Palabras diarias de Dios: Conocer a Dios | Fragmento 176
8 Nov 2020
Cereales, frutas, vegetales y todo tipo de frutos secos, son alimentos vegetarianos. Aunque lo sean, poseen suficientes nutrientes para satisfacer las necesidades del cuerpo humano. Sin embargo, Dios no dijo: “Dar estas cosas a la humanidad es suficiente. El hombre sólo puede comer estas cosas”. No se detuvo ahí, sino que en su lugar preparó cosas con un sabor más delicioso para la humanidad. ¿Cuáles son estas cosas? Son los diversos tipos de carne y pescado que queréis ver en vuestra mesa y deseáis comer cada día. ¡Hay tantos tipos de carne y pescado! Los peces viven todos en el agua; la textura de su carne es diferente a la de los animales que se crían en tierra firme y puede proveer distintos nutrientes a la humanidad. Las propiedades del pescado también pueden ajustar el frío y el calor en los cuerpos humanos, por lo que son extremadamente beneficiosos para el hombre. Pero no se puede uno atiborrar de lo que tiene buen sabor. Sigue aplicándose el mismo dicho: Dios concede a la humanidad la cantidad correcta en el momento correcto, de forma que las personas puedan disfrutar de una forma normal y apropiada de estas cosas, según la estación y el tiempo. ¿Qué incluyen las aves de corral? Pollo, codorniz, paloma, etc. Muchas personas también comen pato y ganso. Aunque Dios hizo preparativos, para Su pueblo escogido, seguía teniendo requisitos y había establecido cierto ámbito en la Era de la Ley. Ahora este se basa en el gusto individual y en el entendimiento personal. Estos diversos tipos de carne proveen diferentes nutrientes al cuerpo humano que pueden reponer proteínas y hierro, enriquecer la sangre, fortalecer músculos y huesos, y proveer más energía. Independientemente de los métodos que usen las personas para cocinarlos y comerlos, en resumen, estas cosas pueden, por un lado, ayudar a las personas a mejorar los sabores y el apetito y, por el otro, satisfacer sus estómagos. Lo más importante es que pueden suplir las necesidades nutricionales del cuerpo humano. Estas son las consideraciones que Dios tuvo cuando preparó alimentos para la humanidad. Hay alimentos vegetarianos y también carnes; ¿no es esto rico y abundante? (Sí). Pero las personas deberían entender cuáles fueron los propósitos originales de Dios cuando preparó todos los alimentos para la humanidad. ¿Lo hizo para permitir que el hombre disfrutara codiciosamente de estos alimentos materiales? ¿Y si las personas se complacieran en la satisfacción de sus apetitos materiales? ¿No pasarían a estar nutridos en exceso? ¿No traería esa nutrición excesiva todo tipo de males al cuerpo humano? Sin duda no es bueno traicionar las leyes de la naturaleza creadas por Dios, que son la razón por la que Él reparte la cantidad correcta en el momento correcto, y permite que las personas disfruten de distintos alimentos de acuerdo con los diferentes períodos de tiempo y con las estaciones. Ese es el mejor camino. Por ejemplo, después de pasar un verano muy cálido, las personas acumularán bastante calor, sequedad patógena y humedad en sus cuerpos. Cuando llegue el otoño, muchas frutas madurarán, y cuando las personas las coman esa humedad desaparecerá. Al mismo tiempo, el ganado y las ovejas habrán crecido fuertes, por lo que las personas deberían comer algo de carne para nutrirse. Después de comer diversos tipos de carne, el cuerpo humano tendrá la energía y calor para ayudar a soportar el frío del invierno y, como consecuencia, podrán pasarlo tranquilamente. En qué momento preparar qué cosas para la humanidad, y en qué tiempo permitir que las cosas crezcan, lleven fruto y maduren, son cosas controladas por Dios según lo que Él ha dispuesto desde hace mucho tiempo y de forma muy mesurada. No obstante, la humanidad no entiende Su voluntad. Este es el tema sobre “cómo preparó Dios los alimentos necesarios para la vida diaria del hombre”. Además de todos los tipos de alimentos, Dios también provee a la humanidad con fuentes de agua. Las personas tienen que beber algo de agua después de comer. ¿Es suficiente con que coman frutas? No serán capaces de mantenerse sólo comiendo frutas y, además, no las hay en algunas estaciones. ¿Cómo puede resolverse entonces el problema del agua de la humanidad? Está resuelto porque Dios ha preparado muchas fuentes de agua sobre la tierra y bajo ella, incluidos lagos, ríos y manantiales. Se puede beber de ellas en situaciones en las que no hay contaminación, procesamiento o daños causados por el hombre. En relación a las fuentes de alimentos para las vidas de los cuerpos físicos de la humanidad, Dios ha hecho preparativos muy precisos, exactos y adecuados, de forma que la vida de las personas sea rica y abundante y no carezca de nada. Esto es algo que las personas pueden sentir y ver.
Además, entre todas las cosas, sean animales, plantas o todo tipo de hierbas, Dios también creó algunas plantas necesarias para curar las lesiones o las enfermedades del cuerpo humano. ¿Qué haces, por ejemplo, si te quemas? ¿Puedes lavar la quemadura con agua? ¿Puedes simplemente buscar un trozo de tela y envolverla? Así podría llenarse de pus o infectarse. ¿Qué haces, por ejemplo, si te quemas accidentalmente con una llama o con agua caliente? ¿Puedes enjuagarte con agua? Por ejemplo, si tienes fiebre, te resfrías, te lesionas a causa del trabajo físico, tienes dolor estomacal por haber comido algo indebido o desarrollas ciertas enfermedades por culpa de hábitos de vida o asuntos emocionales, como enfermedades vasculares, condiciones psicológicas o enfermedades de los órganos internos, existen plantas correspondientes que curan todo esto. Hay plantas que mejoran la circulación de la sangre para eliminar la paralización, plantas que alivian el dolor, que restañan el sangrado, plantas anestésicas, otras que ayudan a las personas a recuperar la normalidad en su piel, que eliminan la hemostasia y otras que eliminan las toxinas del cuerpo. En resumen, pueden usarse todas en la vida cotidiana. Las personas pueden utilizarlas y Dios las ha preparado para el cuerpo humano en caso de que las necesiten. Él permitió que el hombre descubriera algunas de ellas accidentalmente, mientras que otras llegaron a conocerse gracias a ciertos fenómenos o por ciertas personas preparadas por Dios. Tras su descubrimiento, la humanidad las transmitiría, y muchas personas sabrían de las mismas. De esta manera, la creación de estas plantas por Dios tiene valor y sentido. En resumen, todas estas cosas son de Dios y Él las preparó y plantó cuando creó un entorno de vida para la humanidad. Todas estas cosas son muy necesarias. ¿No demuestra esto que cuando Dios creó los cielos, la tierra y todas las cosas, Sus consideraciones fueron mejor concebidas que las de la humanidad? Cuando ves todo lo que Dios ha hecho, ¿puedes sentir el lado práctico de Dios? Él obró en secreto. Cuando el hombre aún no había llegado a este mundo, antes de entrar en contacto con esta humanidad, Dios ya había creado todo esto. Todo lo que hizo fue por el bien de la humanidad, por el bien de su supervivencia, y por la consideración de su existencia, de forma que el hombre pudiese vivir en este mundo material rico y abundante que Dios preparó para él y, por tanto, vivir felizmente sin tener que preocuparse por la comida o la ropa, y sin que le falte de nada. La humanidad sigue reproduciéndose y sobreviviendo en ese entorno.
La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único VIII
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