548 A Dios le gustan aquellos que tienen determinación
I
Para seguir al Dios práctico, debemos tener esta determinación: por muy grandes que sean los entornos en los que nos encontremos, sean cuales sean las dificultades a las que nos enfrentemos, y por muy débiles o negativos que seamos, no podemos perder la fe en nuestra transformación del carácter ni en las palabras que Dios ha pronunciado. Él ha hecho una promesa al hombre, y esto requiere que las personas tengan determinación, fe y perseverancia para resistirlo. A Dios no le gustan los cobardes, sino las personas con determinación.
II
Incluso si has revelado mucha corrupción, si has tomado la senda equivocada muchas veces o cometido muchas transgresiones, si te has quejado de Dios o si, desde la religión, te has resistido a Él o has albergado blasfemias en Su contra en el corazón, etcétera, Dios no se fija en nada de eso. Él solo observa si alguien persigue la verdad y si algún día puede cambiar.
III
Dios entiende a cada uno igual que una madre entiende a su hijo. Entiende las dificultades de cada persona, sus debilidades y sus necesidades. Incluso más, Dios entiende las dificultades, las debilidades y los fracasos a los que la gente se enfrentará en el proceso de entrar en la transformación del carácter. Estas son las cosas que Dios entiende mejor. Esto significa que Él escruta las profundidades del corazón de las personas. Por muy débil que seas, mientras no renuncies al nombre de Dios ni lo abandones a Él ni este camino, siempre tendrás la oportunidad de transformar el carácter. Si dispones de esta oportunidad, tendrás esperanza de sobrevivir y, por tanto, de que Dios te salve.
de La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. La senda de práctica para la transformación del carácter