583 Sé una persona que satisfaga a Dios y dé tranquilidad a Su mente
Ⅰ
Dios sabe que tu devoción y sinceridad
son cosas que son solo pasajeras,
que tus aspiraciones y el precio que pagas
son solo vigentes ahora y no después.
Solo quieres hacer un último esfuerzo
por el hermoso destino que quieres alcanzar.
Tu único propósito es hacer un trato,
no es evitar estar en deuda con la verdad.
Y no es especialmente para devolverle
a Dios el precio que Él pagó.
Deseas tomar lo que quieres usando tácticas
sin jamás luchar de frente para obtenerlo.
No se disfracen ni se agobien pensando en su destino,
como para no poder comer ni dormir.
Sus destinos han sido determinados.
Si pueden seguir sus conciencias y darlo todo,
por la obra de Dios entregar sus vidas,
esforzarse por la obra de Su evangelio,
Su corazón se llenará de alegría por todos.
Su mente estará por completo en paz por todos.
Ⅱ
Cumple siempre con tu deber y hazlo con el corazón,
dispuesto a hacer lo que sea necesario.
Cuando llegue el día, Dios no maltratará
a nadie que haya sufrido o pagado un precio por Él.
Vale la pena aferrarse a esta clase de convicción.
No lo olvides nunca y Dios estará en paz.
Si eres incapaz de conseguirlo,
Dios nunca tendrá la mente en paz
y por siempre serás el objeto de Su desagrado.
Si pueden seguir sus conciencias y darlo todo,
por la obra de Dios entregar sus vidas,
esforzarse por la obra de Su evangelio,
Su corazón se llenará de alegría por todos.
Su mente estará por completo en paz por todos.
Adaptado de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Acerca del destino