681 Dios pone a prueba y refina al hombre para perfeccionarlo
Ⅰ
Si crees en Dios, debes someterte a Él, poner la verdad en práctica
y cumplir bien todos tus deberes.
Adicionalmente, debes entender las cosas que deberías experimentar.
Si solo experimentas la poda, la disciplina y el juicio,
si solo disfrutas a Dios, pero eres incapaz de sentir
cuándo te está disciplinando o podando, esto es inaceptable.
Quizás en este caso de refinamiento, te mantengas firme donde estás.
Esto es aún insuficiente; debes seguir adelante.
La lección de amar a Dios es infinita, y nunca tiene final.
Ⅱ
Cuando Dios obra para refinar al hombre, este sufre.
Mientras mayor sea el refinamiento de una persona,
mayor será el corazón amante de Dios que posea,
y más del poder de Dios se revelará en ella.
En cambio, cuanto menos refinamiento recibe una persona,
menor será el corazón amante de Dios que posea
y menos poder de Dios se revelará en ella.
Cuanto mayor sea el refinamiento y el dolor de una persona así,
y más grande el tormento que experimente,
en más profundo se convertirá su amor por Dios,
más auténtica se hará su fe hacia Él y más profundo será su conocimiento de Él.
Ⅲ
En tus experiencias, verás que esa gente sufre mucho mientras es refinada,
a la que se poda y disciplina mucho,
y verás que son esas personas las que tienen un profundo amor por Dios,
un conocimiento más hondo y detallado de Él,
y que los que no han experimentado la poda solo tienen un conocimiento superficial.
Si las personas han experimentado la poda y la disciplina,
entonces podrán hablar del verdadero conocimiento de Dios.
Por tanto, cuanto más maravillosa es la obra de Dios en el hombre,
más valiosa y significativa es;
cuanto más impenetrable te sea
y cuanto más incompatible sea con tus conceptos,
más puede la obra de Dios conquistarte, ganarte y perfeccionarte.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento