I

Los fariseos judíos acusaron a Jesús de no seguir la ley del Antiguo Testamento y de no ser el Mesías; lo crucificaron. Cristo ha llegado para liberar la verdad, pero, hoy, los hombres preferirían expulsarlo de este mundo para poder entrar al cielo y recibir la gracia. Preferirían negar por completo la venida de la verdad con el fin de salvaguardar los intereses de la Biblia, y preferirían volver a crucificar al Cristo que ha regresado a la carne con el fin de asegurar la existencia eterna de la Biblia. ¿Cómo puede el hombre recibir Mi salvación cuando su corazón es tan malévolo y su naturaleza tan opuesta a Mí?

II

Vivo entre los hombres, pero estos no saben de Mi existencia. Cuando hago brillar Mi luz sobre ellos, todavía siguen ignorando Mi existencia. Cuando desato Mi ira sobre ellos, niegan Mi existencia aún con mayor fuerza. El hombre busca la compatibilidad con las palabras y con la Biblia, pero nadie viene ante Mí para buscar el camino de la compatibilidad con la verdad. Los hombres admiran a Mí en el cielo y dedican un interés especial a Mi existencia en el cielo, pero nadie se preocupa por Mí en la carne, porque Yo, que vivo entre los hombres, soy demasiado insignificante.

III

Los que sólo buscan la compatibilidad con las palabras de la Biblia y un Dios vago, son un espectáculo deplorable para Mí. Esto se debe a que lo que ellos adoran son palabras muertas y un Dios que es capaz de darles tesoros incalculables, un Dios que no existe y que está merced del hombre. ¿Entonces qué pueden obtener tales personas de Mí? La insignificancia del hombre es sencillamente indescriptible. Los que están en Mi contra, que me hacen incesantes demandas, que no tienen amor por la verdad, que se rebelan contra Mí, ¿cómo podrían ser compatibles conmigo?

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Deberías buscar el camino de la compatibilidad con Cristo