Nadie que sea de la carne puede escapar del día de la ira

Hoy, os amonesto de este modo por el bien de vuestra propia supervivencia, para que Mi obra avance sin problemas y Mi obra inaugural en el universo entero pueda llevarse a cabo de manera más adecuada y perfecta, revelando Mis palabras, autoridad, majestad y juicio a las personas de todos los países y naciones. La obra que llevo a cabo entre vosotros es el comienzo de Mi obra a lo largo de todo el universo. A pesar de que ahora ya es el tiempo de los últimos días, sabed que los “últimos días” no es más que un nombre para una era: al igual que la Era de la Ley y la Era de la Gracia, se refiere a una era e indica una era completa, en lugar de unos pocos años o meses finales. Sin embargo, los últimos días son considerablemente diferentes de la Era de la Gracia y de la Era de la Ley. La obra de los últimos días no se lleva a cabo en Israel, sino entre los gentiles; es la conquista ante Mi trono de gente de todas las naciones y tribus fuera de Israel, para que Mi gloria pueda llenar todo el cosmos y el firmamento a lo largo del universo. Es para que Yo pueda obtener una mayor gloria, para que todas las criaturas de la tierra puedan transmitir Mi gloria a todas las naciones, de generación en generación por siempre, y todas las criaturas en el cielo y en la tierra puedan ver toda la gloria que Yo he obtenido en la tierra. La obra realizada durante los últimos días es la obra de conquista. No es la guía de las vidas de todas las personas sobre la tierra, sino la conclusión de la milenaria e imperecedera vida de sufrimiento de la humanidad en la tierra. Como consecuencia, la obra de los últimos días no puede ser similar a los varios miles de años de obra en Israel, ni puede ser como los varios años de obra en Judea que continuó durante dos milenios hasta la segunda encarnación de Dios. La gente de los últimos días solo se encuentra con la reaparición del Redentor en la carne y recibe la obra y las palabras personales de Dios. No pasarán dos mil años antes de que los últimos días lleguen a su fin; son breves, como el tiempo en el que Jesús llevó a cabo la obra de la Era de la Gracia en Judea. Esto se debe a que los últimos días son la conclusión de toda la era. Son la terminación y el fin del plan de gestión de Dios de seis mil años, y concluyen el viaje de sufrimiento de la vida de la humanidad. No llevan a toda la humanidad hacia una nueva era ni permiten que la vida de la humanidad continúe. Eso no tendría ninguna relevancia para Mi plan de gestión o para la existencia del hombre. Si la humanidad continuara de esta manera, entonces tarde o temprano sería totalmente devorada por el diablo y esas almas que me pertenecen serían al final arruinadas por sus manos. Mi obra tiene una duración de apenas seis mil años y prometí que, de igual manera, el control del maligno sobre toda la humanidad no duraría más de seis mil años. Así que ya no queda tiempo. No voy a seguir ni voy a retrasarme por más tiempo: durante los últimos días, aplastaré a Satanás, recobraré toda Mi gloria y recuperaré todas las almas que me pertenecen en la tierra, de manera que estas almas afligidas puedan escapar del mar de sufrimiento y, así, concluirá toda Mi obra en la tierra. A partir de este día, nunca más me haré carne en la tierra y nunca más Mi Espíritu, que lo controla todo, obrará sobre la tierra. Sólo voy a rehacer la humanidad en la tierra, una humanidad que sea santa y que sea Mi ciudad fiel en la tierra. Pero debéis saber que Yo no voy a aniquilar al mundo entero ni a toda la humanidad. Mantendré ese tercio restante, el tercio que me ama y que ha sido conquistado completamente por Mí, y haré que este tercio sea fructífero y se multiplique en la tierra, al igual que lo hicieron los israelitas bajo la ley, alimentándolos con abundancia de ovejas y ganado y todas las riquezas de la tierra. Esta humanidad permanecerá conmigo para siempre; sin embargo, no será la raza humana deplorablemente sucia de hoy, sino una raza humana que sea una asamblea de todos los que han sido ganados por Mí. Una humanidad como esta no será dañada, perturbada ni asediada por Satanás y será la única raza humana que exista sobre la tierra después de que Yo haya triunfado sobre Satanás. Es la humanidad que hoy ha sido conquistada por Mí y que ha obtenido Mi promesa. Por lo que la raza humana que ha sido conquistada en los últimos días será también la humanidad que permanecerá y obtendrá Mis bendiciones eternas. Será la única evidencia de Mi triunfo sobre Satanás y los únicos botines de la batalla contra Satanás. Yo salvo estos botines de guerra del campo de acción de Satanás y son la única cristalización y fruto de Mi plan de gestión de seis mil años. Ellos provienen de todas las naciones y denominaciones, y de cada lugar y país en todo el universo. Son de diferentes razas y tienen diferentes idiomas, costumbres y colores de piel, y están extendidos a lo largo de todas las naciones y denominaciones de toda la tierra e incluso de cada rincón del mundo. Finalmente, se reunirán para formar una raza humana completa, una asamblea de hombres inalcanzable por las fuerzas de Satanás. Aquellos entre los hombres que no hayan sido salvados ni conquistados por Mí se hundirán en silencio en las profundidades del mar y arderán consumidos por Mis llamas por toda la eternidad. Voy a aniquilar a esta antigua humanidad supremamente inmunda, tal como aniquilé a los varones primogénitos y al ganado de Egipto y dejé solo a los israelitas, que comieron carne de cordero, bebieron sangre de cordero y marcaron los dinteles de sus puertas con sangre de cordero. ¿Acaso las personas que han sido conquistadas por Mí y que son de Mi familia no son las mismas que comen la carne del Cordero, que soy Yo, y beben la sangre del Cordero, que soy Yo, y que han sido redimidas por Mí y me adoran? ¿No están estas personas acompañadas siempre de Mi gloria? ¿No están ya aquellos que no tienen la carne del Cordero, que soy Yo, hundidos en silencio en las profundidades del mar? Hoy os oponéis a Mí y hoy Mis palabras son iguales a las pronunciadas por Jehová a los hijos y nietos de Israel. Sin embargo, la dureza en el fondo de vuestros corazones está acumulando Mi ira, trayendo más sufrimiento sobre vuestra carne, más juicio sobre vuestros pecados y más ira sobre vuestra injusticia. ¿Quién podría salvarse de Mi día de la ira cuando me tratáis hoy de esta manera? ¿La injusticia de quién podría escapar de Mis ojos de castigo? ¿Los pecados de quién podrían escapar de Mis manos, las del Todopoderoso? ¿El desafío de quién podría escapar de Mi juicio, el del Todopoderoso? Yo, Jehová, así hablo a vosotros, los descendientes de la familia de los gentiles, y las palabras que os digo rebasan todas las declaraciones de la Era de la Ley y de la Era de la Gracia; sin embargo, vosotros sois más duros que todo el pueblo de Egipto. ¿Acaso no acumuláis Mi ira mientras hago Mi obra reposadamente? ¿Cómo podéis escapar ilesos de Mi día, el del Todopoderoso?

He obrado y hablado de esta manera entre vosotros, he gastado tanta energía y esfuerzo; sin embargo, ¿cuándo habéis escuchado lo que os digo claramente? ¿Dónde os habéis inclinado ante Mí, el Todopoderoso? ¿Por qué me tratáis así? ¿Por qué todo lo que decís y hacéis provoca Mi ira? ¿Por qué son tan duros vuestros corazones? ¿Acaso alguna vez os he golpeado? ¿Por qué no hacéis nada más que ponerme triste y ansioso? ¿Estáis esperando que venga sobre vosotros el día de Mi ira, la de Jehová? ¿Estáis esperando a que Yo lance la ira provocada por vuestra desobediencia? ¿Acaso todo lo que hago no es por vosotros? Sin embargo, siempre me habéis tratado a Mí, Jehová, de esta manera: robando Mis sacrificios, llevándoos las ofrendas de Mi hogar altar a la guarida del lobo para alimentar a los cachorros y a las crías de los cachorros; la gente se pelea entre sí, enfrentándose con miradas llenas de rabia y espadas y lanzas, echando Mis palabras, las del Todopoderoso, a la letrina para que se vuelvan tan inmundas como excrementos. ¿Dónde está vuestra integridad? ¡Vuestra humanidad se ha convertido en bestialidad! Vuestros corazones hace ya tiempo que se han convertido en roca. ¿Acaso no sabéis que cuando llegue Mi día de ira, será el momento en que Yo juzgue la maldad que hoy cometéis contra Mí, el Todopoderoso? ¿Creéis que, engañándome de esta manera, arrojando Mis palabras al fango y no escuchándolas, creéis que al actuar así a Mis espaldas podéis escapar de Mi mirada iracunda? ¿No sabéis acaso que ya Mis ojos, los de Jehová, os vieron cuando robasteis Mis sacrificios y codiciasteis Mis posesiones? ¿No sabéis que cuando robasteis Mis sacrificios, lo hicisteis delante del altar en el que estos se ofrecen? ¿Cómo os podéis considerar lo suficientemente inteligentes como para engañarme de esta manera? ¿Cómo podría Mi ira apartarse de vuestros pecados atroces? ¿Cómo podría Mi furia rabiosa pasar por alto vuestras malvadas acciones? El mal que hoy cometéis no os abre ninguna salida, sino que más bien acumula castigo para el mañana; desencadena Mi castigo, el del Todopoderoso, hacia vosotros. ¿Cómo podrían vuestras malvadas acciones y vuestras malvadas palabras escapar de Mi castigo? ¿Cómo podrían vuestros ruegos llegar a Mis oídos? ¿Cómo podría Yo abrir una salida para vuestra injusticia? ¿Cómo podría dejar de lado vuestras acciones malvadas que me desafían? ¿Cómo no podría Yo cortar vuestras lenguas tan venenosas como la de una serpiente? Vosotros no me invocáis por el bien de vuestra justicia, sino que más bien acumuláis más de Mi ira como resultado de vuestra injusticia. ¿Cómo podría perdonaros? Ante Mis ojos, los del Todopoderoso, vuestras palabras y acciones son inmundas. Mis ojos, los del Todopoderoso, ven vuestra injusticia como castigo implacable. ¿Cómo podrían Mi castigo y juicio justos apartarse de vosotros? Debido a que me hacéis esto, lo que me pone triste e iracundo, ¿cómo podría dejaros escapar de Mis manos y alejaros del día en que Yo, Jehová, os castigue y maldiga? ¿Acaso no sabéis que todas vuestras palabras y declaraciones malvadas ya han llegado a Mis oídos? ¿Acaso no sabéis que vuestra injusticia ya ha mancillado Mi santo manto de justicia? ¿Acaso no sabéis que vuestra desobediencia ya ha provocado Mi ira vehemente? ¿Acaso no sabéis que hace mucho tiempo que me habéis dejado enfurecido, y que desde hace mucho tiempo habéis puesto a prueba Mi paciencia? ¿Acaso no sabéis que ya habéis dañado Mi carne hasta hacerla jirones? He soportado hasta ahora, de tal manera que libero Mi ira y ya no seré más tolerante con vosotros. ¿Acaso no sabéis que vuestras malvadas acciones ya han llegado a Mis ojos y que Mis clamores ya han llegado a los oídos de Mi Padre? ¿Cómo puede Él permitir que me tratéis así? ¿Acaso toda la obra que hago en vosotros no es por vuestro bien? Sin embargo, ¿quién de vosotros se ha vuelto más amoroso hacia Mi obra, la de Jehová? ¿Podría Yo ser infiel a la voluntad de Mi Padre porque soy débil y por la angustia que he sufrido? ¿Acaso no entendéis Mi corazón? Yo os hablo igual que lo hizo Jehová; ¿acaso no he dedicado mucho a vosotros? A pesar de que estoy dispuesto a soportar todo este sufrimiento por el bien de la obra de Mi Padre, ¿cómo podríais ser liberados del castigo que Yo traigo sobre vosotros como resultado de Mi sufrimiento? ¿Acaso no habéis disfrutado tanto de Mí? Hoy, he sido otorgado a vosotros por Mi Padre; ¿acaso no sabéis que disfrutáis de mucho más que de Mis palabras generosas? ¿Acaso no sabéis que Mi vida fue intercambiada por la vuestra y por las cosas que disfrutáis? ¿Acaso no sabéis que Mi Padre utilizó Mi vida para batallar contra Satanás y que también os otorgó Mi vida, haciendo que recibierais cien veces más y permitiéndoos evitar tantas tentaciones? ¿Acaso no sabéis que solo habéis sido eximidos de muchas tentaciones y castigos ardientes mediante Mi obra? ¿Acaso no sabéis que es solo por Mi causa que Mi Padre os ha permitido disfrutar hasta ahora? ¿Cómo podríais permanecer tan duros e inflexibles hoy, como si os hubieran salido callos en vuestros corazones? ¿Cómo podrían las maldades que cometéis hoy escapar del día de la ira que seguirá a Mi partida de la tierra? ¿Cómo podría Yo permitir que aquellos que son tan duros e inflexibles escapen de la ira de Jehová?

Recordad el pasado: ¿Cuándo ha sido Mi mirada airada y Mi voz severa con vosotros? ¿Cuándo he discutido nimiedades con vosotros? ¿Cuándo os he reprendido sin razón? ¿Cuándo os he reprendido en vuestra cara? ¿Acaso no ha sido por el bien de Mi obra que he instado a Mi Padre a que os guarde de toda tentación? ¿Por qué me tratáis así? ¿Alguna vez he utilizado Mi autoridad para abatir vuestra carne? ¿Por qué me retribuís de esta manera? Después de darme una de cal y otra de arena, no os sirve ni la una ni la otra, y entonces intentáis engatusarme y me ocultáis cosas, y vuestra boca está llena de la saliva de los injustos. ¿Pensáis que vuestras lenguas pueden engañar a Mi Espíritu? ¿Creéis que vuestras lenguas pueden escapar de Mi ira? ¿Creéis que vuestras lenguas pueden emitir juicio sobre Mis acciones, las de Jehová, a su antojo? ¿Soy Yo el Dios a quien el hombre juzga? ¿Podría Yo permitir que un pequeño gusano blasfeme contra Mí de esta manera? ¿Cómo podría situar a tales hijos de la desobediencia entre Mis bendiciones eternas? Hace mucho tiempo que vuestras palabras y acciones os han expuesto y condenado. Cuando Yo extendí los cielos y creé todas las cosas, no permití que ninguna criatura participara a su antojo, y mucho menos que ninguna cosa interrumpiera Mi obra y Mi gestión como le viniera en gana. No toleré a ningún hombre u objeto; ¿cómo podría perdonar a los que son crueles e inhumanos hacia Mí? ¿Cómo podría Yo perdonar a los que se rebelan contra Mis palabras? ¿Cómo podría perdonar a los que me desobedecen? ¿Acaso no está el destino del hombre en Mis manos, las del Todopoderoso? ¿Cómo podría Yo considerar santas tu injusticia y tu desobediencia? ¿Cómo podrían tus pecados profanar Mi santidad? Yo no estoy contaminado por la impureza de los injustos ni tampoco disfruto sus ofrendas. Si fueras leal a Mí, Jehová, ¿podrías tomar para ti mismo los sacrificios en Mi altar? ¿Podrías utilizar tu lengua venenosa para blasfemar contra Mi santo nombre? ¿Podrías rebelarte contra Mis palabras de esta manera? ¿Podrías tratar Mi gloria y santo nombre como una herramienta con la cual servir a Satanás, el maligno? Mi vida ha sido provista para el disfrute de los santos. ¿Cómo podría permitirte jugar con Mi vida como te parezca y utilizarla como una herramienta para el conflicto entre vosotros? ¿Cómo podéis ser tan insensibles y tan carentes en el camino de los bondadosos, en vuestra forma de comportaros conmigo? ¿Acaso no sabéis que ya he escrito vuestras acciones malvadas en estas palabras de vida? ¿Cómo podéis escapar del día de la ira cuando Yo castigue a Egipto? ¿Cómo podría permitiros que os opongáis a Mí y me desafiéis de esta manera una y otra vez? ¡Yo os digo con toda claridad que cuando llegue el día, vuestro castigo será más insoportable que el de Egipto! ¿Cómo podéis escapar de Mi día de ira? En verdad os digo: Mi paciencia estaba preparada para vuestras acciones malvadas y existe para vuestro castigo en ese día. ¿Acaso no sois vosotros los que sufriréis el juicio de la ira una vez que Yo haya llegado al final de Mi paciencia? ¿No están todas las cosas en Mis manos, las del Todopoderoso? ¿Cómo podría permitir que me desobedecierais de esta manera bajo los cielos? Vuestra vida será muy difícil, porque habéis conocido al Mesías, de quien se dijo que vendría, pero que nunca llegó. ¿Acaso no sois vosotros Sus enemigos? Jesús ha sido vuestro amigo, sin embargo, vosotros sois enemigos del Mesías. ¿Acaso no sabéis que, aunque vosotros sois amigos de Jesús, vuestras malvadas acciones han llenado los recipientes de los que son detestables? A pesar de que estáis muy cerca de Jehová, ¿acaso no sabéis que vuestras palabras malvadas han llegado a oídos de Jehová y han provocado Su ira? ¿Cómo podría Él estar cerca de ti y cómo podría no quemar esos recipientes tuyos llenos de acciones malvadas? ¿Cómo podría Él no ser tu enemigo?

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