Cómo perseguir la verdad (5) Parte 3

Todos aquellos que creen realmente en Dios son individuos que se ocupan del trabajo que les corresponde, son los que están dispuestos a desempeñar su deber, son capaces de asumir una labor y la hacen bien, de acuerdo con su calibre y los preceptos de la casa de Dios. Por supuesto, al principio puede ser un desafío adaptarse a esta vida. Puede que te sientas agotado física y mentalmente. Sin embargo, si realmente tienes la determinación de cooperar y la voluntad de convertirte en una persona normal y buena, y de alcanzar la salvación, entonces debes pagar cierto precio y permitir que Dios te discipline. Cuando tengas el impulso de ser obstinado, debes rebelarte contra él y desprenderte de ese impulso, y reducir poco a poco tu obstinación y tus deseos egoístas. Debes buscar la ayuda de Dios en asuntos cruciales, en momentos y en tareas cruciales. Si tienes determinación, entonces debes pedirle a Dios que te reprenda y te discipline, y que te esclarezca para que seas capaz de entender la verdad, de esa manera obtendrás mejores resultados. Si tu determinación es auténtica, si le oras a Dios en Su presencia y le suplicas, Él actuará. Cambiará tu estado y tus pensamientos. Si el Espíritu Santo realiza un poco de obra, te conmueve y te esclarece un poco, tu corazón cambiará y se transformará tu estado. Cuando ocurra esta transformación, sentirás que vivir de esta manera no es represivo. Tu estado y emociones reprimidos se transformarán y aliviarán, y ya no serán como antes. Sentirás que vivir así no resulta agotador. Disfrutarás desempeñando tu deber en la casa de Dios. Sentirás que es bueno vivir, comportarte y llevar a cabo tu deber de esta manera, soportando adversidades y pagando un precio, siguiendo las reglas y haciendo cosas en base a los principios. Sentirás que este es el tipo de vida que la gente normal debería tener. Cuando vivas según la verdad y cumplas bien con tu deber, te parecerá que tu corazón está firme y en paz, que tu vida tiene sentido. Pensarás: “¿Por qué no he sabido esto antes? ¿Por qué era tan obstinado? Antes vivía según las filosofías y las actitudes satánicas, sin vivir como humano ni como espíritu, y cuanto más vivía, más doloroso resultaba. Ahora que comprendo la verdad, puedo despojarme un poco de mi carácter corrupto, y soy capaz de sentir la verdadera paz y alegría de una vida dedicada a cumplir con mi deber y a practicar la verdad”. Entonces, ¿no habrá cambiado tu estado de ánimo? (Sí). Una vez que te des cuenta de por qué tu vida te parecía antes represiva y miserable, una vez que encuentres la raíz de tu sufrimiento y resuelvas el problema, tendrás esperanzas de cambiar. Mientras te esfuerces por alcanzar la verdad, dediques más esfuerzo a las palabras de Dios, hables más acerca de la verdad y también escuches los testimonios vivenciales de tus hermanos y hermanas, tendrás una senda más clara, y ¿acaso no mejorará entonces tu estado? Si tu estado mejora, tus emociones represivas se irán aliviando paulatinamente y dejarán de enmarañarte. Desde luego que, en circunstancias o contextos especiales, pueden surgir sentimientos esporádicos de represión y dolor, pero mientras busques la verdad para resolverlos, tales emociones represivas desaparecerán. Serás capaz de ofrecer tu sinceridad, toda tu fuerza y tu lealtad mientras desempeñas tu deber, y tendrás esperanzas de salvación. Si eres capaz de experimentar tal transformación, entonces no necesitas abandonar la casa de Dios. Tu capacidad para experimentar esta transformación demostrará que todavía hay esperanzas para ti: esperanzas de cambio, esperanzas de salvación. Demostrará que sigues perteneciendo a la casa de Dios, pero que has estado influenciado de una manera muy profunda y prolongada por varios motivos egoístas y consideraciones personales, o por diversos malos hábitos e ideas, que han provocado que tu conciencia se adormezca y pierda sensibilidad, han dañado tu razón y han erosionado tu sentido de la vergüenza. Si eres capaz de experimentar tal transformación, la casa de Dios te acogerá para que te quedes en ella, cumplas con tu deber, lleves a cabo tu misión y termines con esmero el trabajo que tienes entre manos. Ciertamente, a las personas que tienen estas emociones negativas solo se las puede ayudar con un corazón amoroso. Si una persona se niega de forma constante a aceptar la verdad y sigue sin arrepentirse a pesar de las repetidas advertencias, debemos despedirnos de ella. Sin embargo, si alguien está realmente dispuesto a cambiar, a mejorar, a invertir su rumbo, le damos una cálida bienvenida. Siempre que estén realmente dispuestos a quedarse y a cambiar sus enfoques y modos de vida anteriores, que sean capaces de experimentar poco a poco una transformación mientras desempeñan su deber, y siempre que mejoren en su deber a medida que llevan más tiempo cumpliéndolo, animaremos a esas personas a quedarse con la esperanza de que sigan mejorando. También expresamos un ferviente deseo para ellos: les deseamos que puedan resurgir de sus emociones negativas, que ya no se vean enmarañados en ellas ni envueltos en su sombra, y que en cambio puedan ocuparse del trabajo que les corresponde y caminar por la senda correcta, para que de esta manera actúen y vivan como debe hacerlo la gente normal de acuerdo con los requerimientos de Dios, y también de acuerdo con ellos cumplir con firmeza sus deberes en la casa de Dios, para dejar de ir a la deriva por la vida. Les deseamos un futuro prometedor, y que ya no hagan lo que les apetezca ni se preocupen únicamente por la búsqueda del placer y el disfrute físico, sino que piensen más en asuntos relacionados con el desempeño de sus deberes, con la senda por la que caminan en la vida y con vivir una humanidad normal. Deseamos de todo corazón que vivan felices, libres y liberados en la casa de Dios, experimentando a diario paz y alegría, y sintiendo calidez y disfrute en sus vidas aquí. ¿No es este el mejor deseo? (Sí). Ya he expresado mi deseo, y os invito a todos a hacerles llegar vuestros sinceros deseos. (Nuestro más sincero deseo es que puedan vivir felices, libres y liberados en la casa de Dios, experimentando a diario paz y alegría, y sintiendo calidez y disfrute en sus vidas aquí). ¿Qué más? ¿Qué tal desearles de todo corazón que ya no vivan presos de emociones represivas? (Sí). Ese es mi deseo. ¿Tenéis algún otro deseo para ellos? (Mi más sincero deseo es que puedan ocuparse del trabajo que les corresponde, y que de esta manera mejoren continuamente en el desempeño de sus deberes). ¿Es este un buen deseo? (Sí). ¿Algún otro? (Mi más sincero deseo es que puedan empezar pronto a vivir una humanidad normal). Puede que este deseo no sea muy elevado, pero creo que es práctico. Los seres humanos deben vivir su humanidad normal y no sentirse reprimidos. ¿Por qué somos incapaces de soportar las adversidades que otros sí pueden experimentar? Una persona no se sentirá reprimida si posee la conciencia, la razón y el sentido de la vergüenza de la humanidad normal, así como las búsquedas, los métodos para existir y los objetivos adecuados en su búsqueda que debe tener la gente normal. ¿Acaso no es ese un buen deseo? (Sí). ¿Algo más? (Mi más sincero deseo es que cooperen en armonía con sus hermanos y hermanas, que sientan el amor de Dios en Su casa y que actúen de acuerdo con los principios de la casa de Dios). ¿Es elevada esta exigencia? (No). Al no ser elevada, ¿es fácil de cumplir? Sentir el amor de la casa de Dios se ajusta bastante a la realidad, eso es lo que necesitan estas personas, ¿verdad? (Sí). Los requerimientos para esta clase de personas no son elevados. Ante todo, deben poseer la conciencia y la razón de la humanidad normal. No deben ser ociosos ni ir a la deriva por la vida; deben aprender a vivir, a ocuparse del trabajo que les corresponde y a asumir sus responsabilidades y sus deberes. Luego deben aprender a vivir, a vivir una humanidad normal y a cumplir bien sus responsabilidades y deberes. Al hacerlo, podrán sentir consuelo, alegría y paz en la casa de Dios, y estarán dispuestos a vivir y desempeñar sus deberes aquí. Después de liberarse de sus emociones negativas de represión, poco a poco podrán perseguir la verdad y cooperar en armonía con los demás. Estos son los requerimientos para este tipo de personas. Sea cual sea su edad, no albergamos deseos grandiosos ni requisitos elevados para ellos, solo estos de los que hemos hablado. En primer lugar, tienen que aprender a ocuparse del trabajo que les corresponde, a asumir las responsabilidades y obligaciones de un adulto y de una persona normal, y luego aprender a acatar las normas y aceptar la gestión, la supervisión, y la poda de la casa de Dios, y cumplir bien con sus deberes. Esta es la actitud correcta que deben adoptar aquellos con conciencia y razón. En segundo lugar, deberían tener una comprensión y un conocimiento correctos de las responsabilidades, las obligaciones y los pensamientos y puntos de vista relacionados con la conciencia y la razón de la humanidad normal. Deberías deshacerte de tus emociones negativas y de la represión, y afrontar correctamente las diversas dificultades que surgen en tu vida. Para ti estas no son cosas adicionales ni cargas ni ataduras, sino más bien lo que tú, como adulto normal, debes soportar. Esto significa que todos los adultos, sea cual sea su sexo, su calibre, su aptitud o sus talentos, deben soportar todo lo que los adultos deben soportar, incluidos los entornos vitales a los que deben adaptarse, las responsabilidades, obligaciones y misiones que deben llevar a cabo y el trabajo que deben asumir. Antes que nada debes aceptar de buen grado estas cosas, en lugar de esperar que los demás te vistan y te alimenten, o depender de los frutos del trabajo de otros para sobrevivir. Además, debes aprender a adaptarte y aceptar diversos tipos de normas, preceptos y gestión, debes aceptar los decretos administrativos de la casa de Dios y aprender a adaptarte a una existencia y una vida entre otras personas. Debes poseer la conciencia y la razón de la humanidad normal, abordar correctamente a las personas, los acontecimientos y las cosas que te rodean, y manejar y resolver de forma adecuada los diversos problemas con los que te encuentres. Estas son todas las cosas con las que debe lidiar una persona con humanidad normal, también puede decirse que esta es la vida y el entorno vital al que debe enfrentarse un adulto. Por ejemplo, como adulto, debes confiar en tus propias capacidades para mantener y alimentar a tu familia, por muy difícil que sea tu vida. Esta es la adversidad que debes sobrellevar, la responsabilidad y la obligación que debes cumplir. Debes asumir las responsabilidades propias de un adulto. Por mucho que sufras o muy alto que sea el precio que pagues, por muy triste que te sientas, debes tragarte tus quejas y no debes desarrollar ninguna emoción negativa ni quejarte de nadie, porque eso es lo que se supone que deben soportar los adultos. Como adulto, debes asumir estas cosas, sin quejarte ni resistirte y, sobre todo, sin eludirlas ni rechazarlas. La actitud de un adulto en la vida no puede ser ir a la deriva, permanecer ocioso, hacer las cosas a su antojo, ser obstinado o caprichoso o hacer únicamente lo que le apetece. Todo adulto debe asumir las responsabilidades como tal, con independencia de las presiones a las que se enfrente, como las adversidades, enfermedades e incluso las diversas dificultades: son cosas que todo el mundo debe experimentar y soportar. Forman parte de la vida de una persona normal. Si no puedes soportar la presión o tolerar sufrimiento, significa que eres demasiado frágil e inútil. Cualquiera que viva debe soportar este sufrimiento, y nadie puede evitarlo. Ya sea en la sociedad o en la casa de Dios, es igual para todos. Esta es la responsabilidad que debes asumir, la pesada carga que debe llevar un adulto, la que debe soportar, y no debes eludirla. Si siempre intentas escapar o desechar todo esto, entonces tus emociones represivas saldrán a la luz, y siempre estarás enmarañado en ellas. Sin embargo, si puedes comprender y aceptar todo esto de una forma adecuada y verlo como una parte necesaria de tu vida y existencia, entonces estas cuestiones no deberían ser motivo para que desarrolles emociones negativas. En un sentido, debes aprender a asumir las responsabilidades y obligaciones que los adultos deben tener y sobrellevar. En otro aspecto, debes aprender a coexistir en armonía con los demás en tu entorno vital y de trabajo con una humanidad normal. No te limites a hacer lo que te apetezca. ¿Cuál es el propósito de la coexistencia armoniosa? El de completar mejor el trabajo y cumplir mejor las obligaciones y responsabilidades que tú, como adulto, debes completar y desempeñar, minimizar las pérdidas causadas por los problemas a los que te enfrentas en tu trabajo y maximizar los resultados y la eficiencia de este. Eso es lo que debes conseguir. Si posees una humanidad normal, deberías lograrlo cuando trabajes entre la gente. En cuanto a la presión del trabajo, tanto si viene de lo Alto o de la casa de Dios, como si se trata de la presión que ejercen sobre ti tus hermanos y hermanas, es algo que debes soportar. No puedes decir: “Esto supone demasiada presión, así que no lo voy a hacer. Solo busco ocio, tranquilidad, felicidad y comodidad al cumplir con mi deber y trabajar en la casa de Dios”. Esto no vale; no es un pensamiento que un adulto normal deba poseer, y la casa de Dios no es un lugar para que te entregues a la comodidad. Toda persona asume cierta dosis de presión y riesgo en su vida y en su trabajo. En cualquier trabajo, especialmente durante el desempeño de tu deber en la casa de Dios, debes esforzarte por obtener resultados óptimos. A un nivel mayor, esa es la enseñanza y la exigencia de Dios. A un nivel menor, es la actitud, el punto de vista, el estándar y el principio que toda persona debe adoptar en su comportamiento y sus acciones. Cuando cumples con un deber en la casa de Dios, debes aprender a atenerte a los preceptos y sistemas de la casa de Dios, debes aprender a acatar, conocer las normas y comportarte de manera correcta. Esta es una parte esencial del comportamiento de uno. No debes pasar todo tu tiempo complaciéndote a ti mismo en lugar de trabajar, sin pensar en serio en nada, y pasando tus días ociosamente o participando en actos ilícitos, y buscando tu propia manera de vivir, como hacen los incrédulos. No hagas que otros te desprecien, no te conviertas en un dedo en su ojo o en una espina en su costado, no provoques que todo el mundo te evite o te rechace, y no te conviertas en un escollo o un obstáculo para cualquier trabajo. Esta es la conciencia y la razón que debe poseer un adulto normal, y también la responsabilidad que debe asumir. Esta es una parte de las cosas que debes hacer para asumir esta responsabilidad. ¿Lo has entendido? (Sí).

Si eres una persona con determinación, si eres capaz de considerar como objetivos y metas de tu búsqueda a las responsabilidades y obligaciones con las que deben cargar las personas y a las cosas que deben lograr los adultos y quienes tienen humanidad normal, y si puedes asumir tus responsabilidades, entonces no importa el precio que pagues y el dolor que soportes, no vas a quejarte. Mientras reconozcas que estos son los requerimientos y las intenciones de Dios, serás capaz de soportar cualquier sufrimiento y cumplir bien con tu deber. En ese momento, ¿cómo sería tu estado mental? Sería diferente; sentirías paz y estabilidad en tu corazón y experimentarías gozo. Fíjate, solo con tratar de vivir una humanidad normal y con buscar las responsabilidades, las obligaciones y la misión que deben sobrellevar las personas con una humanidad normal, y con las que deben cargar, la gente siente paz y alegría en sus corazones y experimenta gozo. Ni siquiera han alcanzado el punto en el que se encargan de los asuntos de acuerdo con los principios y obtienen la verdad, y ya han experimentado cierto cambio. Tales personas son las que poseen conciencia y razón; son personas rectas que pueden superar cualquier dificultad y emprender cualquier tarea. Son los buenos soldados de Cristo, han sido formados y ninguna dificultad puede vencerlos. Decidme, ¿qué opináis de ese comportamiento? ¿Acaso estas personas no tienen entereza? (La tienen). Tienen entereza y la gente las admira. ¿Seguirían sintiéndose reprimidas? (No). Entonces, ¿cómo cambiaron esas emociones represivas? ¿Cómo es que estas emociones represivas no las molestarán ni encontrarán? (Porque aman las cosas positivas y soportan una carga en sus deberes). Así es, se trata de ocuparse del trabajo que les corresponde. Cuando las personas ocupan su mente con asuntos pertinentes, y cuando entran en juego la conciencia y la razón de la humanidad normal, además del sentido de la responsabilidad y de la misión que poseen, les va a ir bien se les coloque dónde se les coloque. Pueden tener éxito en cualquier labor, sin ningún tipo de represión, angustia o depresión. ¿Crees que Dios bendice a estas personas? ¿Tendrían dificultades para perseguir la verdad las personas que poseen tal conciencia, razón y humanidad normal? (No). En base a las búsquedas, puntos de vista y métodos de existencia de la humanidad normal, no les resultará muy difícil perseguir la verdad. Cuando las personas llegan a este punto, no están lejos de comprender la verdad, de practicarla, de actuar según los principios-verdad y de entrar en la realidad-verdad. ¿Qué significa esto de “no están lejos”? Significa que su perspectiva sobre su comportamiento y el método de existencia que han elegido son completamente positivos y proactivos, y se ajustan en esencia a la humanidad normal que Dios exige. Significa que han alcanzado los estándares establecidos por Dios. Una vez que alcanzan estos estándares, tales individuos pueden entender la verdad cuando la oyen, y les resultará mucho menos difícil practicarla. Les será fácil entrar en la realidad-verdad y actuar de acuerdo con los principios-verdad. En total, ¿cuántos son los aspectos que se refieren a lo que deben hacer las personas con humanidad normal? Más o menos tres. ¿Cuáles son? Decidme. (El primero se refiere a aprender a cargar con las responsabilidades y obligaciones que un adulto debe tener y asumir. El segundo es aprender a coexistir en armonía con los demás en el propio entorno vital y de trabajo con una humanidad normal, y no hacer cualquier cosa que a uno le apetezca. Y el tercero consiste en aprender a acatar las enseñanzas de Dios dentro del ámbito de la razón de la humanidad normal, y atenerse a las actitudes, puntos de vista, estándares y principios que uno debe tener en su conducta, lo cual significa seguir las reglas). Estos tres aspectos son los que deben poseer las personas con humanidad normal. Si la gente empieza a pensar y a centrarse en estos aspectos, y a trabajar duro para conseguirlos, empezará a ocuparse del trabajo que le corresponde. ¿Las personas seguirán experimentando entonces emociones negativas? ¿Seguirán sintiéndose reprimidas? Cuando te ocupes del trabajo que te corresponda, atiendas tus propios asuntos, y asumas las responsabilidades y obligaciones propias de los adultos, tendrás tanto que hacer y en lo que pensar que estarás abrumadoramente ocupado. En especial los que actualmente están desempeñando sus deberes en la casa de Dios, ¿acaso tienen tiempo para sentirse reprimidos? No tienen tiempo. Entonces, ¿cuál es el problema con aquellos que se sienten reprimidos, se ponen de mal humor y se sienten desanimados o se deprimen cada vez que se encuentran con algo un poco desagradable? Es que no se ocupan de las cosas correctas y están ociosos. Lo que pasa es que no se ocupan del trabajo que les corresponde, y son incapaces de percibir las cosas que deberían hacer, así que sus mentes se vuelven ociosas y se les desbocan los pensamientos. No paran de pensar, sin ninguna senda que seguir, por lo que se sienten reprimidos. Cuanto más piensan, más agraviados e impotentes se sienten, y menos senda tienen; cuanto más piensan, más les parece que sus vidas no valen la pena, que son miserables, y su tristeza aumenta. No logran liberarse y, al final, quedan atrapados en esas emociones de represión. ¿Me equivoco? (No). De hecho, este problema es fácil de resolver porque hay tantas cosas que deberías hacer, tantos asuntos pertinentes en los que deberías pensar y considerar que no tendrás tiempo para ocuparte de tales cosas inútiles, de esas actividades que buscan el placer. Las personas cuyas mentes están lo bastante ociosas como para pensar en tales cosas prefieren relajarse antes que trabajar, son vividores glotones y no se ocupan del trabajo que les corresponde. A menudo se encuentran atrapados por emociones represivas. Semejantes personas no se ocupan de lo que les corresponde cuando hay un montón de asuntos importantes que requieren atención, y no piensan en estos ni actúan en consecuencia. En su lugar, encuentran tiempo para dejar que sus mentes divaguen, para quejarse y lamentarse de sus cuerpos físicos, para preocuparse por su futuro y para inquietarse por el dolor que han soportado y el precio que han pagado. Cuando no pueden resolver todo esto, no pueden soportarlo ni encontrar una salida para estas frustraciones, se sienten reprimidas. Temen perder bendiciones cuando piensan en abandonar la casa de Dios, temen ir al infierno si hacen el mal, y tampoco están dispuestas a perseguir la verdad ni a cumplir sus deberes como es debido. Por consiguiente, se sienten reprimidas. ¿No es así? (Sí). Así es. Si una persona se ocupa del trabajo que le corresponde y sigue la senda correcta, estas emociones no surgirán en ella. Incluso si experimenta emociones represivas de vez en cuando debido a circunstancias especiales temporales, solo se tratará de estados de ánimo pasajeros, porque las personas que poseen el modo de vida correcto y la perspectiva adecuada de la existencia reemplazarán enseguida tales emociones negativas. Por tanto, no te encontrarás atrapado con frecuencia en emociones de represión. Esto significa que tales emociones de represión no te molestarán. Puede que experimentes mal humor temporalmente, pero no te quedarás atrapado en él. Esto pone de relieve la importancia de perseguir la verdad. Si buscas ocuparte del trabajo que te corresponde, si asumes las responsabilidades propias de los adultos y tratas de tener una existencia normal, buena, positiva y proactiva, no desarrollarás estas emociones negativas. Estas emociones represivas no te encontrarán ni se aferrarán a ti.

De este modo, hemos terminado de hablar sobre el problema y la dificultad de resolver la represión, que incluye los tres aspectos mencionados anteriormente. Deseamos de todo corazón que aquellos que han estado enmarañados y atrapados en emociones represivas, pero que desean librarse de ellas, dejen de estar controlados por tales emociones. Esperamos que pronto puedan escapar de las emociones negativas de represión y vivir a semejanza de una persona normal, adoptando un modo de existencia normal y adecuado. ¿Es este un buen deseo? (Sí). Entonces, deberíais desearlo vosotros también. (Deseamos que aquellos que han estado enmarañados y atrapados en emociones represivas, pero que desean librarse de ellas, dejen de estar controlados por tales emociones. Esperamos que pronto puedan escapar de las emociones negativas de represión y vivir a semejanza de una persona normal, adoptando un modo de existencia normal y adecuado). Es un deseo realista. Ahora que hemos expresado nuestros deseos, el que estas personas puedan liberarse de las emociones represivas depende, en última instancia, de sus elecciones personales, lo cual debería ser una cuestión sencilla. De hecho, es algo que las personas con humanidad normal deberían poseer. Si una persona tiene una determinación y una voluntad lo suficientemente fuertes como para perseguir la verdad y las cosas positivas, entonces le resultará fácil liberarse de las emociones represivas. No será una tarea difícil. Si alguien no disfruta de perseguir la verdad y las cosas positivas, y no le gustan las cosas positivas, entonces dejemos que permanezca atrapado en las emociones de represión. Dejémoslo en paz. Ya no necesitamos expresar ningún deseo por él, ¿de acuerdo? (De acuerdo). Esta es otra forma de manejar la situación. Hay una resolución para cada problema, y todo puede abordarse y resolverse de acuerdo con los principios-verdad y en las circunstancias reales de las personas. Hemos acabado nuestros deseos por hoy, y hemos hablado a conciencia sobre varias situaciones diferentes. Hemos dicho todo lo que había que decir sobre este tipo de personas, así que concluyamos aquí esta discusión.

12 de noviembre de 2022

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