276 Presten atención al destino de la humanidad
Ⅰ
Dios apremia a la gente de toda etnia,
de toda nación e industria:
A escuchar la voz de Dios y Su obra ver;
y atiendan el destino de la humanidad;
hagan a Dios el más santo y honorable,
supremo y único objeto de adoración;
permitan a toda la humanidad vivir bajo la bendición de Dios,
como los descendientes de Abraham
vivieron el compromiso de Jehová,
como creaturas de Dios,
Eva y Adán vivieron en el jardín del Edén.
Ⅱ
La obra de Dios, ola que crece con poder;
nada lo detiene a Él o a Sus pies.
Sólo escuchando Su palabra y buscándolo,
y Su promesa recibir, Sus pasos seguir.
Los demás encararán el exterminio
y obtendrán la merecida expiación.
Dios apremia a la gente de toda etnia,
de toda nación e industria:
A escuchar la voz de Dios y Su obra ver;
y atiendan el destino de la humanidad,
y atiendan el destino de la humanidad.
Adaptado de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Apéndice II: Dios preside el destino de toda la humanidad