471 Las palabras de Dios son la verdad que nunca cambia
I
Mis palabras son la verdad que jamás cambia. Soy el suministro de vida para el hombre y la única guía para la raza humana. El valor y el significado de Mis palabras no se determinan basándose en si son reconocidas y aceptadas por el hombre, sino en la esencia de las palabras mismas. Aunque ni una persona en esta tierra pudiera aceptar Mis palabras, el valor de Mis palabras y la ayuda de estas para el hombre son inestimables para cualquier persona.
II
Cuando me enfrento con las muchas personas que se rebelan en contra de Mis palabras, las refutan o las desdeñan por completo, Mi actitud es simplemente esta: dejar que el tiempo y los hechos sean Mis testigos y demuestren que Mis palabras son la verdad, el camino y la vida. Dejar que demuestren que todo lo que he dicho es correcto y que eso es lo que el hombre debe poseer y, lo que es más, que eso es lo que el hombre debe aceptar.
III
Voy a dejar que todos los que me siguen conozcan este hecho: los que no pueden aceptar completamente Mis palabras, los que no pueden practicar Mis palabras, los que no pueden encontrar un objetivo en Mis palabras ni recibir la gracia de la salvación por causa de Mis palabras, son los que son condenados por Mis palabras y, lo que es más, son los que han perdido la gracia de Mi salvación y Mi vara nunca se apartará de ellos. Dejar que el tiempo y los hechos sean Sus testigos y demuestren que Sus palabras son la verdad, el camino y la vida.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Deberíais considerar vuestros hechos