37 Las dinámicas de la obra de Dios en el universo
I
Muchos años he pasado entre los hombres; sin embargo, el hombre siempre ha permanecido ignorante y nunca me ha conocido. Hoy le digo esto con Mi propia boca, para que todas las personas puedan presentarse ante Mí para recibir algo de Mi parte, pero siguen manteniéndose distanciados de Mí, y, por tanto, no me conocen. Cuando Mis pasos caminen a través del universo y hasta los confines de la tierra, el hombre comenzará a reflexionar sobre sí mismo, y toda la gente vendrá a Mí, se inclinará ante Mí y me adorará. Este será el día en que obtenga gloria, el día de Mi regreso y también el día de Mi partida.
II
Ahora, ya he comenzado Mi obra entre toda la humanidad; me he embarcado formalmente en el final de Mi plan de gestión en todo el universo. De ahora en adelante, los que no sean prudentes estarán sujetos a ser sumergidos dentro del castigo sin piedad y esto podría ocurrir en cualquier momento. Esto no es porque Yo no tenga corazón, sino que es un paso de Mi plan de gestión; todo debe suceder de acuerdo con los pasos de Mi plan, y ningún hombre puede cambiar esto.
III
Cuando comienzo formalmente Mi obra, todas las personas se mueven cuando Yo me muevo, de tal manera que, en todo el universo, las personas se mantienen ocupadas siguiendo el mismo paso que Yo; todo el universo está en un estado de “ajetreo festivo”, y el hombre es impulsado por Mí. Como consecuencia, el gran dragón rojo mismo es puesto por Mí en un estado de frenesí y de desconcierto y sirve a Mi obra, y, a pesar de no estar dispuesto, es incapaz de seguir sus propios deseos, pero no le queda otra opción más que “someterse a Mis instrumentaciones”.
IV
En todos Mis planes, el gran dragón rojo es Mi contraste, Mi enemigo, y, también, Mi sirviente; así pues, nunca he flexibilizado Mis “requisitos” con respecto a él. Por lo tanto, la etapa final de la obra de Mi encarnación se completa en su casa, lo que es más propicio para que el gran dragón rojo me sirva a Mí de forma adecuada, por medio de lo cual Yo lo conquistaré y completaré Mi plan. Mientras obro, todos los ángeles se embarcan conmigo en la batalla decisiva, resueltos a satisfacer Mis intenciones en la etapa final, para que la gente en la tierra se rinda ante Mí como los ángeles y no tenga deseo alguno de oponerse a Mí, ni de hacer nada para traicionarme. Estas son las dinámicas de Mi obra a lo largo del universo.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 29