102 Que Dios conmueva de nuevo nuestro espíritu
Ⅰ
¡Oh, Dios!
Que Tu Espíritu conceda la gracia sobre el pueblo en la tierra,
y así mi corazón se vuelva hacia Ti,
y así mi espíritu se conmueva,
y pueda ver Tu hermosura en mi espíritu y corazón,
y todos vean Tu belleza.
¡Oh, Dios!
Que Tu Espíritu vuelva a conmover nuestros espíritus,
para que nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.
Vuelve a conmovernos, vuelve a conmovernos, Dios.
Para que nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.
¡Oh, Dios!
Ⅱ
Dios primero pone a prueba nuestro corazón.
Conmoverá nuestro espíritu al volcar el corazón a Él.
Sólo en el espíritu vemos que Dios es grande, es hermoso y supremo.
Ese es el camino del Espíritu en el hombre.
¡Oh, Dios!
Que Tu Espíritu vuelva a conmover nuestros espíritus,
para que nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.
Sí, vuelve a conmovernos, vuelve a conmovernos, Dios.
Para que nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.
¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios!
Que Tu Espíritu vuelva a conmover nuestros espíritus,
para que nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.
Sí, vuelve a conmovernos, vuelve a conmovernos, Dios.
Para que nuestro amor sea eterno y no cambie nunca.
¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios!