a. La causa de las tinieblas y la perversidad del mundo se encuentra en la mentira y la corrupción de la humanidad a manos de Satanás
Palabras de Dios Todopoderoso de los últimos días
Adán y Eva, a quienes Dios creó en el principio, eran personas santas, es decir, que mientras estuvieron en el jardín del Edén fueron santos; no estaban manchados con la inmundicia. También eran fieles a Jehová y no sabían nada de la traición a Jehová. Esto era así porque no tenían la perturbación de la influencia de Satanás; no tenían el veneno de Satanás y fueron los más puros de toda la humanidad. Vivían en el jardín del Edén, sin mancha alguna de inmundicia, sin estar poseídos por la carne, viviendo con temor de Jehová. Después, cuando Satanás los tentó, tuvieron el veneno de la serpiente y el deseo de traicionar a Jehová y vivieron bajo la influencia de Satanás. Al principio, eran santos y temían a Jehová; solo en esta condición eran humanos. Más tarde, después de que Satanás los tentó, comieron el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y vivieron bajo la influencia de Satanás. Poco a poco, Satanás los corrompió, y perdieron la imagen original del hombre. Al principio, el hombre tenía el aliento de Jehová, no era en lo más mínimo desobediente y no tenía maldad en su corazón. En ese tiempo, el hombre era verdaderamente humano. Después de que Satanás lo corrompió, el hombre se volvió una bestia. Sus pensamientos se llenaron con el mal y la inmundicia, sin el bien ni la santidad. ¿No es esto Satanás?
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio
Desde que la humanidad inventó las ciencias sociales, la ciencia y el conocimiento ocuparon su mente. Después, estos pasaron a ser herramientas para gobernar a la humanidad, y ya no hay espacio suficiente para que el hombre adore a Dios ni hay condiciones favorables para Su adoración. La posición de Dios se ha hundido aún más abajo en el corazón del hombre. Sin Dios en su corazón, el mundo interior del hombre es oscuro, desesperanzado y vacío. Posteriormente, muchos científicos sociales, historiadores y políticos han saltado a la palestra para expresar teorías de ciencias sociales, la teoría de la evolución humana y otras que contradicen la verdad de que Dios creó al hombre, para llenar los corazones y las mentes de la humanidad. Así, cada vez son menos los que creen que Dios lo creó todo, y son más los que creen en la teoría de la evolución. Más y más personas tratan los relatos de la obra de Dios y Sus palabras durante la era del Antiguo Testamento como mitos y leyendas. En sus corazones, las personas se vuelven indiferentes a la dignidad y a la grandeza de Dios, al principio de que Él existe y que domina todas las cosas. La supervivencia de la humanidad y el destino de países y naciones ya no son importantes para estas personas, y el hombre vive en un mundo vacío que se preocupa solo por comer, beber y buscar el placer… Pocas personas tienen la iniciativa de buscar dónde Dios lleva a cabo Su obra hoy o cómo preside y organiza el destino del hombre. Y, de esta forma, sin el hombre saberlo, la civilización humana se vuelve cada vez menos capaz de cumplir los deseos del hombre e, incluso, todavía hay muchos que sienten que, viviendo en un mundo así, son menos felices que aquellos que ya han muerto. Hay incluso personas de países que solían ser muy civilizados que ventilan estas quejas. Y es que sin la dirección de Dios, por mucho que los gobernantes y sociólogos se devanen los sesos para preservar la civilización humana, todo es inútil. Nadie puede llenar el vacío en el corazón del hombre, porque nadie puede ser su vida, y ninguna teoría social puede liberarlo del vacío que lo aflige. Ciencia, conocimiento, libertad, democracia, ocio, comodidad: estas cosas solo le brindan un consuelo temporal al hombre. Incluso teniendo esto, el hombre sigue pecando inevitablemente y se queja de las injusticias de la sociedad. Estas cosas no pueden refrenar su anhelo y deseo de explorar. Esto es porque la humanidad fue creada por Dios, y sus sacrificios y sus exploraciones sin sentido solo pueden llevarla a una angustia mayor y solo pueden causar que el hombre exista en un estado de miedo constante, sin saber cómo afrontar el futuro de la humanidad ni cómo hacer frente a la senda que tiene por delante. El hombre incluso llega a temer a la ciencia y al conocimiento y, más aún, al sentimiento de vacío. En este mundo, vivas en un país libre o en uno sin derechos humanos, eres totalmente incapaz de escapar al destino de la humanidad. Seas gobernador o gobernado, eres totalmente incapaz de escapar del deseo de explorar el sino, los misterios y el destino de la humanidad, mucho menos eres capaz de escapar al desconcertante sentimiento de vacío. Tales fenómenos, comunes a toda la humanidad, son llamados “fenómenos sociales” por los sociólogos, pero ningún gran hombre puede surgir y resolver estos problemas. Después de todo, el hombre es hombre, y ninguno de ellos puede reemplazar la posición y la vida de Dios. La humanidad no solo requiere una sociedad justa en la que todos estén bien alimentados y que sea igualitaria y libre; lo que necesita la humanidad es la salvación de Dios y Su provisión de vida. Solo cuando el hombre recibe la provisión de vida de Dios y Su salvación puede resolver las necesidades, el anhelo de explorar y el vacío espiritual. Si las personas de un país o nación son incapaces de recibir la salvación y el cuidado de Dios, ese país o nación irá camino del deterioro, hacia las tinieblas y Dios lo aniquilará.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Apéndice II: Dios preside el destino de toda la humanidad
De arriba abajo, y de principio a fin, Satanás ha estado perturbando la obra de Dios y actuando en oposición a Él. Toda esta conversación sobre “la herencia cultural antigua”, valioso “conocimiento de la antigua cultura”, “enseñanzas del taoísmo y confucionismo”, y “los clásicos confucianos y ritos feudales” ha llevado al hombre al infierno. La ciencia y la tecnología avanzadas modernas, así como la industria, la agricultura y los negocios altamente desarrollados no se ven por ningún sitio. Más bien, todo lo que hace es enfatizar los ritos feudales propagados por los “simios” de la antigüedad para interrumpir, oponerse y destruir deliberadamente la obra de Dios. No solo ha seguido afligiendo al hombre hasta hoy, sino que además quiere tragárselo[1] por completo. La transmisión de las enseñanzas éticas y morales del feudalismo y el legado del conocimiento de la antigua cultura han infectado a la humanidad desde hace mucho, y la han convertido en demonios grandes y pequeños. Solo hay unos cuantos que recibirían de buena gana a Dios, y que recibirían con júbilo Su venida. El rostro de la humanidad está lleno de intenciones asesinas y, en todas partes, se respira un aire de muerte. Buscan expulsar a Dios de esta tierra; cuchillos y espadas en mano, se disponen en formación de batalla para “aniquilarlo”. Todos los ídolos están esparcidos por esta tierra del diablo, donde constantemente se le enseña al hombre que no hay Dios, y el aire de encima está impregnado de un olor nauseabundo a papel e incienso quemados, tan espeso que asfixia. Parece ser el olor del lodo que flota en el aire cuando la serpiente venenosa se retuerce, tanto que no se puede evitar vomitar. Además de esto, se puede oír levemente el sonido de los demonios malignos que salmodian las escrituras, un sonido que parece provenir del infierno remoto, tanto que uno no puede evitar sentir un escalofrío. En todas partes de esta tierra se colocan ídolos de todos los colores del arcoíris, que convierten la tierra en un mundo de deleites sensuales, mientras el rey de los demonios no para de reír con malicia, como si su miserable plan hubiera tenido éxito. Mientras tanto, el hombre ignora todo esto por completo, sin tener ni idea de que el diablo ya lo ha corrompido hasta tal extremo que se ha vuelto insensible y ha bajado la cabeza derrotado. Desea borrar de un plumazo todo lo que tiene que ver con Dios, y mancillarlo y asesinarlo de nuevo. Está decidido a derribar y perturbar Su obra. ¿Cómo puede permitir que Dios tenga el mismo estatus? ¿Cómo puede tolerar que Dios “interfiera” con su obra entre los hombres en la tierra? ¿Cómo puede dejar que Dios desenmascare su odioso rostro? ¿Cómo puede permitir que Dios haga caer su obra en el desorden? ¿Cómo puede este diablo, apoplético de ira, permitir que Dios tenga control sobre su corte imperial en la tierra? ¿Cómo puede inclinarse voluntariamente ante Su poder superior? Su odioso rostro se ha revelado tal como es, de manera que uno no sabe si reír o llorar, y resulta verdaderamente difícil hablar de ello. ¿Acaso no es esta su sustancia? Con un alma fea, sigue creyéndose increíblemente hermoso. ¡Esa banda de cómplices criminales[2]! Descienden al reino de los mortales para complacerse en los placeres y causar una conmoción, agitando tanto las cosas que el mundo se convierte en un lugar voluble e inconstante y el corazón del hombre se llena de pánico e inquietud, y han jugado tanto con el hombre que su apariencia se ha convertido en la de una bestia inhumana del campo, sumamente fea, y de la cual se ha perdido hasta el último rastro del hombre santo original. Además, incluso desean asumir el poder soberano en la tierra. Obstaculizan tanto la obra de Dios que esta apenas puede avanzar, y estrechan al hombre tan firmemente como los muros de cobre y acero. Habiendo cometido tantos pecados graves y causado tantos desastres, ¿todavía están esperando otra cosa que el castigo? Los demonios y los espíritus malignos han estado causando estragos en la tierra durante un tiempo, han bloqueado la voluntad y el meticuloso esfuerzo de Dios hasta el punto en que son impenetrables. ¡Qué pecado mortal! ¿Cómo puede Dios no sentirse angustiado? ¿Cómo no airarse? Se han opuesto a la obra de Dios y la han obstaculizado severamente: ¡Qué rebeldes!
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (7)
Notas al pie:
1. “Tragarlo” se refiere a la violenta conducta del rey de los demonios, que saquea al pueblo en su totalidad.
2. Los “cómplices criminales” son del mismo tipo que “una banda de rufianes”.
Satanás corrompe a las personas mediante la educación y la influencia de gobiernos nacionales, de los famosos y los grandes. Sus palabras demoníacas se han convertido en la vida y naturaleza del hombre. “Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda” es un conocido dicho satánico que ha sido infundido en todos y esto se ha convertido en la vida del hombre. Hay otras palabras de la filosofía de vida que también son así. Satanás utiliza la cultura tradicional de cada nación para educar, engañar y corromper a las personas, provocando que la humanidad caiga y sea envuelta en un abismo infinito de destrucción, y al final Dios destruye a las personas porque sirven a Satanás y se resisten a Dios. Algunas personas han trabajado como funcionarios públicos en la sociedad durante décadas. Imagina que le haces la siguiente pregunta: “Te ha ido tan bien en esa función, ¿cuáles son los principales dichos famosos por los que te riges?”. Podría decir, “Si hay algo que entiendo, es esto: ‘Los funcionarios facilitan las cosas a quienes traen obsequios, los que no adulan ni halagan no consiguen nada’”. Esta es la filosofía satánica en la que se basa su carrera. ¿Acaso estas palabras no son representativas de la naturaleza de estas personas? No escatimar ningún medio para obtener posición se ha convertido en su naturaleza; el funcionariado y el éxito profesional son sus metas. Sigue habiendo muchos venenos satánicos en la vida de las personas, en su conducta y comportamiento. Por ejemplo, sus filosofías de vida, sus formas de hacer las cosas y sus máximas están todas llenas de los venenos del gran dragón rojo, y proceden por entero de Satanás. Así pues, todas las cosas que fluyen a través de los huesos y la sangre de las personas son de Satanás. Todos esos funcionarios, aquellos que están en el poder y quienes logran el éxito tienen sus propias sendas y sus propios secretos para llegar a él. ¿No son tales secretos perfectamente representativos de su naturaleza? Han hecho cosas muy grandes en el mundo, y nadie puede darse cuenta de los planes e intrigas que se esconden tras ellos. Esto muestra cuán insidiosa y venenosa es su naturaleza. Satanás ha corrompido profundamente a la humanidad. El veneno de Satanás fluye por la sangre de todas las personas, y se puede decir que la naturaleza del hombre es corrupta, malvada, antagonista y opuesta a Dios, llena e inundada de las filosofías y los venenos de Satanás. Se ha convertido por entero en la esencia naturaleza de Satanás. Por este motivo la gente se resiste y se opone a Dios.
La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Cómo conocer la naturaleza del hombre
Durante el proceso en que el hombre adquiere el conocimiento, Satanás emplea todo tipo de método, ya sea explicar historias, darle simplemente un poco de conocimiento individual o permitirle satisfacer sus propios deseos o ambiciones. ¿Por qué camino quiere conducirte Satanás? Las personas creen que no hay nada malo en aprender conocimiento, que es completamente natural. Para decirlo de manera que suene bien, fomentar nobles ideales o tener ambiciones es tener motivación, y esta debería ser la senda correcta en la vida. ¿No es una forma más gloriosa de vivir para las personas poder realizar sus propios ideales, establecer una carrera con éxito? Al hacer todas estas cosas, uno no solo puede honrar a los antepasados, sino que también tiene la oportunidad de dejar una marca en la historia, ¿no es una cosa buena? Esto es algo bueno a los ojos de las personas mundanas y para ellas esto debe ser apropiado y positivo. Sin embargo, ¿acaso Satanás, con sus motivos siniestros, no lleva a las personas a este tipo de camino y eso es todo? Por supuesto que no. En realidad, independientemente de lo nobles que sean los ideales del hombre, de lo realistas que sean sus deseos o de lo adecuados que puedan ser, todo lo que el hombre quiere lograr, todo lo que busca está inextricablemente vinculado a dos palabras. Ambas son de vital importancia para la vida de cada persona y son cosas que Satanás pretende infundir en el hombre. ¿Qué dos palabras son? Son “fama” y “ganancia”. Satanás usa un tipo de método muy sutil, un método muy de acuerdo con las nociones de las personas, que no es radical en absoluto, a través del cual hace que las personas acepten sin querer su forma de vivir, sus normas de vida, y para establecer metas y una dirección en la vida, y al actuar así, llegan, sin saberlo, a tener ambiciones en la vida. Independientemente de lo grandes que estas ambiciones parezcan, están inextricablemente vinculadas a la “fama” y la “ganancia”. Todo lo que cualquier persona importante o famosa y, en realidad, todas las personas, siguen en la vida solo se relaciona con estas dos palabras: “fama” y “ganancia”. Las personas piensan que una vez que han obtenido la fama y la ganancia, pueden sacar provecho de ellas para disfrutar de un estatus alto y de una gran riqueza, y disfrutar de la vida. Piensan que la fama y ganancia son un tipo de capital que pueden usar para obtener una vida de búsqueda del placer y disfrute excesivo de la carne. En nombre de esta fama y ganancia que tanto codicia la humanidad, de buena gana, aunque sin saberlo, las personas entregan su cuerpo, su mente, todo lo que tienen, su futuro y su destino a Satanás. Lo hacen sin dudarlo ni un momento, ignorando siempre la necesidad de recuperar todo lo que han entregado. ¿Pueden las personas conservar algún control sobre sí mismas una vez que se han refugiado en Satanás de esta manera y se vuelven leales a él? Desde luego que no. Están total y completamente controladas por Satanás. Se han hundido de un modo completo y total en un cenagal y son incapaces de liberarse a sí mismas. Una vez que alguien está atascado en la fama y la ganancia, deja de buscar lo que es brillante, lo justo o esas cosas que son hermosas y buenas. Esto se debe a que el poder seductor que la fama y la ganancia tienen sobre las personas es demasiado grande; se convierten en cosas que las personas persiguen durante toda su vida, y hasta por toda la eternidad sin fin. ¿No es esto verdad? Algunos dirán que aprender conocimiento no es más que leer libros o aprender unas cuantas cosas que todavía no saben, como para no quedarse atrasados en el tiempo o que el mundo no los deje atrás. El conocimiento solo se aprende para poder poner comida en la mesa, para su propio futuro o para proveer las necesidades básicas. ¿Hay alguien que podría soportar una década de duro estudio solo para las necesidades básicas, para resolver tan solo la cuestión de la comida? No, no hay nadie así. ¿Para qué sufre una persona estas dificultades por todos estos años? Es por la fama y la ganancia. La fama y la ganancia les esperan en la distancia, llamándoles, y creen que solo por su propia diligencia, sus dificultades y su lucha podrán seguir ese camino que les llevará a lograr fama y ganancia. Una persona así debe sufrir estas dificultades por su propia senda futura, para su disfrute futuro y para obtener una vida mejor. ¿Qué diantres es este conocimiento, me lo podéis decir? ¿No es las reglas y filosofías de vida que Satanás infunde en el hombre, como “Ama al partido, ama al país y ama tu religión” y “El hombre sabio se somete a las circunstancias”? ¿Acaso no son los “ideales elevados” de la vida que Satanás infunde en el hombre? Tomad, por ejemplo, las ideales de grandes personas, la integridad de los famosos o el valiente espíritu de personajes heroicos, o la caballerosidad y la amabilidad de los protagonistas y los espadachines de las novelas de artes marciales, ¿no son estas todas las maneras en las que Satanás infunde estos ideales? Estas ideas influyen a una generación tras otra, y las personas en cada generación son llevadas a aceptarlas. Luchan constantemente en la búsqueda de “ideales elevados” por los que incluso sacrificarán su vida. Este es el medio y el enfoque a través de los cuales Satanás utiliza el conocimiento para corromper a las personas. Así pues, una vez que Satanás conduce a las personas hacia esta senda, ¿son ellas capaces de obedecer y adorar a Dios? ¿Y son capaces de aceptar Sus palabras y buscar la verdad? Por supuesto que no, porque Satanás las ha extraviado. Veamos nuevamente el conocimiento, los pensamientos y las opiniones que Satanás infunde en la gente: ¿estas cosas contienen las verdades de la obediencia a Dios y la adoración de Dios? ¿Están presentes las verdades de temer a Dios y apartarse del mal? ¿Están las palabras de Dios? ¿Hay algo en ellos que se relacione con la verdad? En absoluto, tales cosas están totalmente ausentes. ¿Podéis estar seguros de que las cosas que Satanás infunde en las personas no contienen nada de verdad? No os atrevéis, pero no importa. Siempre y cuando reconozcas que “fama” y “ganancia” son las dos palabras clave que Satanás usa para atraer a la gente a entrar en la senda del mal, entonces eso es suficiente.
[…] De modo que Satanás usa fama y ganancia para controlar los pensamientos del hombre hasta que todas las personas solo puedan pensar en ellas. Por la fama y la ganancia luchan, sufren dificultades, soportan humillación, y sacrifican todo lo que tienen, y harán cualquier juicio o decisión en nombre de la fama y la ganancia. De esta forma, Satanás ata a las personas con cadenas invisibles y no tienen la fuerza ni el valor de deshacerse de ellas. Sin saberlo, llevan estas cadenas y siempre avanzan con gran dificultad. En aras de esta fama y ganancia, la humanidad evita a Dios y le traiciona, y se vuelve más y más perversa. De esta forma, entonces, se destruye una generación tras otra en medio de la fama y la ganancia de Satanás.
La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único VI
¿Cómo usa Satanás la ciencia para corromper a las personas? […] Simplemente les permite ver los objetos del mundo físico y satisfacer la curiosidad del hombre, pero no le permite al hombre ver las leyes por las que Dios tiene dominio sobre todas las cosas. El hombre parece encontrar respuestas en la ciencia, pero estas son desconcertantes y solo traen satisfacción temporal, una satisfacción que solo sirve para confinar el corazón del hombre al mundo material. Los hombres sienten que han recibido las respuestas en la ciencia, así que, en cualquier asunto que surja, ellos usan sus opiniones científicas para probarlo y aceptarlo. La ciencia seduce y posee el corazón del hombre hasta el punto en que este ya no tiene la mentalidad para conocer a Dios, adorarlo y creer que todas las cosas proceden de Él, y que debería buscar las respuestas en Él. ¿No es esto cierto? Cuanto más creen las personas en la ciencia, más absurdas se vuelven, creyendo que todo tiene una solución científica, que la investigación puede resolverlo todo. No buscan a Dios ni creen que Él exista. Existen muchos creyentes en Dios de larga data que, al enfrentarse a un problema, usan un ordenador para buscar cosas y encontrar respuestas; solo creen en el conocimiento científico. No creen que las palabras de Dios sean la verdad, no creen que Sus palabras puedan resolver todos los problemas de la humanidad, no ven los innumerables problemas humanos desde la perspectiva de la verdad. Más allá de cuál sea el problema que enfrenten, jamás oran a Dios ni intentan conseguir una solución buscando la verdad en Sus palabras. En muchos asuntos, preferirían creer que el conocimiento puede resolver el problema; para ellos, la ciencia es la respuesta definitiva. Dios está totalmente ausente del corazón de tales personas. Son incrédulos, y sus opiniones sobre la fe en Dios no son diferentes de las de muchos académicos y científicos destacados que siempre tratan de examinar a Dios a través de métodos científicos. Por ejemplo, muchos expertos religiosos han ido a la montaña donde reposó el arca, y así probaron su existencia. Pero en la apariencia del arca no ven la existencia de Dios. Solo creen en los relatos y la historia; este es el resultado de su investigación científica y de su estudio del mundo material. Si investigas cosas materiales, ya sea la microbiología, la astronomía, o la geografía, nunca encontrarás un resultado que determine que Dios existe o que tiene soberanía sobre todas las cosas. ¿Qué hace, pues, la ciencia por el hombre? ¿No lo distancia de Dios? ¿No hace que la gente someta a Dios a estudios? ¿No hace que las personas duden más sobre la existencia y la soberanía de Dios y, así, lo niegan y lo traicionan? Esta es la consecuencia. Así pues, cuando Satanás usa la ciencia para corromper al hombre, ¿qué objetivo intenta conseguir? Quiere utilizar conclusiones científicas para engañar y paralizar a las personas y usar respuestas ambiguas para aferrarse a su corazón, de forma que no busquen ni crean en la existencia de Dios. Así pues, esta es la razón por la que digo que la ciencia es una de las formas mediante las cuales Satanás corrompe a las personas.
La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único V
Satanás corrompe y controla al hombre a través de las tendencias sociales. Las tendencias sociales abarcan muchos aspectos, incluidas distintas áreas como la adoración de personalidades grandes y famosas, así como de ídolos del cine y la música, la adoración de celebridades, juegos en línea, etcétera; todo esto es parte de las tendencias sociales, y no hay necesidad de ahondar en detalles al respecto. Solo hablaremos de las ideas que las tendencias sociales producen en las personas, la forma en que las hacen comportarse en el mundo, y las metas y la perspectiva de vida que generan en los seres humanos. Son muy importantes; pueden controlar e influenciar los pensamientos y las opiniones de la gente. Estas tendencias surgen una tras otra y todas ellas conllevan una influencia malvada que degenera continuamente a la humanidad, provoca que las personas pierdan conciencia, humanidad y razón, rebaja su moral y su calidad de personalidad cada vez más, hasta el punto de que se puede incluso afirmar que la mayoría de las personas no tienen ahora personalidad ni humanidad, ni conciencia, ni mucho menos razón. ¿Cuáles son, pues, esas tendencias sociales? No las puedes ver a simple vista. Cuando sopla el viento de una tendencia en el mundo, tal vez solo un pequeño número de personas estarán a la vanguardia, serán los que marquen la tendencia. Empiezan a hacer este tipo de cosas, luego aceptan este tipo de idea o este tipo de perspectiva. La mayoría de las personas, sin embargo, en medio de su inconsciencia seguirán estando continuamente infectadas, atraídas y asimiladas por esta tendencia de forma inconsciente, hasta que la aceptan sin darse cuenta y de forma involuntaria, y todos quedan sumergidos en ella y son controlados por ella. Una tras otra, esas tendencias hacen que las personas, que no tienen un cuerpo y una mente sanos, que no saben qué es la verdad y no pueden distinguir entre cosas positivas y negativas, las acepten felizmente, así como los puntos de vista sobre la vida y los valores que provienen de Satanás. Aceptan lo que este les dice sobre cómo plantearse la vida y la forma de vivir que Satanás les “concede”, y no tienen la fuerza ni la capacidad, y, mucho menos, la conciencia para resistirse. […]
Al ver este tipo de tendencias sociales, ¿dirías que tienen gran influencia sobre las personas? ¿Tienen un efecto profundamente perjudicial en ellas? Tienen un efecto muy profundamente dañino en las personas. ¿Para corromper qué aspectos del hombre utiliza Satanás cada una de estas tendencias? Satanás principalmente corrompe la conciencia, la razón, la humanidad, la moral y las perspectivas vitales del hombre. ¿Y estas tendencias sociales no degradan y corrompen poco a poco a la gente? Satanás usa estas tendencias sociales para atraer a las personas, paso a paso, hasta que entran en un nido de diablos, para que aquellos que se enreden en las tendencias sociales aboguen, inconscientemente, por el dinero y los deseos materiales, la maldad y la violencia. Una vez que estas cosas han entrado en el corazón del hombre, ¿en qué se convierte este? ¡El hombre se convierte en el diablo, Satanás! ¿Por qué? Porque ¿qué inclinación psicológica existe en el corazón del hombre? ¿Qué adora el hombre? Empieza a complacerse en la maldad y la violencia, sin mostrar placer por la belleza, la bondad, y mucho menos la paz. Las personas no están dispuestas a vivir la vida sencilla de la humanidad normal, sino que en su lugar desean disfrutar de un alto estatus y de gran riqueza, gozar de los placeres de la carne, no escatimar esfuerzo alguno para satisfacer su propia carne, sin restricciones, sin lazos que las retengan; en otras palabras, de hacer cualquier cosa que deseen. Por tanto, cuando el hombre está inmerso en estas clases de tendencias, ¿puede el conocimiento que has aprendido ayudarte a liberarte? ¿Puede tu conocimiento de la cultura tradicional y las supersticiones ayudarte a escapar de este nefasto dilema? ¿Pueden la moral y las ceremonias tradicionales que el hombre conoce ayudar a la gente a ejercer control? Tomemos como ejemplo las Analectas y el Dào Dé Jīng. ¿Pueden ayudar a que las personas saquen los pies del lodazal de estas tendencias malignas? De ningún modo. Por tanto, el hombre se vuelve cada vez más malvado, arrogante, condescendiente, egoísta, y malicioso. Ya no hay afecto entre las personas ni amor entre los miembros de la familia, y ya no hay ningún tipo de comprensión entre parientes y amigos; las relaciones humanas están caracterizadas por la violencia. Cada persona busca usar métodos violentos para vivir en medio de sus congéneres; se apoderan del pan diario con violencia y ganan posiciones y obtienen beneficios usando violencia, y usan medios violentos y malvados para hacer todo lo que quieren. ¿No es terrorífica esta humanidad? Sí que lo es, muchísimo. No solo crucificaron a Dios, sino que masacrarían a todos los que lo siguen, porque el hombre es demasiado perverso.
La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único VI
Satanás se gana su reputación engañando a la gente y a menudo se establece como una vanguardia y un modelo de justicia. Bajo la falsa pretensión de la salvaguarda de la justicia, lastima a la gente, devora su alma y emplea toda clase de medios para paralizar, engañar y provocar al hombre. Su objetivo es que el hombre apruebe y siga con su conducta malvada, hacer que el hombre se una a él en oposición a la autoridad y la soberanía de Dios. Sin embargo, cuando uno descubre sus artimañas y conspiraciones y descubre sus rasgos viles, y cuando uno no desea continuar siendo pisoteado y engañado por él o seguir esclavizado o castigado y destruido junto a él, entonces Satanás cambia sus rasgos previamente santos y se quita su falsa máscara para revelar su verdadero rostro, que es malvado, despiadado, feo y salvaje. No querría nada más que exterminar a todos aquellos que se niegan a seguirle y se oponen a sus fuerzas malvadas. En este punto, Satanás ya no puede asumir más un aspecto digno de confianza, caballeroso; en su lugar, sus rasgos verdaderamente feos y diabólicos se revelan bajo el disfraz de cordero. Una vez que las estratagemas de Satanás salen a la luz y quedan expuestos sus verdaderos rasgos, este montará en cólera y exhibirá su barbarie. Después de esto, su deseo de lastimar y devorar a las personas solo se intensificará. Esto porque se enfurece cuando el hombre despierta a la verdad y desarrolla un poderoso carácter vengativo hacia el hombre por su aspiración de anhelar la libertad y la luz, y escaparse de su prisión. Su furia tiene el propósito de defender y hacer valer su maldad, y es también una verdadera revelación de su naturaleza salvaje.
En todo asunto, el comportamiento de Satanás pone de manifiesto su naturaleza malvada. A partir de los actos malvados que Satanás ha llevado a cabo sobre el hombre —desde sus primeros esfuerzos para engañar al hombre a seguirle, hasta su explotación de este, en la que lo arrastra hacia sus hechos malvados, al carácter vengativo de Satanás hacia el hombre después de que sus verdaderos rasgos hayan quedado expuestos y el hombre lo haya reconocido y abandonado— ninguno de estos actos es incapaz de descubrir la esencia malvada de Satanás ni demuestra el hecho de que Satanás no tenga relación con las cosas positivas ni sea fuente de todas las cosas malvadas. Cada una de sus acciones salvaguarda su mal, mantiene la continuación de sus actos malvados, va en contra de las cosas justas y positivas, y destruye las leyes y el orden de la existencia normal de la humanidad. Estos actos de Satanás son hostiles a Dios y serán destruidos por la ira de Dios.
La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único II
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