184 El reino

El reino es el reino de Cristo, la ciudad de los santos.

Aquí, la riqueza y la gloria de Dios se manifiestan.

El relámpago llega desde el Este y brilla hacia el Oeste.

La luz verdadera está aquí;

Su palabra ha aparecido en la carne.

El Salvador ha regresado en una nube blanca.

Los santos hoy, ante el trono, alaban a Dios.

En los últimos días, los santos pasados han resucitado firmes.

En China, hogar del demonio, son oprimidos.


Durante más de 6.000 años, los santos han sufrido y llorado,

no podían volver a casa, vagaban sin descanso.

En el abismo de la miseria, las satánicas legiones bailan.

La batalla, sangre y lágrimas llevan a la llegada del reino.

Oímos la voz de Dios y somos arrebatados ante Su trono.

Pasamos por el juicio de Cristo, al banquete del Cordero asistimos.

Las palabras de Dios nos purifican, vemos que es justo y santo.

Conquistados, perfeccionados por Sus palabras;

somos salvados por Él, somos salvados por Él.


Las maravillas de Dios Todopoderoso canto y alabo.

Alabo por siempre Su justo carácter.

Adoro tanto Su humildad y ocultamiento.

Vitoreo y danzo por Su omnipotencia y sabiduría.


Incapaz de pagar Su amor, me siento culpable y dolorido.

Si tengo un corazón y espíritu, ¿por qué no puedo amar a Dios?

Me apoyo en Dios, no hay miedo, lucharé contra Satanás.

Dios nos eleva, vamos todos a luchar y atestiguar a Cristo.

Dios seguro cumplirá Su voluntad sobre la tierra.

Le daré mi amor y lealtad, y mi devoción.

Su regreso acogeré cuando venga en la gloria.

Cuando el reino de Cristo se realice,

volveré a reunirme con Él, volveré a reunirme con Él.


Cristo viene a la tierra como un hombre encarnado para luchar,

para consolar a los santos y salvarlos de Satanás.

Odiamos a los demonios, los implacables enemigos de Dios.

Sus sangrientos crímenes son muchos e inolvidables.

Llenos de odio y furia, no podemos contener nuestra ira.

Condenamos a Satanás, ¡que sea juzgado y castigado!

No podemos transigir, ¡lucharemos hasta el fin!

La destrucción del reino de Satanás aliviará el odio.

La destrucción del reino de Satanás aliviará el odio.


Muchos soldados victoriosos y buenos vienen de las dificultades.

Victoriosos con Dios, ahora somos Su testimonio.

Todos los pueblos vienen a esta montaña,

iluminados por la luz de Dios.

Piensa en el día que Dios gane la gloria, ¡ya está aquí!

El gran esplendor del reino debe mostrarse por todo el mundo.

El futuro del reino es brillante y fascinante.

Dios mismo viene al mundo para tomar el poder.

Los santos del pasado resucitan, gozan de bendiciones eternas.


Dios expresa la verdad, juzga al hombre,

muestra Su justicia, Su justicia.

Los desastres destruyen el mundo de Satanás,

el reino de Dios está en la tierra, está en la tierra.

El reino es el reino de Cristo,

la ciudad de los santos (la ciudad de los santos).

Aquí, la riqueza y gloria de Dios se manifiestan (se manifiestan).

Aquí, la riqueza y gloria de Dios se manifiestan.

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