283 La vida del hombre está totalmente bajo la soberanía de Dios
I
Si una persona solo cree en el destino, incluso si es profundamente sensible a ello, pero no es capaz aún de conocer y reconocer la soberanía del Creador sobre el destino de la humanidad, someterse a ella y aceptarla, entonces su vida no será más que una tragedia, una vida vivida en vano, un vacío; seguirán siendo incapaces de rendirse al dominio del Creador, de convertirse en un ser humano creado en el sentido más puro de la frase, y de disfrutar de Su aprobación. Una persona que conoce y experimenta verdaderamente la soberanía del Creador debería estar en un estado activo, no negativo ni impotente. Si bien tal persona aceptaría que todas las cosas están destinadas, debería poseer una definición precisa de la vida y el destino: que toda vida está sujeta a la soberanía del Creador.
II
Cuando uno mira atrás el camino que ha recorrido, cuando uno rememora cada fase de su viaje, ve que, en cada paso, ya fuera el viaje arduo o liso, Dios estaba dirigiendo su senda y planificándola. Fueron los arreglos meticulosos de Dios, Su planificación cuidadosa, los que llevaron a uno, inconscientemente, hasta hoy. Poder aceptar la soberanía del Creador, recibir Su salvación, ¡qué gran suerte! Cuando uno mira atrás a su viaje, cuando experimenta de verdad la soberanía de Dios, deseará someterse con más sinceridad a todo lo que Dios ha organizado, tendrá más determinación y confianza para dejar que Dios orqueste su destino, para dejar de rebelarse contra Dios.
de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único III