Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 439
1 Mar 2021
¿Qué significa mantenerse firmes en el propio testimonio? Algunas personas dicen que simplemente siguen con lo que hacen ahora y no se preocupan de si son capaces de ganar la vida; no buscan la vida, pero tampoco renuncian. Sólo reconocen que esta etapa de la obra es llevada a cabo por Dios. ¿No es eso fracasar en su testimonio? Tales personas ni siquiera dan testimonio de haber sido conquistadas. Aquellas que han sido conquistadas siguen independientemente de todo lo demás y son capaces de buscar la vida. No sólo creen en el Dios práctico, sino que también saben seguir todos los arreglos de Dios. Así son las personas que dan testimonio. Aquellas que no dan testimonio, nunca han buscado la vida y aún siguen por salir del paso. Tú puedes seguir, pero esto no significa que has sido conquistado, porque no tienes entendimiento de la obra de Dios actual. Se deben cumplir ciertas condiciones para ser conquistado. No todos los que siguen han sido conquistados, porque en tu corazón no entiendes nada de por qué debes seguir al Dios de hoy, ni tampoco sabes cómo has hecho para llegar al día de hoy ni quién te ha apoyado hasta hoy. La práctica de la fe en Dios de algunas personas es siempre desordenada y confusa; por lo tanto, seguir no significa necesariamente que tengas testimonio. ¿Qué es exactamente el testimonio verdadero? El testimonio del que se habla aquí tiene dos partes: una es el testimonio de haber sido conquistado y la otra es el testimonio de haber sido perfeccionado (lo cual, naturalmente, será el testimonio tras las mayores pruebas y tribulaciones del futuro). En otras palabras, si eres capaz de permanecer firme durante las tribulaciones y las pruebas, entonces habrás dado el segundo paso del testimonio. Lo que es crucial hoy es el primer paso de dar testimonio: ser capaz de mantenerse firme durante cada una de las pruebas de castigo y de juicio. Este es el testimonio de haber sido conquistado. Eso es porque ahora es el momento de la conquista. (Debes saber que ahora es el momento de la obra de Dios en la tierra; la obra principal de Dios encarnado en la tierra es conquistar a este grupo de personas en la tierra que lo siguen a través del juicio y castigo). Si eres capaz o no capaz de dar testimonio de haber sido conquistado, no sólo depende de si puedes seguir hasta el final, sino, más importante aún, si a medida que experimentas cada paso de la obra de Dios, eres capaz de tener el verdadero entendimiento del castigo y del juicio de Dios, y de si realmente percibes toda esta obra. No serás capaz de salir del paso meramente siguiendo hasta el final. Debes ser capaz de rendirte voluntariamente durante cada uno de los castigos y juicios, debes ser capaz de entender verdaderamente cada paso de la obra que experimentes y debes ser capaz de alcanzar conocimiento y obediencia al carácter de Dios. Este es el testimonio definitivo de ser conquistado que se requiere que des. El testimonio de ser conquistado se refiere principalmente a tu conocimiento de la encarnación de Dios. Crucialmente, este paso del testimonio se refiere a la encarnación de Dios. No importa lo que hagas o digas ante la gente del mundo o ante los que ejercen el poder; lo que importa es, sobre todo, si eres capaz de obedecer todas las palabras que salen de la boca de Dios y toda Su obra. Por lo tanto, este paso del testimonio está dirigido a Satanás y a todos los enemigos de Dios; a los demonios y a los enemigos que no creen que Dios se convertirá en carne por segunda vez y que vendrá a hacer una obra aún mayor y, además, a los que no creen en el hecho de que Dios vuelva a la carne. En otras palabras, está dirigido a todos los anticristos; es decir, a todos los enemigos que no creen en la encarnación de Dios.
Pensar en Dios y anhelarlo no prueba que hayas sido conquistado por Dios; eso depende de si crees que Él es el Verbo hecho carne, de si crees que la Palabra se ha hecho carne, de si crees que el Espíritu se ha convertido en la Palabra y que la Palabra ha aparecido en la carne. Este es el testimonio clave. No importa cómo sigas ni cómo te dediques; lo que es crucial es si eres capaz de descubrir en esta humanidad normal que la Palabra se ha hecho carne y que el Espíritu de la verdad se ha hecho realidad en la carne; que toda la verdad, el camino y la vida ha llegado en carne, el Espíritu de Dios realmente ha llegado a la tierra y el Espíritu ha llegado en carne. Aunque, superficialmente, esto difiere de la concepción del Espíritu Santo, en cuya obra se puede ver más claramente que el Espíritu ya se ha hecho realidad en la carne y, además, que el Verbo se ha hecho carne, y la Palabra ha aparecido en carne. Eres capaz de entender el verdadero significado de las palabras: “En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo (la Palabra) era con Dios, y el Verbo (la Palabra) era Dios”. Además, debes entender que la Palabra de hoy es Dios, el Verbo es Dios, y ves la Palabra que se hacen carne. Este es el mejor testimonio que puedes dar. Esto demuestra que posees el verdadero conocimiento de que Dios se hizo carne; no sólo eres capaz de conocer a Dios, sino que también eres consciente de que el camino que sigues hoy es el camino de vida y el camino de la verdad. La etapa de la obra que realizó Jesús sólo cumplió con la esencia de “El Verbo era con Dios”: La verdad de Dios era con Dios y el Espíritu de Dios era con la carne y era inseparable de la carne. Es decir, la carne de Dios encarnado estaba con el Espíritu de Dios, que es una prueba mayor de que Jesús encarnado fue la primera encarnación de Dios. Esta etapa de la obra cumple precisamente el significado interno de “La Palabra se hace carne”, le dio un significado más profundo a “El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”, y te permite creer firmemente en las palabras “En el principio era El Verbo”. Lo que es igual a decir que en el momento de la creación Dios estaba poseído de Palabras, Sus Palabras eran con Él y eran inseparables de Él, y en la era final deja aún más claro el poder y la autoridad de Sus palabras y permite al hombre ver todos Sus verbos, oír todas Sus palabras. Tal es la obra de la era final. Debes llegar a entender estas cosas de pies a cabeza. No se trata de conocer la carne, sino de cómo entiendes la carne y la Palabra, la carne y el Verbo. Este es el testimonio que debes dar, que todos deben conocer. Como esta es la obra de la segunda encarnación, y la última vez que Dios se hace carne, completa totalmente la relevancia de la encarnación, lleva a cabo y expone por completo toda la obra de Dios en la carne, y pone fin a la era de Dios en la carne. Por lo tanto, debes conocer el significado de la encarnación. No importa cuánto vayas de un lado a otro o qué tan bien lleves a cabo otros asuntos externos; lo que importa es si eres capaz de someterte verdaderamente ante Dios encarnado, dedicar todo tu ser a Dios y obedecer todas las palabras que salen de Su boca. Esto es lo que debes hacer y lo que debes respetar.
El último paso del testimonio es si eres capaz o no de ser perfeccionado; es decir, habiendo entendido todas las palabras habladas por la boca de Dios encarnado, llegas a poseer el conocimiento de Dios y estás seguro de Él, vives todas las palabras que salieron de la boca de Dios, y alcanzas las condiciones que Dios te pide, el estilo de Pedro y la fe de Job, de tal manera que puedas obedecer hasta la muerte, entregarte completamente a Él y que, en última instancia, logres una imagen de hombre que esté a la altura, lo que significa poseer la imagen de una persona que ha sido conquistada y perfeccionada después de experimentar el juicio y castigo de Dios. Este es el testimonio definitivo, es el testimonio que debe dar alguien que finalmente ha sido perfeccionado. Estos son los dos pasos del testimonio que se deben dar y que están interrelacionados; cada uno de ellos es indispensable. Pero hay una cosa que debes saber: el testimonio que Yo te pido hoy no está dirigido a la gente del mundo ni a ningún individuo, sino a lo que te pido. Se mide por si eres capaz de satisfacerme, y si eres capaz de cumplir completamente con los estándares de Mis requerimientos de cada uno de vosotros. Esto es lo que debéis entender.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Práctica (4)
Las citas de la Biblia en este artículo han sido traducidas de AKJV.
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