conocimiento y las materias académicas. Capta enseguida el conocimiento de los libros y las cosas teóricas y basadas en preceptos, como los aspectos relacionados con las destrezas profesionales y la tecnología o las fórmulas y preceptos para las matemáticas, la física y la química, además de recordarlos muy bien. Este tipo de persona destaca a la hora de aprender estas cosas y se le dan particularmente bien. Puede entenderlas de un vistazo y especialmente destaca en los exámenes y en responder preguntas; en lo que respecta a responder preguntas, lo hace con calma; aquí es donde puede poner mejor en práctica sus puntos fuertes. Podrías decir que este tipo de persona está a gusto en el mar del conocimiento. ¿Son representativas estas manifestaciones de su calibre? (No). Solo representan que tienen un punto fuerte en concreto. Este tipo de persona muestra un desempeño particularmente excelente en el campo del conocimiento, lo que permite a los demás percibir que su punto fuerte en este ámbito es sobresaliente. Como tiene estos puntos fuertes y ha conseguido ciertos logros —un máster y un doctorado y un nivel alto de educación—, entre los demás se ve a sí misma como alguien con conocimiento, como una erudita y una intelectual de alto nivel. Mientras más libros lee, más le parece que es alguien de renombre, una persona superior, y que el resto del mundo es común, sin conocimientos, incapaz de entender su mente o desentrañarla y que no está al mismo nivel que ella. En consecuencia, a menudo se siente superior a los demás y se considera excepcional y extraordinaria. ¿Qué manifestación es esta? (Un carácter corrupto). ¿Qué aspecto del carácter corrupto? (La arrogancia). Su carácter corrupto arrogante la lleva a infravalorar más a las masas y a las personas de toda clase y condición después de obtener un alto nivel de educación. Debido a sus estudios superiores y su diploma, al empezar a creer en Dios, siempre quiere tener la última palabra en la iglesia y aspira a ser líder. Cada vez que hay una elección, espera que la elijan. Si no es así, se vuelve negativa y se rinde a la desesperación. Digan lo que digan los líderes y obreros, no quiere escucharlo y quiere resistirse a ello. Sea cual sea el deber que le asignen, siente repulsión por este y hace juicios entre bambalinas. En su fuero interno, piensa: “No tienes mucho conocimiento. Tus palabras carecen de lógica. En el fondo de mi ser, te menosprecio como líder de la iglesia. ¡Me niego a capitular ante ti! No pienses que eres mejor que yo. Comparemos, veamos quién tiene lo que hay que tener. Veamos quién dice más palabras de Dios y puede compartir un entendimiento mayor. Si tu enseñanza no es tan buena como la mía, ¡me niego a capitular ante ti! Aunque te eligieran líder, ¡no me hace falta escucharte, poner en marcha ni obedecer todo lo que me pidas!”. ¿Qué manifestación es esta? (Es un carácter corrupto). Se trata de una revelación específica de un carácter corrupto. ¿Atañe esto a la humanidad? Dado que este tipo de persona tiene puntos fuertes por naturaleza y, acorde a estos cimientos, estudia a fondo, adquiere mucho conocimiento y obtiene estatus social, se siente superior al resto, única, y quiere hablar desde una posición por encima del resto y actuar de manera dominante. Cuando se halla entre otras personas, siempre quiere ser la que lidere, hacer que otros la escuchen. ¿Tiene este tipo de persona un problema con su conciencia y razón? (Sí). ¿Qué clase de problema es este? Su punto fuerte facilitó mucho que lograra un alto nivel de educación por medio del estudio. ¿Es este propio puntos fuerte un problema? ¿Es un aspecto del carácter corrupto? ¿Es una manifestación de mala humanidad? (No). Sin embargo, como tiene este punto fuerte, adquirió mucho conocimiento y logró un alto nivel de educación, de acuerdo con la evaluación de la sociedad y la definición del estatus. Esto la llevó a creer que debería tener la última palabra en la iglesia, pertenecer a una élite dentro de cualquier grupo de personas y estar por encima de todas las demás. ¿Tiene tal humanidad algo de razón? ¿Es buena? (Su humanidad no es buena). ¿En qué sentido no es buena? (Carece de razón y conciencia; siempre quiere estar por encima de los demás). Querer estar siempre por encima de otros se debe en parte a su carácter corrupto. Por otro lado, desde la perspectiva de la humanidad, ¿acaso no es esto un tanto desvergonzado? (Sí). La casa de Dios no es la sociedad. ¿Se comparan en la casa de Dios las cualificaciones académicas para elegir a los líderes? (No). ¿En qué basa la casa de Dios la elección de los líderes? En los principios-verdad, ¿no? (Sí). En la casa de Dios, la elección de líderes se basa en los principios-verdad, no en quién cuenta con las cualificaciones académicas más altas. ¿Conocen los principios para elegir a los líderes? Sí, pero los tratan como meras afirmaciones burocráticas y teorías y no saben cómo practicarlas ni aplicarlas a la vida diaria. Siempre propagan la idea de que solo aquellos con cualificaciones académicas tienen buen calibre, pueden entender la verdad y lidiar con los demás. Como tienen cualificaciones académicas altas, algo de conocimiento y estatus social, al pensar que la casa de Dios funciona de la misma manera que la sociedad, usan su conocimiento y sus altas cualificaciones académicas como capital para intentar tener la última palabra en la casa de Dios. Quieren sustituir los principios para elegir a los líderes en la casa de Dios por su propia manera de contemplar a las personas y lidiar con las cosas y por sus propios enfoques, perspectivas y puntos de vista sobre la posición social y el estatus. ¿No es esto carecer de razón? (Sí). ¿Qué otra manera hay de describir la falta de razón? (Ser desvergonzado). En palabras sencillas, es desvergüenza; otra forma de decirlo es que este tipo de persona tiene una racionalidad muy pobre. Mira, aunque haya recibido una supuesta educación superior y haya leído muchos libros, ninguno de estos libros ni ningún maestro o educador le ha enseñado nunca cómo actuar para tener razón. Después de aprender muchas cosas de los libros, en su lugar le parece que ha obtenido capital y es superior a las personas corrientes. Aunque su punto fuerte no sea algo negativo y es una condición innata, este puede llevar fácilmente a cierta consecuencia; provoca que se convierta en arrogante y vanidosa, pierda la razón y tenga la audacia de volverse descarada y desvergonzada. A pesar de haber leído muchos libros y asimilado mucho conocimiento, no entiende el significado de la palabra “vergüenza”. Por tanto, después de obtener algunas cualificaciones académicas, usa esto como capital para alardear por todas partes y quiere servirse de ello para obtener estatus en la casa de Dios y tener la última palabra. Piensa: “Cuento con altas cualificaciones académicas y aprendo rápido, lo que significa que tengo buen calibre. Es más, poseo profundos conocimientos, he visto mucho mundo y soy ingenioso, así que estoy cualificado para liderar al resto”. La implicación es que su conocimiento y sus puntos fuertes son la verdad. Todas estas son manifestaciones de falta de razón. Esta clase de persona carente de razón, ¿acaso tiene integridad? ¿Tiene dignidad? (No). Carecer de integridad y dignidad, ¿es esta una manifestación de buena humanidad o de una humanidad baja y despreciable? (Es la manifestación de una humanidad despreciable). Tales personas no tienen buena humanidad. Lo que más aprecian son sus cualificaciones académicas, el estatus social, la valía personal y la posición. Con todo esto como su capital, son extremadamente arrogantes y vanidosas y quieren tener la última palabra. Es una manifestación de su despreciable humanidad. Esta cuestión se refiere a dos aspectos: uno se corresponde con su humanidad y el otro con su carácter corrupto. Su perspectiva sobre las cuestiones y su actitud y puntos de vista al lidiar con los problemas guardan relación con su humanidad. Esta clase de humanidad conduce a que desarrollen acciones, manifestaciones y revelaciones específicas, las cuales son expresiones de un carácter corrupto.
Algunas personas no son habladoras por naturaleza, ya desde pequeñas no les gusta hablar mucho. Al relacionarse con los demás, hablan en términos sencillos, no se prodigan demasiado y, cuando les ocurren gran cantidad de cosas, no piensan mucho al respecto ni tampoco cuentan con demasiado lenguaje para expresarlas. Aunque se expresen, resulta muy simple. ¿Qué clase de problema es este? (Es un problema relativo a su personalidad). Es un problema de su personalidad, la cual forma parte de sus condiciones innatas. Su personalidad es taciturna por naturaleza. Usan un lenguaje sencillo, no tienen pensamientos complejos y son reacias a hablar cuando interactúan con los demás. Cuando se comparte la verdad durante las reuniones, se limitan a escuchar hablar al resto y ya es mucho si pueden dar una respuesta sencilla cuando los demás han terminado su turno de palabra. Si les preguntas: “¿Qué has entendido de esto?”, dirán: “Más o menos lo mismo que tú”. Si les pides que sean concretos, dirán: “Pienso lo mismo que tú”, y entonces no tienen más que añadir. Su personalidad es esa; si les pides que digan algo más, son incapaces. Esto forma parte de sus condiciones innatas. Hay otro tipo de persona que, aunque parece no tener mucho que decir y a menudo muestra un aspecto taciturno, en privado le gusta preguntar por chismes, decir cosas como: “¿De qué zona pastoral es el hermano o la hermana tal o cual? He oído que hace ocho años que cree en Dios. ¿Ha sido líder alguna vez? ¿Qué edad tiene? ¿Es verdad que está divorciado y tiene un hijo?”. ¿Qué clase de manifestación es esta? En apariencia, no habla mucho y no le gusta hacerlo en público. No tiene un lenguaje muy rico y le faltan palabras para comunicarse normalmente con los otros. Sin embargo, en otros aspectos, tiene mucho que decir y siempre le gusta indagar sobre los demás, decir cosas como: “¿Se ha operado esa persona los párpados? Tiene la piel muy clara, ¿suele ir a salones de belleza?” o “Veo que tal o cual usa el modelo más moderno de ordenador y toda su ropa es de marca y bastante cara. ¿Es pudiente su familia? ¿Qué tipo de negocio tienen? ¿Su padre es funcionario?”. ¿Qué problemas revelan estas manifestaciones? (Problemas de humanidad). Le gusta preguntar sobre chismes, reúne información sobre asuntos personales triviales y disfruta de charlar sobre los asuntos de los demás; estas son manifestaciones relacionadas con la propia humanidad. ¿Estas manifestaciones son buenas? (No). ¿Por qué no? ¿Qué problemas de humanidad conllevan? No han hecho daño ni atormentado a nadie ni perjudicado los intereses de nadie, así que, ¿por qué se consideran malas estas manifestaciones? (Siempre quieren saber cosas de los demás, meten la nariz en los asuntos de otros a sus espaldas. Hay un problema con la razón de su humanidad). Está relacionado con la razón de su humanidad. Si preguntaran con sinceridad y sin rodeos, por ejemplo: “Hermano tal o cual, ¿qué edad tienes?”, ¿sería eso una manifestación normal de humanidad? (Sí). ¿Acaso no es esto preguntar de manera abierta y transparente? ¿No es lo adecuado? (Sí). Entonces, ¿por qué hay quienes no les preguntan ni les dicen las cosas directamente a los aludidos? ¿Por qué recurrir a maniobras turbias a espaldas de los demás? Si un tema se puede preguntar o discutir en persona, se debería sacar abiertamente. ¿Por qué susurrar secretos a espaldas de los demás? ¿Acaso esto no implica una cierta actitud y un método para comportarse y lidiar con las cosas? ¿Son buenos esta actitud y este método? (No). ¿Por qué no se consideran buenos? Estas personas a las que les gusta indagar en secreto sobre las cosas, ¿disfrutan de escarbar en la privacidad de los demás y escrutarlos a sus espaldas? (Sí). ¿Por qué les gusta escrutarlos a sus espaldas? Si les surgen preguntas, ¿por qué no se las hacen directamente? ¿Existe alguna dificultad en preguntar cara a cara? Les parece que no es fácil o que no es posible preguntar directamente, así que indagan a espaldas de los demás. ¿Acaso no es ese el motivo de que se comporten así? (Sí). En realidad, algunas cosas se pueden preguntar directamente, como: “¿Cuántos años hace que crees en Dios? ¿Has ido a la universidad? ¿Qué nivel educativo tienes? ¿Cuántos años tienes?”. Todo esto se puede preguntar a la cara. Si hay quienes no están dispuestos a contestar, entonces no preguntes y tampoco indagues a sus espaldas. Si piensas que estarían dispuestos a compartir ciertas cosas contigo u os conocéis bien y confían en ti lo suficiente para hablar contigo, entonces les puedes preguntar directamente. ¿Por qué insistir en dar un rodeo para indagar a sus espaldas? ¿Realmente es necesario? ¿Acaso no da una impresión bastante vulgar? No se atreven a preguntar directamente porque tienen miedo de que la otra persona no conteste. Sin embargo, tienen gran interés en saber y averiguar estas cosas. Se inquietan si no lo hacen, pero una vez que consiguen la información, se sienten a gusto por dentro, como si hubieran obtenido un preciado tesoro. ¿Qué clase de personas son? Obtienen placer al indagar sobre los asuntos privados y la información personal de los demás; son propensas al chisme y a juzgar al resto, ¿verdad? (Sí). Si crees que alguien estaría dispuesto a responder a tus preguntas, puedes intentar hacerlas y descubrir directamente tales cosas. Si la otra persona siente que algunos de tus interrogantes son excesivos y van más allá de lo que deberías preguntar y se niegan a responder, no pasa nada. Si no quieren responderte o no quieren que sepas ciertas cosas, tampoco indagues a sus espaldas. Si insistes en conocer la información de alguien o sus asuntos privados, por un lado, empezarán a mirarte con suspicacia: “¿Por qué quieres saber estas cosas? ¿Por qué estás intentando averiguar sobre mí a mis espaldas? ¿Buscas controlarme, atormentarme o venderme?”. Ese es un aspecto. Por otro lado, ¿qué necesidad hay de que sepas sobre los demás? ¿Qué derecho tienes a saber cosas sobre ellos? ¿Quieres reunir información sobre todo el mundo? ¿Tienes que saberlo todo, tu especialidad es reunir información? ¿Es tu trabajo? La casa de Dios no le ha hecho a nadie esa comisión. Si tratas todo el tiempo de indagar sobre los asuntos privados de los demás, de indagar sobre cosas que no quieren que sepas, te considerarán muy molesto. ¿Cómo es la humanidad de alguien al que otros encuentran molesto? Como poco, desvergonzada. ¿Cómo llaman los no creyentes a tal persona? Un bribón audaz. Su humanidad es vulgar, carece de dignidad y quiere indagar sobre todo, se comporta de manera inadecuada. ¿Acaso no es así? (Sí). ¿La humanidad de este tipo de persona es buena o mala? (Su humanidad es mala). Como mínimo, no es buena. Esta es una manifestación dentro de la categoría de no tener buena humanidad; comportarse de manera inapropiada y siempre hacer maniobras turbias. En apariencia, parece educada, respetuosa y cortés contigo, parece que se comporta bien y de manera apropiada. Sin embargo, a tus espaldas, hace maniobras turbias, indaga sobre tu edad, tu trasfondo familiar y otros aspectos tuyos, sin discutirlos a las claras ni preguntarte directamente. Al interactuar y charlar con los demás, no es sincera ni directa; en cambio, siempre hace maniobras turbias a espaldas de la gente, hace cosas que no deben salir a la luz. Siempre rumia los asuntos privados de los demás y lo que otros piensan, siempre se preocupa por tales cuestiones. La humanidad de este tipo de personas no es buena y no le gustan a nadie dentro de cualquier grupo. No es que la gente no quiera que sepas cosas personales o te esconda algo; lo que sucede es que tu humanidad y tu método para comportarte y lidiar con las cosas te convierten en desagradable. La razón por la que no le gustas a la gente es que tu método para comportarte y lidiar con las cosas es un tanto ruin; las tácticas que usas son vulgares y sórdidas, en lugar de ser adecuadas y transparentes. Algunas personas parecen no tener problemas a la hora de relacionarse cara a cara con los demás, pero siempre hacen cosas a sus espaldas de manera furtiva. Cuando otros se van, abren rápidamente sus ordenadores para ver con quién han estado charlando, de qué han hablado, lo que han escrito en su diario y que perspectivas tienen. A veces, cuando alguien tiene una contraseña en su ordenador, tratan de coaccionarlo diciendo: “¿Has cambiado la contraseña de tu ordenador? Yo acabo de cambiar la mía a 1234567, tal vez tú también deberías cambiar la tuya”. ¿Con qué propósito lo dicen? “Te estoy diciendo mi contraseña, tú también deberías decirme la tuya para que así tenga ocasión de revisar tu ordenador”. Los hay que incluso se atreven a hurgar en los bolsos y las pertenencias de los demás cuando no están cerca. Por ejemplo, si ve que alguien lleva unos auriculares nuevos y quiere saber cómo es la calidad de sonido, podría atreverse a hacerse con ellos y probarlos cuando su dueño no ande cerca. Si le pides abiertamente que te preste esos auriculares y acepta, entonces los puedes probar por derecho. Si no quiere, entonces no deberías probarlos. ¿No es esa la manera adecuada de manejar esto? Estén o no de acuerdo los demás, deberías ocuparte de los asuntos abiertamente, delante de ellos, no a sus espaldas. Este tipo de persona es del todo incapaz de ello, siempre hace maniobras turbias. ¿Hasta qué punto? En cuanto te marchas, se pone de inmediato a hurgar en tus cosas, revisa lo que has escrito en tus notas de devoción espiritual y las copia rápidamente, por miedo a perderse algo. Parece que anhela la verdad, pero sus acciones entre bambalinas son sórdidas. Cuando te ve comprar un ordenador nuevo, siente celos. De cara a la galería, dice que el ordenador nuevo es genial y es rápido, pero en su fuero interno, piensa: “¿Rápido? ¡Espero que algún día se le rompa!”. Un día, mencionas que el nuevo ordenador no está funcionando bien y va lento y siente una secreta euforia: “¡Te lo tienes merecido por usar uno nuevo! Yo ni siquiera he tenido la suerte de usar uno, ¡así que mejor que tú tampoco!”. Su cabeza está llena de pensamientos vulgares y sórdidos que no pueden salir a la luz. Hay quienes ven a alguien llevar una prenda de ropa bonita y también quieren probársela. Sin embargo, en lugar de preguntar directamente, se limitan a esperar la ocasión para ponérsela en secreto cuando la otra persona no está cerca. Se miran al espejo, piensan que lucen genial, pero en cuanto oyen pasos, se la quitan enseguida y la devuelven a su lugar antes de que regrese su propietario. Aunque las turbias maniobras de este tipo de persona y su manera de lidiar con las cosas puede que no impliquen un carácter corrupto ni sean tan graves, su actitud a la hora de comportarse y lidiar con las cosas y la manera en la que tratan a los demás es bastante repulsiva y detestable, lo que afecta en cierto modo a la vida normal de otros. Por tanto, se puede decir que este tipo de personas muestran problemas graves en su humanidad. ¿Cómo de graves? Su comportamiento es inapropiado, hacen muchas maniobras turbias entre bambalinas y su manera de lidiar con los problemas es ruin y sórdida. Siempre tienen secretos; nunca hacen las cosas abiertamente, sino a espaldas de los demás. Cuando no hay nadie cerca ni prestando atención o nadie ve ni se entera de lo que están haciendo, hacen cosas de manera furtiva. La humanidad de este tipo de personas no es buena. Siempre viven en rincones oscuros, envueltas en una atmósfera de oscuridad, incapaces de afrontar la luz o a otras personas. Su humanidad es vulgar y sórdida. ¿Son instintivas estas manifestaciones de su humanidad vulgar? (No). Les avergüenza hacer cosas delante de los demás; prefieren hacerlas a sus espaldas y no muestran limitaciones de ningún tipo a este respecto. ¿Tiene algo que ver con su personalidad? (No). Si dices que estas maniobras turbias o lo que revelan y viven en su humanidad está relacionado con cierto aspecto de las actitudes corruptas, eso no sería preciso. Sin embargo, sus maniobras turbias son constantes. Desde fuera, parece que no han cometido errores importantes y, cuando la iglesia les asigna un deber, la mayoría del tiempo se dedican de corazón a él y son obedientes; incluso dan la impresión de ser bastante aptos. Sin embargo, la historia es diferente entre bambalinas; igual que un ratón, en cuanto nadie está mirando, empiezan a hacer maniobras turbias y a tramar cosas. ¿Acaso no son como los ratones? Pensadlo, si esta es su humanidad y la manera de interactuar con otros y lidiar con las cosas, si la calidad humana moral de su humanidad es de este tipo y tienen esta clase de esencia-humanidad, ¿cómo tratan a Dios y la verdad? ¿Tratan a Dios y la verdad de la misma manera que tratan a las personas? (Sí). Además, hacen maniobras turbias entre bambalinas, ¿no? Prueban todas las formas posibles de evitar la supervisión de los líderes y obreros, actúan de una manera delante de ellos y de otra a sus espaldas. No aceptan el escrutinio de Dios ni la verdad en el fondo de su corazón. Da igual lo que digan las palabras de Dios, las abordan a su manera, hacen algunas maniobras turbias y cosas para lucirse, para que, en apariencia, nadie pueda detectar ningún problema o fechoría. Desde fuera, parece que no hacen nada malo y que practican la verdad, pero, entre bambalinas, ya han hecho maniobras turbias y las maldades que han cometido son secretas, nadie las conoce. No creen ni aceptan el escrutinio de Dios y, por tanto, no aceptan la verdad. ¿Qué implica esto? Guarda relación con las actitudes corruptas. Cuando tratas a Dios, la verdad y su deber con esta clase de humanidad y esta manera de interactuar con los demás y lidiar con las cosas, las manifestaciones específicas de humanidad que revelan conllevan actitudes corruptas. ¿Qué se incluye en estas actitudes corruptas? Falsedad, como mínimo. Si sus acciones son incluso más secretas y engañosas, ¿qué implica eso? (Se eleva a perversidad). Guarda relación con la falsedad y perversidad dentro de sus actitudes corruptas. Además, en el fondo de su corazón, siempre albergan dudas sobre la verdad y el escrutinio de Dios. Esto está hondamente arraigado en ellos. Piensan: “Nadie sabe lo que hago entre bambalinas. No he visto a Dios en ninguna parte, así que Él seguro que tampoco lo sabe, solo lo sé yo”. ¿Acaso no implica también un carácter corrupto? ¿Con qué aspecto de las actitudes corruptas se relaciona esto? (¿Es intransigencia?). Tienen un carácter intransigente en su interior. Así pues, ¿es la esencia de estos pensamientos aversión por la verdad? (Sí). Su actitud hacia la verdad es de resistencia y oposición. Aparte de ser intransigentes, sienten una particular aversión por la verdad, lo cual es un problema grave. Cuando conlleva un carácter corrupto, eso es más grave que solo tener una pobre humanidad. Implica rebelión contra Dios, oposición a Él y la esencia de ir en contra de la verdad. Tiene que ver con la actitud de una persona hacia Dios y la verdad. Una vez que conlleva un carácter corrupto, se ven involucrados los principios-verdad y la necesidad de resolver las actitudes corruptas con la verdad.
Hay quienes son por naturaleza altos y tienen figuras gráciles y, además, tienen rasgos bien proporcionados, definidos, refinados que les resultan agradables a los demás. Se pongan la ropa que se pongan, la gente los admira, dice: “¡En serio, es como un anuncio de revista andante, tan guapo, tan hermoso, tan impresionante!”. ¿Se corresponde esto con sus condiciones innatas, su humanidad o sus actitudes corruptas? (Es su apariencia natural). Nacieron con buena apariencia. Como son naturalmente atractivos y tienen buena figura, sus mayores los alababan desde pequeños, sus compañeros de clase los envidiaban y sus padres los adoraban especialmente. Sus padres los vestían de gala a diario y, con cuatro o cinco años, un día los vestían de niña pequeña y al siguiente de niño pequeño. En resumen, los amaban como a un juguetito preciado. A medida que crecen, adquieren un gusto especial por tener buena apariencia. Educados en un entorno de vida moderno, privilegiado, adoptan el hábito de vestir bien. En especial, después de obtener acceso a diversos conocimientos de moda, empiezan a disfrutar de llevar los colores a juego, de los cortes y los estilos; visten con especial gusto, exudan un porte refinado. Incluso una simple camiseta y unos vaqueros a ellos les quedan de manera diferente y, cuando los combinan con un par de zapatos de un color armonioso, su estilo se torna incluso más impresionante; son absolutamente despampanantes e increíblemente guapos. Solo verlos es un regalo para los ojos. Cuando aparecen en lugares públicos o en la calle, no hay duda de que se giran muchas cabezas. Como nacieron guapos y tienen esta condición innata y saben vestir bien, exudan un porte especialmente refinado con cualquier cosa que se pongan; tanto las personas del mismo sexo como del contrario gozan de un particular disfrute al interactuar y asociarse con ellos. Se muestran ansiosas por sentarse cerca para hablarles y charlar, para tener un contacto estrecho con ellos, para así disfrutar de su belleza. ¿Acaso es su culpa? (No). Debido a su favorable condición innata, todo el mundo se muestra siempre tolerante respecto a cualquier problema, fallo o defecto que puedan tener. Así, dondequiera que van, son particularmente bien recibidos y populares. Aunque digan algo desagradable, los demás disfrutan al oírlo. Cuando se enfurecen o adoptan una actitud agresiva, a nadie le importa ni se ofende; incluso lo consideran una especie de recompensa por su parte. A medida que acumulan estas experiencias, su condición innata les otorga un sentimiento de superioridad. Empiezan a pensar: “Ser bien parecido, tener un porte refinado y estar bien vestido me permite ser popular dondequiera que voy, ¡es fantástico! Es algo que realmente valora esta sociedad, esta especie humana. Parece que esta condición innata que me concedieron mis padres es mi capital. Es más fácil encontrar trabajo y, durante los exámenes, si quiero copiar de la hoja de alguien, lo único que tengo que hacer es mirarla para que me la ofrezca”. Muchas personas del sexo opuesto los persiguen y, además, entre los del mismo, hay muchos que los tratan bien y alaban constantemente su belleza y su buena apariencia. Con el tiempo, esto hace que disfruten cada vez más de esta ventaja. Esta les conlleva muchas facilidades, muchos beneficios y un tratamiento preferente, les permite disfrutar de muchas cosas. Por tanto, en esta clase de entorno, se imponen a sí mismos determinados requerimientos. No se van de casa sin aplicarse maquillaje y, si les sale una simple espinilla, no se atreven a dejarse ver. Son cautos respecto a su dieta, evitan las comidas picantes y la salsa de soja, se preocupan: “¿Cuándo se me quitará esta espinilla? No la puedo reventar, me da miedo que quede cicatriz. Pero si no la reviento, ¿los miembros del sexo opuesto que antes me admiraban la verán y pensarán que ya no soy atractivo, que ya no soy la persona de sus sueños? ¿Empezaré a resultarles indiferente? ¿Qué debería hacer? Supongo que tendré que esperar a que se me quite la espinilla antes de volver a salir. De ninguna manera puedo permitir que me vean así; arruinaría la imagen perfecta que tienen de mí en la cabeza”. Algunas personas tienen que ir perfectamente a juego con los colores, cortes y estilos de ropa. Antes de salir, tienen que mirarse en el espejo desde todos los ángulos y algunos incluso se toman selfis para asegurarse de que su aspecto es perfecto bajo la luz del sol o con luz artificial, de que aspectos como su piel, el rostro, el peinado, la ropa y el porte son agradables a la vista y despiertan el aprecio de los demás, y solo entonces se sienten preparados para salir. Hasta después de empezar a desempeñar su deber, siguen manteniendo este estilo de vida. Si, por circunstancias especiales, no se han duchado ese día y se acerca alguien del sexo opuesto, lo evitan enseguida. Sienten que, si no se han duchado, no están listos para dejarse ver. Como tienen muchas exigencias respecto a su apariencia y su porte, eso afecta a su vida diaria. Si van a alguna parte donde no se pueden duchar, se sienten angustiados, sufren mucho y son incapaces de comer o dormir bien. Piensan: “¿Qué voy a hacer si no puedo ducharme? Nunca he estado más de tres días sin ducharme. Si empiezo a oler, ¿me menospreciará la gente? ¿Ya no será perfecta mi imagen? ¿Ya no seré la persona de sus sueños? ¿Qué debería hacer?”. Si se ven en un lugar con unas condiciones de vida pobres y comidas que no son nutritivas ni bien equilibradas, empiezan a preocuparse: “¿Afectará esto a mi piel? ¿Se volverá áspera o envejecerá? ¿Me saldrán arrugas? No puedo permanecer en este lugar, ¡tengo que salir de aquí!”. El sentido de superioridad que conlleva su condición innata les complica la vida especialmente, provoca que vivan de una manera un tanto exhausta y limitada. Se preocupan en extremo de la opinión que tienen los demás sobre ellos, sobre todo respecto a cómo evalúan su atuendo, porte y actitud, les preocupa mucho cómo otros los perciben. ¿Hasta qué punto llega esto? Al de afectar a su vida y trabajo normales, a su normal cumplimiento del deber. El sentido de superioridad que proviene de su apariencia los ha vuelto muy superficiales, muy preocupados por su aspecto y por cómo los perciben los demás. ¿Qué clase de problema es este? ¿Se halla en todas estas manifestaciones la actitud correcta para lidiar con los problemas en la vida diaria? (No). ¿Son puntos de vista retorcidos que han desarrollado en el transcurso de su vida cotidiana? (Sí). Por tanto, ¿con qué tienen que ver estas manifestaciones? (Con su humanidad). ¿A qué aspecto de su humanidad concierne esto? ¿Qué problema hay en su manera de comportase? ¿Se trata de superficialidad? (Sí). La superficialidad es un problema dentro de su humanidad. ¿Qué más? La vanidad, la preocupación por cómo los perciben los demás, el deseo de ser la persona más perfecta a ojos de los demás y una particular fragilidad e incapacidad para soportar adversidades. También hay egoísmo. Para mantener su imagen, hacen que todo el mundo los atienda y los sirva, mientras que rechazan soportar incluso la menor adversidad. El sentido de superioridad que causa su apariencia natural hace que quieran que todo el mundo gire en torno a ellos. El foco central de su vida diaria y el objetivo que apuntan a lograr es el de mantener su apariencia externa. En una ocasión, por ejemplo, mientras se toma una foto, alguien nota un trozo de lechuga en sus dientes al sonreír. A partir de ese momento, deja de comer verduras de hoja verde. Aun cuando esa es la única opción disponible y no le queda elección, se enjuaga la boca de inmediato después de comerla y se debe mirar al espejo sí o sí para comprobar si tiene algo en los dientes antes de atreverse a salir y ver a los demás. ¿Es esto un problema en su humanidad? (Sí). Estos problemas comunes de su vida diaria recaen en el ámbito de la humanidad y no se han elevado al grado de carácter corrupto. Los problemas con los que lidian solo guardan relación con aspectos de la vida humana, tratan de mantener su belleza y un alto nivel de atención por parte de otros al enfocarse en su apariencia física y sus exigencias internas. Hagan lo que hagan —ya sea comer, vestir bien o soportar adversidades y pagar un precio—, al lidiar con estos problemas, sus puntos de vista y su actitud están todos dirigidos a mantener su imagen exterior para resultar siempre agradables a la vista, garantizar que otros tengan una buena impresión de ellos y que atraigan un alto nivel de atención. ¿Guarda esto relación con su humanidad? (Sí). Todas estas manifestaciones están relacionadas con su humanidad, demuestran que esta es exageradamente superficial.
Hay otro tipo de persona que trata de lucirse por todos los medios cada vez que hay cerca un miembro del sexo opuesto e intenta vestir de una manera más especial y aplicarse maquillaje para resultar seductora. Por ejemplo, su comportamiento y apariencia siguen siendo normales cuando están con los hermanos y hermanas con los que tienen una relación estrecha, pero en cuanto alguien del sexo opuesto de su rango de edad entra en escena, se emocionan mucho en su fuero interno y se sienten impelidos a adoptar un atuendo y una apariencia especial. Algunas mujeres se aplican pintalabios para darle más vida a su boca, se retocan las cejas y, si el tiempo lo permite, se ponen algo de colorete. Normalmente, llevan el pelo recogido en una coleta, pero cuando se encuentran con alguien del sexo opuesto que les gusta o al que encuentran atractivo, se sueltan el pelo hasta los hombros para realzar su imagen. Algunos hombres, entretanto, se abrillantan el cabello, se lo peinan al estilo coreano, al de Hong Kong o al occidental, se recortan el vello facial, se ponen gafas, visten mejor y, si las condiciones lo permiten, se echan un poco de colonia, todo ello para atraer al sexo opuesto. Cuando hablan con los miembros del sexo opuesto, sueltan a menudo algunas palabras rebuscadas para presumir, con el objetivo de exhibir su refinada cultura, su elegancia, ingenio y sentido del humor. Su intención detrás de todas estas acciones es muy deliberada; su único propósito es atraer al sexo puesto. Hay quienes, cuando están cerca de alguien del sexo opuesto que les gusta o que tiene una edad similar, se vuelven incluso más animados y habladores, se expresan mejor y se les alegra la mirada, que deja de estar apagada y vidriosa, y sus expresiones faciales también se vuelven particularmente variadas. ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué parecen tan afectados y poco naturales cuando ven al sexo opuesto? Cuando dos personas del sexo opuesto se conocen, suelen mostrarse algo tímidas, pero después de varios encuentros, la relación se estrecha y su comportamiento es más natural. Sin embargo, hay a quienes los anima y estimula particularmente ver al sexo opuesto. ¿Qué clase de problema es este? (Se refiere a la seducción, que alcanza el nivel de carácter corrupto). ¿Qué clase de carácter corrupto es este? (Es perversidad). ¿Acaso no tienen un problema con su humanidad? (Sí). En sentido estricto, es un problema relativo a la humanidad de tales personas. ¿Qué aspecto de su humanidad es problemático? El relativo a las interacciones con el sexo opuesto. ¿Cómo lo describen los no creyentes? Lo llaman un “problema de enfoque”, ¿no? (Sí). Si implica una actitud corrupta, se puede resumir de pasada como perversidad; pero dicho de una manera más adecuada, es una cuestión del propio enfoque hacia las interacciones con el sexo opuesto relativas a la propia humanidad. Al enfrentarse al sexo opuesto, algunas personas se vuelven particularmente animadas, positivas y proactivas. Lo que manifiesta este “particularmente” es un problema a la hora de abordar la propia humanidad. ¿Este enfoque es normal o anormal? (Anormal). Así pues, ¿se puede describir como perverso? ¿Es apropiado decir que es perverso? ¿Está bien decir que es un poco vil? (Sí). Tales personas son un poco viles. Allá donde hay una persona del sexo opuesto que les gusta, gravitan hacia su grupo, insisten en sentarse a su lado y entablan contacto físico y visual con ella. Esto refleja un problema en su calidad humana; son ingobernables, maleducadas y viles. Si alguien es superficial, entonces sus manifestaciones deberían ser las mismas, ya esté en presencia de alguien del mismo sexo o del opuesto. Solo quiere lucir bien y gustar, que los demás lo admiren y aprecien. Es un problema relativo a ser superficial en su humanidad. Sin embargo, si su intención es atraer al sexo opuesto y acosarlo, entonces se convierte en un problema relativo a su enfoque hacia las interacciones con el sexo opuesto. Si una persona es excesivamente superficial, hasta el punto de afectar a su vida normal, no es más que un defecto o un problema en un aspecto de su humanidad. Sin embargo, si alguien se viste de una manera específica para atraer a los miembros del sexo opuesto, con el objetivo de mostrarse sexy, seductor y llamar la atención, entonces eso es perverso, vil e indica un enfoque pobre. Algunas personas se vuelven cada vez más viles mientras más gente haya presente, siempre buscan contacto con el sexo opuesto y presumen delante de este. Sea cual sea la manera de vestir que esté de moda entre los no creyentes, esa será la que luzcan. En especial, al asistir a las reuniones o aparecer ante la cámara, mientras más miembros del sexo opuesto haya, mejor quieren vestir. Algunas mujeres llevan camisolas, se sueltan el pelo, se aplican pintalabios llamativo y se añaden colorete. Algunas incluso se perfilan la nariz, se ponen sombra de ojos y lucen todo tipo de joyas. Se visten de cualquiera que sea la manera que vaya a atraer al sexo opuesto. Esto es más grave que ser superficial. Si la superficialidad es un defecto o un fallo en un aspecto de la propia humanidad y es un problema menor, entonces los aspectos perversos y viles de las relaciones con el sexo opuesto son un problema importante. Una persona superficial puede que no participe necesariamente en actividades licenciosas, pero entre aquellos que son tanto perversos como viles, es probable que más del noventa por ciento se vean envueltos en actividades licenciosas. ¿Por qué digo esto? Si una persona les da gran importancia a sus interacciones con el sexo opuesto y, en particular, disfruta de presumir y exhibirse delante de los miembros del sexo opuesto, entonces es muy probable que tal persona consiga que estos se enamoren de ella. ¿Cuál es el propósito de hacer que se enamoren de ella los miembros del sexo opuesto? Entablar relaciones inapropiadas. Si pueden seducir de manera despreocupada a alguien del sexo opuesto, ¿acaso no indica eso que son muy despreocupados en lo que respecta a las relaciones con este? (Sí). Tales personas no tienen dignidad; coquetean despreocupadas con las demás e incluso, a la hora de dar el paso, son las que toman la iniciativa. Mientras mayor sea el número de personas con las que coqueteen, más contentas se ponen y, en tanto que les guste, nunca rechazan a nadie. ¿Qué clase de persona es esta? Dejando a un lado por ahora qué actitudes corruptas tienen, ¿es buena esta clase de humanidad? (No). No importa qué ventajas o defectos puedan tener en otros aspectos de su humanidad, si son especialmente despreocupados, frívolos y indulgentes en cuanto a su enfoque hacia las interacciones con el sexo opuesto, solo con esto es suficiente para mostrar que su humanidad no es buena. Si pueden errar o pasarse de la raya en cualquier momento o lugar, ¿acaso no es un problema grave? (Sí). ¿Esta persona es fiable? (No). ¿Cuál es el origen de su poca fiabilidad? Reside en su naturaleza perversa. Pueden albergar pensamientos lujuriosos en cualquier momento y lugar, igual que pueden seducir al sexo opuesto en cualquier momento y lugar; solo ocupan su mente con estos pensamientos. Si el entorno o las condiciones no lo permiten o no tienen tiempo suficiente para arreglarse, acaban por encontrar la forma. Se sirven de miradas seductoras y presumen de su figura o de sus expresiones, hacen contacto visual con los demás para seducirlos. Esas personas no valen nada, ¡son muy poco fiables! Son frívolas, disolutas y despreocupadas, pueden seducir a otros en cualquier momento y lugar para que pequen y cometan transgresiones; tales personas no tienen sentido de la vergüenza en su humanidad, son irredimibles. ¿Acaso no son aterradoras? (Sí). Y no piensan que estas cosas sean vergonzosas. Da igual cuántas personas anden cerca, se visten y presumen de este modo y abiertamente, se comportan con indulgencia y seducen a los demás de esta manera. Los otros no saben lo que está ocurriendo; mientras están enfocados en su trabajo normal, charlando o conversando, estos individuos ya han empezado a coquetear con alguien lanzando miradas seductoras. ¡Fíjate en lo repugnantes y aterradores que son! No tienen vergüenza alguna, ¿no es cierto? Los que no tienen vergüenza cometen continuas transgresiones y, al final, ¿cuál es su desenlace? (Acabarán castigados en el infierno). ¿Qué dicen las palabras de Dios? “Las transgresiones conducirán al hombre al infierno”. Por tanto, si los problemas en tu humanidad son muy serios, te hallas en gran peligro. Si la pobre humanidad de alguien es en cierto modo un defecto, podría darse la oportunidad de corregirlo. Sin embargo, si algún aspecto de su humanidad es pobre porque no tiene sentido de la vergüenza por naturaleza y es capaz de seducir a la gente en cualquier momento o lugar y, aunque no ha revelado un carácter corrupto evidente, todavía puede cometer transgresiones graves que lleven a consecuencias serias, entonces tales personas no tienen límites en su manera de comportarse, su calidad humana es especialmente pobre y, si cometen unas cuantas transgresiones, eso podría suponer su ruina. En cuanto a los problemas de humanidad, se ha bloqueado su propia senda hacia delante. Esto es porque su humanidad es tan pobre y sus transgresiones tan numerosas que con eso basta para enviarlo al infierno y todo habrá terminado para él antes de que tenga oportunidad de caminar por la senda de perseguir la verdad y lograr la salvación. La falta de sentido de la vergüenza es un problema muy grave relativo a la propia humanidad. En sentido estricto, no llega al nivel del carácter corrupto; es simplemente una forma, una actitud que una persona adopta al comportarse y lidiar con ciertas cuestiones. Esta actitud guarda relación con su humanidad y puede llevar a transgresiones, lo cual agravará el problema.
Hay a quienes les encanta bailar y se aprenden enseguida las coreografías. Después de que el profesor haga tres veces una demostración, ellos básicamente ya han dominado el ritmo y los movimientos básicos de un baile y lo pueden realizar de manera precisa. Además, bailan muy bien, han ganado premios y tienen la esperanza de hacer carrera en el baile, tal vez como profesores o bailarines. ¿Con qué aspecto está relacionado esto? (Con los intereses y aficiones). Este es su punto fuerte; es un interés y una afición que tienen. Aprenden a bailar muy rápido, lo que demuestra que se les da muy bien; captan con naturalidad estas cosas, de manera precisa y fácil. Este es un punto fuerte, ¿no? (Sí). Tienen un punto fuerte a este respecto. Después de aprender a bailar, también disfrutan del baile, están ansiosos por practicarlo y, es más, su plan es hacer carrera en el baile en el futuro y pretenden que este acompañe su vida y su trayecto futuros; esto guarda relación con sus intereses y aficiones. Bailar es tanto su punto fuerte como su interés y afición; es una condición innata en ellos. Algunas personas tienen esta condición innata y, cuando empiezan a creer en Dios, también disfrutan al ver vídeos de baile. Por tanto, se encargan del deber de baile en la casa de Dios, con la esperanza de que lo que han aprendido se pueda aprovechar en el desempeño de su deber y usarse en la casa de Dios y de poder preparar sus propias buenas acciones para que Dios las recuerde. Su base en el baile es sólida y además aprenden enseguida diversos tipos. Mientras crean programas de baile conforme a los requerimientos de la casa de Dios, están dispuestos a enseñarles a otros todo lo que han aprendido, sin guardarse nada. Aunque han aprendido más tipos de baile que los demás y son más competentes en su profesión, no se jactan de nada. Tienen una relación cordial con el resto y enseñan con paciencia lo que han aprendido a los hermanos y hermanas. ¿Qué manifiesta esto? (Es una manifestación de su humanidad). ¿Su humanidad es buena o mala? (Su humanidad es buena). ¿De qué manera es buena? (Son capaces de enseñar a los demás todo lo que saben sin guardarse nada, permiten que otros también obtengan lo que ellos tienen; esto es buena humanidad). Son capaces de enseñar a otros todo lo que han aprendido sin guardarse nada. ¿Qué otros méritos tienen? En realidad, no presumen. La humanidad de este tipo de persona es buena. Como su punto fuerte es el baile, asumen un deber relacionado con este en la casa de Dios. Sin embargo, pasado un tiempo, debido a las necesidades del trabajo, la casa de Dios dispone que esta persona haga otro que sea conveniente. Piensa: “¿He malgastado los veinte años que he pasado aprendiendo a bailar? Ahora que se me pide que haga un trabajo sin relación con el baile, ¡me siento muy descontento! ¿Por qué no permitirme usar mi punto fuerte, mi especialidad, en lugar de hacerme líder de equipo o supervisor? Este no es mi punto fuerte y no sé cómo hacerlo. Nunca lo hubiera esperado”. Aunque de cara a la galería dice: “Todo esto es parte de los arreglos de Dios y estoy dispuesto a someterme”, en realidad, no importa lo que digan los líderes, no está dispuesta a aceptarlo ni lo asimila. Piensa: “Carecéis de conocimiento profesional y, sin embargo, venís a guiarnos. Lo único que hacéis es hablar sobre doctrina. ¡No sois mejores que yo!”. ¿Qué manifiesta esto? (Una rebeldía en su interior). ¿Qué clase de problema es este? ¿Es la revelación de un carácter corrupto? (Sí). Aunque su humanidad es generalmente pasable, pues están dispuestas a cooperar con los demás, a ser amables y ser buenas personas, sin trastornar ni perturbar ni causar daños ni problemas y, en lo relativo a su deseo subjetivo, están dispuestas a someterse a los arreglos de la casa de Dios y a hacer bien su deber, ¿son sumisas en cuanto a su estatus o a cuestiones que no se conforman a sus propias nociones y deseos? ¿Muestran alguna manifestación de buscar la verdad? (No). Por tanto, ¿qué manifiestan? (Lo que manifiestan es resistencia, quejas y falta de sumisión a los arreglos de la casa de Dios). Eso es. Por tanto, ¿en qué clase de problema se pueden resumir estas manifestaciones? (Es un carácter corrupto). Aunque, en apariencia, su humanidad parece amable y no se oponen abiertamente a los líderes, no alzan la voz ni emiten juicios contra ellos, su actitud respecto a estos asuntos es una revelación de su carácter corrupto. ¿Qué clase de carácter corrupto revelan? (Un carácter arrogante). Eso es, arrogancia. Piensan que son habilidosos en cierto campo y que su humanidad es muy buena, por consiguiente, usan esto como capital para resistirse a someterse a los arreglos de los líderes de la iglesia. No buscan la verdad y quieren desempeñar el deber que prefieren, sea cual sea. Incluso cuando la iglesia les asigna un deber apropiado, no pueden aceptarlo y, si algo no se conforma a sus nociones e imaginaciones, aunque sea un arreglo de la casa de Dios, se niegan a someterse. Estas son revelaciones de rebeldía y de un carácter arrogante. Mira esta serie de manifestaciones que exhiben: desde el punto fuerte de sus condiciones innatas hasta su humanidad y, al final, hasta su carácter corrupto; sus manifestaciones cubren estos tres aspectos diferentes. Los puntos fuertes de sus condiciones innatas son algo con lo que nacieron y no hay nada que criticar al respecto. Sean cuales sean las cosas en las que son hábiles, eso no significa que no tengan un carácter corrupto ni puedan mostrar si su calidad humana es buena o mala. Sin embargo, el sentido de la superioridad de alguien a raíz de ciertas condiciones innatas o el posicionamiento y la calificación impuesta sobre este por la opinión pública mundana pueden distorsionar su humanidad. ¿Qué significa esta distorsión? Significa que, cuando una persona posee ciertas condiciones innatas que otros contemplan de manera relativamente favorable y recibe la admiración y la estima de algunos miembros de la sociedad, adquiere una calificación incorrecta de su propio valor y posición. Se cree bastante buena, superior al resto y empieza a menospreciar a los demás, siempre cree que tiene razón, que todo lo que tiene que ver con ella es bueno, y quiere que los otros la escuchen y la sigan. Si este es el caso, todas sus opiniones y perspectivas sobre las cosas son equivocados. Con estas opiniones y perspectivas, una persona seguirá al mundo y a la especie humana malvada. ¿Qué implicación tiene seguir a la especie humana malvada y al mundo malvado? La implicación es que vivirás de acuerdo con los pensamientos y puntos de vista falaces que vienen de este mundo malvado y de la especie humana malvada y que emplearás estos pensamientos, puntos de vista y dichos falaces para distinguir y calificar todo. Por ejemplo, digamos que eres bastante bien parecido, tienes rasgos bien definidos y una buena figura; estas son condiciones innatas que otorga Dios. No hay nada de malo en ello; simplemente es un hecho. Sin embargo, bajo el equívoco posicionamiento por parte de esta sociedad y esta especie humana malvada, este hecho puede llevar a que te vuelvas engreído, indulgente, superficial y orgulloso. Es decir, dado que posees de manera innata unas condiciones superiores, combinadas con el condicionamiento, la tentación y la formación de los diversos pensamientos y puntos de vista falaces de esta sociedad y de la especie humana, tu humanidad se distorsiona. ¿Qué quiere decir que se “distorsiona”? El hecho de que poseas estas condiciones innatas es en sí mismo totalmente normal; ser bien parecido no es algo extraordinario, no significa que entiendas la verdad ni que seas noble. Simplemente significa que eres bien parecido, tu aspecto es presentable y la gente podría estar dispuesta a mirarte un poco más; no eres molesto ni le resultas desagradable a los demás, eso es todo. Sin embargo, en un entorno social donde los pensamientos de belleza, atractivo y clase y el glamur del lujo son idolatrados, esta tendencia te empuja a un extremo, hace que tu humanidad se vuelva orgullosa, indulgente y superficial. Ser bien parecido es una condición innata. Dios te otorgó esta condición innata no para que te volvieras orgulloso, indulgente o superficial, sino más bien desea que la contemples con normalidad: “Gracias a Dios por darme esta condición innata, esta apariencia. Es la gracia y la concesión de Dios. Debería estarle agradecido a Él. Yo no tengo nada de lo que presumir”. Lo que debería hacer alguien con tal condición innata es contemplar a las personas y las cosas y comportarse y actuar de acuerdo con las enseñanzas de Dios. Sin embargo, después de aceptar diversos pensamientos y puntos de vista de la sociedad y de Satanás, llega a ver la belleza y el atractivo como una forma de capital. Entonces, se sirve de este capital para ganarse el favor de todas las personas de todos los grupos, aprovecha esta condición innata básica para obtener lo que quiere. Algunos incluso se sirven de esta condición innata para hacer cosas que quebrantan la ley, vulneran límites morales o van en contra de la humanidad. La razón de que la humanidad de una persona contenga algunas cosas distorsionadas y extremas se debe a la influencia agravada de algunas herejías, falacias y opiniones públicas erróneas provenientes de la sociedad y la especie humana malvada. Dado que, de manera innata, las personas carecen de verdad y de la capacidad de discernir, aceptan con naturalidad estas opiniones, dichos y teorías públicas propias de la sociedad y la especie humana malvada. Consideran correctas estas cosas negativas y, bajo la guía de estos pensamientos y puntos de vista falaces y malvados, su conciencia y su razón no se elevan ni se purifican, sino que en su lugar están distorsionadas y dañadas. Si esta sociedad no alabara ni elogiara a los hombres guapos y a las mujeres hermosas, si no hubiera pensamientos externos que te tentaran o te moldearan, si, dondequiera que fueras, nadie te elogiara por tu buena apariencia, te diera un tratamiento especial ni te tentara o te presionara para hacer diversas cosas, entonces verías que tener buena apariencia por naturaleza es del todo normal y no merece la pena jactarse. Esto significa que harías las cosas que te corresponden según tu condición inherente y fundamental y no harías cosas que no deberías hacer solo porque tienes una condición innata superior. Sin embargo, debido a la tentación y la corrupción del entorno externo, llegas a creer que tener por naturaleza una buena apariencia es algo extraordinario y que te hace mejor que los demás. Sin ningún autocontrol, te sirves de tu atractivo para seducir a los demás, traspasando el freno de la conciencia y la razón y cruzando los límites de la conducta propia. En diferentes entornos, puedes revelar diversas actitudes corruptas, explotar tu condición innata superior y emplear diversas tácticas para obtener los beneficios que deseas. Esta es la relación entre las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas. A veces hay cierta conexión entre estos tres aspectos y, por supuesto, a veces se establece una conexión necesaria entre los dos primeros o los dos últimos. ¿Lo entiendes? (Ahora entendemos un poco más). Como mínimo, ¿qué deberías saber? Cualquier condición innata no es equivocada en sí misma; simplemente es una condición básica de la propia humanidad. En lo que respecta a la humanidad de las personas, las hay buenas y malas, positivas y negativas. Por tanto, ¿cómo surge un carácter corrupto? Surge cuando, en función de sus condiciones inherentes e innatas, una persona está condicionada por diversos pensamientos y filosofías de Satanás y este condicionamiento lleva a la formación de diversos puntos de vista erróneos que luego se convierten en una especie de esencia de vida en la que la persona confía para sobrevivir. En esto consiste un carácter corrupto.
Acabamos de compartir ahora mismo las diferentes manifestaciones de las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas. Hemos enumerado diez condiciones innatas y también acabamos de compartir diversas manifestaciones relacionadas con la humanidad. Ahora vamos a hacer un resumen: ¿Qué distintas manifestaciones de humanidad hemos compartido? (En cuanto a humanidad, hay manifestaciones de buena humanidad y de mala. Dios acaba de dar algunos ejemplos. Por naturaleza, algunas personas tienen su punto fuerte en cierto ámbito y son hábiles en cierta profesión técnica y capaces de enseñar a los demás sin guardarse nada. También hay algunas personas que no se aprovechan de los demás. Estas son manifestaciones de relativa buena humanidad. Dios también ha dado ejemplos de manifestaciones de mala humanidad. Por ejemplo, tener una humanidad vulgar y sórdida y que siempre les guste meter las narices para cotillear a espaldas de los demás. Asimismo, en cuanto al propio enfoque en las interacciones con el sexo opuesto, ser despreocupado y carecer de dignidad e integridad, así como ser egoísta, vulgar y amoroso para aprovecharse de los demás, ser exageradamente calculador al relacionarse con la gente, sin un ápice de conciencia o razón. Estas son manifestaciones de mala humanidad). ¿Cuál es la peor de todas ellas? ¿Qué tipo de persona os resulta más desagradable? (Aquella que no tiene sentido de la vergüenza y es especialmente despreocupada en sus interacciones con el sexo opuesto). Despreocupada, disoluta y carente de sentido de la vergüenza. Una forma más culta de decirlo es que estas personas “no conocen la vergüenza”. En lenguaje sencillo, son “desvergonzadas” o, para ser más concretos, “francamente descaradas”. A nadie le gustan tales personas.
Hay quienes nacieron en un lugar donde comer guindillas es lo normal; tal vez por el clima o porque sea un hábito familiar y les gusta comer guindillas, las comen a diario y su dieta habitual suele estar dominada por los sabores picantes. Esta es obviamente una condición innata. ¿De qué condición innata se trata? (Es un hábito de vida). Su hábito de vida es que no pueden pasar sin los sabores picantes en su dieta diaria; todo lo que comen debe tener un gusto picante. ¿Hasta dónde llega esta preferencia? Incluso añaden picante a las comidas dulces, comen hamburguesas y pizza con sabores picantes e incluso ponen guindillas en el té y el café; hasta tal punto llega su consumo de comida picante. Este es un hábito de vida. ¿Hay algo de bueno o de malo en esto? (No). La preferencia por la comida picante la causa el entorno y los hábitos de vida; no hay nada de bueno ni de malo en ello. Algunas personas consumen comida picante hasta niveles excesivos; si no hay comida picante, no comen. Lo aceptes o no, ellas insisten en comer comida picante y nadie puede cambiarlo. En resumen, el amor por comer guindillas es un hábito de vida, no hay ningún problema con ello y no afecta a la verdad. Hay quien dice: “Este hábito de vida es muy extremo; ¿debería considerarse algo negativo? ¿Debería criticarse o regularse? ¿Deberíamos promocionar cierto conocimiento sobre salud y extender la idea de que los principios de alimentación y los hábitos de vida deberían priorizar la salud?”. ¿Sabes a ciencia cierta que comer guindillas y comida picante no es saludable? Llevan muchos años comiendo así, desde hace varias generaciones, y están bastante sanos. En particular, la gente de algunos sitios come guindillas en tal cantidad que al resto le resulta difícil de aceptar. Cuando los demás ven lo picante que es su comida, se sienten incómodos, sin embargo, estos individuos están fuertes, saludables y tienen una constitución bastante buena, así como energía y aguante para realizar trabajo físico. Esto demuestra que comer guindillas no hace daño ni afecta a la salud y, al parecer, su dieta de picante también se conforma a los principios de la salud. El amor por comer guindillas es un hábito de vida innato. Con independencia de que a otros les guste o no o de que puedan aceptarlo, mientras que una persona lo disfrute y no afecte a la vida o a la dieta de los demás, se puede mantener. No hay nada de bueno ni de malo en esto; no es un asunto importante y la casa de Dios no emite juicios al respecto. Hay quien dice: “Comer guindillas es malo para el estómago”. Si te preocupa que sea malo para tu estómago, simplemente puedes elegir no comerlas. Si otros han estado comiendo picante durante mucho tiempo y le sienta mal al estómago, es a ellos a quien va a afectar, así que decidirán por sí mismos. Por tanto, todo el mundo tiene sus gustos, ya sea por lo dulce, lo agrio, lo amargo o lo picante, eso es un asunto personal. Da igual lo que comas o en qué cantidad, no hay necesidad de sentirse culpable. Mientras las condiciones y el entorno lo permitan, puedes dejar de lado todas las preocupaciones y comer sin escrúpulos. Por lo que a mí respecta, no hay ninguna prescripción relativa a esto. Si alguien tiene algo que decir, puedes responder así: “Es mi libertad, es mi derecho y no hace falta que te metas. Aunque mi dieta solo consistiera en guindillas, eso no es asunto tuyo. Si me sienta mal al estómago o no, es responsabilidad mía, no tuya”. ¿Está bien hablar así? (Sí). Es asunto tuyo; no concierne a los demás ni tampoco a Mí. ¿Por qué lo digo? Porque este asunto no guarda relación con la verdad, no afecta al carácter corrupto y no es uno de los problemas que Dios pretende resolver al salvar a las personas. Por tanto, en lo que respecta a los problemas de los hábitos de vida, podemos ignorarlos. Esto no es algo positivo, pero tampoco negativo; simplemente es una preferencia que tienen algunos.
Hay algunos anfitriones a los que les gustan las guindillas y quieren comer picante en las tres comidas diarias. Por tanto, cuando cocinan, preparan platos picantes en todas las comidas. A algunas personas que nunca han comido guindillas les resulta difícil y sugieren que, en su lugar, se preparen platos sin picante. Sin embargo, el que cocina no está dispuesto a aceptarlo y dice: “No puede ser. Estoy habituado a comer picante; si no lo preparo con picante, no me sabe bien. Deberías probar a tomar estos platos; después de comerlos un tiempo, te acostumbrarás y ya no te dará miedo el picante”. ¿Qué problema hay aquí? (Se trata de un problema con su humanidad). ¿Qué clase de problema tiene su humanidad? (Les imponen cosas a los demás). Imponer cosas a los demás no es bueno. ¿Acaso no es incitar a otros a hacer lo que no quieren? Tales personas intentan colocarse en el centro de todo lo que hacen, creen que lo que les gusta es lo mejor y que otros deben aceptarlo. Si les gusta algo, tratan de hacer que a los demás también les guste; todo el mundo debe satisfacerlos. ¿No es esto egoísta y vulgar? No solo les imponen cosas a los demás, sino que además hay algo de malevolencia en ello. ¿Es buena la humanidad de este tipo de persona? (No). La gente de pobre humanidad no puede beneficiar a los demás, solo causar daño y, en casos graves, incluso perjudicarlos. Son demasiado egoístas y vulgares, así como irracionalmente groseros. Si alguien posee razón, podría decir: “Me gusta la comida picante, pero a alguna gente no. Por tanto, no puedo pensar solo en mí mismo cuando cocine. Tengo que hacer platos picantes y no picantes, para que tanto yo como los demás quedemos satisfechos. El principio que sigo al hacer mi deber es satisfacer a todo el mundo, garantizar que todos coman bien y no centrarme solo en mí mismo. Debo hacer bien este deber conforme a los principios”. ¿Qué piensas de alguien así? (Su humanidad es buena en comparación). ¿En qué sentido es buena? (Se preocupa por los demás y los cuida. No solo mira por su propia satisfacción). En comparación, es amable, ¿verdad? La buena humanidad implica amabilidad, ser considerado con los demás y cuidarlos. ¿Afecta esto a la propia humanidad? (Sí). Con independencia de la edad, género o temperamento de una persona, si tiene buena humanidad, la gente a su alrededor y aquellos que interactúen con ella se beneficiarán. Más concretamente, habrá quienes reciban de ella apoyo y ayuda, mientras que otros contarán con su cuidado en el día a día. Esta es una manifestación de buena humanidad.
Hay también personas a las que les gusta tanto la comida picante que, incluso cuando salen a hacer su deber, a la hora de comer buscan de manera específica lugares que sirvan platos picantes. Si no comen picante, se sienten incómodas en su fuero interno: “Al no poder comer picante, pierdo interés en hacer mi deber. Quiero irme a casa, donde puedo disfrutar del picante en todas las comidas; ¡eso me encantaría! Sin guindillas, nada tiene sabor, ni siquiera el cerdo estofado. ¿Qué debería hacer?”. Por tanto, no paran de buscar lugares donde puedan comer guindillas. Más adelante, descubren un restaurante especializado en comida picante, pero está a más de una hora en coche. Dicen: “Da igual lo lejos que esté, ¡tengo que ir! Si no como algo picante hoy, no haré mi deber. Sin mi comida picante, no estaré a gusto y, simplemente, ¡no podré sobrellevar el día!”. Alguien les dice: “¡Ahora mismo el entorno es peligroso en el exterior y esta zona es bastante caótica!”. Pero no escuchan y dicen: “¿Qué hay que temer? ¡Lo que importa es comer! ¿Acaso tú no sueles salir también? No tengas miedo, no va a pasar nada, ¡Dios nos protegerá!”. Después de comer, están complacidos. Mientras puedan comer guindillas y la comida deliciosa que anhelan, todo les parece bien y no pueden parar de sonreír de lo contentos que están, ni siquiera durmiendo. ¿Qué clase de humanidad es esta? (Una humanidad egoísta y vulgar). Además de esas dos, hay otra característica: cuando quieren hacer algo, no consideran el entorno objetivo ni las condiciones. Mientras puedan satisfacer sus propios deseos y preferencias, eso es lo único que importa. Están dispuestos a pagar cualquier precio solo por un bocado de algo que quieren comer; aunque implique un gran esfuerzo, harán todo lo que haga falta para lograr su objetivo. ¿Esto es solo ser egoísta y vulgar? ¿No es también terquedad? (Sí). ¡Es una extrema terquedad! Cualquiera que los acompañe tiene que pagar el precio de su terquedad y soportar agravios a causa de ella. Se hace lo que ellos quieren y sucede lo que ellos quieren. Hoy están de mal humor, así que no quieren comer. Cuando se les pregunta por qué no comen, dicen: “Hoy estoy enfadado, estoy de mal humor y no me apetece comer”. Más tarde, esa misma noche, cuando es hora de descansar, tampoco se van a la cama, no pueden dormir y quieren cantar para expresar sus emociones. Alguien trata de persuadirlos, les dice: “Afectarás al descanso de los demás si cantas”. Responden: “Ahora mismo estoy de mal humor. Quiero cantar. Me da igual que vosotros podáis dormir o no. Estoy de mal humor y, sin embargo, nadie me consuela ni me cuida, ¡sois todos unos egoístas!”. ¿No es eso ser terco? Son extremadamente tercos; no se comportan bien y hacen lo que les viene en gana. Cuando son felices, nada que digan los demás les molesta e incluso dicen: “Soy una persona de mente abierta. No me gusta armar alboroto por nada”. Sin embargo, cuando no están contentos, todo el mundo debe tener extremo cuidado con sus palabras, buscar que no se alteren, pues eso podría causar grandes problemas. Puede que tengan rabietas, rompan cosas e incluso se nieguen a comer. En casos más graves, podrían querer renunciar a su deber, parar de trabajar e irse a casa, todo mientras dicen: “Ninguno de vosotros me trata bien; todos me acosáis. ¡No hay buenas personas en el mundo!”. ¿No es esto ser terco? (Sí). ¿Es la terquedad un problema de la propia humanidad? (Sí). Son sumamente tercos, todo el mundo tiene que servirlos y, si las cosas no funcionan a su manera, enseguida se tornan hostiles y estalla su explosivo temperamento. Nadie puede enfadarlos y todo el mundo tiene que persuadirlos. A pesar de que ya no son jóvenes, su humanidad sigue siendo inmadura, como la de un niño. Da igual dónde hagan su deber, nunca siguen las reglas públicas. Cuando están felices y quieren hablar, todo el mundo tiene que escucharlos y, si alguien no lo hace, le guardan rencor. Cuando hablas con ellos, tienes que sonreír; si no muestras ninguna expresión y no pareces dispuesto a escuchar, se enfadan y pierden los nervios. En la iglesia, hacen lo que quieren, cuando quieren, sin importarles cómo afecte a las rutinas cotidianas normales del resto. Mientras se sienten cómodos y de buen humor, eso es lo único que les importa y los demás no tienen permitido hacer objeciones. Si alguien hace una objeción para mostrar su disgusto o descontento, lo ven como una provocación y no lo dejan pasar. Algunas de estas personas son jóvenes, de humanidad inmadura, pero otras tienen cuarenta, cincuenta o incluso setenta u ochenta años y mantienen esta clase de humanidad en su vejez, son especialmente tercos. Con independencia de que el entorno o las condiciones lo permitan, hacen lo que quieren. Por ejemplo, llegan a un lugar donde las condiciones no permiten ducharse, pero ellos insisten en ello, dicen: “En casa me ducho todos los días, no puedo pasar sin hacerlo”. Sin embargo, este lugar carece de las condiciones adecuadas, hasta ducharse una vez a la semana resulta complicado. Por tanto, ¿qué harías tú? Una persona con humanidad normal sabe cómo abordar y manejar esta situación. Si el ambiente es húmedo y sofocante, basta con conseguir un recipiente con agua y pasarse un paño por la noche para poder dormir, es una adversidad que se puede soportar. No es algo imposible de superar. Sin embargo, este tipo de persona no sabe gestionarlo; si no se duchan, no pueden dormir, no pueden comer e incluso sienten que no pueden sobrevivir, como si estuvieran soportando una enorme humillación. ¿Cuánta terquedad hay en eso? Son tan tercos que no pueden cumplir su deber con normalidad, no pueden interactuar ni llevarse bien con los demás con naturalidad y ni siquiera pueden ser como una persona corriente. Para los demás, este tipo de persona parece tener un problema mental. Si tienen una buena relación con alguien, son inseparables, como si fueran uno solo. Sin embargo, si se llevan mal con alguien o este los ha ofendido alguna vez, pueden pasarse toda la vida sin hablar con esa persona. Cuando la ven, ponen los ojos en blanco y una sombra cubre su rostro, como si se enfrentaran a un enemigo; son así de extremos. ¿Es normal la humanidad de esta clase de persona? (No). Es extremadamente terca y su humanidad no es normal. ¿Qué quiere decir que “no es normal”? Significa que carece de humanidad normal. ¿Pueden tales personas tener una interacción y cooperación normales con el resto? ¿Pueden vivir con normalidad entre la gente? ¿Pueden hacer bien su deber? (No). Mientras quieran lograr su objetivo, ya sea este ir a comer, recibir un buen trato o hacer algo que deseen, se debe llevar a cabo. Si no, parece como si se les cayera el cielo encima, como si su mundo se acabara. Se perturban y empiezan a gruñir, se quejan de los demás, del entorno e incluso de Dios, dicen: “¿Qué clase de entorno ha dispuesto Dios para mí que tanto me hace sufrir? ¿Por qué otros no se enfrentan a tales entornos ni sufren así? ¿Por qué soy yo el que sufre? ¡Dios es parcial!”. Mira, ha surgido su naturaleza demoniaca, ¿no? ¿Es esta clase de humanidad acorde al estándar? (No). Hay que ocuparse de esas personas. ¿Cómo habría que ocuparse de ellas? (Mandándolas a una iglesia normal). Si llegan al punto en el que ya no pueden cumplir su deber, solo causan trastornos y perturbaciones cuando lo desempeñan, hacen que todo el que vaya a verlas se sienta disgustado y molesto y nadie puede llevarse bien con ellas, entonces hay que echarlas de inmediato; esta clase de persona es como una caca de perro apestosa. La terquedad incluye ser egoísta, vulgar y también irracionalmente maleducado. A veces consiste en ser calculador, brusco e incluso cruel y malévolo hasta el extremo. Cuando este tipo de personas cumple su deber durante un tiempo, todo el mundo queda hondamente perjudicado y, cualquiera que las ve, se asusta. Si tratas de evitarlas y no las provocas, seguirán teniendo algo que decir: “¿De qué te escondes, de un ladrón? ¿En qué te he ofendido para que me evites?”. Sin embargo, si las abordas e intentas decir algo, aun así, no entablarán una conversación normal contigo. Carecen de humanidad normal y aquellos que interactúan con ellas no solo soportan daño verbal sino también les afecta en su integridad, sufren daño emocional e incluso un poco de daño físico. ¡Tales personas son realmente detestables! ¿Sería apropiado categorizarlas como de mala humanidad? (Sí). Este tipo de persona tiene mala humanidad y es terca. Una persona terca no solo fracasa a la hora de edificar al resto, también los hace sentir molestos y disgustados, además de no llevarse bien con nadie. Decidme, ¿puede una persona terca aceptar la verdad? (No). Entonces, ¿qué clase de carácter tiene en su fuero interno? (Intransigencia). Su intransigencia es obvia, pero también hay algo más, ¿el qué? (Siente aversión por la verdad). Eso es. Las actitudes corruptas de ser intransigente y sentir aversión por la verdad son dos características de las personas tercas. Este tipo de persona no solo es terca, sino que además es egoísta y grosera de una manera irracional. Esta mala educación irracional incluye el elemento de molestar a los demás de manera irracional y arbitraria. Cuando interactúas con ellas, las palabras amables no funcionan, pues se piensan que escondes motivaciones ocultas. Si hablas con brusquedad, creen que las estás acosando, pero después de que su terquedad ha causado perjuicio a los demás, siguen diciendo: “No pretendía hacerte daño. Si te sientes herido, te pido disculpas”. Aunque estas palabras suenan bien, cuando la ofendida no las perdona e incluso las critica, la persona terca se enfada y dice: “No lo puedes dejar pasar, ¿acaso no te estás aprovechando de mi disculpa? ¿Crees que soy fácil de mangonear porque me he disculpado? ¡Y ahora señalas mis defectos! ¿Es que tengo defectos? ¿Estás cualificado tú para señalarlos?”. ¿Acaso esto no es no aceptar la verdad? (Sí). Guarda relación con su carácter corrupto. Estos rasgos en su humanidad también se manifiestan con naturalidad en ciertos rasgos de las actitudes corruptas, están conectados. Las características de las actitudes corruptas en las personas de este tipo incluyen intransigencia, aversión por la verdad y un poco de crueldad. Estos aspectos son los rasgos de sus actitudes corruptas.
Las condiciones innatas incluyen otro aspecto más, que es el instinto humano. Por ejemplo, cuando algunas personas empiezan a creer en Dios, ven la frenética opresión, los arrestos y el trato cruel del gobierno del PCCh al pueblo escogido de Dios y se asustan, inquietan, cohíben y aterran. A veces hasta se les aflojan las piernas y quieren ir al baño constantemente. ¿De qué es esto una manifestación? (Es instinto). Esta es una reacción instintiva. Dentro de la humanidad normal, cuando se trata de ciertos acontecimientos aterradores, de situaciones que afectan a la propia vida de las personas o a asuntos que podrían conllevar peligro para ellas, ya sea al oír alguna información o cuando se enfrentan a la realidad, mostrarán algunas reacciones instintivas, se sentirán cohibidas y asustadas. Al mismo tiempo, su cuerpo exhibirá naturalmente algunas reacciones normales, como nervios, espasmos musculares, sordera o ceguera temporales, además de boca seca, debilidad en las piernas, sudor abundante, pérdida de control sobre la vejiga o los esfínteres. ¿Es probable que se produzcan estas reacciones? (Sí). Estas reacciones, ya sean controladas por el sistema nervioso o causadas por alguna otra razón, son en cualquier caso respuestas que surgen en la carne por un factor externo y, de manera colectiva, nos referimos a ellas como instinto. La capacidad de aguante del cuerpo tiene sus límites; una vez que excede los límites del coraje de una persona, el cuerpo exhibirá algunas reacciones instintivas. Otros puede que vean estas reacciones como debilidades o podrían parecerles risibles, lamentables o dignas de simpatía, pero estas son innegablemente manifestaciones de los instintos humanos de una persona. También hay quienes, al enfrentarse al peligro, se agarran la cabeza con las manos, lloran, derraman lágrimas o incluso gritan con fuerza, otros pueden que se enrosquen en un rincón oscuro para ocultarse; todas esas respuestas son reacciones instintivas. Estas reacciones instintivas, ya sea llorar, reír o un temor excesivo por hacer algo humillante, ¿tienen algo de correcto o incorrecto? (No). Por tanto, de aquellos que se asustan cuando oyen que el gobierno arresta a los creyentes, ¿podemos decir que son cobardes y carecen de humanidad? (No). ¿Es correcta la afirmación “¡Creer en Dios debería conllevar fe; uno no debería tener miedo!”? (No). “Esto es debilidad, una manifestación de cobardía e incompetencia. Muestra falta de fe en Dios y demuestra que no sabe confiar en Él. ¡Esa persona no es una vencedora!”. ¿Podemos decir esto? (No). ¿Por qué no? (Simplemente es una reacción fisiológica que ocurre cuando alguien se enfrenta a circunstancias externas). Es una reacción fisiológica normal, no una manifestación motivada por un carácter corrupto. Esto significa que, cuando las personas tienen estas manifestaciones y revelaciones en tales circunstancias, no se debe a la influencia de un carácter corrupto ni a que estén siendo dominadas por algún pensamiento o punto de vista dentro de su humanidad. Estas reacciones no son algo preconcebido por ti; no es que cuando afrontes tales circunstancias tengas de repente pensamientos descabellados y, entonces, a medida que lo pienses más, entres en pánico, se te convulsione el cuerpo o incluso pierdas el control de tu vejiga o tus esfínteres. Esa no es la razón tras estas reacciones. En cambio, se debe a que, después de conocer estos acontecimientos o estas noticias, sin un pensamiento intencionado, sin ningún filtro o proceso mental, tu cuerpo genera de manera bastante natural algunas reacciones fisiológicas instintivas. Por tanto, esta especie de reacción natural surge por los instintos innatos de la carne. No conlleva ni lo correcto ni lo incorrecto, no hay distinción entre fortaleza y debilidad y, desde luego, no hay diferencia entre positivo y negativo. Hay quienes dicen: “¡Da igual cómo sean los arrestos del gobierno, yo no tengo miedo!”. Yo diría que eso te convierte en un idiota. Cuando el gran dragón rojo te torture, a ver si te asustas o no; en ese momento, te será imposible no gritar. ¿Qué pensarás cuando el dolor sea máximo? “Preferiría morir. Si muero, seré libre. No volveré a sentir dolor”. Estas son reacciones instintivas de la carne y ninguna es un problema. Hay quien podría decir: “No tengo miedo; si alguien me golpea, le devolveré el golpe, si no puedo ganar, me limitaré a huir”. Sin embargo, cuando corres y alguien te apunta con una pistola, se te aflojan las piernas, tu corazón se cohíbe y ya no volverás a gritar eso de “no tengo miedo”. Cuando tu vida esté en juego, también tendrás miedo de morir; es tu reacción instintiva. Ya que se trata de reacciones instintivas, no importan las manifestaciones o las revelaciones de debilidad humana que uno tenga, no se mira mal ni es vergonzoso y Dios no lo condena. Por naturaleza, no deberías tratar de inhibir estas reacciones y los observadores tampoco deberían burlarse de ellas porque todo el mundo es igual; todo el mundo está hecho de carne y hueso. Las reacciones instintivas al ser de carne y hueso son así; tú eres así, ellos son así, todo el mundo es así. Es como cuando alguien se encuentra con un lobo; ¿cuál es su primera reacción instintiva? “¡Corre! ¡Corre lo más rápido posible!”. Y mientras corre, se fija en si el lobo le recorta ventaja, se preocupa: “¿Y si me atrapa? Y si me muerde en el cuello, ¿me moriré? Ojalá tuviera un arma o una vara de hierro”. Solo piensa en estas cosas mientras está corriendo. Sin embargo, con independencia de lo que pienses, sin duda, tu primera reacción instintiva es la de escapar enseguida de su persecución, correr tan rápido como puedas y lo más lejos posible, evitar que te atrape y te coma. Todas estas son reacciones instintivas. ¿Cuál es tu reacción instintiva? Es la de salvarte a ti mismo, proteger tu vida y garantizar que no esté en peligro. Da igual si estas reacciones instintivas pueden parecerle cobardes, intolerables o vergonzosas a un observador, en realidad no son vergonzosas, pues son las manifestaciones normales de las personas que son de carne y hueso; son revelaciones naturales. Una reacción instintiva es simplemente una revelación natural y no hay nada de vergonzoso al respecto. Por ejemplo, te reirás cuando oigas un chiste. Aunque tengas comida o agua en la boca, te reirás igualmente porque es una reacción instintiva. Una reacción instintiva es una función innata concedida por Dios qué ocurrirá de manera natural y se producirá cuando las condiciones sean las correctas. Por tanto, en lo que respecta las reacciones instintivas, son revelaciones naturales. Podrían ser revelaciones de debilidad en la humanidad o un defecto en ella, o bien revelaciones de una manifestación natural de tu carne. Pese a ello, dado que es una reacción instintiva, no tiene nada de correcta o incorrecta. Si te sientes avergonzado, eso demuestra que careces de visión y que tu humanidad es bastante superficial; quieres dejar una buena impresión en los demás. Si tratas de inhibir tus reacciones instintivas, eso prueba que eres un necio y hay un problema con tu razón. En entornos peligrosos y situaciones especiales, aunque estés tan asustado que mojes los pantalones, no deberías verlo como algo vergonzoso. De hecho, esta es una manifestación de humanidad normal. Cualquiera tendría estas manifestaciones en tales circunstancias; ni siquiera las grandes personas o los famosos son una excepción. En las circunstancias adversas no hay superhombres; solo eres una persona corriente, no eres nada excepcional ni puedes presumir. Aunque estuvieras tan asustado que mojaras los pantalones y otros lo descubrieran, eso no es algo desgraciado, pues, de esta manera, la gente no te admirará ni te idolatrará y, como mínimo, estarás a salvo. Esto ya debería haber quedado claro, ¿no? Las reacciones humanas instintivas son muy normales y naturales. Por ejemplo, cuando tienes el cabello sucio y te pica la cabeza, te rascas por instinto. Aunque después se te llenen las uñas de suciedad y la gente piense que eres indecoroso o poco higiénico, ¿qué le vas a hacer? Si tienes el pelo sucio, habrá suciedad, porque eres de carne y hueso, estás hecho de polvo y deberías reconocer este hecho. La situación simplemente te dice que tienes el cabello sucio y hace falta que te lo laves. Cuando te pica la cabeza, rascarte es una reacción instintiva. Una reacción instintiva es una respuesta natural y normal, una manifestación ordinaria dentro de las condiciones innatas y el sistema nervioso que creó Dios. Aunque, a veces, las manifestaciones podrían hacerte sentir avergonzado, indecoroso o indigno, no deberías intentar cambiarlas ni inhibirlas. Por una parte, hacerlo te ayuda a tratar de manera correcta los instintos humanos; por otra, también es edificante y beneficioso para tu comportamiento. Una vez que obtengas cierto entendimiento y conciencia en este aspecto, cuando interactúes y lidies con los demás, si ciertos aspectos del instinto humano carnal se manifiestan naturalmente y se revelan, no hará falta que los encubras de manera deliberada. Y si, a veces, de veras surge una situación incómoda, no habrá necesidad de explicarla ni de disfrazarla ni de levantar una fachada, porque es una revelación de humanidad normal y es además una reacción humana instintiva; todo esto se encuadra en los límites de lo que puede aceptar una persona normal. Por ejemplo, cuando se comen judías, los cuerpos producen naturalmente algo de gas y, de manera instintiva, se eructa o se suelta gas. Esto es algo muy natural. A los hombres y mujeres jóvenes les suele parecer que tales manifestaciones son vergonzosas, pero en realidad no hay nada de vergonzoso en ello. Es simplemente una reacción instintiva normal del cuerpo y no tiene nada que ver con los principios respecto a cómo comportarse o actuar. Aunque haya quien no lo entienda y no se quede satisfecho con ello, no cabe duda de que no llega al nivel de no tener límites en la conducta propia, no haber sido bien educado, ser ingobernable, terco, egoísta o tener una humanidad mala o malvada; no hay necesidad de que llegue hasta ese punto. Este problema no guarda relación con la conducta propia y, desde luego, no tiene nada que ver con un carácter corrupto. No hace falta exagerar. Estos asuntos deberían abordarse correctamente.
Algunas personas, al haber nacido en países o entornos subdesarrollados o en familias con condiciones precarias, no son tan quisquillosas en su vida respecto a ciertas cosas. Puede que no sean meticulosas con la higiene alimentaria, que lleven la misma ropa durante mucho tiempo sin lavarla y ni siquiera noten que huele a sudor. ¿Qué clase de manifestación es esta? (Es una manifestación de los propios hábitos de vida). Es una cuestión de hábitos de vida; es no prestar mucha atención a la higiene. Hay quienes usan la misma toalla para lavarse la cara y los pies, la que luego usan para secarse el sudor cuando salen a trabajar durante el día. A veces, si ven a alguien herido, incluso usan la misma toalla para tapar la herida. No les importa para nada la higiene. ¿Qué problema es este? Existe cierta conexión con las condiciones de la familia en la que nacieron. Algunas vienen de familias con buenas condiciones de vida, donde cada uno tiene multitud de toallas y de toallas de baño, donde se distinguen con claridad las que se usan para la cara y las que se usan para los pies. Se bañan y se lavan la cara a diario y las toallas y las toallas de baño también se lavan todos los días, así que parece que son especialmente escrupulosos. ¿Cómo se forman tales hábitos? Son el resultado de tener cierta base económica y de las condiciones financieras de la familia, las cuales llevan a estos hábitos de vida refinados. Esto hace que alguien parezca muy atento a la higiene y muy respetable. De cara a la galería, parece que son muy escrupulosos, pero, en realidad, detrás de todo ello están las condiciones innatas que los han llevado a ello. Por tanto, ¿por qué algunas personas no prestan atención a estas cosas? Algunas no tienen una tendencia natural a prestar mucha atención a tales asuntos y, aunque dispongan de los medios para hacerlo, no se los toman demasiado en serio; este no es un problema significativo. En otros casos, se debe a las condiciones y el entorno de su familia. En una familia de siete u ocho miembros, puede que todos usaran la misma toalla para lavarse la cara y los pies, uno detrás de otro. Algunos incluso se van a la cama sin lavarse los pies y duermen bien igualmente. Esto no afecta a su vida diaria ni a su conducta propia. Los escrupulosos podrían decir: “Pero en tus pies hay gérmenes, ¡están muy sucios!”. A lo que otros podrían responder: “Los pies no están sucios, están todo el día cubiertos y no entran en contacto con el mundo exterior, así que no hay gérmenes, solo un poco de sudor. La gente cree que el sudor en los pies es sucio, pero en realidad no lo es. En algunos lugares, se emplean los pies para producir comida. Quién sabe, la comida que compras en el mercado podría haberse elaborado por gente que mezclaba la masa con los pies. Eso no lo ves y te la comes igual; ¡y aun así te crees muy escrupuloso!”. Ya sea alguien quisquilloso o no, todos estos son hábitos de vida o maneras de vivir influidas por las condiciones innatas. Esto no tiene nada que ver con cómo te comportas. Por tanto, ¿qué clase de manifestaciones afectan a la conducta de una persona? Por ejemplo, al enfrentarse a una situación peligrosa, cuando el gran dragón rojo los quiere cazar, todo el mundo se siente tenso y asustado y mostrará algunas reacciones instintivas. Sin embargo, hay quien podría decir: “No importa lo tensos y asustados que estemos todos ahora mismo, debemos calmarnos y lidiar con los problemas de la situación. Primero, deberíamos proteger a los líderes y obreros, así como a los hermanos y hermanas de otras regiones, para que se puedan marchar enseguida”. Sin embargo, otros podrían pensar de manera diferente: “¿Protegerlos? ¿Y qué pasa conmigo? ¿Y si al final no puedo escapar? ¡Tengo que salir corriendo el primero! Al que corre primero no lo atrapan, no lo condenan ni lo torturan”. Como ves, cuando se enfrentan al peligro, aunque todo el mundo tiene la misma reacción instintiva de miedo, algunas personas priorizan proteger al resto y ponen la propia seguridad de su vida en segundo plano; tales personas demuestran amor y bondad. Otras, sin embargo, piensan primero en sí mismas, salen corriendo sin considerar al resto; eso es egoísmo. En realidad, en el sentido de la conciencia de su humanidad, ¿sabe este segundo grupo que primero debería proteger a los líderes y obreros y a los hermanos y hermanas de otras regiones? En cuanto a raciocinio, ¿comprenden esto? (Sí). Cuando todo el mundo entiende por igual este raciocinio y tiene reacciones instintivas, la gente difiere en cuanto a sus manifestaciones. Esto refleja las diferencias de humanidad entre los individuos. Algunas personas son egoístas y vulgares, solo miran por sí mismas e ignoran a las demás, mientras que otras son de buen corazón, capaces de ser generosas y consideradas con todos, priorizan la protección del resto y no obran de manera egoísta. ¿Refleja esto los diferentes tipos de humanidad? (Sí). Esto deja muy clara la distinción. Por tanto, entre estos tipos de personas, con sus dos tipos diferentes de humanidad, ¿cuál es capaz de aceptar la verdad y desechar su carácter corrupto? (El tipo de persona con buena humanidad es capaz de aceptar la verdad y desechar fácilmente su carácter corrupto). ¿Qué hay de las personas egoístas? (No les resulta fácil practicar la verdad; aunque la entiendan, no pueden ponerla en práctica, así que les resulta difícil desechar su carácter corrupto). Exacto. Por tanto, mientras que todo el mundo puede revelar un carácter corrupto, si la humanidad de las personas es diferente, entonces de igual modo diferirán en cuanto a si pueden desechar su carácter corrupto. Cuando tienen un tipo diferente de humanidad, responden a la misma situación con actitudes y enfoques diferentes. Esto determina si una persona puede aceptar en última instancia la verdad y las cosas positivas, si puede caminar por la senda de perseguir la verdad y desechar su carácter corrupto. La propia humanidad es crucial, ¿verdad? Cuando se enfrenta al peligro, todo el mundo tendrá algunas reacciones instintivas; todos sienten miedo, pánico y terror, así como incertidumbre, temor a la muerte y ganas de escapar. En una situación tan crítica, una persona de humanidad buena y amable pensará primero en proteger a los líderes y obreros, así como a los hermanos y hermanas de otras regiones; lo primero en lo que piensa es en la seguridad de los demás. Aunque también experimenta reacciones instintivas —miedo, pánico, terror— y además posee de manera natural el instinto de autoprotección, su manera de manejar la situación no es protegerse primero a sí mismo, sino proteger a los demás. Esta es la manera en la que se comporta una persona de humanidad amable. ¿Y qué hay del comportamiento de una persona egoísta? Puede que piense en los otros, pero no los protege; primero se protege a sí misma. Por tanto, la gente de humanidad amable, que puede empatizar con otros y protegerlos, es probable que acepte la verdad. La conciencia y razón de su humanidad se conforman a las condiciones necesarias para aceptar la verdad y desechar su carácter corrupto. En cuanto al tipo de persona egoísta, aunque entienda la verdad, no la acepta ni la practica. Cuando se enfrenta al peligro, su humanidad manifiesta autoprotección y egoísmo. Por tanto, a juzgar por esta humanidad que manifiesta, es evidente que carece de las condiciones básicas necesarias para aceptar la verdad y desechar su carácter corrupto. Esto significa que en situaciones donde se requiere practicar la verdad, su conciencia y razón pierden su función. Actúa en contra de su conciencia y razón. No elige buscar la verdad ni hacer las cosas rectas que debería, sin embargo, elige ir en contra de su conciencia y razón e incluso de la justicia moral y la verdad, satisface completamente sus deseos egoístas y las necesidades de sus intereses para protegerse y preservar todos sus intereses. Por tanto, no será fácil para este tipo de persona caminar por la senda de perseguir la verdad o de la salvación. La implicación de esto es que su carácter corrupto es muy difícil de desechar. En un sentido un tanto prudente, en lugar de decir que es incapaz de desechar su carácter corrupto, diremos que es muy difícil que lo haga. Por tanto, al fijarnos ahora en el problema, ¿depende de sus condiciones innatas que una persona pueda desechar su carácter corrupto y logre salvarse por completo? (No). ¿De qué depende? (De su humanidad). Depende de su calidad humana y de si la conciencia y razón de su humanidad pueden funcionar cuando se enfrenta a diversas personas, acontecimientos y cosas. En otras palabras, depende de si actúa de acuerdo con su conciencia y razón cuando suceden cosas. Si una persona actúa bajo la dirección de su conciencia y razón, elegirá cosas positivas y la verdad. Sin embargo, si actúa en contra de su conciencia y razón, entonces, con independencia de cuánta verdad entienda o de si su calibre es alto o bajo, irá en contra de la justicia moral, de los principios-verdad, e incluso renunciará a su humanidad. ¿Qué te deja claro esto? ¿Es crucial la humanidad? (Sí). Si una persona, con independencia de la situación, actúa en contra de su conciencia y razón y contra la justicia moral cada vez que guarda relación con sus intereses, renunciará a su humanidad. Hará cualquier cosa para asegurar y proteger sus propios intereses. Por tanto, cuando se enfrente a una situación, no elegirá actuar de acuerdo con su conciencia y razón. En su lugar, irá contra ellas y en beneficio de sus propios intereses, sacrificará su integridad y dignidad para alcanzar sus objetivos. Visto desde esta perspectiva, no importa lo bien que se suela comportar este tipo de persona, lo único que persigue son sus propios intereses; su carácter corrupto es muy difícil de desechar. No acepta la verdad, mientras más decisivo sea el momento y más se enfrente a la realidad, más elige ir en contra de su conciencia y razón y de la verdad, de igual modo que, mientras más decisivo sea el momento, más revela su carácter corrupto de sentir aversión por la verdad y su humanidad egoísta, vulgar. Por tanto, para este tipo de persona, es muy difícil desechar su carácter corrupto. Por ahora, ¿está claro que la humanidad de una persona es una condición fundamental para desechar un carácter corrupto? La clase de humanidad que tiene una persona determina si al final puede desechar su carácter corrupto, si a la larga puede caminar por la senda de perseguir la verdad y si al final puede lograr la salvación.
Algunas personas son taciturnas por naturaleza, de personalidad bondadosa y tolerante. Rara vez montan alboroto por nada o entablan disputas con nadie, así como tampoco son demasiado estridentes. Su discurso no es ostentoso y su voz es suave. De cara al exterior, parecen especialmente amables y hacen las cosas de manera metódica y sin prisas. También las hay que son tímidas, no les gusta la comunicación verbal con los demás y no están dispuestas a tener demasiada interacción con la gente. Vayan donde vayan, básicamente no dan la sensación de estar presentes. ¿Con qué problema guardan relación estas manifestaciones? (Es un problema relativo a su personalidad). Es un problema de su personalidad innata. Tienen esta clase de personalidad por fuera y, por dentro, sus pensamientos también son muy simples. Son relativamente agradables con los demás, interactúan con ellos con relativa equidad, no se aprovechan de nadie, devuelven los favores o la ayuda que reciben y, asimismo, recuerdan en su corazón la amabilidad de los demás. De cara al exterior, parece que tienen buena humanidad. Son inofensivas tanto con los humanos como con los animales; son tolerantes, sensibles y no montan alboroto con nadie, no se enredan en disputas ni cotillean sobre la gente; no emiten juicios a sus espaldas y nunca atacan ni perjudican a otros de manera proactiva. Cuando alguien se halla en dificultades, en la medida que puedan serle de ayuda, nunca van a negarse a hacerlo ni pedirán nada a cambio. La mayoría diría de ellas que son bastante fáciles de llevar. Por tanto, ¿parece desde fuera que tengan buena humanidad? (Sí). Pero en una ocasión, la casa de Dios les pregunta por cómo van las cosas: “¿Cómo es el trabajo de vuestros líderes de iglesia? ¿Qué piensan de ellos los hermanos y hermanas? ¿Ha dado resultados el trabajo evangélico durante este periodo? ¿Alguien ha trastornado o perturbado el trabajo de la iglesia?”. Lo meditan: “¿Por qué me lo preguntan? ¿Adónde quieren llegar? ¿Están insinuando que debería decir que los líderes no lo están haciendo bien? ¿Buscan despedir a nuestros líderes? Están intentando sacarme las palabras y una confirmación por mi parte. Vale, pues yo no voy a decir nada. Si algún día despiden a los líderes y descubren que he denunciado sus problemas, ¿acaso no me guardarán rencor?”. Así que responden: “Los líderes han hecho bastante buen trabajo últimamente; no he notado ningún problema”. Esto es lo único que dicen. Cuando se les vuelve a preguntar: “¿De veras no has notado ningún problema?”, responden: “¿Por qué no le preguntas a la hermana tal o cual? Ella suele interactuar con los líderes. Se asocian bastante a menudo y los conoce bien. Yo no los conozco tanto”. Pero en realidad, piensa para sus adentros. “Aunque lo supiera, no puedo decir nada. Si alzo la voz y luego despiden a los líderes, ¿acaso no me guardarán rencor? Aunque no los despidan, si se enteran de que he dicho algo malo sobre ellos, ¿acaso no me complicarán las cosas? ¿Podrían atormentarme? ¿Me quitarían mi deber? ¡No puedo decir nada!”. ¿Qué clase de manifestación es esta? (Es una manifestación de falsedad). ¿Y con qué problema guarda relación? Con un carácter corrupto. Parece que esta clase de persona tiene por naturaleza buena personalidad y humanidad, pero cuando se trata de evaluar a los demás o de informar de problemas, aseguran que no lo saben, dicen que hace poco que creen y no entienden la verdad, que son demasiado necios para desentrañar las cosas. Da igual de quién sean los problemas que perciban, nunca los denuncian ni alzan la voz al respecto. Cuando alguien emite juicios sobre los líderes a sus espaldas o hace su deber de manera superficial, fingen no darse cuenta ni saber nada al respecto y nunca lo denuncian. Cuando los líderes preguntan: “Has pasado mucho tiempo con tal o cual; ¿cómo suele ser su cumplimiento del deber? ¿Es capaz de soportar adversidades y pagar un precio?”, responden: “Bueno, veo que se levanta bastante temprano por la mañana y por la noche se va a la cama muy tarde”. En realidad, hace mucho que han notado que esta persona a menudo ve vídeos del mundo no creyente y no paga un precio al hacer su deber, pero no dicen la verdad; siempre mantienen una armonía superficial con todo el mundo. Desde fuera, su personalidad innata y su humanidad también parecen buenas, pero ¿qué oculta esta apariencia de buena humanidad? Son complacientes que no ofenden ni perjudican a nadie, que nunca se aprovechan de los demás ni se crean enemigos. ¿Cuál es su principio para comportarse? (El de no ofender a nadie). No ofenden ni perjudican a nadie y solo buscan protegerse a sí mismos. ¿Eso es ser escurridizos? (Sí). Incluso cuando alguien comparte sinceramente con ellos, dicen: “Hemos pasado mucho tiempo juntos haciendo nuestros deberes. Por favor, señálame los problemas que veas en mí. Te prometo aceptarlo y cambiar. Por favor, háblame también de los principios de práctica referentes a esto”. Aun cuando la otra persona es tan sincera, ellas siguen sin decir la verdad. En cambio, aseguran sin ninguna sinceridad: “Eres mucho mejor que yo. En realidad, ninguno de vosotros se da cuenta, pero soy muy débil. Me vuelvo negativo y rebelde”. Da igual la sinceridad con la que otros les preguntan, ellos siguen sin decir nada. Se niegan por completo a ofender a nadie y nunca harán ni una sola afirmación real. No le dirán la verdad a nadie, mantendrán todo enterrado en su corazón. A partir de esto, se puede ver que no se trata de que no alberguen pensamientos, ya que no son robots ni viven en el vacío. Tienen opiniones respecto a diferentes personas y asuntos, pero nunca las expresan ni las comparten ni se las trasladan a nadie. Se limitan a guardárselo todo para sí, en parte porque no quieren que los demás las desentrañen y, por otra, porque no quieren ofender a nadie. Por tanto, ¿qué principio siguen al comportarse? ¿Acaso no tienen principios? (No). No tienen principios. Nunca buscan la verdad ni defienden los principios. Solo se centran en defenderse y salvaguardarse. Mientras no sufran daño, no les importa lo que Dios requiera. No tienen principios ni límites respecto a cómo comportarse y no ofenden a nadie; simplemente son complacientes. Por tanto, a ojos de los demás, también se las ve como buenas personas, ya que a menudo prestan su ayuda a aquellos que interactúan con ellas y nunca se niegan cada vez que otros les piden algo, lo que lleva a la gente a creer que son buenas personas. Sin embargo, si examinas de cerca sus principios de comportamiento, te darás cuenta de que no tienen. En lo que respecta a los problemas relacionados con las actitudes corruptas, ¿buscarán la verdad para resolverlos? ¿Practicarán de acuerdo con los principios-verdad? (No). Sin duda, la respuesta es no. Estas personas se aferran a su propio entendimiento subjetivo, creen que tienen buena humanidad y un corazón amable. Piensan que nunca albergan malas intenciones hacia nadie o que, como mínimo, no perjudicarían activamente a los demás ni dañarían sus intereses. Cada vez que otros tienen alguna petición o necesidad, siempre responden. Según su comprensión, creen que no ofender ni perjudicar a nadie las convierte en buenas personas. Al no crearse enemigos, piensan que no se van a ver en ninguna situación peligrosa y nadie las considerará su rival. De esta manera, no resultarán heridas y permanecerán a salvo. ¿Cuál es el objetivo de las personas en lo relativo a su comportamiento? Su único objetivo es la autoprotección; para ellos es suficiente vivir en lo que ellos creen que es el refugio más cómodo y seguro y en su zona de confort. No tienen intención de cambiar sus principios ni sus límites a la hora de comportarse ni el rumbo de su conducta y, desde luego, no tienen intención de desechar sus actitudes corruptas. Son complacientes y evitan los problemas. No importa cómo compartan otros sobre los principios-verdad o sobre los límites y principios de cómo comportarse, ellas no van a cambiar su manera de hacerlo. Por tanto, ¿tienen estas personas buena humanidad? (No). ¿Pueden aceptar la verdad o defender los principios? (No). ¿Por qué no pueden defender los principios-verdad? Porque en su mente, su estándar para comportarse es el de ser complacientes. En lo que respecta a cualquier asunto que requiera tener una opinión o tomar partido, guardan silencio, mantienen una actitud indiferente y adoptan un enfoque no intervencionista, permanecen despreocupadas y ajenas, como si no fuera de su incumbencia. En consecuencia, no muestran limites en cuanto a cómo se comportan y actúan; son como una anguila escurridiza. No les importan las personas ni los acontecimientos a su alrededor. Por muy importantes que sean los problemas en cualquier entorno o con cualquier persona, no tienen ningún interés en preocuparse por ellos ni en indagar o saber sobre tales asuntos. Creen que, mientras no les afecte, no hace falta que se preocupen. Hay un dicho para esto, ¿cómo es? “No busques mérito, pero evita la culpa”. Este también es un principio según el cual se comportan los complacientes. ¿Cuáles son las características de las actitudes corruptas de tales personas? La falsedad, la perversidad, la intransigencia, el rechazo a aceptar la verdad; poseen casi todas las características de las actitudes corruptas. De cara al exterior, puede que no hagan maldad y rara vez cometan transgresiones, pero si observas los principios y la manera en la que se comportan, su rasgo más característico es que nunca defienden los principios-verdad ni tienen límites en lo que respecta a cómo se comportan. Incluso cuando alguien los insulta o atenta contra su dignidad, pueden soportarlo y tomárselo con humor, sin revelar o manifestar nunca sus pensamientos íntimos. En apariencia son tolerantes, tienen una humanidad amable y no muestran intención de atacar ni de buscar venganza. Sin embargo, no es que no lo piensen; recuerdan lo que has hecho y, en el momento justo, saldrán a protegerse y defenderse, te contraatacarán de una manera que ni siquiera te darás cuenta. No están defendiendo los principios-verdad; los principios y límites en su comportamiento solo sirven para defender sus propios intereses, su seguridad y su reputación. La descripción correcta de las personas así es que son perversas, intransigentes, falsas y sienten aversión por la verdad. Hay quienes podrían decir: “No han perjudicado los intereses de los demás ni han hecho ninguna maldad, ¿cómo puedes decir que tienen estas actitudes corruptas? ¿En qué te basas?”. Esto tiene que ver con sus pensamientos, puntos de vista y actitudes en lo que respecta a cómo contemplan a las personas y las cosas y cómo se comportan y actúan. ¿Habéis reparado en ello? (Ahora lo vemos). ¿Cómo es que no lo veíais antes? ¿Qué era lo que os desorientaba? (Pensábamos que eran bastante fáciles de tratar en su discurso y sus acciones, en cómo interactuaban y cooperaban con los demás, y que no le hacían daño a nadie, así que asumimos que tenían buena humanidad. Nos desorientaba su fachada). De cara al exterior, tener una personalidad amable y nunca atacar a nadie ni dañar a los animales no significa que alguien tenga buena humanidad. ¿Qué tipo de revelaciones de humanidad son representativas de una auténtica buena humanidad? (Por una parte, no perjudicar a los demás ni aprovecharse de nadie. Además, cuando surge el peligro, el primer pensamiento de uno es proteger a los líderes y obreros, además de a los hermanos y hermanas que persiguen la verdad, sin considerar la propia seguridad, y ser capaz de poner los intereses de la casa de Dios en primer lugar en toda situación. Todas estas son manifestaciones de buena humanidad). Ser de buen corazón, amoroso, paciente y tolerante, respetuoso con los demás, dispuesto a considerar a los otros, a no aprovecharse de las personas, ser relativamente justo, así como humilde, discreto y nada prepotente; poseer estas cualidades de humanidad, combinadas con la capacidad para defender los principios-verdad y salvaguardar los intereses de la casa de Dios; esto es buena humanidad. Si alguien posee en apariencia rasgos de humanidad como la tolerancia, la paciencia, la amabilidad, el no aprovecharse de nadie, la sensibilidad y preocupación hacia los demás y, sin embargo, cuando se trata de los intereses de la casa de Dios, los entregan con facilidad e incluso los venden activamente, ¿acaso tienen buena humanidad? (No). Esto significa que su humanidad no es buena. ¿Cómo se mide la buena humanidad? ¿Cuál es el requisito mínimo? (Al menos que puedan salvaguardar los intereses de la casa de Dios). Ser capaz de salvaguardar los intereses de la casa de Dios y, entonces, sobre esta base, ser capaz de cooperar en armonía con los demás, tener buen corazón y ser tolerante, no aprovecharse de nadie y poder ser paciente y entender la debilidad del resto, ser sensible con ellos, ser amoroso, ayudar y apoyar a los demás y preocuparse por aquellos que son débiles, entre otras cosas; estas son las características de la buena humanidad. Por el contrario, el egoísmo, la vulgaridad, la avaricia, ser brusco y sumamente calculador con los demás, el gusto por el chisme y por reprimir a las personas, ser terco, ostentoso, particularmente superficial, perverso, disoluto, descarado y carente de sentido de la vergüenza; ¿qué clase de manifestaciones son estas? (Son manifestaciones de mala humanidad). ¿Puede alguien con estas manifestaciones seguir salvaguardando los intereses de la casa de Dios? (No). Poseer manifestaciones de buena humanidad, junto a la capacidad de salvaguardar los intereses de la casa de Dios; esta es la verdadera buena humanidad.
Desde fuera, algunas personas parecen muy amables. Son capaces de ser pacientes y tolerantes con los demás y poseen todas las características de la buena humanidad. Sin embargo, en lo que respecta al trabajo de la iglesia, las ofrendas de Dios o los intereses de esta, son capaces de venderlos todos. ¿Diríais que esta clase de persona tiene buena humanidad? (No). Por ejemplo, al comprar cosas para los hermanos y hermanas, hay quienes eligen artículos de buena calidad, asequibles y prácticos. Sin embargo, cuando se trata de gastar las ofrendas para comprar cosas, optan por productos caros. Aunque solo se trate de un tractor, incluso quieren que tenga navegación por GPS. No importa lo que compren, siempre van a por lo mejor, lo más caro, a por las opciones de más alta tecnología, se niegan a considerar nada que sea más barato. Suelen mantener una relación normal con el resto; no se aprovechan de nadie, son bastante tolerantes y tratan bien a los demás en todos los sentidos. Sin embargo, cuando se trata de gastar ofrendas, surge su lado despiadado y su rostro siniestro. ¿Se puede considerar que tienen buena humanidad? (No). ¿De veras es auténtica su buena humanidad? Solo es fingimiento y afectación, todo es una fachada. Cuando de veras se trata de asuntos relativos a los intereses de la casa de Dios, en especial cuando se trata de gastar las ofrendas, aparece su avaricia y se revela su rostro siniestro, su semblante diabólico y su conducta feroz. ¿Esto es buena humanidad? (No). Por ejemplo, alguien va a solicitar los derechos de autor de La Palabra manifestada en carne y dice: “Si lo solicitamos en nombre de la iglesia como organización, nos ahorrará mucho dinero. Sin embargo, si lo hacemos en nombre de Cristo encarnado, costará mucho más. Deberíamos ahorrar dinero en esto, ¡las ofrendas no se pueden gastar a la ligera!”. ¿Es correcta esta afirmación? ¿Cuentan con principios a la hora de manejar una cuestión tan importante? ¿Quién expresó estas palabras, Dios o la iglesia? (Las expresó Dios). Por tanto, ¿quién debería tener los derechos de autor? ¿Es más apropiado que pertenezcan a Dios o a la iglesia? (Lo más apropiado es que le pertenezcan a Dios). Este es un asunto fundamental. ¿Cuáles son las consecuencias de centrarse en ahorrar dinero en una cuestión tan fundamental? ¿Qué problemas podrían surgir? ¡Podrían ser inimaginables! Si ignoras los intereses de la casa de Dios y solo consideras el ahorro, ¿en qué clase de persona te convierte eso? ¿Tienen conciencia o humanidad? (No tienen humanidad). Por muy amables o tolerantes que parezcan, ¿de veras tienen humanidad? (No). En la iglesia, se cubren por completo todos los gastos de comida, bebida y las necesidades diarias con las ofrendas de Dios. ¿He sido alguna vez mezquino con vosotros respecto a estos gastos? El único requisito es que evitéis el dispendio, pero ¿alguna vez he escrutado vuestros gastos normales? (No). En todos los aspectos, he sido considerado con vosotros y nunca he escrutado vuestros gastos, sin embargo, os dais la vuelta y conmigo ajustáis gastos. ¿No es esto carecer de humanidad? (Sí). Por muy amable o tolerante con las personas que parezca alguien sin humanidad, es mera fachada. Cuando de veras se trata de momentos donde la conciencia y la razón deberían entrar en juego, se revela su falta de toda humanidad. ¿Son siquiera humanas? (No). No se las puede llamar humanas. Yo también compro de manera cuidadosa y frugal, considero los artículos que tienen descuento y es adecuado adquirir y, si algo es práctico, apropiado y de un precio razonable, lo compro. Pero mis compras no son imprudentes, no gasto dinero en cosas que no merecen la pena. Sin embargo, hay algunos desembolsos inevitables que se deben hacer, en cuyo caso, gasto de acuerdo con los principios. Asimismo, trato de ser frugal respecto a Mi propia comida, vestimenta y necesidades diarias. No es cuestión de adquirir lo que me venga en gana; tengo que sopesar bien Mis compras. Como veis, mi atuendo es sencillo, apropiado y presentable. Gasto siguiendo los principios: compro lo que es necesario y práctico, no compro lo que no es ni una cosa ni otra. No despilfarrar ni gastar dinero; no gastar lo que no se debe; ahorrar en lo que corresponda y evitar gastos innecesarios; estos son los principios. Sin embargo, cuando algunas personas sin humanidad ven una oportunidad para gastar las ofrendas de Dios, se les ponen los ojos como platos. Mientras implique gastar en comida, ropa, alojamiento o transporte para los demás, se apresuran a actuar. En especial, en lo que respecta a comprar ropa o repartir gastos de manutención, se vuelven muy entusiastas y generosas. Piensan en su fuero interno: “Bueno, no es que esté gastando mi propio dinero. Es el dinero de Dios y esto ayuda a mi reputación, así que, ¿por qué no?”. Por tanto, aprovechan la oportunidad para derrochar. Albergan malas intenciones en su corazón, ¡no quieren otra cosa que no sea perjudicar a la casa de Dios! Sin embargo, si se tratara de su propio dinero, lo calcularían todo, se negarían a gastar siquiera un céntimo más de lo necesario. Por muy amables que suelan parecer, tales personas no tienen buena humanidad. Desde Mi punto de vista, su actitud hacia las ofrendas de Dios habla muy a las claras. El hecho de que puedan despilfarrar ofrendas y carezcan por completo de un corazón temeroso de Dios muestra que, como mínimo, no son amables, son vulgares y su humanidad es pobre. ¿Acaso no es así? (Sí).
Hay muchas manifestaciones relacionadas con las condiciones innatas, la humanidad y las actitudes corruptas de uno. Hoy hemos repasado parte de ellas; es probable que haya otras manifestaciones que podamos cubrir en futuras enseñanzas. Terminemos aquí nuestra charla de hoy. ¡Adiós!
23 septembrie 2023