155 Todas las naciones vengan a Tu luz
Ⅰ
Tu abrazo amplio abres para
acariciar en su queja a la humanidad.
¡Tus brazos agitas con fuerza y amor!
¡Tus ojos irradian luz!
Y Tu amor y clemencia nos sostienen,
y aparece Tu gloriosa faz.
En este mundo tan corrupto,
Tus rayos de luz ya están aquí.
Nuestro mundo muere, derrotado y maligno,
y ella clama al Salvador que vuelva otra vez.
¡Traes esperanza a la humanidad,
y el fin a dos milenios de espera!
Ⅱ
Tu abrazo amplio abres para
acariciar en su queja a la humanidad.
¡Tus brazos agitas con fuerza y amor!
¡Tus ojos irradian luz!
Nuestro mundo muere, derrotado y maligno,
y ella clama al Salvador que vuelva otra vez.
Nuestro mundo muere, derrotado y maligno,
y ella clama al Salvador que vuelva otra vez.
¡Tú traes esperanza a la humanidad,
y el fin a dos milenios de espera, de espera!
Ⅲ
Todas las naciones vengan a Tu luz,
libres del sometimiento del maligno.
De la oscuridad seremos siempre libres
para alabar “¡Tu santo nombre por la eternidad!”.
Todas las naciones vengan a Tu luz,
libres del sometimiento del maligno.
De la oscuridad seremos siempre libres
para alabar “¡Tu santo nombre por la eternidad!”.
Nuestro mundo muere,
(Todas las naciones, vengan a Tu luz.)
(Libres del sometimiento del maligno.)
y ella clama al Salvador para que vuelva otra vez.
De la oscuridad, seremos libres,
¡para alabar por la eternidad!