I

Cada etapa de la obra realizada por Dios tiene su propio sentido práctico. Sea varón o mujer, puede representar a Dios mientras sea Su carne encarnada. En aquel entonces, cuando Jesús vino, lo hizo en forma de varón, y cuando Dios viene esta vez, toma la forma de mujer. A partir de esto se puede ver que la creación de Dios de ambos el varón y la mujer puede ser útil para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Dios se hizo carne dos veces para revelar todas Sus acciones. Si Él no se hubiera hecho carne en esta etapa para realizar personalmente una obra que el hombre presenciara, este se aferraría siempre a la noción de que Dios es sólo varón, y no mujer.

II

En el principio, cuando Jehová creó a la humanidad, hizo dos clases de seres humanos, tanto al varón como a la mujer; y, por eso, hay una división entre el varón y la mujer en Sus carnes encarnadas. Las dos veces que se ha hecho carne se han determinado totalmente de acuerdo con Su pensamiento cuando creó por primera vez a la humanidad. Es decir, Él ha completado la obra de Sus dos encarnaciones con base en el varón y la mujer antes de ser corrompidos. No entendías en el pasado, pero ¿acaso puedes seguir blasfemando ahora contra la obra de Dios, especialmente contra la carne encarnada de Dios? Si no tienes esto claro, mejor cuida tu lengua, para que no se revelen tu insensatez y tu ignorancia, y tu fealdad no quede expuesta.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación