1086 Prepárate para aceptar el juicio y castigo de Dios
I
Todo aquel que llega a creer en Dios solamente está preparado para aceptar la gracia, las bendiciones y las promesas de Dios, y solo está dispuesto a aceptar Su bondad y misericordia. Sin embargo, nadie espera ni se prepara para aceptar el castigo y juicio de Dios, Sus pruebas, Su refinación ni Su desposeimiento, y ni una sola persona se prepara para aceptar el juicio y castigo de Dios, Su desposeimiento ni Sus maldiciones. Esta relación entre las personas y Dios es anormal. En concreto, la gente solo cree en Dios para que la bendiga. Solo quiere hacer un trato con Dios y exigirle cosas, pero no persigue la verdad. Esto es muy peligroso. En cuanto se encuentra con algo que contradice sus nociones, inmediatamente empieza a tener nociones, quejas y malentendidos con respecto a Dios, y hasta puede llegar al punto de traicionarlo.
II
Aunque hayáis escuchado muchísimos sermones y creáis haber llegado a comprender bastantes verdades, lo cierto es que aún transitáis la senda de la fe en Dios tan solo para saciaros de pan. Si tu mente ya está preparada para aceptar el juicio y el castigo, las pruebas y la refinación; también te has preparado mentalmente para padecer el desastre y, por mucho que te esfuerces por Dios y te sacrifiques en el cumplimiento de tu deber, si realmente te enfrentaras a las pruebas de Job, y Dios te desposeyera de todos tus bienes hasta el extremo de que tu vida estuviera a punto de terminar, ¿cómo abordarías la soberanía y las disposiciones de Dios? ¿Cómo deberías abordar tu deber? ¿Cómo deberías abordar lo que Dios te ha encomendado? ¿Acaso tienes la comprensión y la actitud correctas?
III
Suponiendo que, tras haber creído en Dios tantos años, haber leído tantas palabras de Dios, haber escuchado tantos sermones y haber comprendido tantas verdades, ya estás preparado para que Dios lo orqueste todo, sean bendiciones o desastres. Y suponiendo que, a pesar de tu renuncia y esfuerzo, de los sacrificios que has hecho y de toda una vida de empeño, lo único que obtienes a cambio es que Dios te maldiga o te desposea. Si aun así no tienes quejas, deseos ni exigencias propios, sino que únicamente aspiras a someterte a Dios y a ponerte a merced de Sus instrumentaciones, y crees que poder tener, aunque sea, algo de comprensión y sumisión a la soberanía de Dios hace que tu vida aún valga la pena; si tienes una actitud así de correcta, es fácil resolver algunas dificultades.
de La Palabra, Vol. VI. Sobre la búsqueda de la verdad. Qué significa perseguir la verdad (11)