I

Dios creó la humanidad,

la puso en la tierra, y la guió hasta el día de hoy.

Él sirvió como ofrenda de pecado,

y con eso al hombre salvó.

Al final Él aún debe conquistar,

devolver al hombre a su estado original.

Desde el principio esta es la obra

a la que Él se ha comprometido.

Él establecerá Su reino,

restaurará en la tierra Su autoridad,

y el estado del hombre,

restaurará Su autoridad sobre todo lo que Él creó.

II

Corrompido por Satán,

el hombre ha perdido su corazón que teme a Dios,

y ha perdido la función que, desde el principio,

debe haber tenido la criatura de Dios.

Se ha hecho enemigo de Dios,

viviendo bajo las órdenes y el dominio de Satán.

El temor de Dios el hombre perdió,

y entre ellos no puede hacer Su obra.

Él establecerá Su reino,

restaurará en la tierra Su autoridad,

y el estado del hombre,

restaurará Su autoridad sobre todo lo que Él creó.

III

Al hombre lo ha creado Dios, y debería adorar a Dios.

Pero él dio la espalda a Dios, y adoró a Satán.

IV

Satán en ídolo se convirtió, en el corazón del hombre,

y Dios para el hombre el prestigio perdió.

Lo que es lo mismo que decir que perdió

el sentido de por qué fue creado.

Para restaurar el sentido,

el hombre ha de volver a su condición original.

Dios debe librar al hombre de su carácter corrupto.

Él establecerá Su reino,

restaurará en la tierra Su autoridad,

y el estado del hombre,

restaurará Su autoridad sobre todo lo que Él creó,

lo que Él creó, lo que Él creó.

V

Para rescatar al hombre de Satán,

Dios debe al hombre salvar, salvarlo del pecado.

Sólo entonces puede gradualmente restaurar

la función original del hombre,

y al final restaurar Su reino.

Los hijos de la desobediencia serán destruidos,

para que el hombre adore mejor a Dios

y viva mejor aquí en la tierra.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”