755 Solo quienes derrotan a Satanás son salvos
Ⅰ
Cuando las personas aún no se han salvado,
Satanás perturba a menudo sus vidas y hasta las controla.
En otras palabras, los que no son salvos son prisioneros de Satanás,
esas personas no tienen libertad;
Satanás no ha renunciado a ellas,
no son aptas ni tienen derecho de adorar a Dios,
y Satanás las persigue de cerca y las ataca despiadadamente.
Esas personas no tienen felicidad ni derecho a una existencia normal,
ni dignidad de los que hablar.
Solo si te levantas y luchas contra Satanás,
usando tu fe en Dios, tu sumisión a Él y tu temor de Él
como armas para luchar a muerte contra Satanás,
y lo derrotas por completo, haciéndole huir con el rabo entre las patas,
acobardado cada vez que te vea
para que abandone completamente sus ataques y sus acusaciones contra ti,
solo entonces serás salvo y libre.
Ⅱ
Si estás decidido a romper totalmente con Satanás,
pero no estás equipado con las armas que te ayudarán a derrotarlo,
seguirás estando en peligro.
Si el tiempo pasa y él te ha torturado tanto que no te queda ni una pizca de fuerza,
pero sigues siendo incapaz de dar testimonio,
sigues sin liberarte por completo
de las acusaciones y los ataques de Satanás contra ti,
tendrás poca esperanza de salvación.
Al final, cuando se proclame la conclusión de la obra de Dios,
seguirás estando en sus garras, incapaz de liberarte,
y por tanto no tendrás nunca oportunidad ni esperanza.
La implicación es, pues, que esas personas serán totalmente cautivas de Satanás,
serán totalmente cautivas de Satanás.
de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II