Ⅰ

El Cristo de los últimos días trae la vida

y el camino de la verdad, duradero y eterno.

Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida,

y el único por el que conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará.

Si no buscas el camino de la vida

que el Cristo de los últimos días provee,

nunca obtendrás la aprobación de Jesús

y nunca estarás cualificado

para entrar por la puerta del reino de los cielos,

porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia.

Aquellos que son controlados por los reglamentos, las palabras

y están encadenados por la historia,

nunca podrán obtener la vida

ni el camino perpetuo de la vida.

Esto es porque todo lo que tienen

es agua turbia que ha estado estancada por miles de años,

en vez del agua de la vida que fluye desde el trono.

Aquellos a los que no se les provee el agua de la vida

siempre seguirán siendo cadáveres,

juguetes de Satanás e hijos del infierno,

siempre seguirán siendo cadáveres,

juguetes de Satanás e hijos del infierno.

¿Cómo pueden, entonces, contemplar a Dios?

Si sólo tratas de aferrarte al pasado,

de quedarte quieto y mantener las cosas como están,

y no tratas de cambiar el estado actual y descartar la historia,

¿acaso no estarás siempre en contra de Dios?

Ⅱ

Los pasos de la obra de Dios son vastos y poderosos,

como olas agitadas y fuertes truenos,

pero te sientas y pasivamente esperas la destrucción,

con actitud necia y sin hacer nada.

De ese modo,

¿cómo puedes ser considerado alguien que sigue los pasos del Cordero?

¿Cómo puedes justificar al Dios al que te aferras

como un Dios que siempre es nuevo y nunca viejo?

¿Cómo pueden las palabras de tus libros amarillentos

llevarte a una nueva era

o conducirte a buscar los pasos de la obra de Dios e ir al cielo?

Lo que sostienes en tus manos son palabras

que solo pueden darte consuelo temporal,

no las verdades que pueden darte la vida,

menos aún la senda que te conduce a la perfección.

Esta discrepancia, ¿acaso no te lleva a reflexionar?

¿Acaso no te hace entender los misterios que contiene?

¿Acaso eres capaz de entregarte tú mismo al cielo

para encontrarte con Dios?

Observa quién está haciendo la obra,

la obra de salvar al hombre durante los últimos días.

Si no lo haces, nunca obtendrás la verdad

y nunca obtendrás la vida.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna