Lo que has heredado hoy

supera lo dado a los profetas

y a los apóstoles a lo largo de las eras,

hasta a Moisés y Pedro.

I

No se pueden tener bendiciones en un día o dos;

deben ganarse por medio de sacrificios.

Debes tener un amor sometido al refinamiento,

una gran fe y muchas verdades que Dios exige que tengas.

Enfrenta a la justicia, sin sentirte intimidado,

ama a Dios con persistencia,

sé decidido, cambia tu carácter,

obedece a Dios y acepta Sus planes,

sin quejas, obedece hasta la muerte.

Hazlo; es la meta final de Dios, lo que Dios pide de ti.

Toda Su obra es por tu bien,

para que seas digno de Su herencia.

No es por Su gloria, sino por tu salvación

y para perfeccionar a quienes

han sufrido tanto en esta tierra impura.

Debes comprender la voluntad de Dios.

II

Dios te da y te pide algo a cambio

y en justa medida exigirá.

Eso demuestra por qué Su obra siempre es tan rigurosa.

Por eso debes estar colmado de fe en Dios.

Toda Su obra es por tu bien,

para que seas digno de Su herencia.

No es por Su gloria, sino por tu salvación

y para perfeccionar a quienes

han sufrido tanto en esta tierra impura.

Debes comprender Su voluntad.

III

Él exhorta a los ignorantes

que no tienen ni visión ni sentido:

No pongan a prueba ni se resistan a Dios.

Dios ha sufrido como ningún hombre,

y más humillación en su lugar.

¿A qué no puedes renunciar?

¿Qué importa más que el amor de Dios?

¿Qué vale más que Su voluntad?

Su obra ya es difícil en esta tierra impura.

Si el hombre elige transgredir,

la obra de Dios tomará más tiempo.

Dios no tiene límite de tiempo,

Su obra y Su gloria están primero.

Dios pagará cualquier precio por Su obra,

no importa el tiempo que lleve.

Este es el carácter de Dios:

no descansará hasta Su obra terminar.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”