Dios mismo encarnado obra sobre un grupo de personas

para extender Su obra a toda la humanidad.

Eso también es la obra del juicio.

Ⅰ

Dios no juzga sólo a una persona específica,

sino a un grupo que representa a toda la humanidad.

Él juzga la injusticia de la humanidad y su rebeldía;

esa es la obra de la conquista de los últimos días.

La obra y la palabra de Dios encarnado, que el hombre ve,

son el juicio de los últimos días ante el gran trono blanco,

concebido por el hombre: Dios encarnado hace esta obra.

El Dios encarnado de hoy

juzga a toda la humanidad en los últimos días.

Esta carne y Su obra, Su palabra y Su carácter son Su totalidad.

Aunque el alcance de Su obra tiene un límite

y no abarca todo el universo,

en esencia Él juzga a toda la humanidad;

no hace Su obra sólo para China o para unas pocas personas.

Ⅱ

Cuando la obra de Dios encarnado termine,

de inmediato Él la expandirá a todo el universo,

tal como el evangelio de Jesús se extendió

por todo el mundo tras Su resurrección y ascensión.

El Dios encarnado de hoy

juzga a toda la humanidad en los últimos días.

Esta carne y Su obra, Su palabra y Su carácter son Su totalidad.

Aunque el alcance de Su obra tiene un límite

y no abarca todo el universo,

en esencia Él juzga a toda la humanidad;

no hace Su obra sólo para China o para unas pocas personas.

Ⅲ

Tanto la obra del Espíritu como la obra de la carne

tienen un alcance limitado pero representan la obra,

representan la obra de todo el universo.

Esta carne y Su obra,

Su palabra y Su carácter son Su totalidad.

Aunque el alcance de Su obra tiene un límite

y no abarca todo el universo,

en esencia Él juzga a toda la humanidad;

no hace Su obra sólo para China o para unas pocas personas.

Dios encarnado hace la obra de todo el universo

Adaptado de La Palabra, Vol. 1. La aparición y obra de Dios. La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios encarnado