216 Benditos son los que aman a Dios
I
Aquellos que aman a Dios son los únicos capaces de dar testimonio de Él, Sus únicos testigos, y solo ellos están bendecidos por Él y capacitados para recibir Sus promesas. Los que aman a Dios son Sus íntimos, las personas que Él ama, y pueden gozar de las bendiciones junto a Él. Estas personas son las únicas que vivirán hasta la eternidad y para siempre bajo el cuidado y la protección de Dios.
II
Dios está para que las personas lo amen y es digno del amor de todas ellas, pero no todas son capaces de amarlo ni de dar testimonio de Él y ostentar el poder con Él. Dado que son capaces de dar testimonio de Dios y de dedicar todos sus esfuerzos a Su obra, aquellos que verdaderamente aman a Dios pueden caminar en cualquier lugar bajo los cielos sin que nadie se atreva a oponerse a ellos y ejercer el poder en la tierra, así como gobernar a todo el pueblo de Dios.
III
Estas personas se han congregado procedentes de todo el mundo. Son personas de todas partes del mundo que hablan diferentes idiomas y tienen distintos colores de piel, pero su existencia tiene el mismo significado; todas ellas tienen un corazón amante de Dios, dan el mismo testimonio y su determinación y deseo son los mismos. Quienes aman a Dios pueden caminar libremente por todo el mundo, y quienes dan testimonio de Dios pueden viajar por el universo. Dios los ama y bendice y vivirán por siempre en Su luz.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Quienes aman a Dios vivirán por siempre en Su luz