122 El gran dragón rojo colapsa a medida que crece el pueblo de Dios
I
Cuando se haya hecho completo al pueblo de Dios y todas las naciones de la tierra se conviertan en el reino de Cristo, será el momento en que retumben los siete truenos. El hoy es un paso en dirección a esa etapa; se ha desencadenado el ataque hacia ese día. Este es el plan de Dios, y en el futuro cercano se llevará a cabo. Sin embargo, Dios ya ha cumplido todo lo que ha dicho. Por tanto, queda claro que las naciones de la tierra no son sino castillos en la arena que tiemblan cuando se acerca la marea alta: el último día es inminente y el gran dragón rojo se vendrá abajo y será aplastado por la palabra de Dios.
II
Para asegurarse de que el plan de Dios se lleve a cabo con éxito, los ángeles del cielo han descendido a la tierra y hacen su máximo esfuerzo por satisfacer a Dios. El Dios encarnado Mismo se ha movilizado al campo de batalla para librar la guerra contra el enemigo. Cualquier lugar donde aparezca la encarnación es un lugar desde el cual el enemigo es exterminado. China será la primera en ser aniquilada; será devastada por la mano de Dios. Él no le dará a China cuartel alguno. La prueba del colapso progresivo del gran dragón rojo se puede ver en la maduración continua del pueblo de Dios; esto es evidente y visible para cualquiera. La maduración del pueblo es una señal de la caída del enemigo.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Interpretaciones de los misterios de “las palabras de Dios al universo entero”, Capítulo 10