I

Para seguir a Cristo, Dios Todopoderoso, debemos entender Su corazón. Debemos practicar la verdad y cumplir nuestros deberes para satisfacer el corazón de Dios. Debemos orar, leer la palabra de Dios con frecuencia y llevarla en el corazón. Debemos buscar la verdad cuando enfrentamos problemas y tener un corazón que mire hacia Dios. Debemos aceptar el escrutinio de Dios en todas las cosas y tener un corazón que tema en todo momento. Debemos ser capaces de practicar la verdad y tener un corazón sumiso a Dios. Debemos entender la verdad; solo así podremos tener fe en las pruebas y tribulaciones. Nos pondremos a merced de las orquestaciones de Dios, nos someteremos a Él y le seremos leales hasta la muerte.

II

Los hermanos y hermanas deben colaborar en armonía en sus deberes y tener el mismo sentir. Debemos esforzarnos al máximo para satisfacer a Dios y estar dispuestos, sin importar la dificultad. Debemos escuchar la palabra de Dios, ser personas honestas y tranquilizar a Dios en todo. Debemos tener hambre y sed de justicia, buscar constantemente y tener una gran aspiración por Dios. Debemos perseguir la verdad para perfeccionarnos y tener un corazón amante de Dios. Debemos dedicar nuestro corazón y alma a nuestros deberes y mantenernos leales a la comisión de Dios. Debemos ser considerados con las intenciones de Dios en todo y mantener nuestro corazón conectado al Suyo. Debemos dar un testimonio hermoso y rotundo, y satisfacer el corazón de Dios juntos.