64. El despertar de una falsa líder
En 2019, me eligieron líder de la iglesia y me juré a mí misma cumplir bien con mi deber. Tras empezar en mi nuevo puesto, estaba ocupada todos los días con reuniones, resolviendo las dificultades y los problemas de mis hermanos y hermanas con sus deberes y haciendo el seguimiento del progreso de nuestra obra. Todo esto me hacía sentir muy satisfecha. Después de un tiempo, como tenía que ocuparme de algunas tareas de asuntos generales, mi carga de trabajo aumentó mucho. Trabajaba hasta tarde todos los días y sentía que apenas podía con todo. Pensé: “Estar a cargo de las tareas generales hace que me preocupe por muchas cosas y es mucho más cansador. Me siento muy ansiosa todos los días. No es tan fácil como tener un único deber”. Luego, fui a una reunión del grupo que estaba supervisando la hermana Zhao Jing. Pensé: “En el pasado, cuando trabajé con Zhao Jing, era muy responsable en sus deberes y buscaba activamente la verdad para resolver las dificultades que afrontaba. Ella es quien supervisa el trabajo en este grupo, así que no tengo que preocuparme tanto”. Después de eso, rara vez iba a las reuniones de su grupo. Una tarde, algunos hermanos y hermanas escribieron para señalar que había desviaciones y problemas en el trabajo del grupo de Zhao Jing y me pidieron que los resolviera rápidamente. Primero intenté buscar en las palabras de Dios para encontrar una solución, pero al ver que estos problemas no podían resolverse en poco tiempo, pensé: “Es muy tarde, estoy muy cansada y no puedo hacer esto ahora. Además, ya le escribí una carta a Zhao Jing acerca de estas desviaciones y problemas. Es una persona responsable, así que estoy segura de que va a tomar la iniciativa para compartir y resolverlos y no tendré que ocuparme yo de eso. Si lo hiciera todo yo, ¿cómo conseguiría terminar algo? Solo hablaré de esto con el grupo en la reunión”. Más tarde, investigué y vi que Zhao Jing ya había hablado con el grupo y todos pudieron proponer sendas de práctica respecto a estos problemas, lo que me convenció aun más de que no tenía que preocuparme por nada con Zhao Jing a cargo. Después de eso, no volví a preguntar sobre el trabajo del grupo.
Un tiempo después, fui a otra reunión del grupo de Zhao Jing. Descubrí que era demasiado indirecta al hablar sobre su estado y que hablaba mucho sin decir nada claramente. Pensé: “¿Está mal? ¿Por qué está siendo tan incoherente?”. Pero luego pensé: “Quizás está nerviosa porque estoy aquí. Estará bien cuando se organice un poco. Tengo otras cosas que hacer, así que mejor me voy y la dejo continuar con la reunión”. Así que me fui sin compartir con ella. Más tarde, descubrí que el trabajo del grupo no era efectivo. Me pregunté: “¿Hay algún problema en el grupo?”. Pero luego lo reconsideré: “Ya hablaron sobre los problemas y desviaciones en sus deberes. Estoy segura de que todos se están reacomodando, por eso es normal que su trabajo sea un poco menos fructífero ahora”. Con esto en mente, no pensé más en el tema. Más adelante, la hermana Wang Xinrui me informó que Zhao Jing estaba obsesionada con el estatus, que no podía colaborar armoniosamente con los demás y que no era apta para ser líder de grupo. Pensé: “Zhao Jing está demasiado enfocada en el estatus, pero tiene sentido de la carga de su deber. Si no colabora armoniosamente con los demás, debe ser porque está mal ahora, dominada por sus actitudes corruptas. Necesita un tiempo para recomponerse”. Entonces le dije a Xinrui, “Zhao Jing es responsable en su deber, y aún está a la altura para ser líder de grupo. Si revela corrupción, podemos intentar ayudarla más y exponer y diseccionar sus problemas. Hoy estoy ocupada y no tengo tiempo, pero hablaré con ella más tarde”. Cuando Xinrui me escuchó decir eso, no añadió nada más. Más tarde, me ocupé con otras tareas y me olvidé de hablar con Zhao Jing. Una noche, recordé de repente: “Oh no, me olvidé del estado de Zhao Jing. ¿Debería ir a verla?”. Pero luego pensé: “Ella tiene buen calibre. Cuando no estuvo bien en el pasado, pudo buscar la verdad y resolverlo rápidamente por sí misma. Podrá recuperarse esta vez también. Además, vive muy lejos. Si voy hasta allí, lo cual es agotador, y no está en su casa, habré hecho el viaje en vano. Olvídalo. Me ocuparé a final del mes”. A final del mes, cuando fui a inspeccionar el trabajo, me quedé atónita. Había muchos problemas y desviaciones en el trabajo de Zhao Jing y sus resultados habían empeorado muchísimo. Todos los hermanos y hermanas que ella supervisaba estaban en un estado negativo, y eso perjudicaba gravemente su trabajo. Recién entonces comprendí lo grave que era la situación. Fui rápidamente a ver a Zhao Jing para compartir y señalarle sus problemas, pero ella se negó a aceptarlos, discutiendo, tratando de justificarse y demostrando que no tenía ningún conocimiento de sí misma. Después de hablar de ella con mi compañera, decidimos que Zhao Jing ya no era apta para liderar el grupo y finalmente la despedimos. Después, los hermanos y las hermanas también informaron que Zhao Jing era realmente celosa, que descuidaba sus deberes y que participaba en disputas. Por esa razón, una hermana se sintió tan coaccionada y reprimida que quiso abandonar su deber. Wang Xinrui había informado la situación de Zhao Jing, pero ella la reprimió y excluyó. Las otras hermanas también se sentían reprimidas por Zhao Jing. Eso afectó sus deberes y el trabajo se demoró varios meses. Tras su despido, Zhao Jing no solo no se arrepintió sino que tomó represalias contra los demás. La exposición no la hizo comprender o arrepentirse de las acciones malvadas en absoluto. Más tarde, como yo no hice el trabajo real, descuidé mi deber y no despedí a Zhao Jing a tiempo y eso provocó graves pérdidas a la obra de la iglesia, también me despidieron a mí. Esto me entristeció mucho. Solo entonces empecé a preguntarme por qué había estado tan ciega para reconocer los celos y conflictos crónicos de Zhao Jing que habían causado graves trastornos y perturbaciones en la obra de la iglesia. En ese momento, solo tenía un conocimiento superficial de que no estaba haciendo un trabajo real y no me estaba centrando en discernir a los demás, Nunca me enfoqué seriamente en comprender o diseccionar mis propias actitudes corruptas.
En una reunión, solo pude comprenderme a mí misma después de leer las palabras de Dios que exponían las conductas de los falsos líderes que no hacen un trabajo real. Las palabras de Dios dicen: “Los falsos líderes nunca preguntan sobre la situación laboral de los diversos supervisores de equipo ni la comprueban. Tampoco preguntan al respecto, ni hacen un seguimiento ni tienen idea de la entrada en la vida de los supervisores de distintos equipos y del personal responsable de diversos trabajos importantes, ni de sus actitudes hacia la obra de la iglesia, sus deberes y la fe en Dios, la verdad y Dios mismo. No saben si estos individuos han experimentado alguna transformación o si han crecido, ni conocen los diversos problemas que pueden existir en su trabajo; en particular, no conocen la influencia de los errores y las desviaciones que se producen en las diversas etapas del trabajo en la obra de la iglesia y en la entrada en la vida del pueblo escogido de Dios, ni si alguna vez se han corregido estos errores y estas desviaciones. Ignoran por completo todas estas cosas. Si no saben nada de estas condiciones detalladas, se vuelven pasivos cada vez que surgen problemas. No obstante, los falsos líderes no se preocupan en absoluto de estos problemas detallados mientras hacen su trabajo. Después de designar a diversos supervisores de equipo y asignar tareas, creen que su trabajo ya está hecho; que cuenta como que han realizado bien su trabajo y, si surgen otros problemas, no son de su incumbencia. Debido a que los falsos líderes son incapaces de supervisar y guiar a los diversos supervisores de equipo y de hacer un seguimiento de ellos, y a que no cumplen sus responsabilidades en estas áreas, la obra de la iglesia se convierte en un desastre. Esto es lo que pasa cuando los líderes y los obreros son negligentes en sus deberes” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (3)). “¿Creéis que los falsos líderes son estúpidos? Son necios y estúpidos. ¿Qué los hace estúpidos? Depositan alegremente su confianza en una persona, pues creen que, ya que cuando se la eligió, esta persona hizo un juramento y mostró determinación, y oraba mientras corrían lágrimas por su rostro, eso significa que es confiable y nunca surgirá ningún problema si se encarga del trabajo en el futuro. Los falsos líderes no entienden la naturaleza de las personas; desconocen la verdadera situación de la especie humana corrupta. Dicen: ‘¿Cómo va a cambiar alguien a peor tras ser elegido supervisor? ¿Cómo alguien que parece tan serio y fiable va a eludir su trabajo? No haría tal cosa, ¿verdad? Tiene mucha integridad’. Como los falsos líderes ponen demasiada fe en sus propias imaginaciones y sentimientos, esto les incapacita en última instancia para resolver a tiempo los muchos problemas que surgen en el trabajo de la iglesia, y les impide despedir y reasignar con celeridad al supervisor implicado. Son auténticos falsos líderes. ¿Y qué problema se da aquí? ¿El enfoque de los falsos líderes respecto a su trabajo tiene algo que ver con la superficialidad? Por un lado, ven al gran dragón rojo haciendo arrestos entre el pueblo escogido de Dios furiosamente, así que, para mantenerse a salvo, organizan que alguien al azar se ponga a cargo del trabajo, creyendo que así se resolverá el problema y que no necesitan prestarle más atención. ¿Qué piensan en su fuero interno? ‘Este es un ambiente muy hostil, debería esconderme durante un tiempo’. Se trata de codiciar las comodidades de la carne, ¿verdad? A otro respecto, los falsos líderes tienen un defecto fatal: se apresuran a confiar en la gente basándose en sus propias imaginaciones. Y esto se debe a que no entienden la verdad, ¿no es así? ¿Cómo revela la palabra de Dios la esencia de la especie humana corrupta? ¿Por qué deberían confiar en la gente cuando Dios no lo hace? Los falsos líderes son demasiado arrogantes y sentenciosos, ¿no es así? Lo que piensan es: ‘No es posible que haya juzgado mal a esta persona, no debería haber ningún problema con alguien que a mi juicio es apta; desde luego no es una persona que se entregue a la comida, la bebida y el entretenimiento ni al que le guste la comodidad y odie el trabajo arduo. Es totalmente fiable y de confianza. No va a cambiar; si lo hiciera, eso significaría que me he equivocado con ella, ¿no?’. ¿Qué clase de lógica es esta? ¿Acaso son expertos? ¿Tienen visión de rayos X? ¿Tienen esta habilidad especial? Podrías vivir con una persona durante uno o dos años, pero ¿serías capaz de ver quién es en realidad sin un entorno adecuado que deje su esencia-naturaleza totalmente al descubierto? Si Dios no la revelara, podrías vivir junto a ella durante tres o incluso cinco años, y seguirías teniendo dificultades para ver qué tipo de esencia-naturaleza tiene. ¿Y cuánto más tiene esto de cierto si rara vez la ves o estás con ella? Los falsos líderes confían alegremente en alguien en función de una impresión fugaz o de la valoración positiva de un tercero, y se atreven a confiar el trabajo de la iglesia a una persona semejante. ¿Acaso no están siendo extremadamente ciegos? ¿Es que no obran con imprudencia? Y cuando trabajan así, ¿acaso los falsos líderes no están siendo extremadamente irresponsables?” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (3)).
Dios expone que los falsos líderes son perezosos, anhelan la comodidad y son completamente irresponsables en sus deberes. Cuando ponen a una persona a cargo, los falsos líderes tienden a confiar en ella basándose en sus imaginaciones y nociones. No hacen un seguimiento ni supervisan el trabajo porque no quieren pagar el precio que eso conlleva. Ahorran esfuerzos siempre que pueden, y eso causa graves pérdidas en la obra de la iglesia. Al ver cómo Dios pone en evidencia las diversas conductas de los falsos líderes que no hacen un trabajo real, sentí que Dios me estaba exponiendo a mí. Fue muy incómodo y me sentí culpable. Como líder, había sido muy irresponsable en mi deber. Para evitarme la preocupación y el sufrimiento de la carne, fui evasiva y no hice el seguimiento del trabajo. Solo confié en mi impresión inicial de Zhao Jing, y pensé que ella era responsable en su deber y apta para ser líder del grupo, entonces empecé a tener un enfoque relajado y no supervisaba su trabajo. Cuando vi que su trabajo no estaba obteniendo buenos resultados y que yo tendría que sufrir y pagar un precio para resolver el tema, no hice un trabajo real. En cambio, puse excusas para justificarme y dije que todos estaban acomodándose todavía y que pronto se encarrilarían. Cuando otros informaron que Zhao Jing tenía problemas y no era apta para ser líder del grupo, seguí asumiendo que era solo una revelación temporal de corrupción, basándome en mis nociones e imaginaciones, y que no afectaría su deber. Postergué resolver los problemas de Zhao Jing una y otra vez, hasta que por fin el trabajo del grupo se paralizó y la entrada en la vida de mis hermanos y hermanas sufrió graves pérdidas. Fui obstinada, tonta e irresponsable. Fui una falsa líder que buscaba la comodidad y no hacía un trabajo real. La verdad es que los líderes y obreros que la iglesia elige, incluida yo, no fuimos perfeccionados. Tenemos muchas actitudes corruptas y podemos causar trastornos y perturbaciones en cualquier momento. Aunque parezca que nos portamos bien, no significa que estamos cualificados para ser utilizados. No comprendemos la verdad y solo miramos la apariencia de las personas, sin captar su esencia, por eso necesitamos hacer un seguimiento y supervisar el trabajo con frecuencia para ser responsables. Yo no comprendía la verdad y no podía discernir a las personas, pero tenía una confianza ciega en mí misma. En consecuencia, provoqué grandes pérdidas a la obra de la iglesia y dejé transgresiones y profanación a mi paso. Al darme cuenta de esto, sentí un profundo arrepentimiento. Si no hubiera sido tan sentenciosa, perezosa o cómoda cuando Xinrui me recordó el tema de Zhao Jing, y si hubiera investigado, descubierto y resuelto el problema a tiempo y hubiera despedido a Zhao Jing, no habría causado tantas demoras en la obra de la iglesia. No solo no beneficié a la obra de la iglesia con mi deber, sino que actué como un lacayo de Satanás que protege a los falsos líderes y obreros. Cuanto más lo pensaba, más angustiada y miserable me sentía. Pensé que cuando Dios encarnado trabaja, sufre en la práctica y paga un precio. En respuesta a toda nuestra corrupción y deficiencias, Dios incansablemente enseña la verdad, nos apoya y nos ayuda, con todos sus esmerados esfuerzos para salvarnos totalmente del poder de Satanás. Pero yo soy un ser creado que no comprendí la verdad, estaba ciega y no podía ver las cosas con claridad. No quería sufrir realmente o pagar el precio en mis deberes. No quería resolver los problemas a tiempo cuando los encontraba y causé grandes pérdidas a la obra. Era verdaderamente desagradable y detestable para Dios que cumpliera con mis deberes así. Cuando me di cuenta de estas cosas, oré a Dios en silencio: “Dios, me equivoqué. Deseo reflexionar sobre mí y arrepentirme ante Ti”.
Leí algunos pasajes más en los que Dios expone a los falsos líderes: “El trabajo de la iglesia queda retenido simplemente porque los falsos líderes son gravemente negligentes en su deber, no hacen trabajo real ni seguimiento ni supervisan el trabajo, y son incapaces de compartir la verdad para arreglar los problemas. Por supuesto, se debe también a que estos falsos líderes disfrutan de los beneficios del estatus, no persiguen la verdad en absoluto y no están dispuestos a hacer seguimiento, a supervisar ni a dirigir el trabajo de difundir el evangelio; el resultado de esto es que el trabajo progresa con lentitud y muchas desviaciones, absurdeces y fechorías imprudentes causadas por el hombre no se rectifican ni se resuelven con prontitud, lo que impacta gravemente en la efectividad de difundir el evangelio. Estos problemas solo se corrigen cuando lo Alto los detecta y les dice a los líderes y obreros que deben arreglarlos. Como los ciegos, estos falsos líderes son incapaces de descubrir ningún problema, la manera en la que hacen las cosas carece por completo de principios y, sin embargo, son incapaces de darse cuenta de sus propios fallos, y solo admiten sus errores cuando lo Alto los poda. Por tanto, ¿quién puede permitirse responsabilizarse de las pérdidas causadas por estos falsos líderes? Aunque los retiren de sus puestos, ¿cómo se pueden compensar las pérdidas que causaron? Así pues, cuando se descubre que hay falsos líderes que son incapaces de hacer ningún trabajo real, habría que destituirlos con prontitud. En algunas iglesias, el trabajo evangélico progresa con especial lentitud, y esto se debe simplemente a que los falsos líderes no hacen trabajo real, así como a muchos ejemplos por su parte de negligencia y de cometer errores” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (4)). “En todos los diferentes aspectos del trabajo que hacen los falsos líderes, hay en realidad numerosos problemas, desviaciones y fallos que se han de resolver, corregir y remediar. Sin embargo, como estos falsos líderes carecen de sentido de la carga y solo disfrutan de los beneficios de su estatus sin hacer ningún trabajo real, acaban haciendo un trabajo terrible. En algunas iglesias las personas no tienen un mismo pensar, sospechan todas unas de otras, se guardan de los demás y los menoscaban, mientras que todo el tiempo temen que la casa de Dios las descarte. Al afrontar estas situaciones, los falsos líderes no se mueven para resolverlas, no logran hacer ningún trabajo real ni específico” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (4)). “Por fuera, los falsos líderes no cometen de forma deliberada una infinidad de maldades ni hacen las cosas a su propia manera ni establecen sus propios reinos independientes, como hacen los anticristos. Pero los falsos líderes no son capaces de resolver de inmediato los diversos problemas que surgen en la obra de la iglesia y, cuando hay problemas con supervisores de varios equipos y cuando esos supervisores son incapaces de asumir su trabajo, los falsos líderes no son capaces de alterar sus deberes o destituirlos de inmediato, lo que supone unas pérdidas graves para la obra de la iglesia. Y la causa de todo esto es la negligencia de los falsos líderes” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (3)). Dios expone la negligencia de los falsos líderes: realmente no hacen un seguimiento ni revisan su trabajo, no supervisan e inspeccionan a los encargados y, en consecuencia, muchos problemas de trabajo no pueden resolverse y eso provoca grandes pérdidas a la obra de la iglesia. Al reflexionar sobre mis acciones, me di cuenta de que por anhelar la comodidad, descuidé mi trabajo, fui irresponsable y confié en Zhao Jing basándome en mis propias nociones e imaginaciones sin supervisar o hacer un seguimiento de su trabajo. Cuando otros informaron sus problemas, yo los pasé por alto, no resolví los problemas reales ni la despedí a tiempo, lo que le permitió generar celos y disputas a largo plazo, trastornos y perturbación en el grupo. No tuvo un rol positivo en su deber. Esto generó que el trabajo del grupo fuera ineficiente durante meses y demoró gravemente el progreso. Cuando sus hermanos y hermanas le daban consejos, ella los reprimía y excluía y los hacía sentir bajo presión durante mucho tiempo. El grupo se sentía reprimido y distraído en sus deberes. Sin embargo, yo no sabía nada de eso, incluso siempre pensé que ella estaba haciendo las cosas bien. Como líder, no solo no cumplí con mi responsabilidad, sino que fui incapaz de reconocer y resolver numerosos problemas de la obra de la iglesia de manera oportuna aun cuando los tenía delante. Esto causó grandes pérdidas a la obra de la iglesia y a la entrada en la vida de mis hermanos y hermanas. Fui realmente negligente en mis deberes. Aunque no hacía el mal deliberadamente, como un anticristo, para trastornar el trabajo de la iglesia, mi negligencia en el deber causó igualmente graves pérdidas a la obra de la iglesia. Me odié por ser tan ciega, tonta e irresponsable hasta el punto de transgredir en presencia de Dios. Sentí una profunda pena y culpa y que estaba en deuda tanto con Dios como con mis hermanos y hermanas.
Luego, reflexioné sobre mí. ¿Por qué siempre tenía en consideración mi comodidad física, era evasiva e irresponsable con mi deber? Luego, vi un pasaje de la palabra de Dios que me ayudó mucho. Las palabras de Dios dicen: “¿Qué es el veneno de Satanás? ¿Cómo se puede expresar? Por ejemplo, si preguntas ‘¿Cómo debería vivir la gente? ¿Para qué debería vivir?’, te responderán: ‘Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda’. Esta sola frase expresa la raíz del problema. La filosofía y la lógica de Satanás se han convertido en la vida de las personas. Sea lo que sea lo que persigue la gente, lo hace para sí misma, por tanto solo vive para sí misma. ‘Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda’: esta es la filosofía de vida del hombre y también representa la naturaleza humana. Estas palabras se han convertido ya en la naturaleza de la humanidad corrupta y son el auténtico retrato de su naturaleza satánica. Dicha naturaleza satánica se ha convertido ya en la base de la existencia de la humanidad corrupta. La humanidad corrupta ha vivido según este veneno de Satanás durante varios miles de años y hasta nuestros días. Todo lo que hace Satanás es en aras de sus propios deseos, ambiciones y objetivos. Desea superar a Dios, liberarse de Él y apoderarse de todas las cosas que Dios ha creado. En la actualidad, las personas han sido corrompidas hasta tal punto por Satanás que todas tienen una naturaleza satánica, todas tratan de negar a Dios y oponerse a Él, y desean controlar sus propios destinos y tratan de oponerse a las orquestaciones y arreglos de Dios. Sus ambiciones y deseos son exactamente los mismos que los de Satanás. Por lo tanto, la naturaleza del hombre es la de Satanás” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Cómo caminar por la senda de Pedro). Contemplé la palabra de Dios y finalmente me di cuenta de que era perezosa, irresponsable con mi deber y que no tenía consciencia y razón, principalmente porque la regla satánica de la existencia “Cada hombre para sí mismo y sálvese quien pueda” estaba tan arraigada en mí que se convirtió en mi naturaleza. Siempre viví así, considerando solo mis propios intereses carnales en todo, volviéndome cada vez más egoísta y despreciable. Cuando algo hacía que me preocupara y sufriera más o requería que pagara un precio mayor, usaba engaños y mentiras para eludirlo, haciendo lo que fuera para sufrir lo menos posible. Cuando vi que estar a cargo del trabajo general implicaba más preocupación y sufrimiento, preferí hacer una única tarea. Cuando mi carga de trabajo aumentó, quise preocuparme menos y pagar un precio menor, lo que me llevó a tener una postura relajada hacia el trabajo de Zhao Jing. Luego, cuando la vi mal, fui perezosa y no quise resolverlo. Aunque Xinrui me recordó que no era apta para ser utilizada, puse la excusa de que estaba ocupada con el trabajo para demorar investigar y confirmar el problema de Zhao Jing hasta que se tornó tan grave que hubo que despedirla. La iglesia me eligió como líder y me dio una oportunidad de practicar, con la esperanza de que yo cargara con la responsabilidad y asumiera mi deber. ¿Pero qué hice yo? En vez de pensar cómo cumplir bien mi deber, no hice más que buscar la comodidad, haciendo cualquier cosa que me permitiera preocuparme y sufrir lo menos posible. Había creído en Dios durante años y disfrutado el riego y la provisión de gran parte de las palabras de Dios, pero cuando me pedían algo, solo me importaba mi comodidad, no hacer el trabajo real. Era egoísta y despreciable, ¡y disgusté a Dios! Detesté mi falta de humanidad y razón y no haber estado a la altura de la buena intención de Dios. Oré a Dios: “Dios, estaba preocupada por mi cuerpo carnal y no hice un trabajo real. Eso causó grandes pérdidas a la obra de la iglesia. Deseo arrepentirme ante Ti. En el futuro, cualquiera que sea mi deber, ya no quiero considerar mi carne y anhelar la comodidad. Quiero ser responsable y llevar a cabo mi deber bien, de una manera realista”.
Luego, leí dos pasajes más de la palabra de Dios. Dios Todopoderoso dice: “La gente con corazón es capaz de ser considerada con el corazón de Dios; quienes no tienen corazón son cáscaras vacías, tontos, no saben ser considerados con el corazón de Dios. Su mentalidad es: ‘No me importa lo apremiante que sea esto para Dios. Lo haré como me venga en gana; en cualquier caso, no estoy siendo ocioso ni perezoso’. Este tipo de actitud, esta clase de negatividad, la falta total de proactividad, son propias de gente que no es considerada con el corazón de Dios ni tampoco entiende cómo serlo. En tal caso, ¿poseen verdadera fe? Por supuesto que no. Noé era considerado con el corazón de Dios, tenía verdadera fe y, así, fue capaz de cumplir con la comisión de Dios. Por lo tanto, no basta con simplemente aceptar la comisión de Dios y estar dispuesto a hacer algún esfuerzo. También debes ser considerado con las intenciones de Dios, entregarte por completo y ser leal, lo cual exige que tengas conciencia y razón; eso es lo que la gente debería tener, y es lo que existía en Noé. ¿Qué opináis vosotros: cuántos años habrían hecho falta para construir un arca tan grande en aquella época si Noé se hubiera demorado y no hubiera tenido sentido de la urgencia, de la angustia y la eficiencia? ¿Habría estado terminada en 100 años? (No). Podría haber requerido varias generaciones de construcción continuada. Por un lado, construir un objeto sólido como un arca habría llevado años; además, al igual que reunir y cuidar a todas las criaturas vivas también habría llevado años. ¿Era fácil reunir a esas criaturas vivas? (No). No lo era. Por eso, después de oír las órdenes de Dios y de comprender Su apremiante intención, Noé intuyó que no sería fácil ni sencillo. Se dio cuenta de que tenía que cumplirlo de acuerdo con los deseos de Dios y completar la comisión que Dios le había asignado para que Él estuviera satisfecho y tranquilo, para que el siguiente paso de Su obra pudiera empezar sin problemas. Así era el corazón de Noé. ¿Y qué clase de corazón tenía? Su corazón era considerado con las intenciones de Dios” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Digresión tres: Cómo obedecieron Noé y Abraham las palabras de Dios y se sometieron a Él (II)). “Independientemente de la importancia y de la naturaleza del trabajo que realice un líder o un obrero, su principal prioridad es entender y captar cómo va ese trabajo. Deben estar presentes para hacer un seguimiento y realizar preguntas para obtener información de primera mano. No deben limitarse a confiar en los rumores o a escuchar los informes de otras personas. En cambio, deben observar con sus propios ojos la situación del personal y cómo avanza el trabajo, y entender qué dificultades se presentan, si hay ámbitos que no se ajustan a los requisitos de lo Alto, si se infringen los principios, si hay perturbaciones o trastornos, si falta el equipo necesario o el material didáctico relacionado para el trabajo profesional: deben estar al tanto de todo. Por muchos informes que escuchen, o por mucho que se basen en los rumores, nada es mejor que hacer una visita personal; hacerlo de esta manera es más preciso y fiable para observar las cosas con sus propios ojos. Una vez familiarizados con todos los aspectos de la situación, tendrán una idea acertada sobre lo que está pasando. Sobre todo, ha de tener una idea clara y precisa de quién tiene buen calibre y es digno de ser cultivado, ya que solo esto le permite cultivar y usar a las personas con precisión, lo cual es crucial para que los líderes y obreros hagan bien su trabajo. Los líderes y obreros deberían tener una senda y principios según los que cultivar y formar a las personas de buen calibre. Asimismo, deberían captar y entender los diversos tipos de problemas y dificultades que existen en el trabajo de la iglesia, y saber cómo resolverlos, y deberían contar con sus propias ideas y sugerencias sobre cómo debe progresar el trabajo o sus futuras expectativas. Si son capaces de hablar con claridad sobre tales cosas con los ojos cerrados, sin ninguna duda o recelo, entonces el trabajo será mucho más fácil de llevar a cabo. Al trabajar de esta manera, un líder cumplirá sus responsabilidades, ¿verdad? Deben ser bien conscientes de cómo resuelven los problemas en el trabajo mencionados arriba, y deben reflexionar sobre estas cosas a menudo. Cuando se vean en dificultades, deben compartir y discutir estos temas con todo el mundo, buscar la verdad para resolver los problemas. Al hacer trabajo real con los dos pies firmemente plantados en el suelo de esta manera, no habrá dificultades que no puedan resolverse” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (4)). Las palabras de Dios me mostraron la senda para cumplir bien con mi deber: considerar Sus intenciones, hacer mías Sus preocupaciones, cumplir con mis responsabilidades y no permitir que la obra de la iglesia sufra pérdidas. Como Noé, que consideró la intención de Dios genuinamente. Cuando Dios le dijo que construyera el arca, él no consideró sus propias ganancias o pérdidas. Solo pensó en cómo construir el arca rápidamente según los requerimientos de Dios. Aunque no podía compararme con Noé, quería parecerme a él, aprender a considerar las intenciones de Dios y hacer todo lo posible por cumplir con Sus requerimientos. También comprendí que para que los líderes y los trabajadores hagan bien su trabajo, debemos estar al tanto de ese trabajo, y cuando vemos obstáculos, trastornos o perturbaciones, debemos compartir y tratarlos a tiempo para asegurarnos de que el trabajo progresa normalmente.
Después de un tiempo, mi líder me puso a cargo del evangelio y trabajo de riego de varias iglesias. Pensé: “No puedo permitir que esta vez sea como la anterior. No puedo preocuparme solo por la comodidad de la carne y no responsabilizarme de mi deber. Necesito ser realista y dedicar todo mi esfuerzo a mi deber”. Después de eso, me centré en equiparme con la verdad de las visiones cada día. Si había destinatarios potenciales del evangelio, les daba testimonio activamente de la obra de Dios de los últimos días. Buscaba y me equipaba con la palabra de Dios según sus nociones religiosas. Un día, mientras iba a ver el trabajo de la iglesia de Cheng Nan, pensé: “Los líderes y el diácono del evangelio de esta iglesia creen en Dios hace mucho tiempo. Tienen un buen calibre y son competentes y responsables con sus deberes. Pueden ocuparse bien de su trabajo, así que no necesito hacerles seguimiento, lo cual me ahorrará esfuerzos”. Después de pensar eso, me di cuenta de que estaba siendo evasiva otra vez buscando razones para no supervisar o hacer el seguimiento del trabajo. Ahora que estaba a cargo de varias iglesias, llevar a cabo la obra de la iglesia y supervisarla eran mi responsabilidad y mi deber. Ya no podía inventar excusas para ser indulgente conmigo y postergar mi deber. Con esto en mente, examiné con atención la obra de la iglesia. Descubrí que había algunos fieles nuevos que asistían a las reuniones de manera irregular y que los regadores no hacían su trabajo bien. Al día siguiente, reuní a los regadores rápidamente para hablar sobre la verdad y resolver sus problemas. Después de un tiempo, supe que estos fieles nuevos habían vuelto a asistir a las reuniones regularmente y eso me hizo sentir en paz y segura.
A través de esta experiencia, me di cuenta de que cumplir con el deber requiere realmente pagar un precio y, aún más, hacer seguimiento y supervisar el trabajo. Esta es la única manera de descubrir y resolver los problemas a tiempo y llevar a cabo bien el deber. Mi comprensión y cambio de hoy se deben a las palabras de Dios. ¡Gracias a Dios Todopoderoso!